NOVENA
CONSAGRADA AL MILAGROSÍSIMO SANTO NIÑO DE NUESTRA SEÑORA DE ATOCHA.
COMPUESTO
EN 1841 POR EL MEJICANO DON CALIXTO AGUIRRE Y REFORMADA EN 1938 POR UN DEVOTO
DE NACIONALIDAD COLOMBIANA. CON LAS DEBIDAS LICENCIAS, 1949, BUCARAMANGA,
COLOMBIA, AGOSTO 7 DE 1948, CON LICENCIA ECLESIÁSTICA.
LO
CERTIFICO, (FDO.) JESÚS JAIMES A., PBRO. VICARIO DE BUCARAMANGA.
ACTO
DE CONTRICION PARA TODOS LOS DIAS.
Bondadosísimo
Santo Niño de Atocha gloriosa advocación revelada por Dios perla candidísima de
valor infinito, adorado Niño de mi corazón, inagotable raudal de portentos,
venturoso manantial de consuelos y padre de piedad y de misericordia. A tus
pies humildemente me postro yo, un vil pecador, para manifestarle mi
arrepentimiento e implorar tu perdón. Invoco como intercesora a tu Santísima
Madre, y llego a tí, insondable piélago de bondad, confiado en que te
comparecerás de mí y darás pronto remedio a mis tribulaciones y quebrantos.
Avergonzado de mis pecados. Te digo que me pesa de haberte ofendido, y para
desagraviarte pido me concedas la contrición que diste a Dimas, las lágrimas de
Pedro, la resistencia de Alcántara y las dulces expresiones de Agustín. No
cortes aún el hilo de mi vida. Concédeme tiempo para hacer penitencia y llorar
mis faltas, como lo otorgaste a María Magdalena. Sí, Señor mío, Dios hecho
hombre para redención del humano linaje; lo implora por todos los resplandores
de tu soberana Madre, por su pureza intacta, por tu amor a la humanidad y por
tu anhelo de que las almas de los justos participen de tu gloria. No permitas
que yo pueda ser contado en el número de los ingratos desventurados. Dame
fervor para amarte y fidelidad para servirte. Y en la hora de mi muerte,
dignate hacerte presente a mi vista y disponer que las gloriosas legiones de
los ángeles reciban mi alma para que en tu divina compañía goce perpetuamente
de las delicias celestiales, Así sea.
ORACION
A SANTA MARIA DE ATOCHA.
Para
todos los días después del Acto de contrición.
Inmaculada
Madre de Dios, María Santísima de Atocha portentoso Sagrario del Espíritu
Santo. Puerta del Reino de los Cielos, Aurora de la Divina Luz; Inclina hacia
mí tus piadosos ojos y compadécete de la ruina de mi alma, tan enceguecida por
las pasiones; interceded con tu Santísimo Hijo para que la renueve y la
restituya a su gracia; para que la ilumine suficientemente y así reconozca lo
errado que he andado al desviarme del rebaño Divino Pastor; para que no permita
vuelvas a caer en las redes del demonio, y para que me conceda también lo demás
que le pido en este día. Sí, amorosísima Madre; seguro estoy de que jamás ha
habido quien, habiendo implorado tu protección, haya salido desamparado. Con
tal certeza recurro a tí para recabar tu auxilio. Por tií alcanzaré del Divino
Salvador, amparo en mis tribulaciones y remedio para todas mis necesidades,
tanto espirituales como corporales, siendo ello para mayor honra y gloria de ti
amadísimo Hijo. Así lo espero de Tí y del Santo Niño de Atocha como también
espero los dones necesarios para finalizar bien esta vida y ser feliz en la
otra. Así sea.
(Se
rezan tres Padrenuestros con Avemaría y Gloria. Luego lo correspondiente a cada
día.)
