lunes, 8 de noviembre de 2021

NOVENA A SANTA ISABEL, MADRE DE SAN JUAN BAUTISTA

 


NOVENA DE LA BIENAVENTURADA SANTA ISABEL

 

ESPOSA DEL JUSTO Y VENERABLE SACERDOTE ZACARIAS, Y DIGNA MADRE DEL BENDITO PRECURSOR DE JESUCRISTO SAN BAUTISTA.

 

Hecha a devoción de Doña Dolores Vergara, por un Religioso de la Orden de N. P. San Francisco.

 

MÉRIDA, YUCATÁN.

1888.

 

 El Ilmo. y Dignísimo Sr. Obispo Diocesanos Dr. D, José María Guerra, concede licencia para la impresión de esta Novena en honra y gloria de Santa Isabel, Madre del Precursor de nuestro adorable Redentor e igualmente por hermandad que tiene acordada con varios Ilmos. Sres. Obispos de la comunión católica, y por sí mismo, concede ciento sesenta días de indulgencias, a los fieles devotos que la practicaren. Mérida, febrero 22 de 1838.

 -Matías José de la Cámara, Notario mayor.

 

ADVERTENCIA

Se principiará esta Novena el día veinte y cuatro de junio, que es el mismo en que nuestra Madre la Santa Iglesia celebra el nacimiento de su bendito Hijo San Juan Bautista. y concluirá el dos de Julio, día célebre en que tuvo la dicha de ser visitada de su Prima la Santísima Virgen, en su propia morada. Pudiéndose hacer en cualquier tiempo del año, confesando y comulgando antes. para que purificada la conciencia se logre con feliz éxito lo que se pretende; y cuando esto no se pueda, un acto de contrición perfecto. oyendo o mandando aplicar tres misas en el intermedio de dicha Novena, en honra y gloria de los tres meses que estuvo hospedada en su casa la Reina de los Cielos.

 

Puesto de rodillas ante una Imagen de la Santa o cualquiera reliquia. suya, se rezará con fervorosa devoción el siguiente:

 

ACTO DE CONTRICION

Gloriosísima Señora Santa Isabel, fidelísima Esposa del justo y venerable sacerdote Zacarías, y digna Madre del mayor de los nacidos entre los hijos de varón, cuyo singular privilegio os elevó a la más encumbrada gloria. No os desdeñéis echar una mirada favorable sobre el más miserable hijo de Adán que se acoge a tu amparo y protección, no atendáis a las iniquidades desaciertos de mi vida, os confieso que erré las verdaderas sendas: mas ¿cómo tengo de volver a ella cuando dirección me falta? ¿de qué modo podre andar seguro entre las espesas tinieblas de este mundo sin una luciente antorcha que me guie? ¿cómo podré templar el rigor de los rayos del Sol de Justicia que caen sobre de mí, si no me, servís de columna o nube que me defienda? No lo merezco, bien lo sé; pero si sois mi protectora, ¿a quién habré de temer? Me pesa una y mil veces haber ofendido a un Dios tan grande como a mi Criador; pero en presencia del cielo v de la tierra, os prometo no más ofenderlo y. siempre amarlo. Alcanzadme del Todopoderoso, clementísima Isabel, el perdón de mis muchas culpas, y gracia para no volver a pecar, y perseverar en su santo servicio hasta la muerte. Amén.

 

 

ORACION

Dios te salve, Isabel bienaventurada, humilde por esencia, cuya excelente virtud os hizo acreedora a los infinitos dones que del Señor recibisteis, siendo el mayor de ellos, honrar él mismo vuestra casa entrando en ella encubierto bajo el velo sacrosanto y virginal seno de su Purísima Madre, a la que recibisteis gozosa entendiendo por un espíritu profético el misterio de la Encarnación. Y arrebatada del más dulce placer con tan digna visita, después de escuchar su amorosa salutación, le dijisteis llena de humildad: bienaventurada sois entre las mujeres, y bendito el fruto de tu Vientre. Por este regocijo que inundó vuestra alma en aquella ocasión, os suplico, que, pues sois tan amada del Altísimo, que llegasteis a merecer tantos dones, no os olvidéis rogar por el más miserable de vuestros devotos, para que mediante vuestra poderosa intercesión alcance del Señor, antes de separarme de esta triste vida, una reforma general de mis costumbres, para que, purificado de mis torpezas y malicias, le goce en el cielo. Amén.

