DÍA
DÉCIMO SÉPTIMO
DE
LA SABIDURÍA DE SANTA TERESA
Es
Santa Teresa de Jesús una de las criaturas con quien ms pródigamente se ha
mostrado el Espíritu Santo, pues derramó sobre ella gran copia de celestial
sabiduría, de esa que no se aprende en las aulas, sino que es un don puramente
gratuito que Dios reparte entre sus fieles siervos, como, cuando y en la medida
que le place. La mejor prueba que existe de la gran sabiduría de Teresa la
tenemos en que es la única mujer que ha merecido el glorioso título de Doctora
mística de la Iglesia, honor que sólo se ha dispensado, por otra parte, ti muy
pocos de los más grandes e insignes Santos que veneramos en los altares. La
Sagrada Rota dice de ella, que ha sido dada por Dios al mundo para iluminarle
con su doctrina y alimentarle con su piedad, y que es maestra que
aventaja a todos los Padres de la Iglesia, en método, extensión, claridad y precisión
en la enseñanza de la teología mística, y, por último, que es la más
Santa de las sabias y la más sabia de las Santas. Todos los Sumos Pontífices
han alabado y ensalzado grandemente a Santa Teresa. Gregorio XV decía
que era la nueva Débora de la gracia y la Maestra de los sabios.
Clemente XIV la llamaba prodigio de ciencia y santidad. Pío IX, que se
entusiasmaba hablando de Teresa, decía que era el milagro de su sexo y asombro
del orbe, como reformadora y legisladora que había sido de hombres y mujeres,
cosa nunca vista en la Iglesia Católica. Por último, el sabio Pontífice
reinante, León XIII, la ha calificado de lumbrera nueva é insigne de la
Iglesia. Santa Teresa, diremos, por último, no sólo recibía de Dios el
inapreciable don de la sabiduría celestial, sino que también fue honrada por
Nuestro Señor con la ciencia infusa, o sea el conocimiento completo de las
ciencias teológicas y filosóficas, así como la interpretación
de
las Sagradas Escrituras, en todas las cuales estaba muy versada, a pesar de no
haberse dedicado jamás al estudio de ellas.
OBSEQUIO
Leer
en este día algún capítulo de las obras de la Santa Madre, para nutrir el alma
con su celestial doctrina.
MÁXIMA
Si
el demonio nos ve con una grande determinación de antes perder la vida y el
descanso, y todo lo que nos ofrece, que tornar atrás en el camino de la
virtud, muy presto nos dejará.
ORACIÓN
Gloriosa
Virgen Santa Teresa de Jesús: por aquella admirable sabiduría que el Espíritu
Santo quiso concederos, os suplico me alcancéis del Señor luz para conocer en
todas las cosas su santísima voluntad, y fuerzas para cumplirla, a fin de que
pueda merecer el gozar con Vos en el Cielo. Amén.
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