viernes, 15 de diciembre de 2023

NOVENA AL SANTO NIÑO DE ATOCHA


 

NOVENA CONSAGRADA AL MILAGROSÍSIMO SANTO NIÑO DE NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA.

 

COMPUESTO EN 1841 POR EL MEJICANO DON CALIXTO AGUIRRE Y REFORMADA EN 1938 POR UN DEVOTO DE NACIONALIDAD COLOMBIANA. CON LAS DEBIDAS LICENCIAS, 1949, BUCARAMANGA, COLOMBIA, AGOSTO 7 DE 1948, CON LICENCIA ECLESIÁSTICA.

LO CERTIFICO, (FDO.) JESÚS JAIMES A., PBRO. VICARIO DE BUCARAMANGA.

 

ACTO DE CONTRICION PARA TODOS LOS DIAS.

Bondadosísimo Santo Niño de Atocha gloriosa advocación revelada por Dios perla candidísima de valor infinito, adorado Niño de mi corazón, inagotable raudal de portentos, venturoso manantial de consuelos y padre de piedad y de misericordia. A tus pies humildemente me postro yo, un vil pecador, para manifestarle mi arrepentimiento e implorar tu perdón. Invoco como intercesora a tu Santísima Madre, y llego a tí, insondable piélago de bondad, confiado en que te comparecerás de mí y darás pronto remedio a mis tribulaciones y quebrantos. Avergonzado de mis pecados. Te digo que me pesa de haberte ofendido, y para desagraviarte pido me concedas la contrición que diste a Dimas, las lágrimas de Pedro, la resistencia de Alcántara y las dulces expresiones de Agustín. No cortes aún el hilo de mi vida. Concédeme tiempo para hacer penitencia y llorar mis faltas, como lo otorgaste a María Magdalena. Sí, Señor mío, Dios hecho hombre para redención del humano linaje; lo implora por todos los resplandores de tu soberana Madre, por su pureza intacta, por tu amor a la humanidad y por tu anhelo de que las almas de los justos participen de tu gloria. No permitas que yo pueda ser contado en el número de los ingratos desventurados. Dame fervor para amarte y fidelidad para servirte. Y en la hora de mi muerte, dignate hacerte presente a mi vista y disponer que las gloriosas legiones de los ángeles reciban mi alma para que en tu divina compañía goce perpetuamente de las delicias celestiales, Así sea.       

 

ORACION A SANTA MARIA DE ATOCHA.

Para todos los días después del Acto de contrición.

Inmaculada Madre de Dios, María Santísima de Atocha portentoso Sagrario del Espíritu Santo. Puerta del Reino de los Cielos, Aurora de la Divina Luz; Inclina hacia mí tus piadosos ojos y compadécete de la ruina de mi alma, tan enceguecida por las pasiones; interceded con tu Santísimo Hijo para que la renueve y la restituya a su gracia; para que la ilumine suficientemente y así reconozca lo errado que he andado al desviarme del rebaño Divino Pastor; para que no permita vuelvas a caer en las redes del demonio, y para que me conceda también lo demás que le pido en este día. Sí, amorosísima Madre; seguro estoy de que jamás ha habido quien, habiendo implorado tu protección, haya salido desamparado. Con tal certeza recurro a tí para recabar tu auxilio. Por tií alcanzaré del Divino Salvador, amparo en mis tribulaciones y remedio para todas mis necesidades, tanto espirituales como corporales, siendo ello para mayor honra y gloria de ti amadísimo Hijo. Así lo espero de Tí y del Santo Niño de Atocha como también espero los dones necesarios para finalizar bien esta vida y ser feliz en la otra. Así sea.

(Se rezan tres Padrenuestros con Avemaría y Gloria. Luego lo correspondiente a cada día.)

 

