domingo, 14 de noviembre de 2021

TRIDUO DE LOS AFLIGIDOS A LA INMACULADA DE LOURDES


TRIDUO PARA QUE LOS AFLIGIDOS PIDAN EL REMEDIO DE SUS NECESIDADES A NTRA. SRA. DE LOURDES

 

DISPUESTO POR UN DEVOTO DE LA INMACULADO CONCEPCIÓN DE MARIA SANTISIMA

 

Mérida, Yucatán.

Imprenta ' 'Cecilio Leal"

Año de 1927

 

Puestos de rodillas ante la imagen de Nuestra Señora de Lourdes, se dice con devoción el siguiente:

 

ACTO DE CONTRICION

Eterno Dios y Señor, que por redimirme y salvarme de la tiranía del demonio derramaste tu preciosísima sangre. ¡Ah Señor! qué mal he correspondido a tan grande beneficio! Muchos años empleados únicamente en servirte y amarte no serían suficientes para manifestar ni una mínima parte de gratitud que te debo por tan singular favor. ¡Desgraciado de mí que he olvidado que tú eres mi Creador y Redentor, que re compensas con bienes eternos nuestros pequeños servicios! ¡Oh Señor!  cuánto siento haberte ofendido con mis potencias y sentidos, con mis palabras, obras y pensamientos! Quisiera morir de dolor de haberte agraviado empleando el tiempo tan mal, olvidado de ti que eres el sumo bien de mi alma, el único objeto digno de mi amor. Pero, Señor, ya conozco mi maldad, ya conozco mi iniquidad, y confiado en tu bondad y misericordia, me postro humilde y contrito a tus pies, que tantos pasos dieron por mi remedio y te pido perdón de mis pecados, si, perdón te pido por tu sagrada vida, pasión y muerte; perdón por tu Purísima Madre María Santísima. Dame tu gracia para que pueda perseverar en mis buenos propósitos, hasta que libre de las prisiones del cuerpo, vuele mi alma a alabarte en la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

ORACION PARA LOS TRES DIAS

 A ti, consuelo de los afligidos   A ti, Madre de piedad y de misericordia. A ti, de quien no se ha oído decir jamás que el que a ti acude, que el que confiado y con fé firme se acoge a tu patrocinio haya salido desconsolado. A ti dirijo mi trémula voz, mis fervientes súplicas, mis llorosos ojos se fijan en tu hermosa imagen, pidiéndote por el amor de tu Hijo divino el remedio de esta necesidad, de esta pena, que me tiene en continua angustia y sobresalto de esta aflicción que me devora, y que, aunque tú la conoces, quiero que mis labios te lo digan, (Aquí se pide que se desea) ¿No escucharás mis ruegos? ¿No te moverá a compasión mi desgracia? Si, Señora, tengo entero confianza y fé en que me concederás el remedio   de mis penas. el consuelo de mis aflicciones y trabajos, Esto te pido y espero conseguir porque tu maternal corazón se conmoverá con mis ruegos, y me alcanzarás lo que sea para mayor honra y gloria de Dios, tuya y bien de mi alma. Amén.

Un Ave María, Gloria Patri y la siguiente:

 

 

El consuelo en mi aflicción

Hoy te pido, Madre mía,

Concédemelo tú María,

Por tu limpia Concepción,

-Ave María, Gloria Patri, y lo siguiente:

 

La más segura confianza

Anima mi corazón,

De que hoy serán terminadas

Mis penas y mi aflicción.

-Ave María, Gloria Patri, y lo siguiente:

 

Eres Reina poderosa,

Madre llena de piedades,

Pues hoy mis necesidades

Remédialas bondadosa.

-Una salve y luego la oración del día:

 

 

PRIMER DIA

HIJA INMACULADA DE DIOS PADRE, RUEGA POR NOSOTROS.

 

ORACION

¡Oh Virgen inmaculada! ¡Oh Poderosa abogada nuestra! Tus ruegos, Señora, son mandatos en el cielo porque el Altísimo y   Omnipotente Dios te ama como   su Hija predilecta y se complace en conceder cuanto le pides. ¡Oh que consuelo siente mi atribulado corazón! Pues con vencido como estoy de tu valimiento para con el Eterno Padre y del amor que nos tienes como a hijos, aunque indignos, creo firmemente que has de   calmar mis penas, que has de mitigar la amargura que inunda mi alma, que ya no puede sobreponerse a la horrible situación en que se encuentra. No tengo a quien ocurrir ni   quien me favorezca, ni quien me libre de esta aflicción que me devora, solo tú y solo a ti, Purísima María, consuelo de los afligidos, clamo postrado ante tu bellísima imagen de Lourdes, suplicándote humil demente interpongas tus ruegos para alcanzar del Dios de las misericordias y de toda consolación, el remedio de mis necesidades espirituales y temporales. Que cese ya está (aquí se dice la necesidad) que me tiene continuo sobresalto, sin darme tregua ni descanso para atender al negocio importante de mi salvación eterna Ea, Reina y Señora mía, toda mi esperanza la pongo en vos. todo mi con, suelo sois vos y por vos he de conseguir la reforma de mi vi da, la práctica de las virtudes la salvación de mi alma, el consuelo en mis aflicciones y la perseverancia final, para tener la dicha de alabar a Dios en tu compañía en la gloria. Amen.

