domingo, 18 de octubre de 2020

TRIDUO A LA BEATA ENCARNACIÓN ROSAL


TRIDUO EN HONOR DE LA BEATA MADRE ENCARNACIÓN ROSAL

Con licencia de la Autoridad Eclesiástica

Cartago, Costa Rica

24 de septiembre de 1944


A LA MARGARITA DE XELAJÚ

Los caminos que el Señor, en su inmensa bondad, va trazando a través del tiempo, nos muestran como su amor se manifiesta a los hombres, dejando entrever a que punto puede llegar, con tal que nuestra alma logre salvarse.

Es ahí, donde él quiso manifestarse, en una ciudad entre valles, donde la Luna plateada ilumina tenuemente sus calles, y en el silencio de sus montañas, la Monja Blanca abre sus pétalos, cual danza armoniosa, en un dulce y delicado canto de amor al Creador. 

 Cual margarita de los campos, nació la Beata Encarnación, cual rosal entre peñascos, para al mundo mostrar los misterios del Corazón de aquel Dios Hombre que ah amado a todos por igual. Y por los caminos del amor, fue conducida al Belén, un Belén que hacía tiempo atrás, un pobre canario, con su dulce canto, inundo el América colonial.

Y cual otro Padre San Francisco, tuvo una misión, reconstruir aquella obra, que nació del Augustísimo Corazón y al mundo tanto bien alcanzó, su tarea no fue fácil, pues tiempos de convulsión social se cernieron sobre aquel pueblo, pero, es ahí, donde el Corazón de Jesús quiso dar un consuelo, a aquella cristiana nación.

Es pues a esta noble mujer, confidente del Corazón de Dios, cual segunda Margarita, dio al mundo la feliz noticia, que el Corazón quiso posar sus plantas en esta tierra, y dando severa advertencia, que su amor no era amado, y que era necesario hacer actos de reparación.

Dedico estas palabras a la Beata, en su Bicentenario de Natalicio, para la honra y la gloria del Augustísimo Corazón de Jesús, y el Doloroso Corazón de María, en sufragio de las Almas benditas del Purgatorio.

 

Por el Prof. Nelson Rodolfo Sandoval Guzmán

San Alejo del Pedregal, La Unión.

 El Salvador.

20 de octubre del 2,020.

Bicentenario de su nacimiento terrenal.

 

 

ORACIÓ PREPARATORIA

Adorabilísimo Jesús, que por una predilección especial de vuestro amor, os dignasteis elegir a la Bienaventurada Madre Encarnación, para hacer al mundo la revelación de los Dolores Internos de vuestro Sagrado Corazón, haced os lo rogamos, que teniendo encendidas nuestras almas en amor ardiente, aceleremos con fervientes oraciones y sacrificios el instante venturoso en que la Santa Iglesia, Maestra inefable de la verdad, coloque en el coro de los santos a la que supo hacer de su vida entera, un continuo acto de reparación y amor. Amén.

 

 

DÍA PRIMERO

CONSIDERACIÓN

Elige el Divino Corazón de Jesús a la Beata Encarnación para revelarle sus Dolores.

Se acerca el momento en que el Divino Corazón de Jesús va a manifestarse nuevamente a la humanidad.  Contemplémoslo fijando su mirada en un desconocido convento de Guatemala. Sin duda, en recuerdo de aquella su primera manifestación a la humanidad, se siente atraído hacia ese Belén de sus amores, donde una humilde religiosa ha cautivado las complacencias de su Corazón. Sobre ella se abren los cielos y baja el Señor a hacerla depositaria de sus más íntimos secretos. Su alma se ilumina a la contemplación de los Dolores del, Hombre Dios, su corazón se transforma, se conmueve, y Jesucristo graba en ella tan íntimamente su vida dolorosa que, a partir de estos momentos su existencia se entretejerá en una atmósfera de dolor y de martirio que la preparará para cumplir la misión que el cielo le confiara.

Un credo al Sacratísimo Corazón de Jesús, pidiendo la gracia que se desea.

 

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Amantísima Sierva del Señor, hace que apreciemos el valor inmenso del padecimiento, que a la sombra bendita de la Cruz y ante la contemplación de los Dolores Internos del Sagrado Corazón, nuestra alma se ilumina y que, comprendiendo cada vez más claramente, todo lo que encierra la revelación que el cielo nos legara por vuestro medio, podamos ver que nuestro corazón vaya creciendo en amor, y fiel al verdadero espíritu  de esa devoción se consuma ante el Sagrario bendito, como la silenciosa lámpara que suavemente difunde sus tenues resplandores alrededor del santo altar, hasta que un día, consumados  nuestros pequeños sacrificios, podamos bendecirle en unión vuestra por toda la eternidad. Amén.

 

 

DÍA SEGUNDO

CONSIDERACIÓN

A medida que la Beata Madre Encarnación avanzaba por los senderos de la Cruz y del sacrificio, sentía con más vehemencia el deseo ardiente de cumplir la misión que el cielo le confiara. Esa alma tierna, grande en aspiraciones, escogida por Dios para sus divinas comunicaciones, que había sentido el contacto de lo divino, concentraba todas sus actividades en consolar al Corazón Santísimo de su adorado Señor, y en buscarle almas que siguiéndole cada más día perfectamente, identificaran su vida con la de su Divino modelo, y se fueran transformando poco a poco, hasta que, introducidas en su Adolorido Corazón, consumaran allí su vida de inmolación y amor.

 

 

DÍA TERCERO

CONSIDERACIÓN

Devoción de la Beata a la Santísima Virgen.

Decisivo es el influjo que la devoción a la Santísima Virgen ejerce en las almas, ella fortalece el espíritu y hace desaparecer toda sombra de duda, siendo como el sello distintivo de la verdadera santidad. Profesó la Bienaventurada Encarnación ardiente amor a la Virgen Inmaculada, por su parte la Divina Señora correspondió a esta devoción con muestras de singular ternura. Fue en el bendito Santuario de las Lajas, donde arrodillada ante la imagen de María, recibió de la celestial Señora la gracia por ella implorada, de morir de un acto de amor, y su alma se iluminó con destellos de la gloria inmortal, siendo esta última visita en el destierro, pocos días después expiraba plácidamente, en medio de la más profunda paz, sintiendo ya el gozo anticipado del Paraíso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...