NOVENA
DEL SANTO APÓSTOL SANTIAGO
CUYA
IMAGEN SE VENERA CON MUCHA SOLEMNIDAD EN YUCATÁN EN LA PARROQUIA DE HALACHÓ
LA
COMPUSO UN DEVOTO POR ENCARGO DEL SR. CURA DE DICHA IGLESIA, D. JACOBO MACHADO
MERIDA
IMPRENTA
DE J. D. ESPINOSA E HIJOS
1870
Mérida,
11 de febrero de 1855.-Estimado padre Cameo: He leído con particular gusto la
novena del ínclito apóstol SANTIAGO, y me parce digna de ser impresa. V. puede
solicitar la licencia, que no dudo concederá S. E. I. con algunas indulgencias.
De este modo tendrán cumplimiento sus buenos deseos, a que uno los míos, y el Párroco
de Halachó tendrá también un nuevo estímulo para aumentar la devoción de sus
feligreses. Quedo de V. como siempre affmo. S. S.-E. Villamil.
Mérida, 17 de Febrero de 1855.-Vista la antecedente carta del Sr. Deán de la Santa Iglesia Catedral, D. Eusebio Villamil, concedemos la licencia necesaria para la impresión de la novena a que se contrae, del apóstol SANTIAGO, cuya imagen se venera en la parroquia de Halachó; y además doscientos días de indulgencias por nos y a virtud de hermandad que tenemos acordad con varios Ilmos. Sres. Obispos de la comunión católica, a todos fieles que la practicasen devotamente, o cualquier día de ella.
-EL
OBISPO.-Lic. Pedro M. Guerra, prosecretario.
PREPARACION
PARA LA NOVENA
Si para hablar a un magnate o poderoso de la tierra nos presentamos a él de un modo correspondiente a su encumbrada categoría, y para pedir gracia a un superior nos revestimos del respeto que se le debe, ¿será justo alzar nuestros ojos al cielo, elevar nuestra voz hasta el Autor de nuestra existencia y del mundo, e implorar su divina gracia y su inagotable misericordia, sin estar preparados como debe la criatura ante el Criador, y como debe estarlo siempre el verdadero cristiano ante su Dios? No es justo; y siendo la novena un acto religioso encaminado a solicitar los divinos auxilios en nuestra peregrinación por la tierra, claro está que para hacerlo dignamente debemos preparar nuestra alma con los eficaces medios que nos suministra la religión, como son las limosnas, los ayunos y sobre todo alcanzando la absolución de nuestros pecados con el sacramento de la penitencia. Preparados, pues, como dignos hijos de JESUCRISTO los que se propongan hacer la novena del santo apóstol SANTIAGO, practicarán con la fe que prescribe nuestra divina creencia, y con la devoción propia de estas religiosas práctica, lo que sigue:
-Puesto
de rodillas delante de la imagen del santo Apóstol y levantando el corazón a
Dios, le dirigirán todos los días de la novena, después de persignarse, la
siguiente:
PLEGARIA
Señor mío, en quien creo, en quien espero, y a quien amo sobre todo cuanto existe, aparta tus ojos de mis culpas que me han hecho indigno Jesucristo de tu misericordia; fortaléceme con tu divina gracia para que pueda yo caminar por la senda de la gloria, observando hasta la muerte los mandamientos de tu sagrada ley. Concede propicio que esta oveja descarriada, entre en el redil de salvación por los méritos de tu Santísima Madre la Inmaculada y Piadosísima María, y por la poderosa intercesión del apóstol Santiago, fanal resplandeciente de la fe católica, cuyo favor imploro en esta novena, ofreciendo esforzarme de hoy más para hacerme digno de la divina clemencia con obras del verdadero cristiano, fortalecido con tu paternal amor y confiado en tu bondad infinita. Amén.