 

-Hoy se repite frecuentemente con mucha fé y confianza: ¡María Poderosa! ¡Hija de Dios Padre, concebida sin pecado! ¡Óyeme!

 

 

LETANÍA

Con que se termina cada día.

 

Señora, Óyenos.  R/: ruega por nosotros.

Señora, escúchanos.

Hija inmaculada de Dios Padre.

Madre inmaculada de Dios Hijo.

Esposa inmaculada de Dios Espíritu Santo.

Sagrario inmaculado de la Santísima Trinidad. 

 

Relicario inmaculado del Verbo divino.

Templo inmaculado de la Divinidad

Trono inmaculado del Hijo de Dios.

Corredentora inmaculada del género humano.     

Reina inmaculada del cielo y de la tierra.

Eficaz auxilio de los cristianos.

 Poderoso patrocinio de los desvalidos.

Insigne protectora de los atribulados.

Consuelo constante de los afligidos.

Remedio de todos los males.

Piadosa madre de los pecadores.

Refugio de los perseguidos. 

Fortaleza de los débiles.

Tesoro de los necesitados.

Socorro de los adeudados

Defensora y sostén de la Santa Iglesia. 

Lirio inmaculado de los valles.

 Emperatriz inmaculada de todo lo creado.

Reina inmaculada de los coros angélicos.    

Heroína inmaculada de los Patriarcas.

Ideal inmaculado de los Profetas

Maestra inmaculada de loso Mártires

Modelo inmaculado de los confesores.

Azucena inmaculada de   vírgenes.

Reina inmaculada de todos los santos.

Perla inmaculada concebido sin pecado original.   

 

María inmaculada, Virgen purísima antes del parto; óyenos Señora. 

María inmaculada, Virgen intacta en el parto; escúchanos Señora.

María inmaculada, castísima Virgen después del parto: ruega por nosotros.

 

L/: Ruega por nosotros inmaculada Madre de Dios.

R/: Para que seamos dignos de las gramas y promesas de nuestro Señor Jesucristo.

 

ORACION: Acógeme bajo tu amparo, inmaculada María, para que los que te hemos dirigido estas preces. seamos libres de todo mal y peligros del alma y cuerpo, por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo Santísimo. Amén.

 

 

 

SEGUNDO DIA

MADRE INMACULADA DE DIOS HIJO, RUEGA POR NOSOTROS.

 

ORACION

¡Oh María incomparable! ¡Oh dulcísima y amorosísima Madre de Dios! i A qué dignidad tan alta te elevó tu profunda humil   dad, tu pureza y todas las virtudes que adornan tu alma santísima.! El supremo Señor de cielo y tierra te llenó de bendiciones desde la eternidad para que fueras la digna Madre del Verbo de Dios hecho hombre. Por eso el Arcángel Gabriel te dice Dios te salve, María, llena    eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú entre las mujeres. ¡Oh Señora; por el inefable gozo que tuviste en el día venturoso en que tomó carne humana el Hijo de Dios en tu purísimo vientre; por el inmenso  regocijo que sentiste al verlo nacido, adorado y alabado de Ángeles, pastores y Reyes, encantándote con su bellísimo semblante, te ruego humilde mente interpongas tus ruegos  para alcanzar de tu Hijo benditísimo el remedio de mis necesidades espirituales temporales; que cese ya está (aquí se dice la necesidad) que me tiene en continuo sobresalto, sin darme tregua ni descanso para  atender al negocio importante de mi salvación eterna. Ea, Reina poderosa y clemente, ruega por nosotros, ¿Que puedes pedir a tu sacratísimo Hijo que no te conceda al momento?  tú dispones en el cielo y mandas como Madre del Rey Eterno, absoluto Señor de todo lo - que existe, y jamás podrá oponerse a tus deseos; pues siendo tan grande tu poder y siendo nuestra amorosa Madre ¿me dejarás sin consuelo? ¿no remediarás mis necesidades? ¿no calmarás la angustia que me devora? Si Señora, es imposible que no se mueva a piedad tu compasivo corazón al verme postrado ante tu bellísima imagen de Lourdes, lleno de fé y confianza, y con una seguridad tal de conseguir lo que te pido que ya mi corazón está tranquilo, le alegría anima mi semblante, mi oprimido pecho se ensancha reanimado. porque estoy seguro, sí, muy seguro de que la madre de Dios ha es cuchado mis ruegos, ha pedido lo que solicito, y está concedido lo que deseo. ¡Oh Madre mía!  no puede ser de otro modo, cuando estoy cierto que jamás se ha oído decir que el que ocurre a tu patrocinio, implora tu auxilio y pido tu socorro, haya salido desconsolado: esto alego a mi favor y en ello confío para ser escuchado y atendido por ti, ¡oh Virgen pura y santa! y que recibiendo el reme dio de mis males temporales y también el de los espirituales, consiga la práctica de todas las virtudes. la perseverancia en la gracia y amistad de Dios hasta el último instante de mi vida, y la dicha de gozar la bienaventuranza por los siglos de los siglos. Amen.

