martes, 4 de mayo de 2021

NOVENA A NUESTRA SEÑORA LIBERTADORA DE LAS PENAS DEL INFIERNO


NOVENA A LA SOBERANA EMPERATRIZ DEL UNIVERSO, NUESTRA SEÑORA LA SIEMPRE VIRGEN MARÍA, CON EL ADMIRABLE TÍTULO DE

 

LIBERTADORA DE LAS PENAS DEL INFIERNO

 

Dispuesta por un religioso del Real y Militar Orden de Nuestra Señora de la Merced, Redención de Cautivos.

Sale a la luz, a devoción de dos religiosas del Convento de San Jerónimo de Puebla.

 

Con licencia eclesiástica, por la Viuda de Miguel de Ortega y Bonilla.

En el Portal de las Flores.

Año de 1746

 

ADVERTENCIA

El poderoso y admirable título con que se venera Nuestra Señora en esta Iglesia de San Jerónimo, en cuyo obsequio sale este novenario, es con el que la dio a conocer en Roma el Glorioso Pontífice San Silvestre, cuando edificó en el Campo Vaccino una suntuosa Basílica, sobre la boca de la espantosa gruta en que moraba una serpiente venenosa, que a todos los romanos afligía, y a la que mató el Santo invocando de Nuestra Señora el patrocinio. Esta Emperatriz Soberana, no desempeña su poderoso título sacando a los que están ya miserablemente cautivos en el infierno (Que no hay redención para los prisioneros del abismo) sino, alcanzando con su intercesión poderosa a los más obstinados pecadores verdadera penitencia, los cuales, siendo reos de las penas eternas, deben a beneficio de la Señora la libertad de sus almas.

El modo de hacer esta novena, será el acostumbrado con el requisito de confesión y comunión, según el orden del Padre espiritual, quien no lo tuviere, haga esta diligencia siquiera el último día.

 

 

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo , y del Espíritu Santo. Amén.

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Amorosísimo Jesús, que siendo verdadero Hijo de Dios, te hizo tu caridad inmensa, serlo también de la Benditísima Virgen María, tomando de ella la Sangre preciosa, con la cual borraste en el patíbulo de la Cruz, la escritura de nuestra eterna condenación: Suplicámoste Señor, que por las entrañas de tu piedad, y por la poderosa intercesión de la Soberana Emperatriz, nos des verdadero y perfecto dolor de todos nuestros pecados, por ser ofensas hechas contra tu suma bondad, digna de todo amor, y un propósito firme y eficaz de no volverte a ofender, esperando, como esperamos de tu misericordia, y patrocinio de la Gloriosísima Virgen María, perfecta enmienda de nuestras vidas, y constante perseverancia en vuestra gracia, para que, viviendo y muriendo libres de todo pecado, lo seamos también en vuestro justísimo tribunal de las penas del infierno. Amén.

 

 

DÍA PRIMERO

COSNIDERACIÓN

Considera a la Soberana Emperatriz, como ameno Paraíso de los deleites de Dios, en quien plantó su Majestad Divina el fecundísimo árbol de la inmortal vida y verdadera ciencia, cuyos sabrosos frutos redimen del pecado y libertan del infierno.

Aquí se rezan cinco veces el Ave María, en honra de las cinco misteriosas letras del Nombre dulcísimo de Nuestra Señora.

 

ORACIÓN

¡Oh Soberana Emperatriz del Universo! Deliciosísimo Paraíso del recreo Divino, en quien se hayan tantas y tan fervorosas flores, cuantas son tus ejemplarísimas virtudes, tantos y tan sazonados frutos, cuantos son tus excelsos méritos, rogámoste humildemente, que pues se plantó en tu bendito vientre el inmarcesible Árbol de la Eterna Vida y verdadera ciencia, nos alcances de la Divina Majestad, luz con que discernir lo bueno de lo malo, aborreciendo esto y abrazando aquello, para que así, libres de la perpetua muerte de infierno, gocemos el fruto de la eterna vida en el Celestial Paraíso. Amén.

