NOVENA
DE GRACIA
AL
SERAFÍN HOSPITALARIO Y MÁRTIR DE LA CARIDAD
SAN
JUAN GRANDE
DE
LA ORDEN DE SAN JUAN DE DIOS, ABOGADO DE LAS ENFERMEDADES CONTAGIOSAS Y
MENTALES.
Con
licencia de la Autoridad Eclesiástica
Por
la señal…
ORACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS
Oh
Glorioso San Juan Grande, taumaturgo en favor de los pobres y miserables, que, ofreciéndoos
hostia de propiciación e inmolándoos victima de caridad en la asistencia de los
apestados, entrelazasteis admirablemente, con el lirio de vuestra inocencia, la
laureada palma de mártir. Ved aquí a vuestro devoto que viene a suplicaros, interpongáis
vuestros ruegos delante de nuestro dulce Jesús, para que me conceda las gracias
que necesito a fin de imitar a vuestras virtudes, y así alcanzar la perseverancia
final y el favor especial que vengo a suplicaros, si me ha de servir para mi
eterna salvación.
(Pida
la gracia) ¡Oh tiernísimo abogado mío!... ya que fuisteis
tan caritativo, que os hicisteis todo para todos, ved mis necesidades y
remediadlas. Todo lo espero de vuestra intercesión y mis esperanzas no sean
fallidas. Amén.
Ahora,
se dirán tres veces la jaculatoria correspondiente a cada día, alternándola con
tres Padres nuestros y Aves Marías, meditando por algún tiempo la virtud del
Santo que se propone cada día.
JACULATORIAS
Y VIRTUDES A MEDITAR PARA CADA DÍA DE LA NOVENA
DÍA
I.
Paciencia
y Pureza.
Jaculatoria: Candidísimo
Juan, por aquella purísima inocencia que conservasteis desde vuestra infancia
hasta la muerte, alcanzadme que sea digno de contemplar eternamente la Divina Bondad.
DÍA
II
Fé.
Jaculatoria: Oh
fervientísimo Juan, por vuestro don singularísimo de fé y devoción al Santísimo
Sacramento, alcanzadme que, recibiéndole dignamente en esta vida, sea mi
refugio y fortaleza.
DÍA
III.
Devoción.
Jaculatoria: Varón
extático y tiernísimo abogado mío, por vuestra acendrada devoción a María, al
amado discípulo y a la Virgen Santa Inés, alcanzadme que, con tales abogados,
vena los ataques del mundo, demonio y carne.
DÍA
IV.
Humildad.
Jaculatoria: Por
vuestra humildad profunda, oh bienaventurado Juan Grande, alcanzadme que no me avergüence
de la Cruz de Jesucristo, antes bien, a vuestra imitación, me abrace gustoso
con ella.
DÍA
V.
Obediencia.
Jaculatoria: Haced,
oh rendidísimo Juan Grande, que, a ejemplo vuestro, obedezca, no solamente a
Dios, sino también a mis superiores, lugartenientes de la Divina Autoridad sobre
la tierra.
DÍA
VI.
Paciencia.
Jaculatoria: Oh
pacientísimo Juan, por vuestra resignación en tantas injurias, alcanzadme que,
con mis impaciencias, no desmerezca ni deshonre el glorioso nombre de
cristiano, antes bien lo exalte.
DÍA
VII.
Amor
de Dios.
Jaculatoria:
Oh serafín en el amor divino, por la gloria que siempre procurasteis a la
Santísima Trinidad, alcanzadme os imite en vuestro encendidísimo amor y un
intenso dolor de mis pecados.
DÍA
VIII.
Oración.
Jaculatoria:
Oh San Juan Grande, que todo lo podíais con vuestra continua y fervorosa
oración, alcanzadme que, enamorado de esta santa práctica, forme mis mayores
delicias y parte de mi ser.
DÍA
XI.
Caridad.
Jaculatoria:
Oh mártir de la caridad, que habéis dado la vida por vuestros hermanos, alcanzadme
que, siguiendo vuestro ejemplo, me haga digno de la divina invitación: “Venid,
benditos de mi Padre, a poseer el reino de los cielos.”
ORACIÓN
FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Amantísimo
Protector mío, confundido por mi gran flaqueza, al considerar cuan lejos estoy
de imitar vuestras heróicas virtudes y admirándome de lo bien que habéis sabido
copiar en vuestra alma las del Santísimo Corazón de Jesús, especialmente en
vuestra angelical pureza, profunda humildad y ardentísima caridad. Viendo tanto
mérito y el poder de que gozáis delante de Dios, me atrevo a reiterar mis
súplicas, para que presentéis mi demanda ante la Beatísima Trinidad, a quien
tanto glorificasteis a los pies de María Inmaculada, dulce objeto de vuestras delicias,
y delante de todos los santos, mis protectores y vuestros celestiales hermanos.
Amén.
GOZOS
Ya
que en celeste eminencia
Lleno
estáis de resplandor:
R/:
Contra la peste y demencia
Dadnos
Juan vuestro favor.
Humilde
cuna Carmona,
A
vuestros albores dio
De
virtud rica corona
Luego
en vos resplandeció,
Desde
vuestra tierna edad
Fuisteis,
ángel de candor.
Impulsado
de gran celo,
De
exaltar la ley divina,
Solo
a las sendas del cielo
Vuestro
conato camina
Bajo
cuyo influjo ardéis
Por
la gloria del Señor.
El
mundo y su vanidad
Al
momento conocisteis
Y
con cándida ansiedad
Por
el claustro os resolvisteis,
De
San Juan de Dios regla
Profesáis
con gran fervor.
Cual
serafín abrasado
Y
ávido de persecución
Habéis
el nombre trocado
Con
humilde corazón,
Y
en vez de Grande nombraros
Solo
os llamáis pecador.
Para
poder ayudar
A
la orfandad afligida
Se
os vió elevado cruzar
Las
aguas de una avenida
Por
cuanto hasta los dementes
Lograron
salud mayor.
Con
el más grande cuidado
Con
cariño y con desvelo
A
un infeliz apestado,
Disteis
socorro y consuelo
Y
habéis del mal sucumbido
Victima
de vuestro amor.
Contra
una cruz abrazado
Los
sepultureros hallaron
Vuestro
cuerpo inanimado,
Que
con garfios sepultaron
Por
evitar el contagio
Cual
previsteis, el rigor.
Vuestros
méritos corona
Al
fin de vuestra jornada
El
Señor que os galardona
En
la celestial morada
En
donde por toda gracia
Sois
un grande intercesor.
Patentes
son muy convincente
De
vuestra virtud sincera
Los
milagros que el Potente
Vos
intercediendo hiciera
Pues
no hay dolor ni quebranto
Que
resista a vuestro ardor.
Compiten
vuestros devotos,
en
daros la mayor gloria
Y
acoge todos sus votos
Vuestra
piedad notoria
Su
patrón sois elegido
Con
festivo clamor.
Ya
que en celeste eminencia
Lleno
estáis de resplandor:
R/:
Contra la peste y demencia
Dadnos
Juan vuestro favor.
L/:
El Señor conduce al Justo por camino recto.
R/:
Y le muestra el reino de Dios.
ORACIÓN: ¡Dios
mío! por los merecimientos del Bienaventurado Juan, que sostenido por el ardor
de tu caridad se inmoló a ti cual víctima, concédenos propicio que ayudados con
su patrocinio y dirigidos constantemente por las obras de misericordia,
merezcamos obtener también el premio prometido a los misericordiosos. Por
nuestro Señor Jesucristo Amen.
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