sábado, 29 de mayo de 2021

DÍA VEINTE Y SEIS AL DULCE NOMBRE DE SAN JOSÉ



DEVOCIÓN AL DULCE NOMBRE DEL SEÑOR SAN JOSÉ, PARA EL DÍA VEINTE Y SEIS DE CADA MES, QUE SEGÚN LA LEY GEN. 17 FUÉ CIRCUNCIDADO EL DÍA OCTAVO DE SU NACIMIENTO, QUE FUÉ EL DÍA 26 DE MARZO, Y POR DISPOSICIÓN DIVINA SE LE PUSO EL ADMIRABLE NOMBRE DE JOSÉ, QUE QUIERE DECIR AUMENTO, AL QUE ANTES DE NACER FUÉ SANTO

México, en la Imprenta de D. Juan Bautista de Arizpe

Año 1812


ACTO DE CONTRICIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Criador y Redentor mío, a mi me pesa de todo corazón haberte ofendido, por ser quien eres, y porque te amo sobre todas las cosas, propongo, Señor, ayudado de tu Divina Gracia, nunca más pecar, y confío en tu misericordia infinita que me habéis de perdonar, por los méritos de tu santísima vida, pasión y muerte, y que por intercesión de mi Padre y Señor San José, me has de dar gracia para no volverte a ofender, y perseverar en tu santo servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

Se rezan cuatro Padres nuestros, Aves Marías y Gloria Patris, y luego se dirá lo siguiente:


Justo es que el cielo y la tierra

Oigan y alaben tu nombre

Si Dios por él les anuncia

El bien y gracia a los hombres.

 

OFRECIMIENTO

Dios te salve, José santísimo, cuyo excelentísimo nombre significa aumento y aumenta de bienes a los hombres, alegría a los ángeles y gloria al mismo Dios, a cuya invocación tiemblan y huyen los espíritus infernales: yo te ofrezco estos cuatro Padres nuestros y cuatro Aves Marías, en obsequio de tu esclarecido nombre, y en nombre de las cuatro letras que lo componen, y en memoria de los gozos que ahora tienes en el cielo, viendo que eres el más justo a los ojos de Dios, que tienes por esposa a la Madre del mismo Dios, que tienes por Hijo a Jesús, que en el cielo, después de la Santísima Virgen María, tienes el lugar más alto que todos los bienaventurados, que te veneran y respetan como a Padre estimativo de Dios, y esposo de la Reina de los cielos y la tierra; que tu Hijo Santísimo te tiene concedidos siete privilegios para tus devotos: yo te doy mil plácemes y enhorabuenas, por tantos y tan grandes gozos y privilegios, y te suplico, Santísimo José, por la prontitud y obediencia con que atiendes a tu Purísima Esposa, y por las promesas que tu preciosísimo Hijo, te hizo el día de tu dichosísimo Tránsito, de que atendería en el cielo tus ruegos, así como había obedecido tus mandatos en la tierra, y por las promesas que tu castísima esposa te hizo ese mismo día, de que aunque más la dignidad de Madre de Dios la elevara, no perdería la estimación de esposa, que tendrías en la gloria una autoridad real y semejante en cuanto cabe a la dignidad de Madre de Dios, pues ahora, amado Santo mío, en ti solo consiste mi remedio, bien conozco que mis innumerables culpas me hacen acreedor a los males, trabajos y enfermedades que le vinieron al primer hombre por su desobediencia e infidelidad, pero también conozco que la bondad inmensa de mi Dios, no solo se da por ofendida de que le pidamos el remedio de nuestras necesidades, y más, poniéndote a ti como intercesor, valiéndome de tus méritos, y acordándole a mi dulce Jesús los trabajos que por su Majestad padeciste, por ellos, y por esta devoción que he rezado en honor de tu Santísimo y Dulcísimo Nombre, me alcances de tu Hijo Santísimo, y de su Castísima Esposa, el remedio de todas mis necesidades espirituales y temporales, y de los que en sus aflicciones te invocaren, especialmente los que son tus devotos, y la gracia final, para que se vayan a verte en la gloria por toda la eternidad. Amén.

Aquí se reza el rosario de los dulcísimos nombres, de cinco misterios, y en cada Gloria Patri, se repite la jaculatoria siguiente:

Pues eres ¡Oh José santo!

el amparo de los hombres,

socorre en toda aflicción,

al que invocare tu nombre.

 

Acabado los cinco misterios, se dice:

-Dios te salve, Santísimo José, Hijo por la gracia, de Dios Padre y en el cielo poderoso: en tus santísimas manos pongo mi fé, para que la alumbres.

Padre nuestro.

-Dios te salve, Santísimo José, Padre estimativo de Dios Hijo, varón sabio: en tus santísimas manos pongo mi esperanza, para que la alientes.

Padre nuestro.

- Dios te salve, Santísimo José, dignísimo Esposo de la Esposa de Dios Espíritu Santo, varón amable: en tus santísimas manos pongo mi caridad, para que la inflames.

Padre nuestro.

- Dios te salve, Santísimo José, trono y custodia de la augustísima Trinidad.

Padre nuestro.

- Dios te salve, Santísimo José, santificado en el vientre materno, y lleno de gracias, desde el segundo instante de tu ser natural. Amén.


OFRECIMIENTO

¡Oh Trinidad Beatísima, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero! Yo, criatura tuya, te confieso, te adoro, te amo y humildemente te ofrezco estos Tres Padres nuestros, en honor, alabanza y gloria tuya, y en acción de gracias, por que criaste, elegiste y predestinaste a Señor San José, para esposos de María Santísima, y Padre estimativo del Divino Verbo, y para esto lo santificaste y adornaste de virtudes y dones. Por sus siete dolores, por sus siete gozos, por el trabajo de sus manos, y sudor de su rostro, con que crió y alimentó a mi Señor Jesucristo y su Santísima Madre, y por todos los servicios que te hizo en toda su vida, te pido tengas misericordia de mí, que no me condenes al infierno, como lo merezco, sino que, me valga tu misericordia a mí, y a todos los pecadores, y por los méritos de la santísima vida, pasión y muerte mi Señor Jesucristo, nos de una perfecta contrición de todos nuestros pecados, para que por medio de una muerte en gracia, vayamos a alabar tus misericordias eternamente en la gloria, por todos los siglos de los siglos. Amén.

Un Padre nuestro y Ave María, por el autor de esta devoción.

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