lunes, 8 de noviembre de 2021

PIADOSA NOVENA A SAN CIRO, MÉDICO, ANACORETA Y MÁRTIR


NOVENA DEL ESCLARECIDO MÁRTIR, CARITATIVO MÉDICO, Y EXTÁTICO ANACORETA SAN CIRO.

 

Cuya fiesta celebra el Martirologio Romano el día 31 de enero, y así se comienza esta novena el día 22 de dicho mes.

 

COMPUESTA

Por el Br. D. José Pedro Cámara y Urritiaga, quien la consagra al apóstol napolitano, honor de la compañía de Jesús Padre Francisco de Gerónimo.

 

MÉRIDA DE YUCATAN.

IMPRENTA DE ESPINOSA.

Año de 1888

 

El Sr. Administrador Apostólico de la Diócesis doctor D. Leandro Rodríguez de la Gala, ha tenido a bien conceder su licencia superior para que se reimprima la antecedente novena, dedicada al esclarecido mártir San Ciro.

Mérida, marzo 10 de 1866. -—Lic. Pedro M. Guerra, secretario.

 

 

ACTO DE CONTRICION

Dulcísimo Jesús del alma mía, víctima de amor sacrificada al Padre para aplacar su justicia, confiado en tu infinita piedad y misericordia, parezco ante el suavísimo tribunal de tu clemencia para detestar mi ingratitud y borrar con las aguas amargas de mi llanto, los torpes excesos de mi vida. ¡Oh pacientísimo Jesús mío, y quien hubiera muerto antes que ofenderte!  cuánto mejor fuera, o abismo de bondad el no haber nacido para no pecar! Muera yo mil veces, Dios mío, antes que ofenderte. ¡Oh, sí rasgado de pena mi corazón muriera ahora a manos de mi arrepentimiento!  fuera mi muerte, Jesús mío, indicio de mi dolor, más fuera pequeña muestra de cuanto me desagrada la culpa. Ya no más pecar, Dios mío, ya no más ofenderte, amabilísimo dueño de mi vida. A ti, Dios mío, dedico mi corazón, consagro mis afectos, de tu bondad espero la   gracia, de tu misericordia la perseverancia en tu servicio hasta el fin de mi vida.  Amén.

 

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DIAS

Todopoderoso y sempiterno Dios, cuya benéfica providencia solícita siempre del bien universal de las almas adornó al ínclito   mártir San Ciro de la pericia de curar los cuerpos, para que ejercitando su beneficencia en dar la salud temporal, encaminase las almas a la vida eterna: suplicoos, padre amorosísimo, por los méritos de este glorioso anacoreta, caritativo médico y esclarecido mártir, atendáis mis ruegos, que presento  ante el tribunal de vuestra clemencia, patrocinados de su poderosa intercesión : concededme Dios mío, la total enmienda de mi vida con el ejercicio de una finísima caridad para con vos y el prójimo, y una entera resignación en vuestra voluntad santísima, de tal manera, que no tenga otro querer que el vuestro, ni otro amor que el de vuestra infinita amabilidad y bondad, para que así perfectamente os Sirva en esta vida y des  pues os goce en la otra. Amén.

 

 

ORACIÓN A SAN CIRO PARA TODOS LOS DÍAS

 Milagroso médico, prodigioso anacoreta y gloriosísimo mártir San Ciro, pues timbres tan gloriosos dan eficacia a tu protección y patrocinio, que ninguno ha ocurrido con confianza a tu amparo, sin que experimente el feliz logro de sus peticiones: alcánzame, santo mío, pues con confianza ocurro á tas aras, una ardiente y fina caridad para con Dios, y una fervorosa devoción á ti mismo, para que imitando tus excelentes virtudes, merezca por tu intercesión y am. paro conseguir la perfección, que me eleve a las moradas eternas de la gloria, para dar en tu compañía repetidas gracias a la Augustísima Trinidad por los dones con que liberalmente enriqueció tu celestial espíritu. Amén.

