TRÁNSITO
DEL SERÁFICO PADRE SAN FRANCISCO
Este
ejercicio se hace el día 3 de octubre, a la puesta del sol, hora en que el
Santo voló al cielo.
ANTÍFONA: ¡Oh
Santísima anima, en cuyo tránsito feliz los ciudadanos del cielo salen al
encuentro! El coro de los ángeles se alegra y la Trinidad Santísima os invitó
diciendo: “¡Quédate con nosotros por toda la eternidad!”
L/:
Francisco, pobre y humilde, entra rico en el cielo.
R/: Con
celestiales himnos es honrado
ORACIÓN: ¡Oh
Dios! Que en este día disteis los premios de la eterna bienaventuranza al alma
de nuestro Padre San Francisco, concédenos benigno a los que celebramos con
piadosos afectos la memoria de su tránsito, que merezcamos llegar con felicidad
a la posesión de la misma bienaventuranza. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
LETANÍAS
Señor,
ten piedad de nosotros.
Cristo,
ten piedad de nosotros.
Señor,
ten piedad de nosotros.
Jesucristo,
óyenos.
Jesucristo,
escúchanos
Dios
Padre celestial
Dios
Hijo Redentor del mundo,
Dios
Espíritu Santo,
Santísima
Trinidad y un solo Dios.
Santa
María, concebida sin pecado. R/: Ruega por nosotros
Santa
María, Patrona de la Orden Franciscana.
San
Francisco, Seráfico
Padre
Prudentísimo
Patriarca
de los Pobres
Despreciador
del mundo
Ejemplo
de penitencia
Triunfador
de los vicios
Imitador
de Jesucristo
Llagado
como Cristo
Con
las señales de Jesús ornado
Norma
de castidad
Modelo
de humildad
Favorecido
por la gracia
Camino
de los que yerran
Remedio
de los enfermos
Columna
de la Iglesia
Defensor
de la fé
Atleta
de Cristo
Fortaleza
de los que pelean
Escudo
invencible
Martillo
de los herejes
Conversión
de los paganos
Sostén
de los que caen
Salud
de los leprosos
Vida
de los muertos
Extirpador
de los vicios
Abogado
de la divina gracia
Cordero
de Dios que borras los pecados del mundo R/: Perdónanos, señor.
Cordero
de Dios que borras los pecados del mundo R/: Escúchanos, señor.
Cordero
de Dios que borras los pecados del mundo R/: Ten piedad de nosotros.
Cristo,
óyenos
Cristo,
escúchanos
L/:
Ruega por nosotros Seráfico Padre San Francisco
R/: Para
que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
ORACIÓN: ¡Oh
Dios! Que por los méritos de nuestro bienaventurado Padre San Francisco, enriquecéis
a vuestra Iglesia con el nuevo fruto de una dilatada familia, concédenos que, a
imitación suya, despreciemos lo terreno y participemos lo terreno y participemos
siempre de los dones celestiales. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Colaboración de Miguel Morales
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