domingo, 17 de enero de 2021

CINCO DOLORES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


MEMORIA TIERNA Y DEVOTA DE LOS CINCO PRINCIPALES DOLORES, QUE DESDE EL INSTANTE MISMO DE SU ENCARNACIÓN PADECIÓ EL DULCÍSIMO CORAZÓN DE JESÚS EN LOS TREINTA Y TRES AÑOS DE SU VIDA PASIBLE

 

 

Tomado del Triclinio Doloroso, impreso con las licencias necesarias.

Montevideo, Uruguay.

Año de 1835

 

Y les daré el Corazón para que me conozcan, y sepan que yo soy el Señor, y serán mi pueblo, y yo les seré su Dios: porque se convertirán a mí de todo su corazón.

 

Mírate con desapego

En mi amante Corazón,

Traslada tu imitación

Cruz, Dolores, llagas, fuego.

 

 

ACTOS DE FE, ESPERANZA, CARIDAD, Y PENITENCIA

¡Oh mi buen Jesús, mi Señor y mi Dios! En vos creo para siempre veros; en vos espero para siempre poseeros; y a vos amo para siempre gozaros en el Cielo. Me duelo de corazón, y me angustio por haberos ofendido, jurándote solemnemente con David guardar siempre en adelante tus santísimos mandamientos. Por las setenta y dos angustias de vuestro amorosísimo Corazón, y especialmente por los cinco principales Dolores que en el padeciste desde el momento mismo de tu divina encarnación, te suplico humilde, y ruego confiado, que hagas pronto verdadero, y constante el dolor de mis pecados. Ellos sin duda abrieron en tu blando Corazón, cinco profundas interiores llagas, que causaron los cinco exteriores de tu cuerpo, con las cuales abogas por mi ante vuestro Padre Eterno, Haz, pues Señor, que su memoria taladre y breche en tal manera mi duro corazón, que no solo quede llagado en su interior, como el vuestro, sino que también broten de el al exterior como de una roca animada, copiosos raudales de edificante penitencia, con los cuales obtenga ahora en la tierra por misericordia vuestra gracia, y después en el Cielo por justicia vuestra gloria. Amén.

 


Adoramos Dios de amor

Tu divino Corazón,

Y lloramos los dolores

De tu santa Encarnación.

Si, te adoramos Señor,

Y con tierna compasión,

Los dolores contemplamos,

De tu triste Corazón.

 

 

PRIMER DOLOR

El primer dolor del Corazón Santísimo de Jesús, fue, cuando desde el primer instante de su Encarnación, previo todos los dolores y tormentos, que su divino Corazón había de padecer por el espacio de treinta y tres años, los cuales habían de terminar en una dolorosa y afrentosa Pasión.

 

SAETA

Si en ti Jesús no hubo instante

Sin padecer por mi amor;

¿Como ha esperado hasta ahora,

A amarte mi corazón?

Padre Nuestro y Ave María

 

Gloria al Padre, gloria al Hijo

Gloria al espíritu consolador:

Gloria al Corazón de Jesús,

Dolorido por mi amor,

¡Oh Corazón de Jesús

De mi amor abrasado

Y por mis culpas herido!

En ti solo esperare

Para no ser confundido

 

COLOQUIO

Oh Corazón Dolorosísimo de Jesús, centro de toda su Pasión interior, más acerba que la exterior; yo te suplico por el dolor que sentiste en el instante mismo de la Encarnación, cuando previo toda la universidad de penas, que, en el alma, y en el cuerpo había de padecer en el dilatado curso de treinta y tres años, que seas para mí una celestial escuela, o universidad, donde estudie, y aprenda todas tus virtudes, especialmente las de la mansedumbre y humildad, y por estas el amor de Dios, y del prójimo, en que consiste la divina ley, grabándola como David con estos caracteres en medio de mi corazón. Amén.

 



 

SEGUNDO DOLOR

El segundo dolor del Corazón Santísimo de Jesús, fue cuando desde el primer instante de su Encarnación, previo la septena espada de dolores, y angustias., que según Simeón babia de atravesar el ternísimo Corazón de su amabilísima Madre María Santísima, quien después de su Eterno Padre era la prenda mas amada de su divino Corazón.

 

SAETA

O buen hijo de tal madre,

Si es tanta tu estimación;

Dadme amor tierno a María

Dolorosa en tu Pasión.

Padre Nuestro y Ave María

 

Gloria al Padre, gloria al Hijo

Gloria al espíritu consolador:

Gloria al Corazón de Jesús

Herido por nuestro amor,

Y al Corazón de María

Traspasado de dolor.

Oh Corazón de Jesús

De mi amor abrasado,

Y por mis culpas herido,

En ti solo esperare

Para no ser contundido.

Alabad María a Dios

En todo tiempo

No permitas que yo ofenda

A un Dios tan bueno.

 

COLOQUIO

Oh Corazón dolorosísimo de Jesús, víctima de una mortal tristeza, tedio, y pavor; yo te ruego por el dolor, que sentiste en el instante misino de la Encarnación, cuando previo la septena espada de Dolores, que había de traspasar el tiernísimo Corazón de vuestra Madre María Santísima sintiéndolos más que ella misma: que seas para mí un ejemplar vivo de piedad, y compasión, de modo que, imitándoos, sienta y llore los siete Dolores del Corazón de María, como lloro y siento los cinco dolores vuestros. Amén.

