NOVENA
DE LA BIENAVENTURADA SANTA ISABEL
ESPOSA
DEL JUSTO Y VENERABLE SACERDOTE ZACARIAS, Y DIGNA MADRE DEL BENDITO PRECURSOR
DE JESUCRISTO SAN BAUTISTA.
Hecha
a devoción de Doña Dolores Vergara, por un Religioso de la Orden de N. P. San
Francisco.
MÉRIDA,
YUCATÁN.
1888.
El Ilmo. y Dignísimo Sr. Obispo Diocesanos Dr.
D, José María Guerra, concede licencia para la impresión de esta Novena en
honra y gloria de Santa Isabel, Madre del Precursor de nuestro adorable
Redentor e igualmente por hermandad que tiene acordada con varios Ilmos. Sres.
Obispos de la comunión católica, y por sí mismo, concede ciento sesenta días de
indulgencias, a los fieles devotos que la practicaren. Mérida, febrero 22 de
1838.
-Matías José de la Cámara, Notario mayor.
ADVERTENCIA
Se
principiará esta Novena el día veinte y cuatro de junio, que es el mismo en que
nuestra Madre la Santa Iglesia celebra el nacimiento de su bendito Hijo San
Juan Bautista. y concluirá el dos de Julio, día célebre en que tuvo la dicha de
ser visitada de su Prima la Santísima Virgen, en su propia morada. Pudiéndose hacer
en cualquier tiempo del año, confesando y comulgando antes. para que purificada
la conciencia se logre con feliz éxito lo que se pretende; y cuando esto no se
pueda, un acto de contrición perfecto. oyendo o mandando aplicar tres misas en
el intermedio de dicha Novena, en honra y gloria de los tres meses que estuvo
hospedada en su casa la Reina de los Cielos.
Puesto
de rodillas ante una Imagen de la Santa o cualquiera reliquia. suya, se rezará
con fervorosa devoción el siguiente:
ACTO
DE CONTRICION
Gloriosísima
Señora Santa Isabel, fidelísima Esposa del justo y venerable sacerdote
Zacarías, y digna Madre del mayor de los nacidos entre los hijos de varón, cuyo
singular privilegio os elevó a la más encumbrada gloria. No os desdeñéis echar
una mirada favorable sobre el más miserable hijo de Adán que se acoge a tu
amparo y protección, no atendáis a las iniquidades desaciertos de mi vida, os
confieso que erré las verdaderas sendas: mas ¿cómo tengo de volver a ella
cuando dirección me falta? ¿de qué modo podre andar seguro entre las espesas
tinieblas de este mundo sin una luciente antorcha que me guie? ¿cómo podré
templar el rigor de los rayos del Sol de Justicia que caen sobre de mí, si no
me, servís de columna o nube que me defienda? No lo merezco, bien lo sé; pero
si sois mi protectora, ¿a quién habré de temer? Me pesa una y mil veces haber
ofendido a un Dios tan grande como a mi Criador; pero en presencia del cielo v
de la tierra, os prometo no más ofenderlo y. siempre amarlo. Alcanzadme del
Todopoderoso, clementísima Isabel, el perdón de mis muchas culpas, y gracia
para no volver a pecar, y perseverar en su santo servicio hasta la muerte.
Amén.
ORACION
Dios
te salve, Isabel bienaventurada, humilde por esencia, cuya excelente virtud os
hizo acreedora a los infinitos dones que del Señor recibisteis, siendo el mayor
de ellos, honrar él mismo vuestra casa entrando en ella encubierto bajo el velo
sacrosanto y virginal seno de su Purísima Madre, a la que recibisteis gozosa
entendiendo por un espíritu profético el misterio de la Encarnación. Y
arrebatada del más dulce placer con tan digna visita, después de escuchar su
amorosa salutación, le dijisteis llena de humildad: bienaventurada sois entre
las mujeres, y bendito el fruto de tu Vientre. Por este regocijo que inundó
vuestra alma en aquella ocasión, os suplico, que, pues sois tan amada del
Altísimo, que llegasteis a merecer tantos dones, no os olvidéis rogar por el
más miserable de vuestros devotos, para que mediante vuestra poderosa
intercesión alcance del Señor, antes de separarme de esta triste vida, una
reforma general de mis costumbres, para que, purificado de mis torpezas y
malicias, le goce en el cielo. Amén.