 

 

PRIMER DIA

ORACION

Fuertísimo mártir de «Jesucristo, prodigioso San Ciro, pues fuiste columna de la fé sostenida con tanta constancia, que no pudieron las inhumanas invenciones de la tiranía apartar tu firmeza de los divinos dogmas: alcánzame, santo mío, una constancia semejante a la tuya, para que libre de toda duda asienta incontrastablemente a todo lo que cree y manda creer la santa madre iglesia, hasta dar, si fuere necesario, la vida en defensa de las verdades que nos enseña. ¡Oh si tuviera yo felicidad tan singular, que rubricada con mi sangre la certeza de la católica doctrina! Fuera, santo mío, singular beneficio del Altísimo, y esclarecido fruto de tu soberana intercesión, que me obligara a rendir todas gracias por toda la eternidad.

 Aquí se rezan tres Padre nuestros y Ave María con Gloria Patri etc., en honra de los tres atributos de San Ciro, luego el ofrecimiento y la petición:

 

 

OFRECIMIENTO

Prodigiosísimo Taumaturgo San Ciro, por cuyo medio ha querido resplandecer en innumerables prodigios la beneficencia Divina, haciéndote asilo de necesitados y consuelo de afligidos, confiado en tu benignidad, o santo mío, ante tus aras, necesitado de todo bien, y afligido con toda especie de males: en ti espero, sabio médico, hallar remedio a las dolencias de mi alma, indigno soy de experimentar tus beneficios; mas mi misma indignidad da motivo para que se acredite de grande tu clemencia. Acógeme bajo tu amparo, en cuya eficacia espero libertarme de todos los males, conseguir los bienes de la gracia y el feliz despacho de lo que en esta novena te pido, si es para gloria de Dios, honra tuya y bien de mi alma. Amen. 

 (se pide la gracia)

 

 

PETICION

Presenta, santo mío, esta mi petición ante el tribunal de la clemencia Divina, donde, patrocinando tú mis súplicas no dudo tengan feliz despacho en el augusto solio de la beatísima Trinidad. Ampara, pues, mi causa admirable Cuzo, y pues conoces mis aflicciones, dame el, consuelo que necesito, si es para bien de mi alma, y si no alcánzame una invicta paciencia para tolerar mis trabajos con una total resignación en la divina voluntad, y endereza mis súplicas a aquello que me sea más útil. Extiéndase tu protección a las almas del purgatorio, a los que están en pecado mortal, y a los necesitados de la santa iglesia, a cuyo gremio te pido humildemente, santo mío, traigas por medio de tu intercesión a los infieles, para que, todos por tu medio merezcamos ver a Dios eternamente. Amén.

 

 

ORACION PARA TODOS LOS DIAS

Celosísimo predicador, sagrado anacoreta, médico y mártir San Ciro, pues el celo de la honra de mi Dios te sacaba de las suavidades del retiro para hacer fervorosas exhortaciones que honrasen los hombres y amasen la Majestad de Dios: haz, santo mío que yo no me aparte un punto de la voluntad de Dios, observando sus santísimos mandamientos. Alcánzame del Señor auxilios eficaces, para que en este día y en todos los de mi vida aborrezca la culpa y ame la gracia, para que así muera en su amistad. Amén.

 Se rezarán tres Padre nuestros, y tres Ave Marías en reverencia de los tres atributos que Dios nuestro Señor concedió a San Ciro, de médico, anacoreta y mártir. 

 

 

 

SEGUNDO DIA

ORACIÓN

Fuertísimo y esclarecido mártir San CIRO, columna firme de la católica fé, que fundamentando en la esperanza despreciaste las falsas promesas de los tiranos, y te abrazaste con la cruz de los tormentos, bien seguro de que lo momentáneo de las tribulaciones pro. duce por fruto la grandeza toda de la gloria por esta tu heróica fortaleza, y esperanza firme te suplico, santo mío, me alcances una invariable perseverancia en el bien obrar, con que segura mi esperanza llegue por último a conseguir el cumplimiento de las divinas promesas. Amén.

