miércoles, 26 de mayo de 2021

TRIDUO A SAN LIBORIO


TRIDUO CONSAGRADO AL GLORIOSO SAN LIBORIO, OBISPO CENOMANENSE, PATRON Y ABOGADO DE LOS QUE PADECEN DOLORES DE PIEDRA, IJADA Y ARENAS

Se empieza el Triduo todos los años a 23 de Julio, día propio del Santo

 

El Ilustrísimo y Reverendísimo Señor Don Francisco Diaz Santos de Bullón, Obispo de Barcelona, concedió 40 días de Indulgencia por cada uno de los días del Triduo del glorioso Obispo, San Liborio, a 2 del mes de Julio de 1749.


PRÓLOGO

Son los milagros de los Santos lenguas, que predican sus merecimientos, y el aprecio. que Dios ha ce de su intercesión poderosa. Contra los dolores de arenas y piedra resplandece tanto la virtud del glorioso San Liborio, Obispo Cenomanense, que ni la pluma puede ceñir sus maravillas, ni el entendimiento plantear sus elogios. Solo el corazón tantea el agradecimiento, para solicitar de nuevo su amparo, y promover el fervor de las súplicas, en dolencia tan penosa, para conseguir con su alta protección el alivio. Dios Uno en el Ser y Trino en Personas, a las cuáles se atribuyen por su orden el Poder, Sabiduría y Amor, nos dio en su fiel Siervo Liborio esperanza y seguridad de refugio, para que no tropiece nuestra paciencia y confianza en la piedra que nos moleste, si clamamos con pureza de corazón a tan poderoso abogado. Sea el Señor bendito por todo; y porque es tan admirable en su Santo, nos dará virtud para dedicar a su honor, con la invocación de las tres Divinas Personas, el siguiente Triduo.

 

DÍA PRIMERO

Glorioso San Liborio, que zeloso del bien de la Iglesia y de vuestros Devotos empleasteis todo el poder, con el cual, y en premio devuestras fatigas quiso honraros Dios Padre, que es principio, fuente y origen de todo el poder en cielo y tierra. Haced, que con vuestro ejemplo aplique yo todas mis fuerzas, obras, pensamientos y palabras á gloria de Dios y provecho de mis prójimos, para que ahora y siempre sea mi vida del todo agradable a su Divina Majestad.

Ahora se dirá tres veces el Padre nuestro con Gloria Patri en cada uno.

 

ORACIÓN

Oh Padre Eterno, Dios todopoderoso, en cuya presencia tiemblan las angélicas potestades; que por vuestro Siervo Liborio hicisteis siempre admirable ostentación de vuestro irresistible poder; ya contra los enemigos de la Iglesia, a la cual fue enviado Pastor bueno; ya en la terca tenacidad de los males, especialmente de arenas y piedra, contra cuya renitente dureza fue delegado Medico prodigioso: Yo os ruego humilde y contrito, que no miréis mis pecados, sino la fe y merecimientos de vuestro Santo; y por ellos me libréis de todos los males de alma y cuerpo, para honra suya y gloria vuestra. Amén.


 

DÍA SEGUNDO

Oh Sapientísimo Pontífice Liborio, que, para formaros en el conocimiento de las verdades eternas, ya desde la edad primera os aplicasteis seriamente al estudio de las letras divina, logrando con vuestro infatigable cuidado, transformaos en copia muy parecida a la Sabiduría increada: Haced, que, despreciando yo la vana ciencia de las cosas terrenas, y todo el engañoso embeleso de mis sentidos, aspires solo a seguir vuestro ejemplo, para que subiendo con guía tan segura de virtud en virtud,  merezca ser transformado de claridad en claridad, hasta configurar mi bajeza con el bellísimo original, que os infundió tanta sabiduría.

Ahora se dirá tres veces el Padre nuestro con Gloria Patri en cada uno.

 

ORACIÓN

Oh Sabiduría increada, luz de luz, río perenne de infinita claridad, piélago insondable del Divino Saber, consustancial Hijo del Eterno Padre, en cuya comparación la perspicacia de los querubines es niebla, sombra y obscuridad: Vos, que comunicasteis a vuestro fiel ministro Liborio, tanto caudal de sabiduría y prudencia para alumbrar y reducir a camino de paz las ovejas perdidas, y apacentar con palabras de vida a las fieles, alumbrad, os ruego, por su intercesión, mi entendimiento, para que escudriñe y guarde vuestra santa ley, y mis ojos, para que nunca me precipite a la muerte de la culpa, ni duerma en ella, ni puedan mis enemigos gloriarse de la menor victoria contra mi alma. Amén.

 


 

DÍA TERCERO

Oh ejemplarísimo Pontífice Liborio, cuyo celo es llamas de eterna caridad abrasado, ardió por la casa de Dios, hasta encender en vuestras ovejas el fuego, que el Sumo Pastor trajo desde lo alto para ilustrar, instruir y purificar la tosca tierra de nuestros helados corazones, dirigiendo a este fin los trabajos de vuestra vida y muerte tan gloriosa, como llena de dolores y pesares, llevado con invencible fortaleza y paciencia: Haced, oh protector mío, que sufriendo yo los males de esta vida con resignación ajustada, abrase mi corazón en amor de Dios, para que ardiendo víctima racional en su llama, comunique a mis prójimos los claros ejemplos de caridad y paciencia, que veo en vos, y deseo seguir hasta la muerte.

Ahora se dirá tres veces el Padre nuestro con Gloria Patri en cada uno.

 

ORACIÓN

Oh Espíritu Santo, llama substancial de amor eterno, dedo fuerte y poderoso de la diestra del Altísimo, que procedéis del Padre y del Hijo, en unidad de Esencia, dispensador especial de todas las gracias y dones, fuente viva de inextinguible amoroso fuego, cuyas llamas dejan infinitamente vencido el purísimo divino ardor de los serafines: Ya que llenasteis el capacísimo corazón de vuestro siervo Liborio, suplícote humildemente que os dignéis de abrazar el mío, llenando todos los senos que le disteis, atendiendo el alto fin de poseeros, para el cuela fue criado, para que, unido con vos por amor y gracia, me anegue en ese mar inmenso de caridad, por eternidades de gloria. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...