PRIMER DIA

EJEMPLO

Entre los años de 1823 y 1831 Maximiliana Esparza sufrió frecuentes persecuciones de la justicia primero estuvo en la Villa de la Encarnación; desterrada de allí, salió para el Real Catorce, en donde fue apresada también; luego en la Villa del Saltillo y finalmente en la ciudad de Durango. Sin tener quien abogara por ella y desamparada de verse libre, invocó fervientemente al Santo Niño que se venera en Plateros. Como por encanto un gallardo joven, casi niño le visitó en la prisión, le llevó una torta de pan a nombre de su madre y le significó que en la tarde de ese día hablaría con el juez y haría cesar su causa lo cual fue motivo de admiración para la directora y las demás presas. En efecto ese mismo día salió la nombrada Esparza en libertad con la condición de ir a cargo de joven quien le dijo llamarse Manuel y le manifestó que, sin perderlo de vista, debía seguirlo hasta Fresnillo, a casa de su Madre María; así lo prometió la Esparza y en pos de él tomó el camino que conduce a dicha población, pero, cuando llegaba a una pequeña laguna cerró la noche, y el Niño fue invisible a sus ojos; sin embargo, ella prosiguió su camino y al despuntar el sol del día siguiente llegó a Fresnillo, en donde preguntó de casa en casa por la señora y el joven, sin obtener noticia. Ante la persistencia de la búsqueda la condujeron al señor cura, quien adivinando lo que aconteció la llevó a visitar al Santuario donde se hallan las sagradas imágenes. Al ver Maximiliana el Rostro del Niño lo reconoció inmediatamente y, postrada en tierra y anegada en lágrimas, le tributó su gratitud ante innumerables gentes contaminadas por aquella intensa emoción. Quedó así comprobado que el abogado y libertador de Maximiliana Esparza fue el Santo Niño Manuel (1) de Atocha y la caritativa Madre, Santa María de Atocha. La favorecida dejó constancia escrita del milagro.    

 

ORACION

Graciosísimo Niño de Atocha, Arca Sagrada del Santuario Supremo. Yo te saludo y alabo como mi Salvador y te ofrezco este primer día de la novena en memoria del instante en que el Espíritu Santo dispuso tomara posesión de las entrañas virginales de María Santísima, y del que Ella fue avisada por el arcángel San Gabriel con la divina salutación: Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres. De tí, Santo Niño de Atocha, que eres consuelo de los afligidos, libertador de los presos y amparo de los necesitados, espero me concedas lo que rendidamente te pido en esta Novena; y en favor de mi súplica interpongo también los méritos de los ángeles custodios, de aquellos seres que por disposición tuya tienen el encargo de ser guardianes de los hombres. Espero, finalmente, alcanzar una buena muerte y gozar de las delicias del Reino de los Cielos. Así sea.

(Aquí se hace la petición, según la necesidad particular de cada cual.) 

 

 

SEGUNDO DIA

EJEMPLO

Al anochecer del 8 de Mayo de 1834 en momentos en que don José María Delgado, cajero de la tienda de Los Palomos, de la ciudad de Fresnillo, se encontraba solo en el establecimiento, entraron dos ebrios armados de sables con la estratagema de hacer alguna compra, pero en realidad con la intención de quitarle la vida; luego de ultrajarlo ambos con palabras soeces, uno de ellos atravesó de sorpresa con el sable, y emprendieron la fuga, dejando a Delgado en proximismo de muerte, al recobrar éste un momento de lucidez, invocó con toda la fe de un creyente al Santo Niño de Atocha, quien obró el prodigio de proporcionarle visible mejoria en las primeras cuarenta y ocho horas y en pocos días le restableció la salud. Una vez que estuvo completamente sano, Delgado, para constancia del milagro llevo al Santuario de Plateros un retablo donde aparece él tributando sus agradecimientos al Soberano Niño y a su inmaculada Madre.

 

ORACION

Adorable Santo Niño de Atocha, hermoso iris de clemencia; lleno de confianza me acerco bajo tu divina advocación y te ofrezco este segundo día de la novena en recuerdo de la penosísima jornada que oculto en el arca virginal, hiciste en compañía de tus padres hasta la ciudad de belén, donde le negaron al Varón Justo la posada que afanosamente buscaba para su sacratísima esposa y le despidieron con palabras despreciativas. Por tan amargas torturas, por los trabajos que en aquella jornada padecieron tus padres; ásperos caminos, penetrantes fríos, copiosas lluvias, escasez de recursos, inclementes fatigas; por el desconsuelo con que se alojaron aquella noche en el rincón de un portal llorando la dureza de los corazones; por todos estos tormentos, privaciones y angustias que sufrieron ambos esposos en su peregrinación, concededme, Divino Niño, lo que hoy te suplico para obtener lo cual interpongo también los grandes méritos de los patriarcas y la virtud de los profetas. Con seguridad espero, pues, alcanzar los favores que ahora necesito. Otorgame además tus divinas gracias para que merezca verte y alabarte en la vida eterna. Amén. 

 

 

TERCER DIA

EJEMPLO

El 1ro. de Marzo de 1836, cuando Mariano García se encontraba trabajando en el Tiro de Barrenito, puerta de la mina de Barreno que queda ubicada en el cerro de Proaño, de la ciudad de Fresnillo una boca del malacate número dos le subió colgando del vestido hasta la segunda ventanilla del dicho Tiro. Al verse García en tan grave situación invocó al Santo Niño de Atocha, y en un instante, prodigiosamente se encontró en la boca del malacate número cuatro, que se hallaba bajando, de la cual le sacaron sus compañeros que se encontraban en el  plan y acudieron con presteza. Todos quedaron maravillados con el suceso. Asi se salvó Garcia en aquella ocasión de una muerte segura. Para expresar su gratitud, dejó en el Santuario de Plateros constancia del milagro.