 

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Omnipotente y Misericordiosísimo Señor, Dios de toda consolación e inagotable fuente de nuestro bien, que así para ostentar liberal tu Omnipotencia en las prerrogativas con que enriquecisteis a la Benditísima Virgen María, para que conozcamos cuanto es su valimiento para con tu Majestad Soberana, quisisteis desde el principio del mundo, manifestar sus singulares excelencias en todas las misteriosas antiguas figuras, no haciendo a los hombres beneficiosos, ni librándolos de riesgos, sino por interposición de alguna Imagen de la Bellísima Emperatriz; nosotros humildemente rendidos ante tu Divino Acatamiento, no fiados en nuestro mérito, sino acogidos a su asilo, y animados de su amparo, te suplicamos no concedas el mayor bien que podemos desear, que es la salvación, y nos libres del mayor mal, que debemos temer, que es la eterna condenación. Amén.

 

 

 

DÍA SEGUNDO

CONSIDERACIÓN

Considera mejorada el Arca de Noé en la Soberana Emperatriz, la que se fabricó a esmeros de la Divina Misericordia, para que, por su intercesión, se librara el género humano del diluvio del pecado, y de la muerte del infierno.

Aquí se rezan cinco veces el Ave María, en honra de las cinco misteriosas letras del Nombre dulcísimo de Nuestra Señora.

 

ORACIÓN

¡Oh benignísima Emperatriz! Mística Arca del mejor Noé, cuya fábrica ideó desde la eternidad la Divina Sabiduría, y ejecutó en tiempo a misericordia, para que en ti hallemos recurso, nos defienda de la inundación del pecado, y de la eterna perdición en el infierno, rendidos te pedimos por las entrañas de tu maternal piedad, nos ampares en el censo de tu miseración del diluvio de la culpa, para que, libres con tu patrocinio, del abismo, lleguemos seguros a el celestial puerto. Amén.

 

 

 

DÍA TERCERO

CONSIDERACIÓN

Considera, que puso Dios en el cielo de su Iglesia a la Augustísima Emperatriz, como hermoso iris de paz, cuya presencia serena los rigores de la Divina Justicia, perdonándonos por su intercesión el pecado, y no arrojándonos al abismo.

Aquí se rezan cinco veces el Ave María, en honra de las cinco misteriosas letras del Nombre dulcísimo de Nuestra Señora.

 

ORACIÓN

¡Oh serenísima Emperatriz! bellísimo Iris de Paz, benigna señal de nuestra reconciliación, pues te puso en el cielo de la Iglesia la Majestad Divina, para que aplaques su indignación severa, cuando la provocan a rigurosos castigos nuestros enormes pecados, suplicámoste humildemente, interpongas el valimiento de tu hermosísima presencia, para que, serenándose con su vista la suprema Justicia que nos amenaza con irritada condenación eterna, nos absuelva por tu intercesión poderosa y benigna, la misericordia de todas nuestras culpas, para que no experimentemos la eterna perdición de nuestras almas. Amén.

 

 

 

DÍA CUARTO

CONSIDERACIÓN

Considera, que, en la misteriosa escala, en que vió figurada el Patriarca Jacob, la sublime excelencia de Nuestra Emperatriz, no había más que Puerta del Cielo y Casa de Dios, en que se adoraba su Majestad, porque cuando nos favorece María Santísima con su patrocinio, no hay entrada ni escotillón para el infierno.

Aquí se rezan cinco veces el Ave María, en honra de las cinco misteriosas letras del Nombre dulcísimo de Nuestra Señora.

