jueves, 15 de abril de 2021

NOVENA A SAN EUSTAQUIO


PIADOSA NOVEA AL GLORIOSO MÁRTIR SAN EUSTAQUIO

MEDIO PRODIGIOSO PARA ALCANZAR DE DIOS NUESTRO SEÑOR, EL CONSUELO Y ALIVIO EN TODAS NUESTRAS NECESIDADES

 

Sácala a luz un devoto del Santo, deseoso de que los fieles las practiquen

Con licencia eclesiástica

Impresa en el Puerto de Santa María

Año de 1757

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios y Señor, uno en esencia y Trino en Persona: a vuestra Majestad suspira y clama mi corazón, para que miréis benigno sus defectos, y perdonéis piadoso mis pecados. Llego Señor, con gran confianza en vuestra misericordia, que, como amoroso Padre, me habéis de oír, oído, admitir y admitido, conceder lo que en esta novena solicito. Pido como Hijo a Padre, y como tal me ha de socorrer vuestra piedad por los méritos de mi Redentor Jesucristo, cuyo amor os presento, para que a mí me concedáis semejante amor, y pues tanto os agradó el de vuestro siervo y glorioso Mártir San Eustaquio, que encendido en llamas de caridad perfecta, padeció gustoso tan terrible martirio, dadme tan grande amor, que despreciando todo lo terreno, sepa apreciaros, y como a único bien mío, amaros sobre todas las cosas, cumpliendo con el fin dichoso, para que me criasteis, y la gracia que esta novena solicito, si es para mayor gloria vuestra, y bien de mi alma. Amén.

 

 

DÍA PRIMERO

ORACIÓN

¡Oh Santo mío San Eustaquio! Cuya preciosa vida y gloriosa muerte, fue una confesión continua de la fé de Jesucristo, pues ni las amenazas del tirano, ni los tormentos del fuego, pudieron derribar la fé, que en vuestro corazón estaba esculpida: alcánzame de el Señor, semejante firmeza, para que mi vida sea ajustada a la fé, que profesé en el Santo Bautismo, haciendo obras que la hagan viva, con que asegure la vida Eterna, y la gracia que pido en esta novena, si es para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

Tres Padres nuestros, Aves María y Glorias.

 

 

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Gloriosísimo Mártir de Jesucristo, Señor San Eustaquio, consuelo de los afligidos, amparo seguro de los atribulados, pues es tan grande vuestro patrocinio, que os concedió el Señor al tiempo de vuestra feliz muerte, que todo lo que por vuestros méritos se pidiera, liberalmente se consiguiera diciendo: Así será como lo pides ¡Oh bienaventurado! Confiado en vuestra protección prodigiosa, os suplico, roguéis por mi al Señor, para que, de tal forma, disponga mi vida, que consiga una dichosa muerte. Presentad, Santo mío, vuestros méritos, para que con los de mi Señor Jesucristo y de su Santísima Madre, sea mi petición, acepta a los Divinos Ojos, y la gracia que en esta novena os pido, si es para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

 

 

DÍA SEGUNDO

ORACIÓN

Bienaventurado Mártir San Eustaquio, que, en medio de las calamidades, tribulaciones y fatigas, que en vida padeciste fue tan grande vuestra confianza, que cierto de la voz de Jesucristo, que os llamaba siempre le seguiste cuidadoso: haced, Santo mío, que, puesta toda mi esperanza en el Señor, al el solo anhele y por el solo suspire, para asegurar mi salvación, y así mismo, consiga lo que en esta novena pido, si es para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

 

 

DÍA TERCERO

ORACIÓN

Excelso Santo mío San Eustaquio, cuya abrasada caridad fue tan excelente, que ni los trabajos, congojas y afrentas, pudieron entibiarlas, ni la misma muerte, siendo mayor el fuego que en vuestro corazón ardía, que las llamas que el tirano preparaba, quedando intacto vuestro cuerpo, después de un martirio tan enorme: rogad por mí, para que se enciendan en mi corazón semejantes llamas de amor, no permitiendo, que alguna cosa me aparte de la verdadera caridad de Dios, y así consiga lo que solicito en esta novena si no conviene. Amén.

 

 

DÍA CUARTO

ORACIÓN

Prodigioso y siempre grande campeón de Jesucristo, Señor San Eustaquio, que para dar señales ciertas de vuestro amor a Dios, se ejerció vuestra caridad a los prójimos, no solo en el destierro, rogando por la salud espiritual y corporal de todos, sino también en muerte, alcanzando para vuestros devotos, especiales favores y perdón para vuestros enemigos: pedid al Señor, estampe en mi alma esta virtud tan heróica, que es el complemento de la ley Santa de Dios, para que, guardándola en mi corazón, asegure la gracia y la que en esta novena os pido, si es para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

 

 

DÍA QUINTO

ORACIÓN

Oh Pacientísimo Santo mío, Eustaquio, que en la virtud de la paciencia, fuisteis tan excelso, que por altísima disposición del cielo, fuisteis en vida desamparado de todos, buscado del tirano, para quitaros la vida, lleno de congojas y tormentos, que a imitación de Jesucristo, tolerasteis con admirable sufrimiento: Haced Santo mío, que en todas las tribulaciones y trabajos de esta vida, os imite en la paciencia, para que con ella, gane y posea mi alma la Gloria, y también la gracia, que os pido en esta novena, si es para gloria de Dios y bien de mí alma. Amén.

 

 

DÍA SEXTO

ORACIÓN

Invictísimo Santo mío, Eustaquio, cuya admirable constancia fue tan agradable a los Divinos Ojos, que por ello os dio el Señor el nombre de Plácido, teniendo una resignación grane en las tribulaciones de la vida, y con asombro en vuestra prodigiosa muerte, no solo al poneros los Leones, que mansos, se arrodillaron a vuestras plantas, sino también al formidable toro de bronce encendido, en que felizmente acabasteis vuestra vida: alcánzame, Santo mío, que yo os imite en vuestra fortaleza, para resistir valerosamente los asaltos del demonio, y guarde mi alma libre de toda culpa, con que merezca la gracia que en esta novena pido, si es para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

 

 

DÍA SÉPTIMO

ORACIÓN

Oh siempre valeroso y esforzado soldado de Jesucristo, Señor San Eustaquio, que practicando admirablemente la virtud de la oración, en ella aprendisteis el camino cierto de ver a Dios, continuándola con tanto fervor, que en medio de los tormentos de el fuego, subía al cielo vuestra oración más eficaz y fervorosa: Haced Santo mío, que yo aprenda en tan celestial escuela, un medio tan importante para salvarme, y así logre lo que en esta novena os pido, si es para gloria de Dios, y bien de mi alma. Amén.

 

 

DÍA OCTAVO

ORACIÓN

Santísimo Padre mío San Eustaquio, que, oyendo la voz de Jesucristo Crucificado, que desde la Cruz os llamaba para que le siguieses por el camino de la mortificación, obedecisteis tan puntual a este Divino llamamiento que en vida y muerte fuisteis un parecido retrato de el Señor: Haced con vuestra poderosa intercesión que os imite en traer estampada en mi corazón, la mortificación de Jesucristo, para asegurar los bienes, que el Señor tiene prometidos a los que por su amor se mortifican, y la gracia que en esta novena pido, si es para gloria de Dios y bien de mí alma. Amén.

 

 

DÍA NOVENO

ORACIÓN

Amantísimo Protector mío, Señor San Eustaquio, que, en la virtud de la perseverancia, fuiste tan admirable que jamás dejaste el camino de las virtudes, ya en el desierto, practicando los heróicos actos de ellas, ya en vuestro terrible martirio, arrojándoos fervoroso al incendio para dar vida por Jesucristo, manifestando vuestra insigne perseverancia en finalizar en alabanzas a Dios vuestra preciosa vida: Rogad Santo mío, para que no se malogren en mi los maravillosos efectos de vuestro patrocinio, ajustando de tal modo mi vida a la Ley Santa de el Señor, que jamás me aparte de su Divino Beneplácito, perseverando en su gracia hasta la muerte, y que consiga lo que en esta novena os he pedido, si es para gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

 

 


 

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