DÍA VEINTE Y DOS DE CADA MES EN HONOR
DE LA GLORIOSA SANTA MARGARITA DE CORTONA
PARA ALCANZAR DE DIOS POR SU INTERCESIÓN LA
VERDADERA PENITENCIA DE LOS PECADOS
México
En
la Impr. de los Herederos del Lic. Don Joseph de Jauregui
Año
de 1794
-Un
Padre nuestro y María, y esta:
ORACION
Benignísimo Redentor del mundo: si eres juez
para jurarme reo, eres Señor para defender a tu, siervo, Criador para, conservar
tu obra, Dios para salvar al que te cree y te confiesa: no te acuerdes ¡Oh buen
Jesús! solo de tu justicia para este. pecador, sino también de tu bondad para
esta tu criatura: sé y conozco, que en mi conciencia merezco la eterna condenación,
y que mi penitencia no es suficiente para el perdón; pero tú, Señor, que no
quieres ola muerte dcl pecador, dame para que me convierta y viva, una contrición
firme de los pecados a que la sensualidad me ha inclinado: esto te pido
por aquella heroica contrición quo diste
a tu esclarecida penitente santa Margarita de Cortona, para dejar arrepentida
los vicios y vanidades en que vivió hasta los veinte y cuatro años de su edad,
para que libre mi corazón del contagio criminoso de la carne, alabe en su bendita compañía tu santo nombre por todos
los siglos. Amén.
-Un
Padre nuestro y Ave María; y esta:
ORACION
Clementisimo Salvador de mi alma: mis pecados son un abismo por incomprensibles en su peso y profundidad, incontables en su número é u inmensidad: ¡Ay de mí! ¿Contra quién pequé? ¿Dónde me aparté de ti? ¿Cómo huiré de tu presencia? Cierto que, aunque inicuamente te dejé, y en el abismo admirable de mí malicia me escondí, allí me ves, Señor, que miras los abismos del pecado; te pido Jesús mío, mc concedas una penitencia fructuosa, para que satisfaga en esta vida, por los pecados en que el mundo me ha sumergido: esto te suplico por aquella satisfacción penitentisima de tu ínclita santa Margarita de Cortona, con la cual se apartó de los halagos del mundo en que se hallaba metida, pudo superar los desprecios del mismo mundo, de sus padres y casa, para no dejar los dolores de una satisfacción do para que así con el coro glorioso de los penitentes, cante tus misericordias eternamente en el cielo. Amén.
-Un
padre nuestro y Ave María.
ORACION
Amabilísimo Criador y Señor mío, mis pecados agravará mi alma, para no descansar en ti: estas son las ligaduras pesadas que me detienen en las inclinaciones torcidas; el afecto carnal, infatuó en mí el sabor de las cosas espirituales; la atención a lo inferior, torció mi mente del respeto lo soberano; el amor a lo terreno, extinguió en mí la delectación de lo celestial, el uso de los vicios; evacuó en mí el sentido de los verdaderos dones: de. dónde, tanto mal, Jesús mío, sino de moverme fácilmente de las instigaciones del demonio, para no perseverar en el arrepentimiento de mis culpas: concédeme, Señor, la perseverancia en la humilde, temerosa y saludable penitencia de mis pecados: por aquella penitencia que diste a tu favorecida santa Margarita de Cortona, toda fundada en la humildad de su nada, y en el temor de tu Majestad infinita, para evadir los asaltos sensiblemente formidables del común enemigo, con que pretendía hacerla dejar las sendas del dolor, para que así salga yo victorioso de las persecuciones diabólicas, y merezca ser contado entre los escogidos, que coloques a tu diestra en el juicio final, para darles el preparado reino de la gloria. Amén.
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