DÍA VEINTE Y OCHO DE CADA MES DEDICADO AL CULTO DEL CORAZÓN DEL GRANDE PADRE Y DOCTOR DE LA IGLESIA SAN AGUSTÍN
Reimpreso
en México por D. Felipe de Zúñiga y Ontiveros
Año de 1784.
ACTO
DE CONTRICION
Corazón amantísimo de Jesús, que impulsos de tu
fineza para con, los hombres, te ofreciste voluntariamente a los dolores y tormentos
toda tu pasión y muerte toleraste, por obligar así a tus redimidos, a los más
finos sentimientos de tus penas. ¡Qué mal ha correspondido mi corazón a tus
amores! ¡Qué inicuamente ha faltado al cumplimiento y desempeño dc la obligación
en quo le puso tu fineza! Pues cuando todo su empico, debía haber sido
corresponder incesantemente a tu amor, con vivos sentimientos de tu pasión y
muerte, solo ha vivido hasta ahora, ocupado en renovar y repetir tu muerte y pasión
con inhumana crueldad, tantas veces, cuantas han o sido las innumerables culpas
con quo ha ofendido tu in-. finita bondad: más si es propio de tu generosísima
condición, el no despreciar los corazones contritos y humillados, aquí tenéis,
el mío humillado reverentemente ante tu suma grandeza, y tan contrito, que
quisiera deshacerse en pedazos por los ojos, llorando y sintiendo las innumerables
culpas con quo ha ofendido a corazón tan digno de ser amado y no injuriado.
Pésame, ¡oh corazón deifico de mi Jesús! de lo que te he ofendido con las
iniquidades del mío: propongo de todo corazón, con tu divina gracia, la
enmienda, y confío de tu infinita bondad y misericordia, que me has de
perdonar, y dar a la enmienda de mis vicios y pecados; y para que se muevan
mejor tus piedades a concederme uno y otro,
te presento y ofrezco el corazón
amante del gran padre de la iglesia san Agustín, que fuerza do la
continua meditación de tu sagrada pasión y muerte, con un vivir y alentarse del
mismo sentirlas y padecerlas; llegó merecer el que las cinco llagas que en ti en
los pies y manos abrió la impiedad judaica, se imprimieran en él de tal Suerte,
que fué depósito de estas tan preciosas cicatrices. Atiende, ¡o corazón amante
de mi Jesús! al corazón herido y
llagado de Agustín y por estas llagas, el amor a ti, y sentimiento de
tus penas con que las mereció, concédeme el perdón de mis culpas, y la enmienda
do todas ellas. Misericordia. Corazón misericordiosisimo de mi Jesús: perdón,
corazón liberalísimo de mi Jesús:
enmienda; corazón poderosísimo de mí Jesús, por el llagado, herido,
amante y compasivo corazón del gran padre Agustino. Amén.
ORACIÓN
Inefable
Dios Trino y Uno, que, para mostrar tu infinita voluntad, é inextinguible;
amor. para con los hombres, te publicas en varios lugares de 1as divinas letras
con Corazón: yo, adoro, venero y reverencio con el mayor rendimiento este amantísimo
Corazón, que, siendo tu misma infinitamente amante voluntad, el principio,
origen y fuente de toda santidad, perfección y bien, que derrama liberalmente
este tú mismo amor inefable en los hombres; y el entender que de esto mismo
bien, perfección y santidad, que por naturaleza gozas, formaste, ¡o Trinidad Santísima!