Aquí
se rezan tres Ave Maras gloriadas, repartidas en las siguientes décimas, en
memoria de los tres meses que estuvo hospedada en su casa la Santísima Virgen.
DECIMA
Por aquel brillante honor
Con que fuiste enriquecida
Cuando el Amor de la vida
Santificó al Precursor,
Interceded al Señor
Por nuestra felicidad,
Y que indulte la maldad
Con que ingratos le ofendimos:
Esto, Isabel, os pedimos
Confiado de tu piedad.
-Ave
María y Gloria.
DECIMA
Por la dicha que lograste,
Isabel, en aquel día,
En que la Virgen María
En vuestra casa hospedaste:
Haced todo lo que baste
En nuestro bien y favor,
Para alcanzar del Señor
Perdón de nuestros delitos,
Os lo pedirnos contritos
Con el mayor dolor.
-Ave
María y Gloria.
DECIMA
Por los tres meses que, de hecho
Vivió vuestra Prima amada
Con vos en una posada
Y bajo de un mismo techo,
Siendo ya su vientre el lecho
Del Divino Redentor;
Por tan insigne favor
Rogad al Dios Justiciero
Que no se muestre severo
Y perdone nuestro error.
Aquí
se hace la petición.
DÍA
PRIMERO
ORACION
Oh
dignísima Isabel, modelo de la humildad, ejemplo de las esposas, y escogida
entre millares para digna Madre del Bautista, cuya magnificencia resplandece a
vista del Divino Sol de Justicia: por aquella incomparable dicha que tuviste al
concebir en vuestras, estériles entrañas al bendito Precursor de nuestro Divino
Salvador, cuyo excesivo gozo inundó vuestro corazón. Os suplico Señora y Madre mía,
intercedáis por mí ante el trono de la Majestad Divina, para que inunde mi alma
con el esplendor de su gloria, y la limpie del venenoso contagio de la culpa; y
así mismo el favor que os pido en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria
suya y bien de mi alma. Amén.
Dicha esta Oración se
finalizará la Novena con el ofrecimiento.
OFRECIMIENTO
QUE SE DEBERÁ HACER TODOS LOS DÍAS DE ESTA NOVENA
Dios
te salve, beatísima Isabel, modelo de la virtud, espejo de la pureza, centro de
la paciencia, regalo del Altísimo, y compendio de las más célebres preminencias
y dones. Ni la lengua, ni la ploma, ni el entendimiento son bastantes para
ponderar las sublimes riquezas con que os dotó el Señor; mas basta para
admirarnos y confundirnos, saber solamente que sois Madre de su bendito
Precursor, y digna Prima de su Santísima Madre, y pues sois tan allegada al
trono soberano de su Majestad Divina, no perdáis de vista a este vuestro
humilde devoto que desde este momento os entrega su corazón, potencias y
sentidos. Comunicadme, Isabel bienaventurada, de esos bienes de que tanto abundáis
y de que tanto necesito. Yo os ofrezco con toda mi voluntad, cuanto bueno haya hecho,
haga é hiciere, y el corto don de esta Novena; dispensándome dignamente cuanto
en ella os he pedido y suplicado, si ha de ser para. mayor gloria de Dios y
bien de mi alma. Amén.
SEGUNDO
DIA
ORACION
Oh
amabilísima Isabel, cuya mansedumbre, conformidad y piadosa resolución os hizo
acreedora a ser la más feliz Madre de todas sin embargo de vuestra dilatada
esterilidad, por este placer y el que tuvisteis cuando vuestro fiel esposo
Zacarías os dio cuenta de la revelación que tuvo de un Espíritu Celestial, en
la que le aseguró que concebirías y parirías un hijo cuyo nombre seria Juan. Os
suplico toméis el mayor interés en favorecer a este fiel devoto vuestro, rogando
a la Majestad Divina me comunique un rasgo de su gracia para verme libre de mis culpas, pues siendo, cerno sois,
objeto de sus delicias, no dudo alcanzar este don por medio vuestro, y el favor
que pido en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria suya y bien de mi alma.
Amen.
TERCER
DIA
ORACION
Oh
bendita Isabel, bien ge deja ver vuestro sobresaliente mérito con el glorioso
enlace que tenéis con el Divino Redentor, y en la singular merced que
obtuvisteis cuando fué santificado vuestro amantísimo Hijo, aun todavía
existiendo en vuestro seno dichoso en cuya estrecha cárcel adoró a su Criador,
dando muestras de admirable regocijo, por estas incomparables gracias con que
fuisteis honrada os suplico con todas las veras de mi corazón, me enseñéis el camino
de la virtud, para que abrasada del amor Divino, logre francamente el favor que
te pido en esta No. vena, si ha de ser para mayor gloria de mi Dios y bien de
mi alma. Amén.
