TRIDUO
EN HONOR DE SANTA GEMA GALGANI
VIRGEN DE LA CONGREGACIÓN DE LA PASIÓN
ACTO
DE CONTRICIÓN
¡Oh
Jesús! Siento el peso de mis culpas, con las que tanto te ofendí, ellas son las
que me impiden acercarme a Ti, y recibir tus favores. Lo que más me aflige en
este mundo son mis pecados. ¡Ten misericordia de mí! ¡Oh Dios de bondad! Apiádate
de mí, pecador, que te ha costado la vida. Por tu sangre, por tus dolores, por
tu muerte en la Cruz, perdóname Jesús mío, no quiero ofenderte más. Amén.
ORACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh
Gloriosa Santa Gema! Reconociendo el poder que el Señor te ha otorgado para
atraer las almas hacia la virtud y derramar innumerables favores y beneficios
sobre la necesitada humanidad, lleno de confianza vengo a ponerme bajo tu
protección, para que me sirvas de apoyo y guía en el cumplimiento de mis
deberes cristianos, y me obtengas de la divina bondad, la gracia de (pida
la gracia) si ello ha de ser para mayor gloria de Dios y perfección
nuestra. Amén.
DÍA
PRIMERO
ORACIÓN
¡Oh
bienaventurada Santa Gema! Por aquel amor tan perfecto a Jesús y a su Santísima
Madre que te distingue sobremanera entre los santos, y te hacía tratar con
nuestro Redentor y la Virgen Inmaculada, con la confianza y ternura con que lo
hace un niño con sus padres, llamando a Jesús “mi bondadoso papá” y a María Santísima
“mi querida mamá, mi mamá del cielo” mereciendo que ellos, aun en esta vida, te
correspondiesen de forma tan tierna y familiar, como admiramos en tu vida, otorgándote
las gracias que con candorosa insistencia les pedías y haciéndote participante
de los carismas más excelsos que a sus privilegiados conceden: alcánzame que yo también les ame con
perfección, busque en todas las cosas el cumplimiento de su santísima voluntad
y, conformándome con el divino querer en todos los momentos de mi vida, pertenezca
contigo al número de los escogidos y amados por Jesús y María.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
GOZOS
Naciste,
oh, Gema cual flor
de
la Cruz Santa al abrigo.
R/:
Haz que lloremos contigo
las
penas del Redentor.
Sabiendo
que redimida,
con
sangre divina fuiste,
a
Jesús sólo ofreciste
los
latidos de tu vida.
Del
hielo de nuestro amor
ya
que eres Gema testigo.
Fue
Jesús en el Calvario
el
dulce imán de tu anhelo,
fue
el sufrimiento tu cielo
y
tu morada el Sagrario.
Los
que la Cruz con horror
miramos
como un castigo.
Dios,
que sublima al pequeño,
mostró
en ti sus maravillas,
más
grande cuando te humillas
a
los ojos de tu Dueño.
Por
eso, ya que el Señor
te
dio en su costado abrigo.
Tú,
que luchaste y venciste
porque
fue el Señor tu escudo,
contempla
el combate rudo
que
por doquier nos embiste.
Y
si ves que, halagador,
nos
seduce el enemigo.
Oh,
Gema, virgen gloriosa
tu
vista al suelo convierte,
y
en la vida y en la muerte
se
nuestro amparo amoroso.
Y
cuando azote el dolor
nuestro
rostro con su hostigo.
L/:
Ruega por nosotros, Santa Gema.
R/: Para
que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
ORACIÓN: Oh
Dios, que formaste a Santa Gema virgen, conforme a la imagen de tu Hijo
paciente, concédenos por los ruegos de ella, que, participando de los tormentos
de Jesús Crucificado, merezcamos ingresar en su gloria. Por Jesucristo nuestro
Señor. Amén.
DÍA
SEGUNDO
ORACIÓN
¡Oh
Bienaventurada Santa Gema! de corazón lleno de ternura, bondad y compasión para
con toda clase de personas, probadas por Dios en el crisol e la enfermedad, pobreza,
calumnia, o esclavas del pecado, que para remediarlas, hiciste grandes
penitencias y continua oración, ofreciendo incluso el sacrificio de tu vida o parte
de ella, que fuiste siempre paño de lágrimas para lo que padecían, abogada
enfermera para los enfermos, consuelo para los afligidos, amparo para los
menesterosos e infatigable apóstol para los que estaban en la triste desgracia
del pecado: alcánzame de la divina clemencia, el que jamás vuelva a recaer en
la culpa, y que de ningún modo me desespere en las enfermedades y
contradicciones que me sobrevengan, y si conviene para mi alma estar sujeta a ellas,
concédeme el que las sepa sobre naturalizar, recibiéndolas como venidas de la mano
bondadosa de Dios nuestro Señor, conformándonos totalmente a su santísima
Voluntad.
Padre
nuestro, Ave María y Gloria.
DÍA
TERCERO
ORACIÓN
¡Oh
bienaventurada Santa Gema! Devotísima de la Sagrada Eucaristía, criatura privilegiada
que gustaste a torrentes, las dulzuras que se encierran en el trato con Jesús
Hostia Santa, juntamente con las altas comunicaciones y revelaciones con que se
dignó favorecerte el Divino Sacramentado por tu gran preparación y rendida
acción de gracias, al comulgar diariamente, y por las fervorosísimas visitas
con que de continuo acompañabas y consolabas viendo en el Sagrario el Calvario, donde
continuamente está inmolándose Jesús, uniéndote a el con sentimientos de
hirviente pasionista: alcánzame una participación de tu fé eucarística, y
enciende mi corazón, ardientes deseos de recibir al buen Jesús en la Comunión
lo más frecuentemente posible, con disposiciones semejantes a las tuyas, y de
visitarle a menudo en el Sagrario, para desagraviarle de las ofensas que se
cometen, y ofreciéndome a acompañarte generosamente en su inmolación eucarística.
Padre nuestro, Ave María y Gloria.
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