viernes, 22 de enero de 2021

AFECTOS AL CORAZÓN DE JESÚS CRUCIFICADO Y SACRAMENTADO

 

AFECTOS FERVOROSOS AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS CRUCIFICADO Y SACRAMENTADO POR NUESTRO AMOR

 

Cuyo devoto ejercicio se debe hacer principalmente el viernes siguiente al día de la Octava de Corpus Domini, los tres días de Carnaval y todos los días que la gratitud de los fieles quiera practicar tan loable devoción.

 

Dada a la luz por un devoto, que pide se propague por todo el mundo tan sagrado ejercicio, para bien de nuestras almas.

 

Santa Fé de Bogotá, año de 1826

 

MODO DE HACER ESTE EJERCICIO

 

Puesto de rodillas delante del Santísimo Sacramento, dirás:

 

- ¡Oh Corazón amantísimo de Jesús, templo dignísimo del Eterno Padre, asiento del Verbo Divino, morada regaladísima del Espíritu Santo!

 

R/: Con tus Divinas llamas

Mi corazón inflamas,

En el divino amor

En que te abrazas.

 

- ¡Oh Corazón preciosísimo de Jesús Sagrario de la Santísima Trinidad, centro de todas las virtudes, fuente de todas las riquezas y gracias!

 

- ¡Oh Corazón de Jesús, amantísimo de los hombres, afligido y angustiado por nosotros, injuriado con tantas ingratitudes, herido con nuestras irreverencias!

 

- ¡Oh Corazón purísimo de Jesús, afligido con el peso de la Cruz, atravesado con las espinas de nuestras culpas, herido con la lanza de nuestros pecados!

 

- ¡Oh Corazón tiernísimo de Jesús, refugio de los atribulados, amparo de las almas que te adoran, delicia de los Santos!

 

- ¡Oh Corazón pacientísimo de Jesús, sufrido entre tantas injurias, pacientísimo entre tantos desprecios, liberalísimo entre tantas ingratitudes!

 

- ¡Oh Corazón de Jesús Sacramentado por nuestro amor, manjar sabroso de las almas puras, regalo de los escogidos, objeto del amor de los Serafines!

 

- ¡Oh Corazón Santísimo de Jesús, espejo de todas las virtudes, humilde en los desprecios, mansísimo en los oprobios, obedientísimo a la voluntad divina, amador de la castidad y pureza, medio compendioso para llegar a la perfección y santidad!

 

¡Oh Jesús amabilísimo! Que, con singular ternura de vuestro amor, descubristeis al mundo vuestro Sagrado y Divino Corazón, y para bien de todas las almas, inspirasteis tan suave y tierna devoción, para que con la luz de tan celestiales llamas conociéramos, y correspondiéramos agradecidos a tanto amor. Yo, mi buen Jesús, deseoso de ser agradecido al extremado amor que, en vuestra pasión y muerte, y en el Santísimo Sacramento del Altar me habéis mostrado, deseoso de no ser más ingrato, antes si, borrar con mis obsequios las enormes ingratitudes cometidas contra vos, mi Dios, mi Dueño y mi Señor, desde ahora me entrego y consagro del todo mi corazón, con todos sus afectos y a mi mismo, cuanto soy eternamente, me deshago al punto de mi mismo, de todas mis cosas, y del mundo todo, para que sin estorbo logre la dicha de entrar en vuestro Sagrado Corazón, que con singular misericordia, me habéis abierto, y habitar en él, con toda mi vida, con vuestros fieles siervos. Encendido pies, en vuestro amor, ofrezco gustoso, a este amable y Divino Corazón, todos los méritos que puedo tener en los Santos Sacrificios de la Misa, oraciones, obras de penitencia y humildad, y de todas las virtudes que ejercitar por el tiempo de mi vida, hasta dar mi último aliento, entre las llamas de vuestro Sagrado Corazón. Por vuestro Santísimo y amabilísimo Corazón, Jesús mío, os pido me enseñéis el modo de agradaros y complaceros, para conseguir la pureza de vuestro amor. Por vuestras humillaciones, Jesús mío, dadme la verdadera humildad cristiana para apartarme de toda soberbia, por vuestra paciencia y mansedumbre, dadme un corazón paciente y manso en las tribulaciones y agravios, por vuestra pureza divina, apartadme de toda impureza, y dadme un corazón puro y limpio, por vuestra obediencia y conformidad con la voluntad Santísima de vuestro Eterno Padre, dadme una rendida obediencia a vuestra Santísima Ley, y una perfecta conformidad en todos mis trabajos con vuestra santísima voluntad. Y por tanto amor que me mostráis, dadme vuestro amor, abrasadme en vehementes deseos de amaros, agradaros y serviros. Quisiera mi buen Jesús, si posible fuera, animaros tanto, como vos me amáis. Mas ya que no puedo tanto, aquí postrado en vuestra presencia, vecino a las llamas de vuestro Sagrado Corazón, atraído de vuestras finezas, quiero meditar los excesos de vuestro amor, para más amaros: recibid mis buenos deseos, o buen Jesús, mi alma toda, mi corazón y mi voluntad. Dadme vuestro amor, de cuyo amor, no quiero más premio que el amaros y serviros. Amén.

 


ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

¡Oh Jesús amabilísimo! Que, Sacramentado por nuestro amor, os mostráis patente a nuestros piadosos suspiros, y en esa Sagrada Hostia, salís amoroso al encuentro de las almas, que os esperan para rendiros adoraciones y respetos. Dignaos, por vuestro dulcísimo Corazón, de admitirnos a vuestra amable presencia, abrid los ojos de nuestras almas con un rayo de luz celestial, encended nuestra voluntad con vuestro amor, no miréis Señor, que por nuestras culpas somos indignos de comparecer a vuestra presencia, lo confesamos Señor, es verdad mi Dios, más por la muchedumbre de vuestra misericordia, compadeceos de nuestras miserias y pecados, que nos pesa mi Dios de haberlas cometido, por ser vos quien sois. Derramad en este rato sobre nosotros, vuestras gracias, pues ya prometemos nunca más pecar. Amén.

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