 

 

TERCERO DIA

ORACIÓN

Divino médico San Ciro, pues el seráfico fuego que abrazaba tu corazón, te impelió a curar los cuerpos para atraer las almas a amar sobre todas las cosas a su Criador: alcánzame por tu eximia caridad del Altísimo el que inflame mi corazón con los divinos incendios, para que a la luz de tan soberanas llamas conozca yo, y vean mis prójimos la  deformidad del pecado, para que limpios con el llanto de toda mancha de culpa, y purificados nuestros corazones de las escorias de los vicios, queden poseídos y habitados únicamente por su Criador. Amén.

 

 

CUARTO DIA

ORACIÓN

 Ínclito anacoreta San Ciro, que por conservar inmaculados los tersos candores de la virginal pureza, te retiraste a los desiertos para florecer cándida azucena: por esta angelical prerrogativa te pido, santo mío, me alcances el don de la castidad, para que, imitando tu pureza en esta vida, pase a ser semejante a los ángeles en el cielo. Amén.

 

 

QUINTO DIA

ORACIÓN

Soberano mártir, esclarecido ejemplar de paciencia San Ciro, que puesta toda tu mira en el cielo tuviste un maravilloso sufrimiento a tantas penas como te atormentaron: alcánzame, santo mío, una heróica conformidad con la voluntad de Dios en mis trabajos, para que venerando obsequioso la divina mano que me atribula, merezca por premio de mi paciencia ser colocado en el juicio final a la diestra del juez supremo. Amén.

 

 

SEXTO DIA

ORACIÓN

Divino médico San Ciro, pues el ardiente amor de los prójimos, abrazando fénix tu corazón, te hizo ejercitar la medicina por darles en la salud el más apreciable bien entre los temporales: por esta tu eximia caridad te pido, santo mío, me libres del monstruo horrendo de la envidia, para que unido por caridad con mis prójimos, me alegre con el dichoso, y llore con el atribulado, mirando sus bienes y sus males como míos. ¡Oh y qué grande triunfo será este de tu beneficencia!  pues él hará, que, dando perfecto cumplimiento a los divinos preceptos, merezca el galardón de la gloria. Amén.

 

 

SETIMO DIA

ORACIÓN

Extático anacoreta San Ciro, que retirado del comercio de los hombres solo anhelabas ansioso el suave retiro de la oración, para tratar con Dios, y conversar con los ángeles: por esta singular excelencia te suplico, protector amorosísimo de mi alma, me alcances del Señor un total olvido de las vanidades del mundo, y un perfecto conocimiento de mi nada, y de su grandeza, para que humillado y abatido ante su Divina Majestad consiga el premio a los humildes. Amén.

 

 

OCTAVO DIA

ORACIÓN

Invicto y esforzado mártir de Jesucristo San Ciro, que constante y firme entre las olas de las tribulaciones con ánimo valeroso confesaste la católica fé: por esta tu heróica constancia te suplico, santo mío, me alcances una constante permanencia en el camino de la virtud para que por tu intercesión consiga la perseverancia final en la gracia. Amén.

 

 

NOVENO DIA

ORACIÓN

Augusto mártir, médico, y anacoreta San Ciro, pues tu beneficencia para con los hombres ha querido resplandecer como clara antorcha en el aceite milagroso de tu lámpara; concédeme, santo mío, una perpetua vigilancia en las virtudes para que, teniendo la antorcha de la fé en la mano mantenida del óleo de la caridad, encuentre mi alma desatada de las cadenas del cuerpo, franco paso para celebrar los desposorios en la gloria. Amen.

 

 

LAUS DEO.

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