domingo, 1 de noviembre de 2020

SÚPLICAS AL SEÑOR DE LAS MISERICORDIAS


SIETE SÚPLICAS AL SEÑOR DE LAS MISERICORDIAS

EN SUFRAGIO DE LAS BENDITAS ALMAS DEL PURGATORIO

 

Con licencia de la Superioridad Eclesiástica

Guatemala

Tipografía Sánchez y de Guise

1920

 

ADVERTENCIA

La oración por los difuntos es muy aceptable a Dios, útil a las almas del Purgatorio y provechosa a nosotros, pobres desterrados en este Valle de Lágrimas. No podemos hacer cosa que más agrade a Jesús, que, por redimirnos, murió en afrentosa cruz y con su sangre preciosa anhela extinguir las llamas que purifican a sus amadas alma en el lugar de expiación. Roguemos por nuestros hermanos difuntos ante el Divino Redentor, que se complace en manifestar su infinita bondad, en su piadosa imagen llamada de El Señor de las Misericordias, instémosle en la oración, repitiendo el: “Piadoso Señor, dales el descanso eterno” (300 años de indulgencia)

 

 

INTRODUCCIÓN

Postrados en la presencia de Dios, con el mayor fervor de espíritu, supliquémosle que nos asista en el ejercicio de esta sagrada devoción diciendo:

 

En el nombre del Padre…

(Dos Padres nuestros, y Aves Marías)

 

 

PRIMERA SÚPLICA

¡Oh Señor y Dios Omnipotente! Yo os suplico por la preciosa sangre que vuestro hijo derramó en el huerto, saquéis las almas del Purgatorio, y en particular las que están más olvidadas, y llevadlas al descanso eterno, para que allí os alaben y bendigan eternamente. Amén.

Padre nuestro, Ave María.

 

 

SEGUNDA SÚPLICA

¡Oh Señor y Dios Omnipotente! Yo os suplico por la preciosa sangre que vuestro Santísimo Hijo derramó con los crueles azotes que recibió, saquéis las almas del Purgatorio, y en particular las que están próximas a subir al eterno descanso, para que así empiecen cuanto antes a alabaros y bendeciros eternamente. Amén.

Padre nuestro, Ave María.

 

 

TERCERA SÚPLICA

¡Oh Señor y Dios Omnipotente! Yo os suplico por la preciosa sangre que derramó vuestro Santísimo Hijo, cuando le pusieron la corona de espinas, saquéis las almas del Purgatorio, y en particular la que más te fue más devota, para que, en unión de ellas, las mismas por quién pidió gracias, os alaben y bendigan eternamente. Amén.

Padre nuestro, Ave María.

 

 

CUARTA SÚPLICA

¡Oh Señor y Dios Omnipotente! Yo os suplico por la preciosa sangre que derramó vuestro Santísimo Hijo por las calles de Jerusalén, cuando iba con la Cruz a cuestas, saquéis las almas del Purgatorio, y en particular la más rica de méritos para con Vos, a fin de que, desde el sublime trono de gloria que espera, os alabe y bendiga eternamente. Amén.

Padre nuestro, Ave María.

 

 

QUINTA SÚPLICA

¡Oh Señor y Dios Omnipotente! Yo os suplico por el precioso cuerpo y sangre de vuestro Santísimo Hijo, que en la noche de su pasión dio en comida y bebida a sus Apóstoles, y dejó a toda la Iglesia en sacrificio perpetuo y vivífico alimento de los fieles, saquéis las almas del Purgatorio, en particular la más devota de este misterio de amor, para que por ello os alabe con vuestro divino Hijo y con el Espíritu Santo en vuestra gloria eternamente. Amén.

Padre nuestro, Ave María.

 

 

SEXTA SÚPLICA

¡Oh Señor y Dios Omnipotente! Yo os suplico por la preciosa sangre que vuestro Santísimo Hijo derramó desde el árbol de la Cruz, especialmente de sus sacratísimos pies y manos, saquéis las almas del Purgatorio, en particular aquellas por quienes tengo mayor obligación de rogaros, para que no queden allí penando por mi culpa, no sean privadas de alabaros y bendeciros eternamente. Amén.

Padre nuestro, Ave María.

 

 

SÉPTIMA SÚPLICA

¡Oh Señor y Dios Omnipotente! Yo os suplico por la preciosa sangre que salió del costado de vuestro Santísimo Hijo, en presencia y con grandísimo dolor de su Santísima Madre, saquéis las almas del Purgatorio, en particular la que haya sido más devota de esta gran Señora, para que cuanto antes vaya a vuestra gloria a alabaros en Ella, y a Ella en Vos, por todos los siglos de los siglos. Amén.

Padre nuestro, Ave María.

 

 

 

PLEGARIA AL SEÑOR DE LAS MISERICORDIAS

¡Oh Señor, oh Señor! puestos de hinojos,

Fijos en Ti con humildad los ojos

Te pedimos piedad.

Señor, Señor, nuestra plegaria escucha,

Habla la pobre humanidad que lucha

Y que su fé la pone en tu bondad.

 

Da al campo verdura, azul al cielo,

Al hombre inteligencia, al ave vuelo,

Perfume a la corola, al astro luz,

Escúchanos, Señor, por los dolores

Que sufriste por nos los pecadores

En el árbol sangriento de la Cruz.

 

Misericordia y paz riega por el mundo,

Que encadene tu mano el iracundo

Mar de la envidia, el odio y el rencor,

Tú que de viento y mar las iras calmas,

Junta los corazones y en las almas

Siembra semillas de piedad y amor.

 

Señor, por nuestra patria te rogamos,

Por los que aquí sufrimos y lloramos,

Úngenos con tu santa bendición,

Y que, al llegar la muerte despiadada,

Podamos penetrar en tu morada

Limpia la frente y sano el corazón.

 

Para mayor información con respecto a la Imagen Milagrosa, consultar el siguiente enlace:

 https://www.cucuruchoenguatemala.com/senor-de-las-misericordias-dia-preciosisima-sangre-de-cristo-capilla/

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