domingo, 2 de mayo de 2021

DEVOCIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD POR LA ASUNCIÓN DE MARÍA


BREVE Y UTILÍSIMA DEVOCIÓN EN HACIMIENTO DE GRACIAS A LA SANTÍSIMA TRINIDA POR LA ADMIRABILÍSIMA ASUNCIÓN AL CIELO DE LA SANTÍSIMA VIRGE MARÍA, SEÑORA NUESTRA

 

Puebla de los Ángeles

Reimpresa en la Imprenta de D. Pedro de la Rosa, en el Portal de las Flores.

Año de 1788

 

Para avivar nuestras tibiezas, se podrá decir de esta manera:

 

Yo os adoro ¡Oh Padre Eterno! con toda la Corte Celestial, por mi Dios y Señor, y os doy infinitas gracias por parte de la Santísima Virgen María, amantísima Hija vuestra, por todas las gracias y favores que la hiciste, especialmente por el Poder con que la sublimaste Asunta al cielo.

Hecha una profundísima adoración, se reza el Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

 

Yo os adoro, ¡Oh Eterno Hijo!, con toda la corte celestial por mi Dios, Señor y Redentor, y os doy infinitas gracias por parte de la Beatísima Virgen María, vuestra amantísima Madre, y por todas las gracias y favores que la hiciste, especialmente por la suma Sabiduría con que la ilustraste Asunta al Cielo.

Hecha una profundísima adoración, se reza el Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

 

Yo os adoro ¡Oh Santísimo Espíritu Paráclito! por mi Dios y Señor, y os doy infinitas gracias con toda la corte celestial, en nombre de la Purísima Virgen María, amantísima Esposa vuestra, por todas las gracias y favores que la hiciste, especialmente por la Divina Caridad con que encendiste su Santísimo y Purísimo Corazón en su gloriosa Asunción al Cielo: Y humildemente os suplico por sus altísimos méritos, y eficacísima protección, que en su sacratísimo Nombre, echéis de mi el amor del siglo, y purguéis y purifiquéis mi alma de toda mancha de pecado, encended mi frío corazón en el fuego de vuestro Divino Amor, me perdonéis mis pecados, y me concedáis la gracia de que antes muera a que más ofenda a vuestra Divina Majestad, y me consoléis ¡Oh Espíritu Consolador! concediéndome a mí, a (diga el nombre de la persona enferma) y a todos vuestros siervos, vuestro Santísimo Espíritu, que derramasteis sobre los fieles de la Iglesia Primitiva, en los cuales eran un solo corazón y una sola alma, para que todos unidos con vínculos de vuestra caridad, os amemos, sirvamos y alabemos. Amén.

Hecha una profundísima adoración, se reza el Padre nuestro, Ave María y Gloria Patri.

 

Después se dice tres veces:

 

Santa María, y todos los santos, intercedan por nosotros al Señor, para ser merecedores de la salvación. Amén.

 

Y luego se dice esta oración para finalizar:

 

Yo os adoro ¡Oh Santísima Virgen María, Emperatriz del cielo, Patrona y Señora del Universo, como Hija del Eterno Padre, Madre de su amantísimo Hijo, Esposa graciosísima del Espíritu Santo, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, y postrado a los pies de vuestra Soberana Majestad, humildemente os suplico, por los dones de que fuiste colmada por la Santísima Trinidad en vuestra admirable y gloriosa Asunción al Cielo, me recibáis debajo de segurísima y fidelísima protección, y me inscribas en el número de vuestros felicísimos y dichosísimos siervos que tenéis esculpidos en vuestro pecho. Dignaos, ¡Oh Madre clementísima y Señora mía! de ser mi guía en este valle de lágrimas, recibid mi pobre espíritu con sus potencias y sentidos, interiores y exteriores. Y pues sois Tesorera de las gracias del Cielo, vestid mi desnudez con vuestra Caridad, fortaleced mi flaqueza con vuestro Poder, iluminad mis tinieblas con vuestra Sabiduría, y adornad mi alma de gracias y virtudes para que sea agradable a vuestros ojos y de vuestro Hijo Jesús, y os suplico la gracia (Pida la gracia) y en la hora de mi muerte, cuando me halle atribulado y afligido, consoladme con vuestra amorosísima presencia, y presentadme a la Santísima Trinidad. Amén.

 

 

LAVS DEVS

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