PRIMER
DIA
EJEMPLO
Entre
los años de 1823 y 1831 Maximiliana Esparza sufrió frecuentes persecuciones de
la justicia primero estuvo en la Villa de la Encarnación; desterrada de allí,
salió para el Real Catorce, en donde fue apresada también; luego en la Villa
del Saltillo y finalmente en la ciudad de Durango. Sin tener quien abogara por
ella y desamparada de verse libre, invocó fervientemente al Santo Niño que se
venera en Plateros. Como por encanto un gallardo joven, casi niño le visitó en
la prisión, le llevó una torta de pan a nombre de su madre y le significó que
en la tarde de ese día hablaría con el juez y haría cesar su causa lo cual fue
motivo de admiración para la directora y las demás presas. En efecto ese mismo
día salió la nombrada Esparza en libertad con la condición de ir a cargo de
joven quien le dijo llamarse Manuel y le manifestó que, sin perderlo de vista,
debía seguirlo hasta Fresnillo, a casa de su Madre María; así lo prometió la
Esparza y en pos de él tomó el camino que conduce a dicha población, pero,
cuando llegaba a una pequeña laguna cerró la noche, y el Niño fue invisible a
sus ojos; sin embargo, ella prosiguió su camino y al despuntar el sol del día
siguiente llegó a Fresnillo, en donde preguntó de casa en casa por la señora y
el joven, sin obtener noticia. Ante la persistencia de la búsqueda la
condujeron al señor cura, quien adivinando lo que aconteció la llevó a visitar
al Santuario donde se hallan las sagradas imágenes. Al ver Maximiliana el
Rostro del Niño lo reconoció inmediatamente y, postrada en tierra y anegada en
lágrimas, le tributó su gratitud ante innumerables gentes contaminadas por
aquella intensa emoción. Quedó así comprobado que el abogado y libertador de
Maximiliana Esparza fue el Santo Niño Manuel (1) de Atocha y la caritativa
Madre, Santa María de Atocha. La favorecida dejó constancia escrita del
milagro.
ORACION
Graciosísimo
Niño de Atocha, Arca Sagrada del Santuario Supremo. Yo te saludo y alabo como
mi Salvador y te ofrezco este primer día de la novena en memoria del instante
en que el Espíritu Santo dispuso tomara posesión de las entrañas virginales de
María Santísima, y del que Ella fue avisada por el arcángel San Gabriel con la
divina salutación: Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es
contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres. De tí, Santo Niño de Atocha,
que eres consuelo de los afligidos, libertador de los presos y amparo de los
necesitados, espero me concedas lo que rendidamente te pido en esta Novena; y
en favor de mi súplica interpongo también los méritos de los ángeles custodios,
de aquellos seres que por disposición tuya tienen el encargo de ser guardianes
de los hombres. Espero, finalmente, alcanzar una buena muerte y gozar de las
delicias del Reino de los Cielos. Así sea.
(Aquí
se hace la petición, según la necesidad particular de cada cual.)
SEGUNDO
DIA
EJEMPLO
Al
anochecer del 8 de Mayo de 1834 en momentos en que don José María Delgado,
cajero de la tienda de Los Palomos, de la ciudad de Fresnillo, se encontraba
solo en el establecimiento, entraron dos ebrios armados de sables con la
estratagema de hacer alguna compra, pero en realidad con la intención de
quitarle la vida; luego de ultrajarlo ambos con palabras soeces, uno de ellos
atravesó de sorpresa con el sable, y emprendieron la fuga, dejando a Delgado en
proximismo de muerte, al recobrar éste un momento de lucidez, invocó con toda
la fe de un creyente al Santo Niño de Atocha, quien obró el prodigio de
proporcionarle visible mejoria en las primeras cuarenta y ocho horas y en pocos
días le restableció la salud. Una vez que estuvo completamente sano, Delgado,
para constancia del milagro llevo al Santuario de Plateros un retablo donde
aparece él tributando sus agradecimientos al Soberano Niño y a su inmaculada
Madre.
ORACION
Adorable
Santo Niño de Atocha, hermoso iris de clemencia; lleno de confianza me acerco
bajo tu divina advocación y te ofrezco este segundo día de la novena en
recuerdo de la penosísima jornada que oculto en el arca virginal, hiciste en
compañía de tus padres hasta la ciudad de belén, donde le negaron al Varón
Justo la posada que afanosamente buscaba para su sacratísima esposa y le
despidieron con palabras despreciativas. Por tan amargas torturas, por los
trabajos que en aquella jornada padecieron tus padres; ásperos caminos,
penetrantes fríos, copiosas lluvias, escasez de recursos, inclementes fatigas;
por el desconsuelo con que se alojaron aquella noche en el rincón de un portal
llorando la dureza de los corazones; por todos estos tormentos, privaciones y
angustias que sufrieron ambos esposos en su peregrinación, concededme, Divino
Niño, lo que hoy te suplico para obtener lo cual interpongo también los grandes
méritos de los patriarcas y la virtud de los profetas. Con seguridad espero,
pues, alcanzar los favores que ahora necesito. Otorgame además tus divinas
gracias para que merezca verte y alabarte en la vida eterna. Amén.
