DÍA
UNDÉCIMO
DE
LA FORTALEZA Y GRANDEZA DE SANTA TERESA
El
verdadero testimonio de la fortaleza y grandeza de ánimo con que el
Señor dotó a Santa Teresa de Jesús, lo tenemos en las obras tan heroicas
y admirables que emprendió con su reforma y fundaciones. Fue
Teresa el fiel retrato de la mujer fuerte descrita por Salomón, porque
unió la grandeza de ánimo la fortaleza de corazón; fue, en una palabra,
lo que generalmente se llama una mujer varonil, pues era de
admirar en su sexo tan gran fortaleza como pudiera tener el más atrevido
guerrero. Ella, que tan bien se conocía, nos lo asegura por estas
palabras: «Yo no soy nada mujer, pues tengo recio corazón». Al emprender
Teresa sus fundaciones, no contaba con apoyo alguno; antes, al
contrario, se presentaron desde el primer momento grandes dificultades,
que cualquiera otra mujer la hubieran hecho desistir de su propósito; y,
sin embargo, ella, porque sabía era la voluntad de píos que se hiciese
la reforma, poniendo en El, su confianza, las iba allanando y venciendo.
Si no tenía dinero para fundar, no por eso desmayaba; trabajaba y
lo encontraba, porque nunca han faltado almas en que se hallan
unidas la piedad y la generosidad. Ella decía con San Pablo:
«Todas las cosas puedo, en virtud de aquel Señor que me conforta»;
y así era verdaderamente, porque
todo
lo lograba, por muy difícil e imposible que pareciese los ojos de los
demás; con lo cual llego adquirir tan gran fama en esto, que comúnmente solían
llamarla: «Teresa de Jesús, la Omnipotente». Tanto en las cosas
materiales como en las espirituales fue animosa y fuerte, logrando vencerse
a sí misma y ti las tentaciones, por lo que pudo ir, en cumplimiento de
la divina palabra, en pos de Jesucristo. Resistamos, con gran fortaleza é
imitación de nuestra amada Santa, nuestras propias pasiones y las tentaciones
con que fuésemos molestados por el enemigo.
OBSEQUIO
Recemos
un Padrenuestro, Avemaría y Gloria Patri para que Nuestro Señor, por los
méritos de Teresa, nos conceda la gracia de resistir a los
enemigos de nuestra alma y nuestras propias y malignas
inclinaciones.
MÁXIMA
Quiere
el Señor y es amigo de almas animosas, como vayan con humildad y ninguna
confianza en que ninguna de éstas queda baja en el camino de la virtud. Tened,
pues, gran confianza, que Dios ayuda ä los fuertes.
ORACIÓN
Gloriosa
Virgen Santa Teresa de Jesús: por aquella admirable fortaleza y grandeza
de ánimo con que fuisteis dotada, suplícoos me alcancéis del Señor este don,
para que con él pueda defenderme de mis pasiones y de las tentaciones
del Infierno, y así poder ir en pos de Él hasta la bienaventuranza
eterna. Amén.
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