PIADOSA
NOVEA AL GLORIOSO MÁRTIR SAN EUSTAQUIO
MEDIO
PRODIGIOSO PARA ALCANZAR DE DIOS NUESTRO SEÑOR, EL CONSUELO Y ALIVIO EN TODAS
NUESTRAS NECESIDADES
Sácala
a luz un devoto del Santo, deseoso de que los fieles las practiquen
Con licencia
eclesiástica
Impresa
en el Puerto de Santa María
Año de 1757
ORACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS
Dios y
Señor, uno en esencia y Trino en Persona: a vuestra Majestad suspira y clama mi
corazón, para que miréis benigno sus defectos, y perdonéis piadoso mis pecados.
Llego Señor, con gran confianza en vuestra misericordia, que, como amoroso
Padre, me habéis de oír, oído, admitir y admitido, conceder lo que en esta
novena solicito. Pido como Hijo a Padre, y como tal me ha de socorrer vuestra
piedad por los méritos de mi Redentor Jesucristo, cuyo amor os presento, para
que a mí me concedáis semejante amor, y pues tanto os agradó el de vuestro
siervo y glorioso Mártir San Eustaquio, que encendido en llamas de caridad
perfecta, padeció gustoso tan terrible martirio, dadme tan grande amor, que
despreciando todo lo terreno, sepa apreciaros, y como a único bien mío, amaros
sobre todas las cosas, cumpliendo con el fin dichoso, para que me criasteis, y
la gracia que esta novena solicito, si es para mayor gloria vuestra, y bien de
mi alma. Amén.
DÍA
PRIMERO
ORACIÓN
¡Oh
Santo mío San Eustaquio! Cuya preciosa vida y gloriosa muerte, fue una
confesión continua de la fé de Jesucristo, pues ni las amenazas del tirano, ni
los tormentos del fuego, pudieron derribar la fé, que en vuestro corazón estaba
esculpida: alcánzame de el Señor, semejante firmeza, para que mi vida sea
ajustada a la fé, que profesé en el Santo Bautismo, haciendo obras que la hagan
viva, con que asegure la vida Eterna, y la gracia que pido en esta novena, si
es para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
Tres
Padres nuestros, Aves María y Glorias.
ORACIÓN
FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Gloriosísimo
Mártir de Jesucristo, Señor San Eustaquio, consuelo de los afligidos, amparo
seguro de los atribulados, pues es tan grande vuestro patrocinio, que os
concedió el Señor al tiempo de vuestra feliz muerte, que todo lo que por
vuestros méritos se pidiera, liberalmente se consiguiera diciendo: Así será
como lo pides ¡Oh bienaventurado! Confiado en vuestra protección prodigiosa, os
suplico, roguéis por mi al Señor, para que, de tal forma, disponga mi vida, que
consiga una dichosa muerte. Presentad, Santo mío, vuestros méritos, para que
con los de mi Señor Jesucristo y de su Santísima Madre, sea mi petición, acepta
a los Divinos Ojos, y la gracia que en esta novena os pido, si es para gloria
de Dios y bien de mi alma. Amén.
DÍA
SEGUNDO
ORACIÓN
Bienaventurado
Mártir San Eustaquio, que, en medio de las calamidades, tribulaciones y
fatigas, que en vida padeciste fue tan grande vuestra confianza, que cierto de
la voz de Jesucristo, que os llamaba siempre le seguiste cuidadoso: haced,
Santo mío, que, puesta toda mi esperanza en el Señor, al el solo anhele y por
el solo suspire, para asegurar mi salvación, y así mismo, consiga lo que en
esta novena pido, si es para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
DÍA
TERCERO
ORACIÓN
Excelso
Santo mío San Eustaquio, cuya abrasada caridad fue tan excelente, que ni los
trabajos, congojas y afrentas, pudieron entibiarlas, ni la misma muerte, siendo
mayor el fuego que en vuestro corazón ardía, que las llamas que el tirano
preparaba, quedando intacto vuestro cuerpo, después de un martirio tan enorme:
rogad por mí, para que se enciendan en mi corazón semejantes llamas de amor, no
permitiendo, que alguna cosa me aparte de la verdadera caridad de Dios, y así
consiga lo que solicito en esta novena si no conviene. Amén.
DÍA
CUARTO
ORACIÓN
Prodigioso
y siempre grande campeón de Jesucristo, Señor San Eustaquio, que para dar
señales ciertas de vuestro amor a Dios, se ejerció vuestra caridad a los
prójimos, no solo en el destierro, rogando por la salud espiritual y corporal
de todos, sino también en muerte, alcanzando para vuestros devotos, especiales
favores y perdón para vuestros enemigos: pedid al Señor, estampe en mi alma
esta virtud tan heróica, que es el complemento de la ley Santa de Dios, para
que, guardándola en mi corazón, asegure la gracia y la que en esta novena os
pido, si es para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
DÍA
QUINTO
ORACIÓN
Oh
Pacientísimo Santo mío, Eustaquio, que en la virtud de la paciencia, fuisteis
tan excelso, que por altísima disposición del cielo, fuisteis en vida desamparado
de todos, buscado del tirano, para quitaros la vida, lleno de congojas y
tormentos, que a imitación de Jesucristo, tolerasteis con admirable sufrimiento:
Haced Santo mío, que en todas las tribulaciones y trabajos de esta vida, os imite
en la paciencia, para que con ella, gane y posea mi alma la Gloria, y también
la gracia, que os pido en esta novena, si es para gloria de Dios y bien de mí
alma. Amén.
DÍA SEXTO
ORACIÓN
Invictísimo
Santo mío, Eustaquio, cuya admirable constancia fue tan agradable a los Divinos
Ojos, que por ello os dio el Señor el nombre de Plácido, teniendo una
resignación grane en las tribulaciones de la vida, y con asombro en vuestra
prodigiosa muerte, no solo al poneros los Leones, que mansos, se arrodillaron a
vuestras plantas, sino también al formidable toro de bronce encendido, en que
felizmente acabasteis vuestra vida: alcánzame, Santo mío, que yo os imite en
vuestra fortaleza, para resistir valerosamente los asaltos del demonio, y
guarde mi alma libre de toda culpa, con que merezca la gracia que en esta
novena pido, si es para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
DÍA
SÉPTIMO
ORACIÓN
Oh siempre
valeroso y esforzado soldado de Jesucristo, Señor San Eustaquio, que practicando
admirablemente la virtud de la oración, en ella aprendisteis el camino cierto
de ver a Dios, continuándola con tanto fervor, que en medio de los tormentos de
el fuego, subía al cielo vuestra oración más eficaz y fervorosa: Haced Santo
mío, que yo aprenda en tan celestial escuela, un medio tan importante para
salvarme, y así logre lo que en esta novena os pido, si es para gloria de Dios,
y bien de mi alma. Amén.
DÍA OCTAVO
ORACIÓN
Santísimo
Padre mío San Eustaquio, que, oyendo la voz de Jesucristo Crucificado, que
desde la Cruz os llamaba para que le siguieses por el camino de la
mortificación, obedecisteis tan puntual a este Divino llamamiento que en vida y
muerte fuisteis un parecido retrato de el Señor: Haced con vuestra poderosa
intercesión que os imite en traer estampada en mi corazón, la mortificación de
Jesucristo, para asegurar los bienes, que el Señor tiene prometidos a los que
por su amor se mortifican, y la gracia que en esta novena pido, si es para
gloria de Dios y bien de mí alma. Amén.
DÍA
NOVENO
ORACIÓN
Amantísimo
Protector mío, Señor San Eustaquio, que, en la virtud de la perseverancia, fuiste
tan admirable que jamás dejaste el camino de las virtudes, ya en el desierto, practicando
los heróicos actos de ellas, ya en vuestro terrible martirio, arrojándoos fervoroso
al incendio para dar vida por Jesucristo, manifestando vuestra insigne perseverancia
en finalizar en alabanzas a Dios vuestra preciosa vida: Rogad Santo mío, para
que no se malogren en mi los maravillosos efectos de vuestro patrocinio,
ajustando de tal modo mi vida a la Ley Santa de el Señor, que jamás me aparte
de su Divino Beneplácito, perseverando en su gracia hasta la muerte, y que consiga
lo que en esta novena os he pedido, si es para gloria de Dios y bien de mi alma.
Amén.
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