 

ORACION

Glorioso Niño de Atocha, astro divino de excelsa majestad. Te saludo y adoro en este tercer dia de la novena y te suplico me dispenses tu clemencia en memoria del inefable gozo que sintió tu Santisima Madre cuando te recibió en sus brazos y cuando los coros angélicos entonaron jubilosamente, por todos los ámbitos las dulces armonías del Gloria in excesis Deo, en señal de alabanza al Todopoderoso por tu venida al mundo para bien del humano linaje. Otorgame lo que hoy te solicito, también por los méritos de aquellos divinos coros, y haz que yo escuche en la hora de mi muerte  aquellas consoladoras palabras: "Venid Benditos de mi Padre a poseer el Reino que os ha sido preparado". Así sea.

 

 

CUARTO DIA

EJEMPLO

El 2 de Julio de 1836 se hallaba el minero Jorge García registrando, en compañía de un platero las labores de la mina del Barreno, cuando se derrumbó el cañon de la parte por donde transitaban, quedando ambos casi sepultados por el derrumbe y el primero debajo de una inmensa piedra. En semejante trance invocaron al Santo Niño de Atocha, quien los libró de la muerte, pues acudieron velozmente algunos barreteros y los sacaron de allí sin que hubieran sufrido más que leves contusiones. De tal milagro dejaron constancia en el Santuario del Divino Niño a quien tributaron así público reconocimiento.

 

ORACION

Portentosísimo Niño de Atocha: En esta refulgente advocación te adoro con fervor, mi Dios, y te ruego apartes todo enojo contra mí y evites mis castigo. Acepta este día de la novena en recuerdo de aquella presurosa visita que los bienaventurados pastores te hicieron jubilosos al recibir el celestial anuncio de tu llegada al mundo como el Mesías prometido para salvar a la humanidad, y en recuerdo también del prodigioso viaje que, desde distintos sitios y guiados por una misma estrella milagrosa hicieron los tres famosos Reyes del Oriente: Melchor, Gaspar y Baltazar, para tributarle su adoración y ofrecerte presentes de oro, incienso y mirra, conmovidos de gratitud hacia el Todopoderoso por la luz que guió sus mentes al reconocer tu estrella y por haberse cumplido así la predicción de los profetas. Por los méritos de aquellas venturosas visitas, concédeme lo que en esta vida y permite que al fin de ella encuentre el reposo de los justos para ensalzarte por los siglos de los siglos. Así sea. 

 

 

QUINTO DIA

EJEMPLO

EL 4 de Noviembre de 1837 hallándose María Eleuteria Gutiérrez en la puerta de su casa, la sorprendió la llegada de un infame criminal, quien dandole puñaladas, la hirió gravemente en el pecho y en la cara. Su compañera, María Catalina Rivera invocó en aquellos aflictivos instantes al Santo Niño de Atocha. El agresor huyó inmediatamente, sin ultimar sus perversos designios, salvando ambas la vida de tan terrible trance. Como demostración de gratitud por este prodigio las nombradas Gutiérrez y Rivera llevaron una constancia al Santuario de Plateros.

 

ORACION

Amorosísimo Niño de Atocha: bajo esta advocación privilegiada, omnipotente Dios, dueño único de mi alma, te rindo fervorosa adoración y te suplico me libres del vicio de la ociosidad y me otorgues suficiente gracia espiritual para ejecutar el bien en todas las etapas de mi existencia. Te ofrezco reverentemente este quinto día de la novena en recuerdo del cumplimiento del sagrado rito, de tu presentación en el templo, cuando el anciano Simeón acogiéndote en sus brazos, exclamó dominado por la emoción, al ver cumplido lo que le había sido revelado: Ahora, Señor, deja a tu siervo morir en paz porque mis ojos han visto al enviado por tí para iluminar a las gentes y traer al mundo la salvación. Por ello espero que sea concedida la dicha de alcanzar el feliz despacho de mi súplica. Con tal interpongo también los méritos de las penosísimas jornadas de la huida a Egipto, siguiendo las instrucciones de lo revelado al patriarca José en misterioso sueño, para evitar cayeras en degollación de los inocentes que el perverso rey Herodes ordenó en todas la poblaciones de Judá. Dispénsame, finalmente, tu misericordioso perdón así como también la gracia de acompañarte en las augustas mansiones de la eterna gloria. Así sea.