 

-Hoy se repite con mucha frecuencia y con grande fé y confianza: ¡María, amantísima madre de Dios Hijo, concebida sin pecado, escúchame!

 

 

 

TERCER DIA

ESPOSA INMACULADA DE DIOS ESPÍRITU SANTO, RUEGA POR NOSOTROS

 

ORACION

¡Castísima, Esposa del Divino Amor! ¡Virgen pura e inmaculada, que desde el primer instante de tu Concepción fuiste llena del Santo Espíritu de Dios! Objeto preciosísimo de las complacencias del Altísimo! que reuniendo en ti todas las virtudes, todas las excelencias y todos los dones que jamás criatura alguna tuvo ni tendrá, te concedió las prerrogativas más grandes y exquisitas, los privilegios más elevados y extraordinarios para que siendo la casta Esposa del Espíritu Santo, fueras también la medianera entre Dios y los hombres, para que éstos sean animados y fortalecidos del mismo Santo Espíritu de amor y caridad ¡Oh bellísima María! si los ángeles y   los santos no pueden alabarte  como mereces ¿cómo podré yo hacerlo, siendo. ¡Ay de mí, miserable pecador, indigno aun de estar en tu presencia! Pero tú misma grandeza, tu misma majestad me inspira confianza porque a esa soberanía y magnificencia propia de la Esposa del Rey de todo lo creado, que tiene su asiento a la diestra del Omnipotente sobre los espíritus angélicos que descubre con su vista perspicaz hasta la más recóndito de los cielos, la tierra y los abismos, se junta la piedad, la misericordia, la bondad y la ternura más exquisita para con nosotros, pobres y desgraciados pecadores. Pues, Señora, postrado ante tu bellísima imagen de Lourdes. te llamo, invoco y requiero como a mi tierna madre, como a mi insigne protectora; como a mi constante bienhechora, para que remedies los males que me afligen. para que calmes los rigores de tantas necesidades que me atormentan; que cese ya está (aquí se dice la necesidad) que no me da tregua ni descanso para dedicarme al negocio importantísimo de mi salvación eterna. Ruega por mí, castísima Esposa de Dios Espíritu Santo, para que consiga no solo el remedio de mis penas temporales, sino también que el mismo Santo Espíritu ilumine mi entendimiento, inflame mi voluntad y adorne mi alma con sus sacrosantos dones, y todas las virtudes de que eres tan perfecto modelo. También te pido el remedio de las necesidades de la Santa Iglesia, las del Sumo Pontífice y autoridades eclesiásticas y seculares, el alivio en sus penas a las benditas almas que, están en el Purgatorio, la paz y prosperidad de nuestra. Ea, Madre y Señora nuestra, vuelve a nosotros tus bellísimos ojos, cúbrenos con el manto de tu protección para que seamos libres de tantos peligros que nos cercan, y de tantos males   que nos afligen ¡Ah Señora mía! Templo y sagrario inmaculado de la Santísima Trinidad, responde favorablemente a las súplicas que con firme fé y segura confianza te he dirigido humildemente en estos tres días agobiado del peso de mis necesidades espirituales y temporales; recibe benignamente mis afectuosas palabras, mis tiernos suspiros, mis amargas lágrimas derramadas por la vehemencia de mis aflicciones. No me desampares, Esposa inmaculada del Espíritu Santo asísteme en todos los instantes de mi vida y en el trance terrible de mi muerte   para que fortalecido con tu presencia y haciendo un fervoroso acto de amor de Dios, vuele mi alma a gozar las eternas delicias de la gloria por toda la eternidad. Amen.

 

-Hoy se dice con mucha frecuencia, fé y esperanza: ¡María Inmaculada, Castísima Esposa de Dios Espíritu Santo! concédeme lo que te he pedido.

 

 

 

LAUS DEO

-Una súplica a María Santísima, el autor.

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