 

ORACIÓN

¡Oh excelsa Emperatriz! Sublime y mística escala del mejor Jacob, con tantos grados elevada, cuantos fueron los progresos de tu admirable vida, y en que se dejó ver humanado aquel Señor, que en ti hizo Trono para el descanso de su Majestad, pues descendió por ti, como por su escala, misericordiosamente el Verbo Eterno, hasta el profundo abatimiento del ser humano, para exaltaros a el felicísimo consorcio del ser Divino, te suplicamos rendidos, sea tu intercesión poderosa la encumbrada escala por la cual subamos hasta la Puerta del Cielo, y no permitas, que apartándonos de ella el pecado, nos precipitemos hasta el profundo caos del infierno. Amén.

 

 

 

QUINTO DÍA

CONSIDERACIÓN

Considera, como figuró a nuestra Purísima Emperatriz la ilesa Zarza del Horeb, porque si en su inmarcesible centro apareció un simulacro Divino, para redimir al pueblo hebreo de los trabajos de los egipcios, en el virginal vientre de la Sagrada mística Zarza, se humanó el Verbo amoroso, para librar nuestras almas de los tormentos del infierno.

Aquí se rezan cinco veces el Ave María, en honra de las cinco misteriosas letras del Nombre dulcísimo de Nuestra Señora.

 

 

ORACIÓN

¡Oh Purísima Emperatriz! Admirable original de la milagrosa Zarza del Horeb, en cuyo corazón ardió siempre el inextinguible fuego de la caridad fervorosa, y cuya incontaminada inocencia nunca marchitó el voraz incendio de la culpa, pues tu vientre purísimo fue la mejor Zarza, en donde apareció, compadecido de los suspiros de los antiguos Padres, el Redentor amantísimo de los hombres, suplicámoste por tu perpetua virginidad, nos alcances el que muevan nuestros humildes ruegos la Divina Misericordia, para que por tu intercesión, logremos el fruto de nuestra Redención, siendo libres del ardor de la concupiscencia y de todo pecado, lo seamos también del fuego del infierno. Amén.

 

 

 

DÍA SEXTO

CONSIDERACIÓN

 Considera, como excede nuestra poderosísima Emperatriz, a la milagrosa vara de Moisés, porque si aquella se le dio a el caudillo para que sacara de la opresión de Egipto al israelítico pueblo, castigando con ella a los obstinados gitanos y favoreciendo a los hebreos, María Señora, como vara de la Majestad Divina, espanta y aterroriza a los infernales espíritus, y protege a los cristianos, librando a estos de ser eternamente atormentados en el infierno por los demonios.

Aquí se rezan cinco veces el Ave María, en honra de las cinco misteriosas letras del Nombre dulcísimo de Nuestra Señora.

 

ORACIÓN

¡Oh poderosísima Emperatriz! milagrosa vara del Soberano Moisés, cuya inflexible rectitud no doblegó el brumoso peso de la iniquidad, y en cuya maravillosa virtud, resplandeció el Divino Poder, ablandando contigo, duras piedras para que derramaran copiosas aguas, castigando postreros enemigos, y favoreciendo afligidos siervos, pues te empuñó la Omnipotente mano de la Suprema Majestad, para obrar los portentos de nuestra Redención, en terror de los ministros infernales y beneficio de los hombres: rogámoste humildemente, sea efecto de tu admirable poder y maravilla de tu intercesión, el que ablanden nuestros duros corazones, y se liquiden en aguas de verdadera penitencia, quedando así confusos los demonios en lo profundo del abismo, y nosotros libres de ser sus compañeros en el infierno. Amén.

 

 

 

DÍA SÉPTIMO

CONSIDERACIÓN

Considera a la Privilegiada Emperatriz como gracioso vellocino de Gedeón, porque si a este se llenó el celestial rocío, quedando la era enjuta y con sequedad, en señal infalible de que aquel valeroso Juez, iba a librar a su pueblo de la opresión de Madián; en María Santísima, como místico vellocino, descendió el rocío del Cielo, cuando estaba todo el mundo seco y árido, en signo que nos había de redimir el más poderoso Gedeón, de la prisión del pecado y del obscuro calabozo del infierno.