CUARTO
DIA
ORACION
Oh
gloriosísima Isabel, vuestra virtud llegó a tan inminente grado, que lograsteis
la sublime dicha de tener los más tiernos y dulces coloquios con la bendita
Madre del Divino Redentor, María Santísima señora nuestra. Por este maravilloso
gozo que cubrió tu alma, os suplico, dignísima Protectora, reconciliéis la mía
con mi Dios y Señor, a quien tengo tau agraviado con mis enormes culpas, y me alcancéis
la gracia de perseverar en su santo servicio s hasta el fin de mi vida, y el
favor que os pido en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria suya y bien de
mi alma. Amén.
QUINTO
DIA
ORACION
Oh fidelísima Isabel, por aquel momento
delicioso en que fué en grande manera enriquecido el dichoso feto que existía
en tu seno con la presencia del Hijo, de Dios, que se dignó visitarlo,
quedando. de 'hecho santificado limpio de toda culpa, y lleno de la gracia del
Espíritu Santo, conforme profetizó San Gabriel á Zacarías su padre, y por otras
insignes mercedes con que en aquella ocasión fuisteis colmada y os suplico me alcancéis
de su Divina Majestad la gracia necesaria para imitar vuestras virtudes, y gozar
parte de vuestros contentos; e igualmente el favor que os pido en esta Novena,
si de ser para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Amén.
SEXTO
DIA
ORACIÓN.
Oh
bellísima Protectora Isabel, por el inextinguible
gozo que experimentasteis cuan do viste a tu tierno y amoroso Hijo libre ya de
la estrecha cárcel de tus entrañas y en tus amantes y maternales brazos, desde
cuyo momento comenzó a dar luz al mundo, y a pasmar a todos sus vecinos con su
asombroso nacimiento: por tan excesiva complacencia, os suplico me alcancéis
del Padre de Misericordia la gracia necesaria para observar todas las virtudes
que sean de tu mayor agrado, y una vida arreglada, antes de pasáis a la eterna;
e igualmente el favor que os pido en esta Novena, si ha de ser para mayor
gloria suya y bien de mi alma. Amén.
SETIMO
DIA
ORACION
Oh
esclarecida Isabel, por la superior complacencia que concibió tu alma al oír que vuestro digno esposo Zacarías siendo mudo,
comenzó a hablar clara y distintamente, profetizando con sus primeras palabras
el misterioso nombre de vuestro bendito Hijo, os suplico roguéis al
Todopoderoso, que sin atender a mi negra ingratitud y maldad, cubra mi alma con
el velo de su misericordia, y me dé tiempo para llorar mis culpas, el perdón de todas ellas y perseverancia
final para verle y gozarle eterna mente; e igualmente el favor que os pido en esta Novena, si ha de ser para mayor
gloria suya y bien de mi alma. Amén.
OCTAVO
DIA
ORACIÓN
Oh virtuosísima Isabel, por el incomparable
gozo que tuvisteis, al ver y escuchar universal contento y sobresaliente
aplauso con que celebraban todos los habitantes de Judea, el maravilloso nacimiento
de vuestro dichoso Hijo, os suplico me alcancéis del Divino Redentor la gracia
necesaria para disponer con espíritu tranquilo mi desarreglada conciencia antes
de pasar de esta miserable vida a la eternidad y el favor que os pido en esta
Novena, si ha de ser para mayor gloria suya y bien do mi alma. Amén.
NOVENO
DIA
ORACION
Oh dignísima Isabel, por todas las gracias,
dones, privilegios y preminencias que os dispensó el Señor en el discurso de
vuestra preciosa vida, principalmente cuando llegaste a poseer la eminentísima
dicha de concebir y parir al mayor de los nacidos entre los hijos de varón, os
suplico me alcancéis del Divino Salvador me vea libre de mis enemigos, tanto
visibles como invisibles, de lenguas mordaces, del furor de las pestes
contagiosas, de muertes violentas y de pecado mortal, no olvidando, santa mía,
el favor que os pido en esta Novena, si ha de ser para mayor gloria de Dios y
bien de mi alma. Amén.
LAUS DEO
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