NOVENA AL PRODIGIOSO TAUMATURGO Y DEVOTISIMO SIERVO DE DIOS
SAN BENITO DE PALERMO
Compuesta por
el Doctor Fray Ruperto de Urra y Dombrasas, Predicador de S.M. y lector de
Teología del Sagrado Orden de Predicadores. Con Licencia del Ordinario.
Imprenta La Publicidad, Calle San Francisco, número 18; Oviedo, España. Año
1896.
El Excelentísimo e Ilustrísimo Señor Obispo de esta
Diócesis (de Oviedo), tiene concedido a todos los fieles que devotamente
hiciere esta Novena cuarenta días de indulgencia por el ejercicio de cada uno
de los nueve días, y otros cuarenta a los que confiesen dentro de ella.
MODO
DE HACER LA NOVENA.
Esta novena se compone de tres oraciones, la primera y la tercera
comunes para todos los días y la segunda particular para cada uno de nueve
Gozos correspondientes por su orden a cada uno de los días, así como la oración
segunda que se va dirigiendo a cada una de las personas de la Beatísima
Trinidad; y se concluye con la antífona, versículo y oración al Santo confesor.
Puesto, pues, el devoto
delante del Señor y de alguna imagen del Santo, se dispondrá con la Señal de la
Cruz, y diciendo el
ACTO DE CONTRICION
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Criador, Padre y
Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas; me
pesa, Señor, pésame Dios mío, de todo corazón, de haberos ofendido; y propongo
firmemente de nunca más pecar, de apartarme de todas las ocasiones de
ofenderos, y de confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Ofrezcos
mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y confío en
vuestra bondad infinita, me los perdonareis por los merecimientos de vuestra
preciosa sangre, pasión y muerte: y me daréis gracia para enmendarme y
perseverar en vuestro santo servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.
En seguida la:
ORACION PRIMERA
Omnipotente Dios y Señor, que según el orden de vuestros decretos,
quisisteis elegir lo más flaco del mundo para confundir lo más fuerte; yo
reconozco con admiración esta verdad patentizada en los dones exquisitos con
que decorasteis a vuestro fidelísimo siervo San Benito de Palermo, colocándole
como fulgente luz de santidad en el candelero de la Iglesia, distinguiéndole
con la gracia singular de los milagros en medio de sus voluntarias
humillaciones, y comunicándole con el complemento de virtudes, la participación
de vuestro poder infinito, para remedio de los indigentes, curación de los
enfermos, ejemplo de los cristianos y reducción de los impíos; mirad, Señor,
con ojos de piedad las muchas necesidades espirituales y corporales en que me
hallo sumergido; atended a las súplicas que os dirijo, interponiendo los
méritos de un Santo tan enriquecido con vuestros dones; y pues, tanto puede con
Vos su mediación intercesora, dispensadme por ella los diferentes favores que
necesito: sanidad para las dolencias que padezco, fortaleza para resistir las
diabólicas tentaciones, resolución para cumplir en todo vuestra santísima
voluntad, el perdón de las culpas cometidas, la imitación de los ejemplos que
venero, y la gracia particular que pido en esta Novena; si ha de ser para
gloria vuestra, honor de Benito y bien de mi alma. Amén.
Se rezan tres Padrenuestros
y Ave Marías en honra del Santo.
ORACION SEGUNDA
Eterno Padre, cuya benéfica Providencia dispone suavemente los
medios, ordenando todas las cosas a su fin con irresistible fortaleza; bendigo,
Señor, estas disposiciones inefables en la singular elección con que
destinasteis al Santo Negro de Palermo para que, naciendo de padres pobres de
bienes y poco conocido por su linaje, manifestase después la realización de
vuestros altos designios, pasmando con sus obras a cuantos tuvieron la dicha de
presenciarlas, edificando con su virtud a las personas de diferentes clases y
condiciones y dando pruebas evidentes de la magnificencia con que queríais
inmortalizar su nombre sobre la tierra; confúndeme la reflexión de los muchos
extravíos con que, separándome de la senda de paz y de justicia, he contrariado
las órdenes de vuestra divina voluntad; y por la fiel correspondencia con que
BENITO procuró glorificaros obrando siempre según vuestras inspiraciones y
mandatos, os pido rendidamente no os acordéis de mis antiguas iniquidades para
castigarlas; me confirméis en los Santos propósitos, para corresponder adelante
con exactitud a vuestros designios adorables, y me concedáis la perseverancia final
en observancia de vuestra ley; para que siguiendo los pasos de mi Santo
Protector en esta vida, tenga la dicha de disfrutar con él la corona de gloria
que prometéis a los que permanezcan fieles hasta la muerte. Amén.
Ahora se pide, con devoción
y confianza, por los méritos del Santo, la gracia deseada.
