sábado, 26 de diciembre de 2020

NOVENA A SAN BENITO DE PALERMO


NOVENA AL PRODIGIOSO TAUMATURGO Y DEVOTISIMO SIERVO DE DIOS

SAN BENITO DE PALERMO

 

Compuesta por el Doctor Fray Ruperto de Urra y Dombrasas, Predicador de S.M. y lector de Teología del Sagrado Orden de Predicadores. Con Licencia del Ordinario. Imprenta La Publicidad, Calle San Francisco, número 18; Oviedo, España. Año 1896.


El Excelentísimo e Ilustrísimo Señor Obispo de esta Diócesis (de Oviedo), tiene concedido a todos los fieles que devotamente hiciere esta Novena cuarenta días de indulgencia por el ejercicio de cada uno de los nueve días, y otros cuarenta a los que confiesen dentro de ella.

 

MODO DE HACER LA NOVENA.

Esta novena se compone de tres oraciones, la primera y la tercera comunes para todos los días y la segunda particular para cada uno de nueve Gozos correspondientes por su orden a cada uno de los días, así como la oración segunda que se va dirigiendo a cada una de las personas de la Beatísima Trinidad; y se concluye con la antífona, versículo y oración al Santo confesor.

 

Puesto, pues, el devoto delante del Señor y de alguna imagen del Santo, se dispondrá con la Señal de la Cruz, y diciendo el

 

ACTO DE CONTRICION

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Criador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas; me pesa, Señor, pésame Dios mío, de todo corazón, de haberos ofendido; y propongo firmemente de nunca más pecar, de apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Ofrezcos mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y confío en vuestra bondad infinita, me los perdonareis por los merecimientos de vuestra preciosa sangre, pasión y muerte: y me daréis gracia para enmendarme y perseverar en vuestro santo servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

 

En seguida la:


ORACION PRIMERA

Omnipotente Dios y Señor, que según el orden de vuestros decretos, quisisteis elegir lo más flaco del mundo para confundir lo más fuerte; yo reconozco con admiración esta verdad patentizada en los dones exquisitos con que decorasteis a vuestro fidelísimo siervo San Benito de Palermo, colocándole como fulgente luz de santidad en el candelero de la Iglesia, distinguiéndole con la gracia singular de los milagros en medio de sus voluntarias humillaciones, y comunicándole con el complemento de virtudes, la participación de vuestro poder infinito, para remedio de los indigentes, curación de los enfermos, ejemplo de los cristianos y reducción de los impíos; mirad, Señor, con ojos de piedad las muchas necesidades espirituales y corporales en que me hallo sumergido; atended a las súplicas que os dirijo, interponiendo los méritos de un Santo tan enriquecido con vuestros dones; y pues, tanto puede con Vos su mediación intercesora, dispensadme por ella los diferentes favores que necesito: sanidad para las dolencias que padezco, fortaleza para resistir las diabólicas tentaciones, resolución para cumplir en todo vuestra santísima voluntad, el perdón de las culpas cometidas, la imitación de los ejemplos que venero, y la gracia particular que pido en esta Novena; si ha de ser para gloria vuestra, honor de Benito y bien de mi alma. Amén.

 

Se rezan tres Padrenuestros y Ave Marías en honra del Santo.

 

ORACION SEGUNDA

Eterno Padre, cuya benéfica Providencia dispone suavemente los medios, ordenando todas las cosas a su fin con irresistible fortaleza; bendigo, Señor, estas disposiciones inefables en la singular elección con que destinasteis al Santo Negro de Palermo para que, naciendo de padres pobres de bienes y poco conocido por su linaje, manifestase después la realización de vuestros altos designios, pasmando con sus obras a cuantos tuvieron la dicha de presenciarlas, edificando con su virtud a las personas de diferentes clases y condiciones y dando pruebas evidentes de la magnificencia con que queríais inmortalizar su nombre sobre la tierra; confúndeme la reflexión de los muchos extravíos con que, separándome de la senda de paz y de justicia, he contrariado las órdenes de vuestra divina voluntad; y por la fiel correspondencia con que BENITO procuró glorificaros obrando siempre según vuestras inspiraciones y mandatos, os pido rendidamente no os acordéis de mis antiguas iniquidades para castigarlas; me confirméis en los Santos propósitos, para corresponder adelante con exactitud a vuestros designios adorables, y me concedáis la perseverancia final en observancia de vuestra ley; para que siguiendo los pasos de mi Santo Protector en esta vida, tenga la dicha de disfrutar con él la corona de gloria que prometéis a los que permanezcan fieles hasta la muerte. Amén.

 

Ahora se pide, con devoción y confianza, por los méritos del Santo, la gracia deseada.

