NOVENA AL CORAZÓN DE JESÚS EN EL HUERTO DE LOS OLIVOS
Esta novena es para honrar al Sagrado Corazón el primer viernes de cada mes.
Con licencia eclesiástica
Guatemala
Tipografía Sánchez y de Guiar
1922
LICENCIA
El Ilmo. y Rev. Sr. Obispo diocesano, concede licencia para que pueda reimprimirse esta novena, y concede 50 días de indulgencias, por el rezo devoto de ella en cada día.
San Salvador, 14 de diciembre, 1912
Roque Orellana.
ACTO DE CONTRICIÓN
¡Oh Corazón de mi dulce Jesús! Postrado me tienes en tu divina presencia, lleno de confusión por mis muchos pecados. Señor, cuando yo ingrato quería alejarme de ti, Tú, como bondadoso Pastor, me buscabas por los montes espinosos de mis culpas, subiste al doloroso árbol de la Cruz, y extendiendo tus cansados brazos e inclinando tu cabeza, me señalarse tu Costado abierto para que entrara en esa puerta de salvación, y asegurará la esperanza de la vida eterna. Amén.
DÍA PRIMERO
CONSIDERACIÓN
Considera la amargura del Corazón de Jesús, al salir del Cenáculo en aquella tristísima noche, llevando en su compañía a sus discípulos, y en su triste y afligido Corazón, el dolor de ver el empeño de Judas en venderle.
¡Oh Corazón amargadísimo de mi Dios! Y como sentirías la traición mía y mirabas mis muchos pecados, por los cuales había de negarte con nefanda ingratitud. Yo te suplico, Corazón Afligido de Jesús, me perdones, para así tener el consuelo de verte en el cielo.
-Aquí se hace la petición, y luego se rezan tres Padres nuestros, y después las siguientes oraciones.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
¡Oh Corazón angustiado de mi adorable Redentor! Por aquella sangre que corrió gota a gota por tu cuerpo virginal, vengo a pedirte la conversión de los pecadores, la moralidad del mundo católico, una mirada de compasiva misericordia para el clero, que todos sean corderos de un mismo rebaño, gobernados por un solo Pastor, para que así den gloria a Dios y consuelo a la Santa Iglesia, para este ingrato el perdón de sus pecados.
ORACIÓN A LA VIRGEN DE LOS DOLORES PARA TODOS LOS DÍAS
Afligidísima Madre mía, por el dolor que traspasó tu Purísimo Corazón, cuando estabas al pie de la ensangrentada Cruz, viendo brotar del despedazar cuerpo de tu Santísimo Hijo las últimas gotas de su Purísima Sangre, vengo a pedirte extiendas tus compasivas miradas a los pecadores. No olvides Señora, que valen tanto cuanto vale la muerte de todo un Dios, y juntando el mérito de tus penas, tengo derecho a pedirte tres cosas: la primera, que le des a la Iglesia sacerdotes de sanas costumbres, la segunda, que los padres y madres den buen ejemplo a sus hijos, y la tercera, una mirada de misericordia a las almas del Purgatorio. Amén.
-Se reza una salve a la Virgen de los Dolores, pidiéndole una contricción perfecta para la hora de Nuestra muerte.
DÍA SEGUNDO
CONSIDERACIÓN
Considera la amargura y tristeza del Corazón amorosísimo de Jesús al separarse de sus discípulos, y decirles por última vez aquellas sentidas palabras: "Velas y orad conmigo para que no entréis en tentación" y diciendo esto se separó de ellos para entregarse a la oración. ¡Oh Dulcísimo Salvador mío! Que en esta ocasion me diste una lección: que para encontrarte a Ti, debemos estar lejos del mundo y de las pasiones. ¡Oh Dios mío! ¿Y como haré yo, miserable criatura, para separarme de mis vicios y pasiones? Sólo tu Señor, que en ese huerto sufres tanto por mi amor, puedes perdonarme tantos pecados, para que pueda tomarte algún día. Amén.
DÍA TERCERO
CONSIDERACIÓN
Considera a Nuestro Divino Salvador, que puesto de rodillas y con las manos juntas sobre el pecho, dice: "Padre, si es posible, que pase de mi este Cáliz" pero Jesús mío, tienes que pagar mis muchos pecados y que sólo mis delitos son más que suficientes para afligir tu tierno Corazón. No rehuses pues, Señor, la amargura de tu Pasión, antes bien, ten en cuenta a las almas puras e inocentes que te han de amar con ternura, y por el amor de ellas te pido me perdones. Amén.