Aquí se rezan cinco veces el Ave María, en honra de las cinco misteriosas letras del Nombre dulcísimo de Nuestra Señora.

 

ORACIÓN

¡Oh graciosísima Emperatriz! privilegiado vellocino del más valeroso Gedeón, que estando este mundo seco y árido por la culpa, no solo roció sobre ti desde el primer instante de tu Ser el rocío de la gracia, sino que llegando el tiempo de nuestra libertad, defendió en tu vientre Inmaculado, la sabiduría eterna, como rocío de la gloria, pues gozasteis estos privilegios, para ser admirable signo de la Redención de todo el linaje humano, viniendo esta Celestial lluvia de tus entrañas purísimas para regar nuestras almas, suplicámoste el que libres de la aridez de la culpa con el rocío de la gracia, debamos a tu patrocinio, que no nos abrace el voraz fuego del infierno. Amén.

 

 

 

 

DÍA OCTAVO

COSNIDERACIÓN

Considera a la dulcísima Emperatriz, como acorde Arpa de David, porque si esta en su concertada suavidad hizo huir al maligno espíritu, que atormentaba a el Rey Saúl, y aliviaba su desasido corazón, María Santísima más bien templada Arpa del Supremo David, lanza con su armonía todo el confuso ejército del abismo, y recrea el corazón humano, librándonos del infierno.

 Aquí se rezan cinco veces el Ave María, en honra de las cinco misteriosas letras del Nombre dulcísimo de Nuestra Señora.

 

ORACIÓN

¡Oh dulcísima Emperatriz! armoniosa Arpa del David Celestial, cuyas bien templadas cuerdas son tus virtudes ordenadas y heróicas, puestas en subido trono, por mano del Divino Músico, para dar con tu suavidad y dulzura, a Dios recreo y a los Ángeles gozo, a los hombres alivio, a todo el infierno espanto, pues fuisteis el concertado instrumento, que tomó Jesús para hacer huir a los demonios, y alegará a los afligidísimos ánimos de los hombres, rogámoste alientes tu consonancia suavísima, el desaliento de nuestras almas y que al sonido suave de tu Santísimo Nombre, no halle en nosotros cabida el demonio, ni tengamos entrada en el infierno. Amén.

 

 

 

DÍA NOVENO

CONSIDERACIÓN

Considera a la Universal Emperatriz, como un insondable mar de perfección, en que se congregaron todas las aguas, uniéndose en su Santísima Alma todas las excelencias y prerrogativas, en cuyas graciosas cristalinas corrientes, quebrantó el Omnipotente, las cabezas de los dragones, y en que nos puso el camino para llegar a el celestial puerto, libres de los ardores del infierno.

Aquí se rezan cinco veces el Ave María, en honra de las cinco misteriosas letras del Nombre dulcísimo de Nuestra Señora.

 

ORACIÓN

¡Oh Universal Emperatriz! profundo mar de perfección, insondable piélago de virtud, que congregasteis en su purísimo seno todas las aguas, juntando en tu Alma Santísima, todas las excelencias y prerrogativas, no habiendo en los más heróicos santos y serafines más encendidos, alguna virtud que no se halle en ti, como en inmenso océano de santidad, pues quebró el Todopoderoso a el infernal monstruo la cabeza, en el profundísimo de tu gracia, y puso en ti, como en mar, su camino el mismo Dios: Suplicámoste humildemente nos recias en el dilatado seno de tu amparo, para gozar en tus cristalinas aguas el espiritual refrigerio, y que triunfantes del demonio, hallemos en ti y por tu intercesión, el camino seguro por donde llegar al puerto feliz del Empíreo, sin precipitarnos en el fuego eterno del infierno. Amén.

 

 

LAVS DEVS


 

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