 

 

SEXTO DIA

EJEMPLO

En el año de 1838, se hallaba don Albino Ibarra gravemente enfermo a causa de una úlcera interna que padecía desde hacia mucho tiempo. No encontrando en lo material remedio seguro para sus dolencias, pues los facultativos como último intento aconsejaban una operación quirúrgica, sin garantizar el éxito en el mes de Noviembre acudió al Santo Niño de Atocha para implorarle le restableciera la salud. este médico infalible le demostró pronto su misericordia, pues a los pocos días se halló bueno y sano. En reconocimiento de ello Ibarra escribió el milagro y lo llevó al Santuario de Plateros, junto con su retablo en que aparece expresando su gratitud por tal prodigio.   

 

ORACION

Soberano Niño de Atocha: Yo te saludo. y te venero y te ofrezco este día de la novena en recuerdo de las tribulaciones que sufrieron tus padres cuando, habiendo viajado con motivo de la pascua a Jerusalén, te perdiste por tres días, a la edad de 12 años, y al encontrarte en el templo disputando con los doctores de la ley, contestaste a tu asombrada Madre: No sabes que yo tengo que ocuparme en las cosas que atañen a mi Padre Celestial? Por este recuerdo te imploro me sea concedido el favor que pido en esta hora, para lo cual interpongo también los méritos de tu viaje al desierto con el fin de cumplir el mandato divino de recibir el bautismo de manos de tu iluminado Precursor realizado lo cual descendió de lo alto una voz misteriosa que decía: "Este es mi hijo muy amado, en quien tengo puestas todas mis complacencias". Espero asimismo me conserves en tu gracia y me lleves a gozar en el Paraíso Celestial, eternamente. Así sea.

 

 

SEPTIMO DIA

EJEMPLO

En Mayo de 1839, José María Díaz se vió precisado a dar muerte a otro en defensa de su propia vida. Habiéndole seguido causa criminal por este hecho fue sentenciado a diez años de presidio, sin que le admitiera apelación. Cuando se le hizo saber esto, invocó angustiosamente al Santo Niño de Atocha. Al volver a la prisión para el cumplimiento de la sentencia, renovó su invocación, con entera confianza de que el Santo Niño habría de ser tu defensor, su fiscal y su juez y de que conseguiría salir antes de aquella prisión. Y así ocurrió en realidad pues cuando apenas llevaba de estar allí tres años y tres meses, fue puesto en libertad. En agradecimiento llevó al Santuario de Plateros constancia del milagro.

 

ORACION

Bellísimo Santo Niño de Atocha: Reverente me postro ante Tí para suplicarte me concedas conjuntamente con lo que imploro en esta novena, enmienda de mi vida y cumplimiento fiel de los deberes de mi estado. Con estos propósitos, acepta éste séptimo día de la novena en recuerdo de la iniciación de tus milagros en Caná de Galilea, cuando, para calmar la compasión materna, convertiste en vino el agua de los cántaros, manifestando así tu divino poder y la eficacia de la intercesión de tu Santísima Madre. Por la admiración que entonces causaste a todas las gentes te pido, Divino  Niño, atiendas mis súplicas y des remedio a mis necesidades para lo cual interpongo también el recuerdo de los prodigios que obraste cuando a tu paso por los caminos de tu peregrinación curabas a los leprosos, sordos, mudos y ciegos, restablecías a los paralíticos, resucitabas a la hija de Jairo, al hijo de la viuda de Naín y a Lázaro, el hermano de Marta y de María, y dabas de comer con cinco panes y dos peces a las cinco mil y más personas que te siguieron al desierto, inflamadas por tu palabra divina. Finalmente te pido cures la ceguera de mi alma para que puedas viajar a las moradas celestiales y vivir allí perpetuamente. Así sea.

 

 

OCTAVO DIA

EJEMPLO

En el mes de Mayo de 1840, se encontraba gravemente enferma doña Josefina Godino vecina de la ciudad de Jeréz, sin que hubiera podido encontrar remedio con los medicamentos que le fueron aplicados. Muy atribulada por su enfermedad, invocó en su favor al Santo Niño de Atocha, quién le proporcionó inmediato alivio y en pocos días le restauró la salud. La mencionada señora manifestó su gratitud, en compañía de su esposo don Francisco de Orozco, escribiendo el milagro y llevando al Santuario de Plateros, a donde fueron ambos en peregrinación.