TERCER
DIA
EJEMPLO
El
1ro. de Marzo de 1836, cuando Mariano García se encontraba trabajando en el
Tiro de Barrenito, puerta de la mina de Barreno que queda ubicada en el cerro
de Proaño, de la ciudad de Fresnillo una boca del malacate número dos le subió
colgando del vestido hasta la segunda ventanilla del dicho Tiro. Al verse
García en tan grave situación invocó al Santo Niño de Atocha, y en un instante,
prodigiosamente se encontró en la boca del malacate número cuatro, que se
hallaba bajando, de la cual le sacaron sus compañeros que se encontraban en
el plan y acudieron con presteza. Todos quedaron maravillados con el
suceso. Asi se salvó Garcia en aquella ocasión de una muerte segura. Para
expresar su gratitud, dejó en el Santuario de Plateros constancia del milagro.
ORACION
Glorioso
Niño de Atocha, astro divino de excelsa majestad. Te saludo y adoro en este
tercer dia de la novena y te suplico me dispenses tu clemencia en memoria del
inefable gozo que sintió tu Santisima Madre cuando te recibió en sus brazos y
cuando los coros angélicos entonaron jubilosamente, por todos los ámbitos las
dulces armonías del Gloria in excesis Deo, en señal de alabanza al Todopoderoso
por tu venida al mundo para bien del humano linaje. Otorgame lo que hoy te
solicito, también por los méritos de aquellos divinos coros, y haz que yo
escuche en la hora de mi muerte aquellas consoladoras palabras:
"Venid Benditos de mi Padre a poseer el Reino que os ha sido
preparado". Así sea.
CUARTO
DIA
EJEMPLO
El 2
de Julio de 1836 se hallaba el minero Jorge García registrando, en compañía de
un platero las labores de la mina del Barreno, cuando se derrumbó el cañon de
la parte por donde transitaban, quedando ambos casi sepultados por el derrumbe
y el primero debajo de una inmensa piedra. En semejante trance invocaron al
Santo Niño de Atocha, quien los libró de la muerte, pues acudieron velozmente
algunos barreteros y los sacaron de allí sin que hubieran sufrido más que leves
contusiones. De tal milagro dejaron constancia en el Santuario del Divino Niño
a quien tributaron así público reconocimiento.
ORACION
Portentosísimo
Niño de Atocha: En esta refulgente advocación te adoro con fervor, mi Dios, y
te ruego apartes todo enojo contra mí y evites mis castigo. Acepta este día de
la novena en recuerdo de aquella presurosa visita que los bienaventurados
pastores te hicieron jubilosos al recibir el celestial anuncio de tu llegada al
mundo como el Mesías prometido para salvar a la humanidad, y en recuerdo
también del prodigioso viaje que, desde distintos sitios y guiados por una
misma estrella milagrosa hicieron los tres famosos Reyes del Oriente: Melchor,
Gaspar y Baltazar, para tributarle su adoración y ofrecerte presentes de oro,
incienso y mirra, conmovidos de gratitud hacia el Todopoderoso por la luz que
guió sus mentes al reconocer tu estrella y por haberse cumplido así la
predicción de los profetas. Por los méritos de aquellas venturosas visitas,
concédeme lo que en esta vida y permite que al fin de ella encuentre el reposo
de los justos para ensalzarte por los siglos de los siglos. Así sea.
QUINTO
DIA
EJEMPLO
EL 4
de Noviembre de 1837 hallándose María Eleuteria Gutiérrez en la puerta de su
casa, la sorprendió la llegada de un infame criminal, quien dandole puñaladas,
la hirió gravemente en el pecho y en la cara. Su compañera, María Catalina
Rivera invocó en aquellos aflictivos instantes al Santo Niño de Atocha. El
agresor huyó inmediatamente, sin ultimar sus perversos designios, salvando
ambas la vida de tan terrible trance. Como demostración de gratitud por este
prodigio las nombradas Gutiérrez y Rivera llevaron una constancia al Santuario
de Plateros.
ORACION
Amorosísimo
Niño de Atocha: bajo esta advocación privilegiada, omnipotente Dios, dueño
único de mi alma, te rindo fervorosa adoración y te suplico me libres del vicio
de la ociosidad y me otorgues suficiente gracia espiritual para ejecutar el
bien en todas las etapas de mi existencia. Te ofrezco reverentemente este
quinto día de la novena en recuerdo del cumplimiento del sagrado rito, de tu
presentación en el templo, cuando el anciano Simeón acogiéndote en sus brazos,
exclamó dominado por la emoción, al ver cumplido lo que le había sido revelado:
Ahora, Señor, deja a tu siervo morir en paz porque mis ojos han visto al
enviado por tí para iluminar a las gentes y traer al mundo la salvación. Por
ello espero que sea concedida la dicha de alcanzar el feliz despacho de mi
súplica. Con tal interpongo también los méritos de las penosísimas jornadas de
la huida a Egipto, siguiendo las instrucciones de lo revelado al patriarca José
en misterioso sueño, para evitar cayeras en degollación de los inocentes que el
perverso rey Herodes ordenó en todas la poblaciones de Judá. Dispénsame,
finalmente, tu misericordioso perdón así como también la gracia de acompañarte
en las augustas mansiones de la eterna gloria. Así sea.
