DÍA
TRIGÉSIMO
SUBLIME
GLORIA QUE GOZA EN EL CIELO SANTA TERESA DE JESÚS
Después
que la Santa Madre partió de este mundo, se ha aparecido a muchas personas, unas
religiosas y otras seglares, pero todas ellas de gran fama en virtudes. La
mayor parte de las que han tenido tan singular dicha han sido Prelados y compañeras
de la Santa, verdaderas hijas é imitadoras de su espíritu. La primera aparición
tuvo lugar el mismo día de su entierro, durante el cual se mostró llena de
gloria y hermosura a la Madre Catalina de Jesús, fundadora del convento
de Veas, mujer de gran santidad y heroicas virtudes, de quien habla la Santa
en el libro de sus Fundaciones. Yendo la Madre Catalina a comulgar aquel
día, vió a Teresa rodeada de gran resplandor, y oyó que le decía que se iba
a la gloria a gozar de Dios, y que no tuviese pena por su muerte, porque más
ayudaría a su Orden desde la otra vida que desde
ésta.
Cayó enferma esta religiosa poco tiempo después, y estando allí el P.
Provincial, Fray Jerónimo de la Madre de Dios, supo entonces la muerte de la
Santa Madre, pero no se la quiso comunicar a la enferma por no entristecerla; más
como ésta advirtió que el Provincial estaba triste, le dijo: «Está V. R. triste
por la muerte de nuestra Madre fundadora Teresa de Jesús? Yo ya lo sabía, pero
no tengo pena por ello», y en seguida le contó la aparición que había
tenido el mismo día del entierro. No sólo se ha aparecido la Santa ti sus hijos
e hijas, sino también en muchas otras personas. El Conde de Triburcia,
Caballerizo de la Emperatriz, hermana del Rey Felipe II, estando muy enfermo,
vió a Santa Teresa que se acercó a su lecho, y quedó sano. También se apareció
la Santa a la Condesa de Osorno, a Teresa Lariz en Alba de Tormes, a un
mercader llamado Pedro Juan Casademonte, en Zaragoza, y a otras varias
personas en Segovia, Alba, Ávila, Granada, Villanueva de la Jara y en otras
diferentes poblaciones. Muchas otras manifestaciones maravillosas se ha servido
hacer Dios Nuestro Señor con objeto de darnos a entender la sublime gloria que
Santa Teresa disfruta en el Cielo, en premio de sus virtudes; así como del gran
valimiento que con Él tenía tan privilegiada criatura en favor de los fieles
devotos que a ella se encomiendan, las cuales podían verse en el libro de su
vida, escrito por su ilustre confesor Fray Diego de Yepes, Obispo de Tarazona.
OBSEQUIO
Prometamos
hoy a Santa Teresa consagrarle: todos los años el mes de octubre, así como el
día 15 de cada mes y todos los miércoles del año.
MÁXIMA
En
cualquier obra y hora examine su conciencia y, vistas sus faltas,
procure la enmienda con el divino favor; y por este camino alcanzará la
perfección.
ORACIÓN
Gloriosa
Virgen Santa Teresa de Jesús: por todas y cada una de las virtudes con
que el Señor os adornó, y por la gloria que en premio de ellas gozáis en
el Cielo, os suplico, Santa mía, me alcancéis de Dios gracia para emprender el
camino de la santidad y, una vez emprendido, el que pueda perseverar en
él hasta conseguir llegar a la gloria, donde, en unión con Vos, adore y alabe
eternamente a vuestro dulcísimo Esposo Cristo Jesús. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario