TRIDUO
A LA
GLORIOSÍSIMA REDENTORA, LA REINA CORONADA Y MUY MISERICORDIOSA
NUESTRA
SEÑORA DE LA MERCED
Escrita
por un devoto amorosísimo de tan benigna imagen y publicada y mandada corregir par
su publicación por el editor.
El pecador
puesto de rodillas, se persignará y después hará el siguiente:
ACTO DE
CONTRICIÓN
¡Oh Virgen
de la Merced!
Madre de
Dios humanado
Arráncame
del pecado
Y aumenta
siempre mi fé.
Que tu
me amparas, lo sé,
Y en tu
dulce compañía
Lleva a
Dios el alma mía,
Como mi
buena abogada
Que a
mi alma purificada
Tu has
de servirle de guía.
Se rezan
tres Padres nuestros, Aves Marías y Glorias, luego la salve y después lo
siguiente:
DÍA
PRIMERO
ORACIÓN
Poderosísimo
Dios y Señor nuestro, que desde el cielo atiendes a todas las necesidades de
tus hijos, y cuando llegan a ti, Padre misericordioso, Juez benigno, les
perdonas sus muchas culpas con las que te ofenden en su vida, te pedimos, que,
por la intercesión de tu amantísima Madre, Nuestra Señora de la Merced, nos
libres del cautiverio del demonio y del pecado, por tu Santísimo Hijo, nuestro
Señor Jesucristo, que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
PRECES
Santa
María, L/: Ruega por nosotros
Virgen
Inmaculada,
Claustro
de pureza,
Baluarte
de la fe,
Defensa
de los oprimidos,
Fortaleza
de los débiles,
Abogada
de los pecadores,
Madre
del Redentor,
Madre
del género humano,
Madre
de los cristianos,
Madre
de los cautivos,
Madre
de los que esperan en ti,
Madre
de la misericordia,
Puerta
del paraíso,
Maestra
de la verdad,
Remedio
de los necesitados,
Descanso
en la fatiga,
Refugio
de los pobres,
Salud
de los enfermos,
Consuelo
de los que sufren,
Tutela
de los abandonados,
Estrella
de los navegantes,
Faro en
la noche oscura,
Victoria
de los que luchan,
Camino
de los emigrantes,
Madre
de la esperanza,
ANTÍFONA: Todas
las criaturas del cielo y de la tierra se postren saludando a la Santísima
Virgen, Madre de Clemencia, consuelo de los afligidos, Redentora de los
Cautivos, tu eres la alegría de Jerusalén, tu la alegría de Israel, tu la honra
de nuestro pueblo.
L/:
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R/: Para
que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.
ORACIÓN: Señor
Dios, que asociaste a María, nuestra Madre, a la obra redentora de tu hijo,
concede a los fieles, que sufren por tu nombre, espíritu de paciencia y
caridad, para que se manifiesten siempre testigos fieles de tus promesas. Por
Cristo, nuestro Señor. Amén.
DÍA
SEGUNDO
ORACIÓN
Señor
del cielo y la tierra, Rey Soberano y Padre de Misericordias, que, con la
virtud de la vara, disteis a conocer a Faraón, la eficacia de tu divino poder,
y por la intercesión de María Santísima de la Merced, te pido, Señor y Padre
mío, refrenes mis pasiones, domes mis aptitos y ablandes la dureza de mi torpe
corazón, para que tu auxilio quebrante las cadenas de mis culpas, que
irrisiblemente me condenarán a las penas ternas, si persevero en la maldad,
concédeme la merced de tu caridad y justicia, para lograr estar contigo en el
cuelo por toda una eternidad. Amén.
DÍA
TERCERO
ORACIÓN
Madre mía, amparo de pecadores, poderosísima Virgen de la Merced y Misericordia, haz que tu Padre Celestial, derrame sobre nosotros, tus devotos, esclavos y cófrades, sus piedades y misericordias, para que, mereciendo subir por las gradas de la virtud hasta su sacratísimo trono nuestras oraciones, alcancemos de su misericordia y justicia por tu poderosa intercesión, lo que en este Triduo te pedimos, y por tu medio y poderosa ayuda, lleguemos al cielo para admirar tu hermosísimo rostro, y gozar eternamente de tu presencia, como en la de las tres divinas personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo, que contigo, viven y reinan por los siglos de los siglos. Amen.
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