ORACION TERCERA.
Gloriosísimo confesor, BENITO DE PALERMO, taumaturgo famoso del
Siglo XVI; retrato santísimo del Patriarca de los Pobres y singular ornamento
de la Familia Franciscana; yo contemplo con asombro la preciosa colección de
merecimientos con que supisteis enriquecer vuestra alma Bendita, conformado la
realidad con el nombre que recibisteis; me gozo con exaltación en las
prerrogativas características, que aun siendo viador poseísteis en este mundo;
transportándose vuestro espíritu en amorosos deliquios y tiernas comunicaciones
con Jesucristo crucificado, alegrándoos sobremanera siempre que por su amor
padecíais cualquier vejación o contumelia; dominando la fuerza natural de los
elementos, ejerciendo potestad sobre los espíritus diabólicos, y desterrando de
los cuerpos toda clase de males y dolencias; tengo, Santo mío, la confianza de
que, gozando ya con los Bienaventurados aquella gloria, que por tantos títulos
merecisteis, lejos de menoscabarse vuestra caridad y compasión, ha recibido
mayores incrementos para bien de los
devotos que recurren a Vos en sus necesidades y conflictos; y animado con esta
razonable persuasión, llego con humildad a vuestra presencia bienhechora,
suplicando me consigáis del Todopoderoso los dones oportunos de que me veis
necesitado, perfecta caridad que vigorice mis obras en el orden de la gracia:
competente salud para desempeñar mis obligaciones respectivas; y tal exactitud en imitar vuestros ejemplos
edificantes, que mereciendo ser en la tierra favorecido según mi petición, no
sea privado de la dicha principal de acompañaros por eternidad en el reino de
la Gloria. Amén.
Se leen o cantan los Gozos,
y se concluye con la antífona, versículo y oración puestos al fin.
DIA
SEGUNDO.
(Así como los demás). Todo como en el primero, variando la
ORACION SEGUNDA.
Amabilísimo Jesús, que teniendo vuestras delicias con los inocentes
y limpios de corazón, ostentasteis en Benito desde sus años infantiles, las bendiciones
abundantes de vuestra gracia: con una dulce propensión a los ejercicios de
Religión y de Piedad, una candorosa sencillez, que se dejaba conocer en sus
acciones y palabras, y un amor a los destinos humildes y parajes retirados, que
fomentaba más y más, bendiciendo vuestras disposiciones en el oficio de Pastor
y levantando sus puras manos en oración, hasta merecer vuestra dulce
correspondencia; desterrad, ¡Señor!, de mi mente todas las ideas de vana
estimación y de mundanas pretensiones; dadme conformidad con la posición en que
por vuestra voluntad me halle constituido; removed los obstáculos que se
opongan al cumplimiento de mi santa vocación; y por el candor angelical con que
os agradó Benito, purificad mis intenciones y deseos; para que dirigiendo todas
las cosas a vuestra mayor gloria, pueda serviros con fidelidad en esta vida, y
reinar después por eternidades, en las mansiones del Paraíso. Amén.
DIA TERCERO.
ORACION SEGUNDA.
Espíritu de luz y de santificación que, conduciendo las almas justas
por caminos de rectitud, les mostráis el modo verdadero de llegar a vuestra
gloria; según obrasteis con el humilde Negro de Palermo, despegando su corazón
de todas las pompas mundanales, aficionándole desde su tierna juventud al
retiro de la Franciscana soledad, y llamándole con particular influjo para que
prefiriese la profesión de simple lego, a todos los honores que pudiera tener
aun en la misma Religión; inclinad a mi favor vuestras benéficas influencias,
venciendo las oposiciones de mi rebelde condición, y fortaleciéndome para
seguir constantemente vuestras divinas inspiraciones; para que dirigiendo mis
pasos, como BENITO, por el camino de vuestros Santos Mandamientos, y cumpliendo
las obligaciones que por estado me son indispensables, tengo la dicha de ser en
este mundo consolado con vuestras visitas amorosas, y de daros después honor y
bendición, donde con el Padre y el Hijo, vivís y reináis por todos los siglos
de los siglos. Amén.
DIA CUARTO.
ORACION SEGUNDA.
Poderosísimo Padre Celestial, que para difundiros como sumo bien, y
premiar los servicios eminente del gran BENITO, le distinguisteis con la participación
ostentosa de vuestro poder, haciéndole portento singular en medio de la
Iglesia, por las maravillas estupendas que parece forman su carácter especial,
patentizado con esplendor en un mundo lego la magnificencia soberana de vuestra
virtud y dándole facultad para curar enfermos, resucitar muertos, lanzar
demonios de los cuerpos y convertir las almas con sus eficaces persuasiones;
obrad en mí, por intercesión de tan famoso taumaturgo, el milagro de la
necesaria conversión, para que resistiendo con valor a las sugestiones de
Satanás, menospreciando los mundanos atractivos, y reprimiendo los excesos de
la rebelde concupiscencia, deje burladas las asechanzas de mis espirituales
adversarios, sea favorecido con las mercedes que suplico, y consiga por último
la corona de justicia preparada para los fuertes en el reino de la Gloria.