 

ORACION

Sapientísimo Niño de Atocha, amparo de los desvalidos, divino médico de toda enfermedad: Te ofrezco este octavo día de la novena en memoria de aquel hecho portentoso de tu transfiguración, cuando sobre el Monte Tabor en la privilegiada tierra de Palestina y en presencia de tus amados discípulos, Pedro, Juan y Santiago, tu divino semblante adquirió la resplandecencia del sol y tus vestiduras se tornaron blancas como la nieve, y mientras una nube luminosa envolvía el celestial conjunto, dialogaste con Moisés y con Elías. Por tan excelso prodigio te ruego me concedas lo que necesito e imploro en este día, para lo cual interpongo también el recuerdo de tu entrada triunfal en Jerusalén, en medio de las muchedumbres que salieron jubilosas a tu encuentro con palmas en las manos y con esta salutación que salía de todas las bocas: Hossana al Hijo de David. Bendito el que viene en nombre del Señor. Por ello estoy cierto de que no seré desconsolado y lograré también una buena muerte para poder acompañarte en tu Reino triunfal. Así sea. 

 

 

NOVENO DIA

EJEMPLO

Don Calixto Aguirre, ciudadano mejicano y buen creyente, se encontraba gravemente enfermo en la ciudad de guanajuato, en el mes de marzo de 1841. Siendo incurable su enfermedad, conforme al dictamen de los médicos, las aplicaciones que se hacían carecían de éxito y las dolencias aumentaban hora por hora. Aguirre imploró entonces la protección del Santo Niño de Atocha y le prometió que si recuperaba la salud, le compondría una novena y le llevaría hasta su Santuario de Plateros un retablo en que se hiciera patente la realización de aquel prodigio. A la medianoche del mismo día el enfermo entró en profundo sueño, contra lo ocurrido de ordinario, y a la mañana siguiente despertó sintiendo un gran alivio. Pocos días después el restablecimiento de Aguirre era completo y profunda la admiración de los médicos y de cuantos le vieron en el estado en que antes se encontraba. Aguirre cumplió fielmente su promesa, y desde entonces la novena consagrada al milagrosísimo Santo Niño de Atocha ha recorrido todos los caminos, las ciudades, las aldeas y los campos, portadora de fe siempre renovada y fortalecida, de aquella luz que no se extingue en el alma cristiana y que es guía de los que transitan por este valle de lágrimas, salud de los enfermos, consuelo de los afligidos y amparo seguro de los necesitados. 

 

ORACION

Clementísimo Santo Niño de Atocha: Postrado te venero y te ofrendo este último día de tu novena en recuerdo de la última cena con tus discípulos y de la institución de la Sagrada Eucaristía cuando, en medio de la consternación de aquellos por la proximidad de tu despedida, dijiste emocionado: "Tomad y comed este es mi cuerpo el cual se da por vosotros". "Tomad y bebed, esta es mi sangre, que será derramada por vosotros para la remisión de los pecados". Confiado espero, por todo lo que en esta novena he invocado, darás feliz despacho a mis súplicas remediando mis necesidades espirituales y corporales. Interpongo, finalmente, los invaluables méritos de tu pasión y muerte para la salvación de los hombres, y el inescrutable prodigio de tu resurrección gloriosa, cuando al tercer dia  de tu crucifixión en gracia de tu propia virtud saliste del sepulcro y ascendiste radiante al Supremo Trono donde, como Dios Hijo, vives y reinas en unidad perfecta con Dios Padre y con Dios Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Así sea.

 

IMPLORACION FINAL PARA TODOS LOS DIAS

Poderosísimo Santo Niño de Atocha: A quien sino a tí he de acudir en mis necesidades a quién sino a tí Dios hecho hombre para redimir al pecador? A quién sino a tí, que eres el Camino, la Verdad y la Vida? A tí, soberano Redentor, a quien adoran perennemente todos los santos, ángeles, arcángeles y serafines; a quien la humanidad cristiana, agradecida, tributa himnos de amor, y a quien alaban con su elocuente majestad los árboles, las paintas y las flores, las aves y las fuentes, toda la creación. Bien conoces mis necesidades pues nada te está ocultando. Tú Santo Niño de Atocha que estás sentado en la Silla de la Sabiduría y que eres Todopoderoso por favor remédialas. Aplaca, te lo suplico los justos enojos de tu Eterno Padre. Reconozco los beneficios de que me has colmado: concédeme fuerzas espirituales para agradecertelos. Confio, Señor, en que accederás benévolamente a mis peticiones. También te pido concedas descanso a las sufridas almas del Purgatorio, y a todos los justos de la tierra lo que han menester. Así sea. 

(Trancripcion y digitalizacion del texto por el Hno. Felix Becerra O.F.S. año 2023)

 

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