ORACION
AL SANTO APOSTOL SANTIAGO PARA TODOS LOS DÍAS DE LA NOVENA
Gloriosísimo Apóstol, lumbrera de la eterna verdad y una de las más sólidas columnas de nuestra divina religión: Tú que con abnegación admirable dejaste con tu barco, tus redes y tu casa todos tus intereses mundanos por seguir al Salvador de los hombres, y nutrirte con su predicación y su ejemplo en la sublime doctrina de la moral cristiana; tú que alcanzaste la inefable dicha de aquella predilección con que el Divino Hijo de María te distinguía entre sus amados discípulos, habiéndote permitido ser uno de los testigos presenciales de su gloriosa transfiguración; tú que fuiste uno de los tres bienaventurados elegidos para él, para acompañarle en el monte de los olivos el día que precedió al funestísimo de su muerte; tú que después de la gloriosa resurrección del Redentor de los hombres presenciaste todas sus apariciones; tú, en fin, esclarecido campeón de la milicia cristiana, que alcanzaste en la tierra la mayor dicha posible a los mortales en ese amor con que premió Jesucristo su acrisolada fe y tu decidida voluntad de servirle y adorarle, escucha el acento de nuestro corazón contrito, y dígnate elevarlo al trono del Altísimo, para que por tu excelsa y poderoso intercesión se digne perdonarnos nuestros pecados, otorgarnos la divina gracia y concedernos lo que pedimos en este novena, si es para gloria de Dios y bien de nuestras almas. Amén.
-Se
rezan 3 Padrenuestros y 3 Avemarías.
PRIMER
DIA
ORACIÓN
Venerable
Apóstol, faro celestial de la ley divina que alcanzaste la gracia de ser entre
los discípulos del Salvador, de los pocos escogidos para presenciar en el monte
Tabor su gloriosa Transfiguración, en la cual se les mostró, no como un puro
hombre, sino como un hombre Dios, rodeado de majestad y de gloria, con un
semblante mucho más resplandeciente que el sol, y unas vestiduras más blancas
que la nieve; te rogamos encarecidamente, pues distinción tan señalada es la
mejor prueba de tu gran poder, que oigas nuestras súplicas y que intercedas por
nosotros ante el Hijo de María, nuestro Dios y Señor a fin de que ilumine
nuestro entendimiento y mueva nuestro corazón para amarle y servirle, y que nos
otorgue benigno lo que pedimos en esta novena, si es para honra y gloria suya y
bien de nuestras almas, que ponemos desde hoy bajo tu amparo.
-Aquí
pedirá cada uno lo que más necesitare. Concluida la petición se rezan 5
Padrenuestros y 5Avemarías.
DIA
SEGUNDO
ORACION
Excelso Apóstol, varón justísimo, que gozaste del inefable honor de acompañar a Jesús en las agonías del huerto en el Monte de los Olivo, como para prestar consuelo en aquel crítico instante al Redentor de los hombres, al Hijo de Dios, Criador del universo; que, con solo esta prueba de amor del Rey de los reyes y Señor de los señores, llegaste al colmo de la mayor grandeza que se puede obtener en la tierra: duélete de la pequeñez de nuestra condición por no haber tenido nosotros aquella fe viva con que seguiste al Salvador, no fortaleza necesaria para resistir las tentaciones y evitar el pecado: duélete, pues, de nosotros, admiradores de las virtudes que te ensalzaron tanto, y acogiendo nuestras súplicas intercede con el Omnipotente para que nos conceda su divino favor, a fin de vivir y morir como verdaderos cristianos, otorgándonos lo que pedimos en esta novena, si conviene a nuestras almas. Amén.