Amén.
DIA QUINTO.
ORACION SEGUNDA.
Admirable Jesús, que siendo sabiduría por esencia, como Verbo de
Dios Omnipotente, quisisteis enriquecer a vuestro siervo BENITO, con una
ciencia sobrenatural y tan prodigiosa, que resolvía cuestiones arduas y grandes
dificultades llenando de confusión a los sabios más afamados; y pasmaba con
estupor a los Obispos y Príncipes, satisfaciendo completamente sus
interrogaciones y consultas; haced, Señor, que yo mire la culpa como la más
funesta de todas las ignorancias, que aprenda como BENITO, en el libro de la
Cruz, la ciencia de verdad y las reglas de conducta; y que despreciando como él
los aplausos de los pueblos y las alabanzas de los hombres, medite vuestros arcanos
y misterios en retirada soledad, prepare mi corazón para recibir las
instrucciones de vuestra gracia bondadosa, camine sin error por la senda de
vuestros divinos mandamientos, y llegue por fin a la cumbre feliz, que
constituye la dicha de los Justos por toda una eternidad. Amén.
DIA SEXTO.
ORACION SEGUNDA.
Espíritu soberano de llamas y de luz; que permaneciendo por mutua
caridad en los que fieles y fervorosos os aman sobre todas las cosas, os
dignasteis declarar la munificencia de vuestras promesas al seráfico religioso
BENITO DE PALERMO, comunicándole los arcanos de vuestra bondad, en los éxtasis
y transportes de su elevada contemplación, haciéndole sentir en afectuosos
enajenamientos el torrente copioso de vuestra dulzura paternal, y premiando los
ardores de su dilección, con aquellos deleites que solo son propios de ciertas
almas privilegiadas; avivad, Señor, en mi tibio corazón, este sagrado fuego con
que quisiera vivir enardecido; no permitáis que los enemigos de mi alma lleguen
a separarme, con la culpa de vuestro divino amor; y por los méritos del Santo
cuya meditación imploro, señaladme con vuestra caridad, de tal manera que
siendo toda mi vida serviros en amor y temor hasta morir, sea mi muerte
principio de la dicha que disfrutan los que gozan de Vos por toda la eternidad
en el reino de la Gloria. Amén.
DIA SEPTIMO.
ORACION SEGUNDA.
Padre de las misericordias y Dios de toda consolación que
verificando con maravillosa solicitud vuestras ideas paternales os valisteis
del humilde Negro de Palermo, para presentar en él un asombroso taumaturgo, que
diese testimonio de vuestra virtud omnipotente, moviendo los corazones a
penitencia con sus prodigios y palabras; un celador de vuestra gloria, que
quebrantase la dureza de los soberbios y poderosos, sin que pudieran resistir a
sus autorizadas intimaciones; y un generoso bienhechor que sacrificase sus dones
y prerrogativas en utilidad de los pueblos y beneficio de las gentes; socorred,
Señor, mis necesidades con el regalo de vuestra paterna bendición; curad las
llagas de mi espíritu con el rocío de vuestra divina misericordia; vivificad
mis obras con el calor de la caridad que las haga meritorias y fructuosas, y
por intercesión del Santo, cuyas excelencias recuerdo con asombro, dispensadme
la gracia de vivir imitando sus ejemplos, de morir en el ósculo de vuestra
gracia, y de gozar de Vos en su compañía, por todos los siglos de los siglos.
Amén.
DIA OCTAVO.
ORACION SEGUNDA.
Benignísimo Jesús, magnífico remunerador de merecimientos y
virtudes, que galardonando los servicios temporales de los Justos, con el peso
de una gloria para siempre duradera, premiasteis a vuestro fiel amigo SAN
BENITO, señalando su muerte con todos los caracteres de preciosa, reproduciendo
los portentos en la suave fragancia de su cadáver y dando a su alma las alas
competentes para que, bajo la forma de cándida paloma, volase veloz hasta la
cumbre de los Cielos; hacedme, Jesús mío, participante de sus méritos
ejemplares, de su rígida penitencia, para mortificar mis miembros y sentidos,
traduciéndolos a la servidumbre del Espíritu de su pobreza y abatimiento, para
que merezca los premios que dais a los humildes; y de su ferviente caridad,
para que animado con esta virtud todas mis obras, palabras y pensamientos,
experimente feliz en mis necesidades, la mediación poderosa de BENITO, siga con
cuidado la huella de sus pasos edificantes, y llegue, por fin, a ser compañero
de su felicidad en el reino de la Gloria. Amén.