 

ORACION TERCERA. 

Gloriosísimo confesor, BENITO DE PALERMO, taumaturgo famoso del Siglo XVI; retrato santísimo del Patriarca de los Pobres y singular ornamento de la Familia Franciscana; yo contemplo con asombro la preciosa colección de merecimientos con que supisteis enriquecer vuestra alma Bendita, conformado la realidad con el nombre que recibisteis; me gozo con exaltación en las prerrogativas características, que aun siendo viador poseísteis en este mundo; transportándose vuestro espíritu en amorosos deliquios y tiernas comunicaciones con Jesucristo crucificado, alegrándoos sobremanera siempre que por su amor padecíais cualquier vejación o contumelia; dominando la fuerza natural de los elementos, ejerciendo potestad sobre los espíritus diabólicos, y desterrando de los cuerpos toda clase de males y dolencias; tengo, Santo mío, la confianza de que, gozando ya con los Bienaventurados aquella gloria, que por tantos títulos merecisteis, lejos de menoscabarse vuestra caridad y compasión, ha recibido mayores  incrementos para bien de los devotos que recurren a Vos en sus necesidades y conflictos; y animado con esta razonable persuasión, llego con humildad a vuestra presencia bienhechora, suplicando me consigáis del Todopoderoso los dones oportunos de que me veis necesitado, perfecta caridad que vigorice mis obras en el orden de la gracia: competente salud para desempeñar mis obligaciones respectivas;  y tal exactitud en imitar vuestros ejemplos edificantes, que mereciendo ser en la tierra favorecido según mi petición, no sea privado de la dicha principal de acompañaros por eternidad en el reino de la Gloria. Amén.

 

Se leen o cantan los Gozos, y se concluye con la antífona, versículo y oración puestos al fin.

 

DIA SEGUNDO.

(Así como los demás). Todo como en el primero, variando la 

ORACION SEGUNDA. 

Amabilísimo Jesús, que teniendo vuestras delicias con los inocentes y limpios de corazón, ostentasteis en Benito desde sus años infantiles, las bendiciones abundantes de vuestra gracia: con una dulce propensión a los ejercicios de Religión y de Piedad, una candorosa sencillez, que se dejaba conocer en sus acciones y palabras, y un amor a los destinos humildes y parajes retirados, que fomentaba más y más, bendiciendo vuestras disposiciones en el oficio de Pastor y levantando sus puras manos en oración, hasta merecer vuestra dulce correspondencia; desterrad, ¡Señor!, de mi mente todas las ideas de vana estimación y de mundanas pretensiones; dadme conformidad con la posición en que por vuestra voluntad me halle constituido; removed los obstáculos que se opongan al cumplimiento de mi santa vocación; y por el candor angelical con que os agradó Benito, purificad mis intenciones y deseos; para que dirigiendo todas las cosas a vuestra mayor gloria, pueda serviros con fidelidad en esta vida, y reinar después por eternidades, en las mansiones del Paraíso. Amén.

 

DIA TERCERO.

ORACION SEGUNDA.

Espíritu de luz y de santificación que, conduciendo las almas justas por caminos de rectitud, les mostráis el modo verdadero de llegar a vuestra gloria; según obrasteis con el humilde Negro de Palermo, despegando su corazón de todas las pompas mundanales, aficionándole desde su tierna juventud al retiro de la Franciscana soledad, y llamándole con particular influjo para que prefiriese la profesión de simple lego, a todos los honores que pudiera tener aun en la misma Religión; inclinad a mi favor vuestras benéficas influencias, venciendo las oposiciones de mi rebelde condición, y fortaleciéndome para seguir constantemente vuestras divinas inspiraciones; para que dirigiendo mis pasos, como BENITO, por el camino de vuestros Santos Mandamientos, y cumpliendo las obligaciones que por estado me son indispensables, tengo la dicha de ser en este mundo consolado con vuestras visitas amorosas, y de daros después honor y bendición, donde con el Padre y el Hijo, vivís y reináis por todos los siglos de los siglos. Amén.

 

DIA CUARTO.

ORACION SEGUNDA. 

Poderosísimo Padre Celestial, que para difundiros como sumo bien, y premiar los servicios eminente del gran BENITO, le distinguisteis con la participación ostentosa de vuestro poder, haciéndole portento singular en medio de la Iglesia, por las maravillas estupendas que parece forman su carácter especial, patentizado con esplendor en un mundo lego la magnificencia soberana de vuestra virtud y dándole facultad para curar enfermos, resucitar muertos, lanzar demonios de los cuerpos y convertir las almas con sus eficaces persuasiones; obrad en mí, por intercesión de tan famoso taumaturgo, el milagro de la necesaria conversión, para que resistiendo con valor a las sugestiones de Satanás, menospreciando los mundanos atractivos, y reprimiendo los excesos de la rebelde concupiscencia, deje burladas las asechanzas de mis espirituales adversarios, sea favorecido con las mercedes que suplico, y consiga por último la corona de justicia preparada para los fuertes en el reino de la Gloria. Amén.

 

DIA QUINTO.

ORACION SEGUNDA. 

Admirable Jesús, que siendo sabiduría por esencia, como Verbo de Dios Omnipotente, quisisteis enriquecer a vuestro siervo BENITO, con una ciencia sobrenatural y tan prodigiosa, que resolvía cuestiones arduas y grandes dificultades llenando de confusión a los sabios más afamados; y pasmaba con estupor a los Obispos y Príncipes, satisfaciendo completamente sus interrogaciones y consultas; haced, Señor, que yo mire la culpa como la más funesta de todas las ignorancias, que aprenda como BENITO, en el libro de la Cruz, la ciencia de verdad y las reglas de conducta; y que despreciando como él los aplausos de los pueblos y las alabanzas de los hombres, medite vuestros arcanos y misterios en retirada soledad, prepare mi corazón para recibir las instrucciones de vuestra gracia bondadosa, camine sin error por la senda de vuestros divinos mandamientos, y llegue por fin a la cumbre feliz, que constituye la dicha de los Justos por toda una eternidad. Amén.

 

DIA SEXTO. 

ORACION SEGUNDA. 

Espíritu soberano de llamas y de luz; que permaneciendo por mutua caridad en los que fieles y fervorosos os aman sobre todas las cosas, os dignasteis declarar la munificencia de vuestras promesas al seráfico religioso BENITO DE PALERMO, comunicándole los arcanos de vuestra bondad, en los éxtasis y transportes de su elevada contemplación, haciéndole sentir en afectuosos enajenamientos el torrente copioso de vuestra dulzura paternal, y premiando los ardores de su dilección, con aquellos deleites que solo son propios de ciertas almas privilegiadas; avivad, Señor, en mi tibio corazón, este sagrado fuego con que quisiera vivir enardecido; no permitáis que los enemigos de mi alma lleguen a separarme, con la culpa de vuestro divino amor; y por los méritos del Santo cuya meditación imploro, señaladme con vuestra caridad, de tal manera que siendo toda mi vida serviros en amor y temor hasta morir, sea mi muerte principio de la dicha que disfrutan los que gozan de Vos por toda la eternidad en el reino de la Gloria. Amén.

 

DIA SEPTIMO. 

ORACION SEGUNDA. 

Padre de las misericordias y Dios de toda consolación que verificando con maravillosa solicitud vuestras ideas paternales os valisteis del humilde Negro de Palermo, para presentar en él un asombroso taumaturgo, que diese testimonio de vuestra virtud omnipotente, moviendo los corazones a penitencia con sus prodigios y palabras; un celador de vuestra gloria, que quebrantase la dureza de los soberbios y poderosos, sin que pudieran resistir a sus autorizadas intimaciones; y un generoso bienhechor que sacrificase sus dones y prerrogativas en utilidad de los pueblos y beneficio de las gentes; socorred, Señor, mis necesidades con el regalo de vuestra paterna bendición; curad las llagas de mi espíritu con el rocío de vuestra divina misericordia; vivificad mis obras con el calor de la caridad que las haga meritorias y fructuosas, y por intercesión del Santo, cuyas excelencias recuerdo con asombro, dispensadme la gracia de vivir imitando sus ejemplos, de morir en el ósculo de vuestra gracia, y de gozar de Vos en su compañía, por todos los siglos de los siglos. Amén.

 

DIA OCTAVO.

ORACION SEGUNDA.

Benignísimo Jesús, magnífico remunerador de merecimientos y virtudes, que galardonando los servicios temporales de los Justos, con el peso de una gloria para siempre duradera, premiasteis a vuestro fiel amigo SAN BENITO, señalando su muerte con todos los caracteres de preciosa, reproduciendo los portentos en la suave fragancia de su cadáver y dando a su alma las alas competentes para que, bajo la forma de cándida paloma, volase veloz hasta la cumbre de los Cielos; hacedme, Jesús mío, participante de sus méritos ejemplares, de su rígida penitencia, para mortificar mis miembros y sentidos, traduciéndolos a la servidumbre del Espíritu de su pobreza y abatimiento, para que merezca los premios que dais a los humildes; y de su ferviente caridad, para que animado con esta virtud todas mis obras, palabras y pensamientos, experimente feliz en mis necesidades, la mediación poderosa de BENITO, siga con cuidado la huella de sus pasos edificantes, y llegue, por fin, a ser compañero de su felicidad en el reino de la Gloria. Amén.