DÍA CUARTO
CONSIDERACIÓN
Considera al Divino Redentor en el huerto de los Olivos, comenzando de nuevo su oración, y es tanto lo que sufre su afligido Corazón al verse responsable de tanta inocuidad. Sí, amorosísimo Jesús, eres tú la víctima donde se descarga la divina Justicia, tienes que pagar con tu cuerpo virginal el castigo que merece el pecado inmundo, que según San Pablo, no debe nombrarse entre los cristianos, y por desgracia, Dios mío, es una de las pasiones que más alimenta la juventud. ¡Ojalá sólo en esa parte de la sociedad estuviera! El mundo entero está cubierto de esa asquerosa lepra. Po4 tu sangre preciosa, líbranos de semejante vicio. Amén.
DÍA QUINTO
CONSIDERACIÓN
Considera la humanidad de nuestro Señor Jesucristo entregada a una mortal agonía. Su rostro pegado a la tierra, brotando por todo su cuerpo su sangre preciosa, esa sangre Señor, que llegará a ser tormento para el impío irreverente en el templo, y consuelo para las almas puras e inocentes, y de las que en las borrascas de las pasiones no han podido salvarse, y confiando en tu Misericordia, han vuelto a ti confusas y arrepentidas a implicar el perdón de sus culpas. No nos desprecies Señor, por tu Sagrada Pasión. Amén.
DÍA SEXTO
CONSIDERACIÓN
Considera al Redentor Divino levantarse de la oración, su rostro bañado en Sangre, para buscar algún consuelo y ¡Oh Dolor! El cielo y la tierra se lo niegan, y entonces alza sus ojos buscando misericordia en su Padre, y le encuentra enojado, los vuelve a la tierra y encuentra a sus queridos discípulos dormidos. ¿Que hay entonces Jesús mío? La naturaleza te niega el consuelo, la luna apenas esparce sus tristes rayos sobre sus olivos, y es tanta la amargura de tu Corazón, qur un profundo gemido es el único desahogo de tanta tribulación. ¡Oh Corazón Dulcísimo de Jesús! ¡Quién me diera como poderte consolar! Pero ¿qué consuelo esperar de esta ingrata criatura, que sólo ella tiene gran parte de tus penas? Perdona pues, Señor, a este tu ingrato que te ofendió, para poder esperar gozarte en el cielo. Amén.
DÍA SÉPTIMO
CONSIDERACIÓN
Considera alma mía al Maestro Divino, salir al encuentro de los que venían a prenderlo, y adelantándose al traidor Judas, cariñosamente lo besa. ¿No sientes en tus inmundos labios la sangre que, gota a gota, ha brotado de ese Divino Rostro? Señor, Señor, esa sangre que en tu mortal agonía has derramado, Dios mío, ha de ser la que lave mis muchos pecados, no olvides pues, Señor, que tenga derecho a tus amarguras. ¡Oh Corazón Afligido de Jesús, tus dolores son la esperanza del ingrato pecado! Amén.
DÍA OCTAVO
CONSIDERACIÓN
Considera alma mía, que viéndose el Divino Jesús en presencia de sus enemigos, les pregunta: ¿A quién buscan? Y responden: ¡A Jesús Nazareno! Y al decirles: ¡Yo soy! Caen en tierra, y lleno de bondad les permite levantarse. ¡Oh Divino Jesús, amoroso Padre! Alárganos tu mano misericordioso para levantarnos de la culpa. ¡Tu, Dios mío, sabes hasta donde llega la deslocalización del mundo! Sólo tu poder puede levantarbos de Nuestra iniquidad, salvanos por tu Sangre Preciosa. Amén.
DÍA NOVENO
CONSIDERACIÓN
Considera alma mía, el sufrimiento del Corazón Afligido de Jesús, al salir del huerto en aquella triste y silenciosa noche, oyendo el rumor de las ramas de olivo, que suavemente las mece el viento. El, con serena y triste mirada, buscaba a sus discípulos, y estos habían huido. Sólo, abandonado estas, Dios mío, entre tus enemigos. ¡Oh Corazón Agonizante de Jesús! ¡Víctima Divina que va a ser sacrificada en la Cruz! Que consuelo fuera para ti saber que tu afrentosa muerte sirvió para salvarnos a todos, pero esto es lo que más atormenta a tu Corazón, saber el desprecio que han de hacer los pecadores de tus tormentos. ¡Oh Dios de mi corazón, yo tambien tengo parte en esta desgracia! Perdóname Señor, olvida mis infidelidades, para poder gozar algún día. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario