sábado, 31 de octubre de 2020

MES DE OCTUBRE A SANTA TERESA - DÍA TREINTA Y UNO

 

DÍA TRIGÉSIMO PRIMERO

DE LA GRAN DEVOCIÓN QUE EN ESPAÑA Y EN TODAS PARTES SE TIENE Á SANTA TERESA

Si grande había sido la devoción que se tributaba a Santa Teresa de Jesús antes de ser incluida por la Iglesia en el catálogo de los Santos, imponderable fué el desarrollo que tomó desde su solemne canonización verificada en Roma por el Sumo Pontífice Gregorio XV, en el año de 1622. Inmenso fué el júbilo que bubo en España con tal motivo, y como señales de él se celebraron solemnísimas fiestas religiosas y profanas en todo el Reino. Los Reyes, Príncipes y Grandes de España visitaron su glorioso sepulcro en Alba de Tormes y se emprendieron numerosas peregrinaciones a los lugares donde nació y murió la insigne Virgen Carmelitana. Muchos Soberanos y Príncipes

de Europa pusieron el nombre de Teresa a las hijas que el Cielo les diera y enviaron ricos presentes al convento de Alba, donde está el santo cuerpo. Los libros escritos por la Santa se hicieron tan populares, que apenas había persona de mediana instrucción que dejase de leerlos, y así hubo necesidad de traducirlos a todos los idiomas para que nadie se privase de admirar tanta sabiduría y galanura de estilo en medio de tanta sencillez celestial doctrina. El Rey Don Felipe IV, gran devoto de Santa Teresa, agradecido a la protección dispensada por la Santa a las armas españolas en Amberes, Bélgica, y en la recuperación de la ciudad del Salvador, en América, de acuerdo con las Cortes del Reino declaró solemnemente a Santa Teresa de Jesús Compatrona de las Españas, y, a fin de dar más valor y firmeza a esta declaración, solicitó del Sumo Pontífice Urbano VIII que la confirmase, a lo cual accedió benignamente Su Santidad por un Breve de 21 de Julio de 1627, en el que se confirma la elección de Santa Teresa por Patrona de estos Reinos, sin perjuicio del antiguo patronato que sobre los mismos ya entonces existía del ínclito Apóstol Santiago. En el año de 1812, cuando, con motivo de la invasión francesa en nuestra patria, hubo de retirarse a Cádiz el Rey Don Fernando VII, las Cortes allí reunidas, ante aquellas tristes y azarosas circunstancias, imploraron la protección de Santa Teresa de Jesús, reconociéndola como Patrona y Tutelar del Reino.

 

OBSEQUIO

Hagamos hoy, como último día del mes, el Acto de Consagración que va al final de estos Ejercicios, el cual fué compuesto por San Alfonso María de Ligorio, gran devoto de la Santa Madre.

 

MÁXIMA

En tiempo de tristeza y turbación no deje las buenas obras que solía hacer de oración y penitencia, porque el demonio procurad inquietarle para que las deje; antes tenga más que solía, y verá cuán presto el Señor le favorece.

 

ORACIÓN

Gloriosa Virgen Santa Teresa de Jesús: por el amor y devoción tan grande que siempre os han profesado los españoles y, por el aumento que en estos últimos tiempos ha tenido vuestro culto, os suplico, Santa mía, amparéis benigna a esta vuestra católica España, la libréis de toda clase de males e infortunios y hagáis que todos nosotros, vuestros devotos, os amemos más y más cada día, para que algún día merezcamos gozar con Vos de la eterna bienaventuranza. Amén.

 



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