DIA
TERCERO
ORACION
Gloriosísimo Apóstol, que después de tantas distinciones como alcanzaste del divino Redentor de los hombres hasta su muerte, por tu fe viva y sólida virtud, tuviste la inefable dicha de presenciar las frecuentes apariciones del Salvador después de su gloriosa resurrección, tener parte de las instrucciones y en las pruebas de bondad que dio a sus discípulos antes de subir a los cielos; compadécete de nosotros que tan distantes estamos por nuestros pecados de merecer tanta bondad del Criador del universo, que la dispensa todos los días y a manos llenas a todas sus criaturas, aún a las más obstinadas en no seguir su santa ley, que el camino de la eterna bienaventuranza; compadécete de nosotros, llevando nuestras súplicas hasta Dios, de quien imploramos de corazón la gracia que necesitamos para vivir y morir como hijos suyos, y lo que pedimos en esta novena, si es sí su santísima voluntad. Amén.
DIA
CUARTO
ORACION
Apóstol
santísimo, columna indestructible de la cristiandad, por aquel celo envidiable
de que te hallaste poseído después de recibir con los demás apóstoles el
Espíritu Santo; por ese divino celo con que corrías de pueblo en pueblo
llevando por toda la Judea las luces de la fe, demostrando los principios de la
eterna verdad y abriendo a los hombres las puertas de la bienaventuranza; por
ese admirable celo que te hizo pasar los mares para llevar a España las primeras
nociones del Evangelio, difundiendo así más y más los principios de la religión
verdadera; por ese celo santo y con la misma eficacia con que guiabas al paraíso
a tantos hombres, intercede por nosotros ante el trono del Altísimo par que
haga merecedores del cielo y nos conceda lo que le pedimos en esta novena, si
es para honra suya y bien de nuestras almas. Amén.
DIA
QUINTO
ORACION
Gloriosísimo Apóstol, cuando fuiste a España a predicar el Evangelio, gozaste la inefable dicha, la honra suprema de que la Santísima e Inmaculada Virgen María se te apareciese en Zaragoza sobre el sagrado pilar que desde entonces se venera allí con religioso entusiasmo, y te mandaste fundar una iglesia donde se conserva la tradición de aquel milagro. Dichosísimo varón, mil veces dichoso, pues tan relevante distinción alcanzaste de la que es Madre de Dios, reina de los ángeles y protectora de los hombres, no desoigas las súplicas que te elevamos por medio de esta novena; intercede con María para que Dios nos haga partícipes de su divina gracia, perdonándonos nuestras culpas, y nos conceda lo que con el corazón contrito y con la reverencia debida al Padre y Señor de todas la criaturas pedimos fervorosamente, siempre que así convenga a nuestras almas. Amén.
DIA
SEXTO
ORACION
Venerable Apóstol Santiago, columna solidísima de la divina gracia, tú que después de poner los cimientos de la cristiandad en España, llevando a ella las primeras luces de Evangelio, volviste a Judea a inculcar más y más la doctrina del Salvador para difundir y arraigar la fe sobre cimientos indestructibles; tú que, con tu elocuencia, con tu valor y la fuerza de tu corazón confirmadas con multitud de milagros, hiciste abjurar la incredulidad a millares de hombres; tú que con la demostración de tu doctrina convertiste a la fe al mismo mago Filetes de quien se valieron los judíos para desacreditarte ante las gentes, jactándose de que lo conseguiría; tú, en fin, que como un lago que se va extendiendo y ensanchando difundiste por todas partes las luces del Evangelio, dígnate pedir a Dios Nuestro Señor que nos conceda lo que pedimos en esta novena, si no se opone a sus altos fines, que nos dé y conserve en nosotros su divina gracia y por todo el tiempo que dure nuestra peregrinación por la tierra. Amén.