Aquí se rezan tres Ave Maras gloriadas, repartidas en las siguientes décimas, en memoria de los tres meses que estuvo hospedada en su casa la Santísima Virgen.

 

DECIMA

Por aquel brillante honor

Con que fuiste enriquecida

Cuando el Amor de la vida

Santificó al Precursor,

Interceded al Señor

Por nuestra felicidad,

Y que indulte la maldad

Con que ingratos le ofendimos:

Esto, Isabel, os pedimos

Confiado de tu piedad.

-Ave María y Gloria.

 

DECIMA

Por la dicha que lograste,

Isabel, en aquel día,

En que la Virgen María

En vuestra casa hospedaste:

Haced todo lo que baste

En nuestro bien y favor,

Para alcanzar del Señor

Perdón de nuestros delitos,

Os lo pedirnos contritos

Con el mayor dolor.

-Ave María y Gloria.

 

DECIMA

Por los tres meses que, de hecho

Vivió vuestra Prima amada

Con vos en una posada

Y bajo de un mismo techo,

Siendo ya su vientre el lecho

Del Divino Redentor;

Por tan insigne favor

Rogad al Dios Justiciero

Que no se muestre severo

Y perdone nuestro error.

Aquí se hace la petición.

 

 

DÍA PRIMERO

ORACION

Oh dignísima Isabel, modelo de la humildad, ejemplo de las esposas, y escogida entre millares para digna Madre del Bautista, cuya magnificencia resplandece a vista del Divino Sol de Justicia: por aquella incomparable dicha que tuviste al concebir en vuestras, estériles entrañas al bendito Precursor de nuestro Divino Salvador, cuyo excesivo gozo inundó vuestro corazón. Os suplico Señora y Madre mía, intercedáis por mí ante el trono de la Majestad Divina, para que inunde mi alma con el esplendor de su gloria, y la limpie del venenoso contagio de la culpa; y así mismo el favor que os pido en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria suya y bien de mi alma. Amén.

Dicha esta Oración se finalizará la Novena con el ofrecimiento.

 

 

OFRECIMIENTO QUE SE DEBERÁ HACER TODOS LOS DÍAS DE ESTA NOVENA

Dios te salve, beatísima Isabel, modelo de la virtud, espejo de la pureza, centro de la paciencia, regalo del Altísimo, y compendio de las más célebres preminencias y dones. Ni la lengua, ni la ploma, ni el entendimiento son bastantes para ponderar las sublimes riquezas con que os dotó el Señor; mas basta para admirarnos y confundirnos, saber solamente que sois Madre de su bendito Precursor, y digna Prima de su Santísima Madre, y pues sois tan allegada al trono soberano de su Majestad Divina, no perdáis de vista a este vuestro humilde devoto que desde este momento os entrega su corazón, potencias y sentidos. Comunicadme, Isabel bienaventurada, de esos bienes de que tanto abundáis y de que tanto necesito. Yo os ofrezco con toda mi voluntad, cuanto bueno haya hecho, haga é hiciere, y el corto don de esta Novena; dispensándome dignamente cuanto en ella os he pedido y suplicado, si ha de ser para. mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

 

 

SEGUNDO DIA

ORACION

Oh amabilísima Isabel, cuya mansedumbre, conformidad y piadosa resolución os hizo acreedora a ser la más feliz Madre de todas sin embargo de vuestra dilatada esterilidad, por este placer y el que tuvisteis cuando vuestro fiel esposo Zacarías os dio cuenta de la revelación que tuvo de un Espíritu Celestial, en la que le aseguró que concebirías y parirías un hijo cuyo nombre seria Juan. Os suplico toméis el mayor interés en favorecer a este fiel devoto vuestro, rogando a la Majestad Divina me comunique un rasgo de su gracia para verme libre   de mis culpas, pues siendo, cerno sois, objeto de sus delicias, no dudo alcanzar este don por medio vuestro, y el favor que pido en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria suya y bien de mi alma. Amen.

