martes, 5 de octubre de 2021

MES DE SANTA TERESITA - DÍA CINCO


DÍA V

APROVECHAMIENTO DE LA GRACIA

Spiritus Sanctus partitur raliamJ singula prout

ecundurn propriurn cutus

(Trident. Sess.      7.)

El Espíritu Santo reparte (la gracia) a cada uno según el beneplácito y en conformidad con la disposición y cooperación de cada uno.

 

Prudentísima, la divina Sabiduría, en la obra de la santificación de las almas, aun cuando sin ella no podamos tener ni un solo pensamiento bueno, exige la cooperación nuestra de tal manera que 'El que nos crió sin tener en cuenta nuestra voluntad, no nos salvará sin la cooperación activa de nuestra voluntad. Él nos llama con vocación manifiesta a la santidad: 'Sed santos.... y en esta dignísima vocación nos dice que lo seamos, y para que ello sea una realidad nos ofrece su gracia por medio de los Sacramentos. Los Sacramentos, canales místicos por los que se comunica a las almas la savia dc la gracia, son en la Iglesia manifestación perenne del anhelo ferviente que mueve al Corazón divino a desear la salvación de los predestinados. Por ellos Jesucristo, cabeza invisible del cuerpo místico, la Iglesia, comunica su vida a todos los miembros que forman parte dc Él. De tal manera es esto verdad, que la nota característica por la que distinguimos la verdadera Iglesia, la santidad, tiene aquel su fundamento. La Iglesia es santa porque su fundador es santo: porque sus leyes regulan los actos humanos en orden a la santidad; porque los Sacramentos son medios eficacísimos de santificación. Los fieles cristianos en contacto directo con Jesucristo por medio de los Sacramentos, no dejan de ser santos, o no son santos, sino cuando conservan en si óbices u obstáculos que rechazan la acción directa de la gracia que abundantemente se les comunica. La gracia obra siempre y produce los efectos propios de la santidad. Si, pues, los fieles unidos a Jesucristo y por los Sacramentos vivificados con la savia vital, la gracia, no son santos, no tiene más explicación esta anomalía sino diciendo que rechazan, que se oponen a la gracia y el que a la gracia resiste está reñido con el Espíritu Santo, autor de la santidad. ¡Qué admirable se nos ofrece nuestra pequeña Teresa, apreciando en su valor no sólo los Sacramentos sino aún los sacramentales y las más insignificantes reglas litúrgicas! De todo sabía aprovecharse dejando libre la acción de la gracia en la obra transformadora de su almita. ¡Con qué devoción asistía al tremendo sacrificio de la misa y anticipaba de él por medio del pan bendito ¡Qué alegría engendraba en su corazón la representación de los grandes misterios en las festividades eclesiásticas! ¡Las fiestas! ¡Ah, cuán dulces recuerdos traen a mi memoria esta palabra...! las fiestas... ¡Cuánto me gustaban! ¡Sabían mis hermanas explicarme tan bien los misterios ocultos en cada una de ellas, que esos días de la tierra venían a convertirse para mi en días de cielo! Me gustaban sobre todo las procesiones del Santísimo Sacramento. ¡Qué alegría poder sembrar de flores el camino por donde pasaba Dios,' Antes de dejarlas caer las lanzaba muy alto, gozando extraordinariamente cuando ven que mis rosas deshojadas tocaban la Sagrada Custodia: ¿Cómo me aprovecho yo de estas mismas gracias en orden a mi santificación?

 

 

EJEMPLO

EL CAMINO DE LA INFANCIA APRECIADO POR UN HOMBRE DE MUNDO

Villa san José. A. (Francia) 4-7-16

Me siento dichoso al deciros que Sor Teresita del Niño Jesús, según lo he a menudo comprobado, ejerce su acción poderosa sobre las almas, impulsándolas hacia el bien, siendo por lo tanto una poderosa ayuda sobre la tierra. Ella siembra sus rosas, y el perfume que exhalan es tan dulce que las almas se sienten movidas al amor de Dios. En otro tiempo andaba errante, en la Vida espiritual buscaba un guía y no encontraba quien respondiera a mis aspiraciones. Hace cuatro años un santo sacerdote me hizo conocer a la virgen del Carmelo. había descubierto ml camino, mi exquisito modelo! Desde entonces gozo de una profunda dicha y no ceso de demostrarle mi agradecimiento por haberme enseñado que se puede ganar el Corazón de Jesús sin hacer Obras sublimes, cuya grandeza me asustaba y a las cuales no podía llegar. ¡Mi celestial Maestra está aún muy elevada para mí, pero la quiero tanto, que no puede rehusarme un poco de afecto y piedad les tan buena! ¡Qué misericordioso es el Señor de habernos dado este delicioso ejemplo de una vida toda suya, simplemente suya, y esto en el momento en que todo se complicaba desde el punto de' vista espiritual! Querían el nombre grande, y he aquí que ha Venido el Niño. ¡Qué calma para el corazón! Mi camino esto Iluminado por la pura y celestial doctrina de vuestra santita.

Barón de X.

 

Jaculatoria: ¡Oh dulcísimo Jesús! haz que comprendamos, y sigamos el Caminito de Infancia Espiritual, que tan candorosamente nos enseña tu pequeña y regalada Esposa Santa Teresita del Niño Jesús

 

 

ORACIÓN PARA ESTE DÍA

¡Oh solicita Virgen! que supiste aprovechar en beneficio tuyo todas las gracias que el Señor comunica a nuestras almas para la santificación, mereciendo por este motivo que tu corazón fuese regalado con las dulzuras que la presencia de la gracia produce en las almas agradecidas. Haz, piadosa Santita, que sepa hacer buen uso de las gracias que el Señor me comunica para que mi corazón sea acepto al Señor; y para más obligarte te recordamos tus inefables bondades con las siguientes:


 

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