DIA
SEPTIMO
ORACION
Santísimo
Apóstol, eres la más firme columna de la fe, pues decidido a difundir a
cualquiera costa las luces del Evangelio, no te arredraste por el encono y
animosidad de los judíos contra ti, y condenado por el rey de Judea a ser
decapitado, te mantuviste inalterable, llegando a tal grado la serenidad que te
inspira la nobleza y santidad de la causa que defendías, que predicando sin cesar
marchaste impávido a morir por la religión de Jesucristo, dando gracias al Señor
al llegar al suplicio por la honra que te hacía en que derramaste tu sangre por
la gloria de su nombre y en que fuese el primer apóstol que padeciese el martirio
por su santo amor. Admirados nosotros de esa fe tan sólida, de esa fortaleza de
ánimo digna de un verdadero cristiano que ama a Dios, como debe ser, sobre
todas las cosas, te pedimos con nuestro corazón que intercedas por nosotros a
fin de que el divino Redentor de os hombres nos otorgue la gracia necesaria
para no vacilar jamás en la que recibimos en el bautismo, cualesquiera que sean
los riesgos mundanos que nos circunden, y que con la bondad con que miras
siempre a todas sus criaturas, nos conceda lo que le pedimos en esta novena, si
no se opone al bien de nuestras almas. Amén.
DIA
OCTAVO
ORACION
Ilustre Apóstol y glorioso mártir, que con la generosidad con que confesabas a Jesucristo y la noble arrogancia con que defendiste la fe cuando te arrastraban al suplicio, llegaste a convertir al judío que te prendió, el cual abjuró sus errores en aquel acto y se arrojó a tus pies pidiéndote perdón; escucha nuestra súplica y elévala al Todopoderoso para que nos infunda un arrepentimiento de haberle ofendido, tan sincero como el de ese bienaventurado judío que mereció que le abrazases tiernamente diciéndole: La paz sea contigo, y que logró como tú y juntamente contigo, la corona del martirio. No desoigas nuestra petición, astro luminoso de la verdadera sabiduría, fuente inexpugnable de la fe de Cristo, hijo predilecto del mejor de los padres, lleva nuestras voces hasta Dios Nuestro Señor para que nos otorgue lo que imploramos en esta novena, si es conforme a su santísima voluntad, pues somos y queremos ser hijos dispuestos a amarle y a servirle en esta vida y en la eterna. Amén.
DIA
NOVENO
ORACION
Venerable
y gloriosísimo Apóstol, tú que tantas gracias has dispensado a cuantos
cristianos te han buscado con el corazón contrito; tú a quien debe la nación española,
pueblo eminentemente católico, tan distinguidos favores, pues cuantas veces te
ha invocado le has protegido visiblemente, como sucedió en la batalla de
Clavijo, en la que quedó la victoria por los campeones de la cristiandad que
luchaban con las enormes huestes de la Medialuna, desde que te apareciste al
Rey D. Ramiro; tú a quien debe dicho reino sus más antiguos y señalados
triunfos sobre los enemigos de la religión, y todos los cristianos que te han
invocado y te invocan amparo y favor, intercede por nosotros a Dios Nuestro
Señor para que nos otorgue su gracia y lo que le pedimos en esta novena, si es
su santísima voluntad. Amén.
-Aquí
la petición y después 5 Padrenuestros y 5 Avemarías, y uno más por el autor de
esta novena, concluyendo con la Salve a la Virgen Santísima, la mejor abogada
de los pecadores y más seguro refugio de los desconsolados.
GOZOS
PARA CANTARSE O REZARSE TODOS LOS DIAS DEPUES DE LA NOVENA
En los embates terribles
que siempre dan las pasiones,
Guía
tú nuestras acciones,
Faro
eterno de la fe.
Tú que a miles de paganos
a nuestro Dios convertiste
y el martirio padeciste
por consolidar el bien.
No impuros dejes e insanos
nuestros pobres corazones:
En el Tabor por tu celo
de Jesús la gloria un día
presenciaste, y la agonía
en la Olivas después.
Para conseguir del cielo
nosotros tales blasones:
En Zaragoza María
se te apareció y te dijo:
“Pon también aquí de mi Hijo
los cimientos de la ley”.
El tesoro en ese día
te confió de santos dones:
En España a los cristianos
triunfar de los agarenos
con tu protección serenos
todo el orbe llegó a ver.
Triunfar del pecado ufanos
pueden nuestros corazones:
-Colaboración de Wiliam Gomez Poot, quien la editó de su original.
No hay comentarios:
Publicar un comentario