por comunicación, un tesoro de estas tus grandezas, en el abrazado corazón del serafín de amores san Agustín,
como lo publicó el ángel, que al entregarlo a san Segisberto obispo, le
dijo: Recibe el tesoro de toda la santísima
Trinidad. Después de darte las más reverentes gracias, porque has formado de
estas tus perfecciones, un corazón de tan gran padre, te suplico rendidamente
nos concedas la devoción más encendida a este tu tesoro, al corazón de
Agustino; para que valiéndonos de su protección para con tu soberanía, ¡o
Trinidad misericordiosísima! saquemos de él los pecadores, la gracia y santidad
justificante, con que se muden nuestras vidas, de pecadoras, á ejemplares y
santas: los justos, santidad y gracia perseverante, con que aumentando cada día la virtud, lleguen a
lograr una sublime perfección y unión con tu augusta Majestad; y todos saquemos
de ese tu riquísimo tesoro, la santidad, e inexplicable bien de la gracia final, con que saliendo en paz de los riesgos de esta vida mortal, debamos al corazón
de Agustín, tesoro de la Trinidad santísima, el
ver y gozar por toda la eternidad, de la misma inefable Trinidad, y de
su tesoro en la gloria. Amén.
Tres Padre nuestros y Ave María a la beatísima
Trinidad, y uno al corazón de san Agustín, y después esta:
ORACION
¡Oh
Corazón abrasado de mi adorado protector san Agustín! ¡Cuán fogosa fue la llama
de amor divino' que vivió en ti, mientras viviste! Bien lo demostrabas cuando, aun
después de muerto, repetidos saltos de tu inflamado corazón, colocado dentro de
aquel relicario donde la devoción le adora, llamas y convidas los corazones de todos,
admirar tu amor para con un Dios, por el que siempre verifican tus
movimientos. Verdaderamente pudiste,
decir: Se calentó mi corazón dentro de mí, y en mi meditación se arderá su
fuego. ¡O llama del fuego de amor de Dios que abrasó el corazón de Agustín! Ven
a mí, y abrasa el mío: viva desde hoy mi corazón, solo ardiendo en el amor que
te abrasó a ti, sea solo mi empleo, ¡o corazón amantísimo! en todos los espacios de los días de este mes,
fomentar en mí el nobilísimo incendio de amor divino, que espero se traslade de
ti a mi corazón. Si santa Gertrudis vio al Serafín Agustino tu dueño, poniendo
ante el trono de la Trinidad Augustísima, ardieran los corazones de los devotos,
con las llamas de este dulce, amable y poderoso fuego de amor, pues son sus
devotos los que lo son tuyos, alcanza del gran padre San Agustín, continúe
pidiendo tan singular beneficio a favor de sus devotos, consiguiendo de él al
mismo tiempo, esfuerce su oración con Dios Trino, especialmente a favor tuyo; y
que poniéndote delante del trono de la divinidad, con tus; incendios amorosos
para con su Majestad divina, alcance para este tibio, rebelde y endurecido corazón
mío, que apartado de todo lo que es mundo, huyendo y horrorizándose aun de las más
ligeras culpas, lo sean sus alimentos, arder en el fuego do amor de Dios que
mientras solo vivió en ti; para que muerto mi corazón a todo lo que pueda
entibiar la llama de amor divino, viva solo do amar a Dios Trino y Uno, para
continuar esta vida dc amores al gozarle por toda la eternidad en la gloria.
Amén.
Aquí
la petición, y la siguiente:
CONMEMORACION
AL
CORAZÓN DEL GRAN PADRE SAN AGUSTÍN
ANTIFONA
Señor: con tu caridad heriste mi corazón, y
tus palabras traspasa. ron mis entrañas como saetas agudas: Los ejemplos de
tus, siervos, a los que tu gracia resucitó misericordiosamente, fueron para mí
cual las encendidas brasas que todo lo devoran.
L/: Se calentó
dentro de mí, mi corazón.
R/:
Y en mi meditación se arderá mucho el fuego
ORACION
¡O Dios, poseedor de todas las riquezas, pues de aquellas que hay en la Trinidad comunicables, ad extra, formaste el admirable tesoro en el abrasado corazón dc Agustín! Concédenos que, enriquecidos con el fuego de ese mismo corazón, merezcamos gozar dc tu Trinidad, por Cristo nuestro Señor. Amén.
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