 



 

TERCER DOLOR

El tercer dolor del Corazón Santísimo de Jesús, fue, cuando desde el primer instante de su Encarnación, previo la condenación eterna de tantas almas., aun del gremio de su Iglesia, que habían de malograr el precio de su sangre, y su abundante redención, privándose de la gracia, y de la gloria que venía a traerle.

 

SAETA

¡Oh cristianos condenados

Cuantos y cuantos sois!

Mas vos corazón divino

Salvadnos por quien vos sois.

Padre Nuestro y Ave María

 

Gloria al padre, gloria al hijo

Gloria al espíritu consolador:

Gloria al corazón de Jesús

Dolorido por mi amor.

Oh Corazón de Jesús

De mi amor abrasado

Y por mis culpas herido.

En ti solo esperare

Para no ser confundido.

 

COLOQUIO

Oh Corazón dolorosísimo de Jesús, Ara divina de cruentos sacrificios: yo tu pido por el dolor, que mentiste en el instante de la Encarnación, cuando previó la condenación eterna de tantos hombres, aun católicos por el malogro del valioso precio de vuestra sangre, y abundante redención, que seas para mí el libro de la vida, en que con letras de oro se escriba mi nombre, como se escribió el de vuestra cliente Margarita; de suerte que vuestro culto me sea una señal cierta de mi eterna predestinación, la cual, según la prevención de vuestro apóstol me dé el consuelo y gozo de que mi nombre se haya escrito en vos, místico cielo. Amén.

 

 

 

 

CUARTO DOLOR

El cuarto dolor del Corazón Santísimo de Jesús, fue cuando desde el instante mismo de su Encarnación, previo la traición de Judas, y reprobación de los judíos, los cuales, habiendo sido el pueblo escogido de Dios, por el Gran pecado del Deicidio habían de comprar la eterna condenación de sus almas, y la ruina de su patria, con el precio de poco dinero.

 

SAETA

Si el perderse los judíos,

Tanto mi Jesús te hirió,

¡Ay! de aquellos que son tuyos

Si vienen a perdición.

Padre Nuestro y Ave María

 

Gloria al padre, gloria al hijo,

Gloria al espíritu consolador:

Gloria al Corazón de Jesús

Dolorido por mi amor.

Oh Corazón de Jesús,

De mi amor abrasado

Y por mis culpas herido,

En ti solo esperare

Para no ser confundido.

 

COLOQUIO

Oh Corazón de Jesús, teatro lúgubre de trágicas escenas; yo te suplico por el dolor, que sentiste en el instante de la Encarnación, cuando previo la reprobación del pueblo judío, el cual siendo el predilecto de Dios había de cegarse en medio de la luz, perder su patria, y desconocer a su Mesías; que seas para mí por tus cinco dolores y llagas de tu cuerpo, aquellos cinco soles misteriosos, que mostrasteis a vuestra siena Margarita, cuyas luces disipen todas mis tinieblas, me hagan disfrutar mi patria, y me den la vida eterna que consiste en conocer al padre celestial, y a su Cristo que envío a este mundo. Amén.

 

 

 

 

QUINTO DOLOR

El quinto dolor del Corazón Santísimo de Jesús, fue cuando vio desde el instante mismo de su Encarnación con la más viva y tétrica imaginación lo que había de padecer en todos los viernes y miércoles de su vida mortal, con la memoria del último viernes, en que había de sufrirla acerba muerte de cruz; y del ultimo miércoles, en que había de pronunciarse la sentencia y despedirse de su tiernísima madre, pidiéndole su licencia y bendición para ir a padecer, y morir por los hombres.

 

SAETA

Si el perderse los judíos,

Tanto mi Jesús te hirió,

¡Ay! de aquellos que son tuyos

Si vienen a perdición.

Padre Nuestro y Ave María

 

Gloria al padre, gloria al hijo,

Gloria al espíritu consolador:

Gloria al Corazón de Jesús

Dolorido por mi amor.

Oh Corazón de Jesús,

De mi amor abrasado

Y por mis culpas herido,

En ti solo esperare

Para no ser confundido.

 

COLOQUIO

Oh Corazón de Jesús, teatro lúgubre de trágicas escenas; yo te suplico por el dolor, que sentiste en el instante de la Encarnación, cuando previo la reprobación del pueblo judío, el cual siendo el predilecto de Dios había de cegarse en medio de la luz, perder su patria, y desconocer a su Mesías; que seas para mí por tus cinco dolores y llagas de tu cuerpo, aquellos cinco soles misteriosos, que mostrasteis a vuestra siena Margarita, cuyas luces disipen todas mis tinieblas, me hagan disfrutar mi patria, y me den la vida eterna que consiste en conocer al padre celestial, y a su Cristo que envío a este mundo. Amén.

 


 

ANTÍFONA

El Señor nos recibió en su seno y Corazón, acordándose de su misericordia.

aleluya.

 

L/: Es la misericordia del Señor de generación en generación

R/: Para los que le temen

 

ORACIÓN: Oh Señor Jesús, haz que nosotros seamos vestidos de las virtudes, e inflamados con los afectos de tu santísimo Corazón, para que merezcamos ser conformes a la imagen de tu bondad, y participantes de tu Redención. Amén.


 

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