 

DIA NOVENO.

ORACION SEGUNDA. 

Espíritu Paráclito de quien procede toda dádiva muy buena y todo Don perfecto, que no solo santificasteis con la profusión de vuestros dones al heroico BENITO, para que fuese durante su vida, modelo de perfección a los cristianos de cualesquiera clases y jerarquías, sino también perpetuar la fama de su nombre después de la muerte, haciendo glorioso su sepulcro con el ruido de maravillas estupendas, dando virtud a sus reliquias para sanar a los dolientes y resucitar a los muertos con su contacto, y dispensando toda clase de beneficios y concesiones a los devotos que reclaman su mediación amparadora; no desechéis en este día los ardientes anhelos con que reproduzco todas las peticiones de la Novena: constituid en mi alma vuestra benéfica permanencia, para derramar en ella por los méritos de BENITO, todas las gracias de que se halla necesitad; y regocijándome hoy con la concesión de los favores que tengo suplicados, fortalecedme muy especialmente con una firme fe para creer vuestros misterios, esperanza cierta, para confiar en vuestras promesas, y fervorosa caridad, para que cumpliendo fiel vuestras inspiraciones y mandatos, tenga la dicha de morir en posesión de vuestro amor, y de bendeciros en compañía del mismo BENITO, donde con el Padre y el Hijo vivís y reináis, Dios por todos los siglos de los siglos. Amén.

 

 

GOZOS

Pues os hizo Dios Fanal

De su poder infinito,

Sed, poderoso Benito,

Nuestro Faro celestial.

 

1.

De baja y humilde esfera,

Negro nacisteis al suelo,

Mas en Vos ostentó el Cielo

Grandeza más verdadera:

Pues vuestro nombre doquiera

Suena con fama inmortal:

Sed, poderoso Benito,

Nuestro Faro celestial.

 

2.

Caritativo y sencillo

Desde la primera edad,

Del Rebaño y la Piedad,

Cuidabais fiel Pastorcillo:

Siempre fomentando el brillo

De una vida angelical:

 

3.

Escogisteis con despego

De toda dicha mundana,

En la humildad franciscana,

Profesión de simple Lego;

Pues en el claustral sosiego

Dicha hallabais sin igual:

 

4.

Sois universal portento,

En cuyo gracioso abismo,

Ni los milagros guarismo,

Ni las gracias tienen cuento:

Respeta todo elemento

Vuestro mandato especial:

 

5.

Con admiración confusa,

Los más elocuentes sabios

Oían de vuestros labios,

Una ciencia toda infusa:

Pues de tales medios usa

La ciencia que es divinal:

 

6.

Abrasado en Dios vivía

Vuestro amante corazón,

Y en dulce contemplación

El Alma desfallecía:

Pues toda vuestra alegría

La produjo amor actual:

 

7.

A vuestra voz aterrados

Los malos se arrepentían,

Y de su empeño cedían

Magnates y potentados:

Pues os llamaban pasmados,

Remediador general;

 

8.

Vuestro Espíritu al morir,

Según la forma que toma,

Se ve cual blanca paloma

Hasta el Empíreo subir;

Pues de precioso zafir

Ceñía corona eternal:

 

9.

La muerte su imperio cede,

Y salud cobra el enfermo,

Pues al Negro de Palermo

Ninguno resistir puede:

Por vuestro influjo sucede

Todo bien a todo mal:

 

Pues os hizo Dios Fanal

De su poder infinito,

Sed, poderoso Benito,

Nuestro Faro celestial.

 

 

ANTIPHONA.

Similabo cum viro sapienti, qui aedificabit domum suum supra petram.

 

V. Ora pro nobis, beate Benedicte.

R. Ut digni efficiamur promissionibus Christi.

 

ORATIO.

Adeste Dómine, supplicationibus nostris, quae in beati Benedicti confessoris tui solemnitate deferimur utqui nostrae justitiae fiduciam non habemus ejus, qui tibi placuit, praecibus adyuvemus per Christum Dominum nostrum. Amen.

 

ANTIFONA.

La semejaré al sabio Varón, que edificó su casa sobre piedra.

 

V. Ruega por nosotros, bienaventurado Benito.

R. Para que nos hagamos dignos de las promesas de Cristo.

 

ORACION.

Atiende, Señor, a nuestras súplicas, que te dirigimos en la solemnidad del bienaventurado Benito, tu confesor, para que los que no tenemos confianza de nuestra justicia, seamos ayudados con los ruegos de este que te agradó. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.


Colaboración de Carlos Villaman

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