DIA NOVENO.
ORACION SEGUNDA.
Espíritu Paráclito de quien procede toda dádiva muy buena y todo Don
perfecto, que no solo santificasteis con la profusión de vuestros dones al
heroico BENITO, para que fuese durante su vida, modelo de perfección a los
cristianos de cualesquiera clases y jerarquías, sino también perpetuar la fama
de su nombre después de la muerte, haciendo glorioso su sepulcro con el ruido
de maravillas estupendas, dando virtud a sus reliquias para sanar a los
dolientes y resucitar a los muertos con su contacto, y dispensando toda clase
de beneficios y concesiones a los devotos que reclaman su mediación amparadora;
no desechéis en este día los ardientes anhelos con que reproduzco todas las peticiones
de la Novena: constituid en mi alma vuestra benéfica permanencia, para derramar
en ella por los méritos de BENITO, todas las gracias de que se halla necesitad;
y regocijándome hoy con la concesión de los favores que tengo suplicados,
fortalecedme muy especialmente con una firme fe para creer vuestros misterios,
esperanza cierta, para confiar en vuestras promesas, y fervorosa caridad, para
que cumpliendo fiel vuestras inspiraciones y mandatos, tenga la dicha de morir
en posesión de vuestro amor, y de bendeciros en compañía del mismo BENITO, donde
con el Padre y el Hijo vivís y reináis, Dios por todos los siglos de los
siglos. Amén.
GOZOS
Pues os hizo Dios Fanal
De su poder infinito,
Sed, poderoso Benito,
Nuestro Faro celestial.
1.
De baja y
humilde esfera,
Negro
nacisteis al suelo,
Mas en Vos
ostentó el Cielo
Grandeza más
verdadera:
Pues vuestro
nombre doquiera
Suena con
fama inmortal:
Sed, poderoso Benito,
Nuestro Faro celestial.
2.
Caritativo y
sencillo
Desde la
primera edad,
Del Rebaño y
la Piedad,
Cuidabais
fiel Pastorcillo:
Siempre fomentando
el brillo
De una vida
angelical:
3.
Escogisteis
con despego
De toda dicha
mundana,
En la
humildad franciscana,
Profesión de
simple Lego;
Pues en el
claustral sosiego
Dicha
hallabais sin igual:
4.
Sois
universal portento,
En cuyo
gracioso abismo,
Ni los
milagros guarismo,
Ni las
gracias tienen cuento:
Respeta todo
elemento
Vuestro
mandato especial:
5.
Con
admiración confusa,
Los más
elocuentes sabios
Oían de
vuestros labios,
Una ciencia
toda infusa:
Pues de tales
medios usa
La ciencia
que es divinal:
6.
Abrasado en
Dios vivía
Vuestro
amante corazón,
Y en dulce
contemplación
El Alma
desfallecía:
Pues toda
vuestra alegría
La produjo
amor actual:
7.
A vuestra voz
aterrados
Los malos se
arrepentían,
Y de su
empeño cedían
Magnates y
potentados:
Pues os
llamaban pasmados,
Remediador
general;
8.
Vuestro
Espíritu al morir,
Según la
forma que toma,
Se ve cual
blanca paloma
Hasta el
Empíreo subir;
Pues de
precioso zafir
Ceñía corona
eternal:
9.
La muerte su
imperio cede,
Y salud cobra
el enfermo,
Pues al Negro
de Palermo
Ninguno
resistir puede:
Por vuestro
influjo sucede
Todo bien a
todo mal:
Pues os hizo Dios Fanal
De su poder infinito,
Sed, poderoso Benito,
Nuestro Faro celestial.
ANTIPHONA.
Similabo cum
viro sapienti, qui aedificabit domum suum supra petram.
V. Ora pro nobis, beate Benedicte.
R. Ut digni efficiamur promissionibus Christi.
ORATIO.
Adeste Dómine, supplicationibus
nostris, quae in beati Benedicti confessoris tui solemnitate deferimur utqui
nostrae justitiae fiduciam non habemus ejus, qui tibi placuit, praecibus
adyuvemus per Christum Dominum nostrum. Amen.
ANTIFONA.
La semejaré
al sabio Varón, que edificó su casa sobre piedra.
V. Ruega por
nosotros, bienaventurado Benito.
R. Para que
nos hagamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACION.
Atiende, Señor, a nuestras súplicas, que te dirigimos en la
solemnidad del bienaventurado Benito, tu confesor, para que los que no tenemos
confianza de nuestra justicia, seamos ayudados con los ruegos de este que te
agradó. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
Colaboración de Carlos Villaman
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