 

 

TERCER DIA

ORACION

Oh bendita Isabel, bien ge deja ver vuestro sobresaliente mérito con el glorioso enlace que tenéis con el Divino Redentor, y en la singular merced que obtuvisteis cuando fué santificado vuestro amantísimo Hijo, aun todavía existiendo en vuestro seno dichoso en cuya estrecha cárcel adoró a su Criador, dando muestras de admirable regocijo, por estas incomparables gracias con que fuisteis honrada os suplico con todas las veras de mi corazón, me enseñéis el camino de la virtud, para que abrasada del amor Divino, logre francamente el favor que te pido en esta No. vena, si ha de ser para mayor gloria de mi Dios y bien de mi alma. Amén.

 

 

CUARTO DIA

ORACION

Oh gloriosísima Isabel, vuestra virtud llegó a tan inminente grado, que lograsteis la sublime dicha de tener los más tiernos y dulces coloquios con la bendita Madre del Divino Redentor, María Santísima señora nuestra. Por este maravilloso gozo que cubrió tu alma, os suplico, dignísima Protectora, reconciliéis la mía con mi Dios y Señor, a quien tengo tau agraviado con mis enormes culpas, y me alcancéis la gracia de perseverar en su santo servicio s hasta el fin de mi vida, y el favor que os pido en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria suya y bien de mi alma. Amén. 

 

 

QUINTO DIA

ORACION

 Oh fidelísima Isabel, por aquel momento delicioso en que fué en grande manera enriquecido el dichoso feto que existía en tu seno con la presencia del Hijo, de Dios, que se dignó visitarlo, quedando. de 'hecho santificado limpio de toda culpa, y lleno de la gracia del Espíritu Santo, conforme profetizó San Gabriel á Zacarías su padre, y por otras insignes mercedes con que en aquella ocasión fuisteis colmada y os suplico me alcancéis de su Divina Majestad la gracia necesaria para imitar vuestras virtudes, y gozar parte de vuestros contentos; e igualmente el favor que os pido en esta Novena, si de ser para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

 

 

SEXTO DIA

ORACIÓN.

Oh bellísima Protectora Isabel, por el  inextinguible gozo que experimentasteis cuan do viste a tu tierno y amoroso Hijo libre ya de la estrecha cárcel de tus entrañas y en tus amantes y maternales brazos, desde cuyo momento comenzó a dar luz al mundo, y a pasmar a todos sus vecinos con su asombroso nacimiento: por tan excesiva complacencia, os suplico me alcancéis del Padre de Misericordia la gracia necesaria para observar todas las virtudes que sean de tu mayor agrado, y una vida arreglada, antes de pasáis a la eterna; e igualmente el favor que os pido en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria suya y bien de mi alma.  Amén.

 

 

SETIMO DIA

ORACION

Oh esclarecida Isabel, por la superior complacencia que concibió tu alma al oír  que vuestro digno esposo Zacarías siendo mudo, comenzó a hablar clara y distintamente, profetizando con sus primeras palabras el misterioso nombre de vuestro bendito Hijo, os suplico roguéis al Todopoderoso, que sin atender a mi negra ingratitud y maldad, cubra mi alma con el velo de su misericordia, y me dé tiempo para llorar  mis culpas, el perdón de todas ellas y perseverancia final para verle y gozarle eterna mente; e igualmente el favor que os pido  en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria suya y bien de mi alma. Amén.

 

 

OCTAVO DIA

ORACIÓN

 Oh virtuosísima Isabel, por el incomparable gozo que tuvisteis, al ver y escuchar universal contento y sobresaliente aplauso con que celebraban todos los habitantes de Judea, el maravilloso nacimiento de vuestro dichoso Hijo, os suplico me alcancéis del Divino Redentor la gracia necesaria para disponer con espíritu tranquilo mi desarreglada conciencia antes de pasar de esta miserable vida a la eternidad y el favor que os pido en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria suya y bien do mi alma. Amén. 

 

 

NOVENO DIA

ORACION

 Oh dignísima Isabel, por todas las gracias, dones, privilegios y preminencias que os dispensó el Señor en el discurso de vuestra preciosa vida, principalmente cuando llegaste a poseer la eminentísima dicha de concebir y parir al mayor de los nacidos entre los hijos de varón, os suplico me alcancéis del Divino Salvador me vea libre de mis enemigos, tanto visibles como invisibles, de lenguas mordaces, del furor de las pestes contagiosas, de muertes violentas y de pecado mortal, no olvidando, santa mía, el favor que os pido en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.

 

 

LAUS DEO

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