martes, 3 de noviembre de 2020

TRIDUO AL SEÑOR DEL VENENO

 


PIADOSO TRIDUO DEDICADO A NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO BAJO LA ADVOCACIÓN DE EL SEÑOR DEL VENENO

 

Que se venera en la Iglesia de Porta Coeli y la Santa Iglesia Catedral Primada de México

1915

 

 

ACTO DE CONTRICCIÓN

¡Misericordioso Dios humanado en carne para la redención de todo el mundo! Aquí tienes postrado ante tus plantas a un miserable pecador, que trae el corazón envenenado por sus innumerables yerros, tanto veniales como mortales. Pero Señor, tu clemencia es infinita y tu misericordia no tiene límites. En esto me fundo, Dios mío, para que laves mi corazón de toda mancha, extrayendo de el cuanto veneno pueda dañar mi conciencia. Quiero entregarme todo a ti, pensar solo en ti, observar una vida eternamente cristiana, para que cuando llegue el trance de mi muerte, pase a la mansión de los bienaventurados, para alabarte y bendecirte por toda una eternidad. Amén.

 

 

DÍA PRIMERO

Pues sois tan clemente y bueno

Tened de mí compasión

No permitas que el veneno

Penetre en mi corazón.

 

ORACIÓN

Poderosísima y milagrosa Imagen de Nuestro Señor Jesucristo, que bajo la advocación del Señor del Veneno eres venerada. Yo te ruego, que, así como le salvaste la vida a su Señoría Ilustrísima, cuando por medio de tu Sacratísimo Cuerpo trataron de envenenarlo, al ir a besar tus divinos pies, así te suplico, oh mi adorado Señor, que el ponzoñoso veneno del pecado no penetre más en mi corazón, haz que se purifique, ejercitando en todas las obras que sean de tu agrado. Es lo que te pido en este primer día, en honor de tu admirable transfiguración con lo que manifiestas lo grande de tu poder.

Tres Credos, tres Padres nuestros y Aves Marías.

 

 

 

SEGUNDO DÍA

¡Oh mi Señor del Veneno!

Por tu infinito poder,

Haz que ame todo lo bueno

Y no te vuelva a ofender.

 

ORACIÓN

Señor mío Jesucristo, yo te amo con todo mi corazón, haciéndome el firme propósito de no volver a ofenderte. Mi alma se halla ennegrecida con las horribles manchas del pecado, deseo llevarla y dejarla tan pura como la de los Ángeles y Santos, para disfrutar del Reino de los Cielos, yo Jesús mío, imploro tu misericordia infinita, rogándote a la vez, me concedas lo que te pido en este triduo que te dedico, para mayor honra y gloria de Dios. Amén.

 

 

 

 

DÍA TERCERO

Des el uno al otro polo,

Tus bondades ensalcemos,

Y en tu dulce y místico coro

Todas tus glorias cantemos

 

ORACIÓN

Señor y Dios mío, estoy en alto grado arrepentido de todas las ofensas que te he hecho con mis horribles pecados, tiemblo y me estremezco al considerar que en mi corazón he abrigado por mucho tiempo toda clase de yerros, obscureciendo con esto la luz de mi inteligencia, pero, repito Señor, que retroceda desde este momento del tenebroso abismo en que estoy expuesto a caer. Toma ese negro velo que cubre mis ojos, para ver la excelsitud de tus bondades, no permitas que mi alma se envenene con las fatales tentaciones del demonio. Es lo que te pido en este Triduo, para hacerme digno ante la presencia de su Divina Majestad. Amén.

 

 

Sea para siempre alabado,

¡Oh mi Señor del Veneno!

Pues por nosotros, crucificado

Expiraste en un madero.

 

 

 

TIERNAS ALABANZAS

DEDICADAS AL SEÑOR DEL VENENO

 

Sea para siempre alabado,

¡Oh mi Señor del Veneno!

Pues por nosotros, crucificado

Expiraste en un madero.

 

Des el uno al otro polo,

Tus bondades ensalcemos,

Y en tu dulce y místico coro

Todas tus glorias cantemos.

 

Por un milagro supremo

Salvaste a nuestro Prelado,

Que con activo veneno

Muerto allí hubiera quedado.

 

Ten de tus siervos piedad,

¡Oh mi Señor adorado!

No permitas que el pecado,

Nuestra alma envenene más.

 

En fin, Jesús Redentor,

Por tu Transfiguración,

Vista en el Monte Tabor,

Imploramos tu perdón.


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