lunes, 25 de enero de 2021

CINCO MINUTOS ANTE JESÚS NAZARENO


CINCO MINUTOS ANTE JESÚS NAZARENO

 

Jesús Nazareno. – No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme mucho: basta que me ames con fervor y que la fé mueva todas tus acciones Háblame con el corazón, como hablarías al más íntimo de tus amigos, como hablarías a tu madre, a tu hermano. Como no deseché a ningún pecador ni persona necesitada durante mi carrera mortal, con más razón acogeré ahora las súplicas y ruegos de todas las almas necesitadas

 

El alma. – ¡Jesús amoroso, dulce Maestro y soberano Señor! Alentado con tan suave invitación, me postro ante vuestra sagrada imagen con la más absoluta confianza, como se presenta el enfermo delante del médico, esperando de Vos ser remediado. Estoy enfermo, Jesús mío, de la soberbia, de la sensualidad del egoísmo; por vuestra sagrada Pasión libradme de estos tres males. Mi fé se debilita; el mundo quiere arrastrarme en pos de sus escándalos, los peligros de pecar me rodean por todas partes: Jesús bendito, por el amor inmenso con que sufristeis tantos tormentos, tened compasión de mí y conservad mi alma siempre en vuestra divina gracia. Mi corazón se encuentra perturbado, por las decepciones de la vida, por la infidelidad de los parientes, por la falsedad de los amigos; Jesús mío, mi sumo Bien. dad la paz a mi alma, el consuelo a mi corazón.

 

Perdono a mis enemigos, os encomiendo a mis parientes, os ruego por los desgraciados, hambrientos, perseguidos, enfermos, agonizantes, y encarcelados, familias mal avenidas y por los injustamente oprimidos.

 

Remediad mis necesidades particulares, de mi familia, de mis parientes, venga vuestra misericordia sobre mi para el día de hoy; dirigid con vuestra sabiduría mis negocios y con vuestra providencia encaminadlos al bien espiritual y temporal de vuestro siervo que en Vos confía.

 

Jesús Nazareno. – Vete, hijo mío, fortalecido con mi Divina gracia y protección, no temas nada; tus ruegos serán oídos; y mañana vendrás a mí presencia y tendremos la misma conversación. Aquí te espero.

 

El alma. – Jesús bendito, en vuestra palabra confío; echad vuestra santa bendición a todas las empresas en que me ocupare. para gloria vuestra, felicidad temporal y salvación de mi alma. Amén.


 

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