SEXTO
DIA
EJEMPLO
En
el año de 1838, se hallaba don Albino Ibarra gravemente enfermo a causa de una
úlcera interna que padecía desde hacia mucho tiempo. No encontrando en lo
material remedio seguro para sus dolencias, pues los facultativos como último
intento aconsejaban una operación quirúrgica, sin garantizar el éxito en el mes
de Noviembre acudió al Santo Niño de Atocha para implorarle le restableciera la
salud. este médico infalible le demostró pronto su misericordia, pues a los
pocos días se halló bueno y sano. En reconocimiento de ello Ibarra escribió el
milagro y lo llevó al Santuario de Plateros, junto con su retablo en que
aparece expresando su gratitud por tal prodigio.
ORACION
Soberano
Niño de Atocha: Yo te saludo. y te venero y te ofrezco este día de la novena en
recuerdo de las tribulaciones que sufrieron tus padres cuando, habiendo viajado
con motivo de la pascua a Jerusalén, te perdiste por tres días, a la edad de 12
años, y al encontrarte en el templo disputando con los doctores de la ley,
contestaste a tu asombrada Madre: No sabes que yo tengo que ocuparme en las
cosas que atañen a mi Padre Celestial? Por este recuerdo te imploro me sea
concedido el favor que pido en esta hora, para lo cual interpongo también los
méritos de tu viaje al desierto con el fin de cumplir el mandato divino de
recibir el bautismo de manos de tu iluminado Precursor realizado lo cual
descendió de lo alto una voz misteriosa que decía: "Este es mi hijo muy
amado, en quien tengo puestas todas mis complacencias". Espero asimismo me
conserves en tu gracia y me lleves a gozar en el Paraíso Celestial,
eternamente. Así sea.
SEPTIMO
DIA
EJEMPLO
En
Mayo de 1839, José María Díaz se vió precisado a dar muerte a otro en defensa
de su propia vida. Habiéndole seguido causa criminal por este hecho fue
sentenciado a diez años de presidio, sin que le admitiera apelación. Cuando se
le hizo saber esto, invocó angustiosamente al Santo Niño de Atocha. Al volver a
la prisión para el cumplimiento de la sentencia, renovó su invocación, con
entera confianza de que el Santo Niño habría de ser tu defensor, su fiscal y su
juez y de que conseguiría salir antes de aquella prisión. Y así ocurrió en
realidad pues cuando apenas llevaba de estar allí tres años y tres meses, fue
puesto en libertad. En agradecimiento llevó al Santuario de Plateros constancia
del milagro.
ORACION
Bellísimo
Santo Niño de Atocha: Reverente me postro ante Tí para suplicarte me concedas
conjuntamente con lo que imploro en esta novena, enmienda de mi vida y
cumplimiento fiel de los deberes de mi estado. Con estos propósitos, acepta
éste séptimo día de la novena en recuerdo de la iniciación de tus milagros en
Caná de Galilea, cuando, para calmar la compasión materna, convertiste en vino
el agua de los cántaros, manifestando así tu divino poder y la eficacia de la
intercesión de tu Santísima Madre. Por la admiración que entonces causaste a
todas las gentes te pido, Divino Niño, atiendas mis súplicas y des
remedio a mis necesidades para lo cual interpongo también el recuerdo de los
prodigios que obraste cuando a tu paso por los caminos de tu peregrinación
curabas a los leprosos, sordos, mudos y ciegos, restablecías a los paralíticos,
resucitabas a la hija de Jairo, al hijo de la viuda de Naín y a Lázaro, el
hermano de Marta y de María, y dabas de comer con cinco panes y dos peces a las
cinco mil y más personas que te siguieron al desierto, inflamadas por tu
palabra divina. Finalmente te pido cures la ceguera de mi alma para que puedas
viajar a las moradas celestiales y vivir allí perpetuamente. Así sea.
OCTAVO
DIA
EJEMPLO
En
el mes de Mayo de 1840, se encontraba gravemente enferma doña Josefina Godino
vecina de la ciudad de Jeréz, sin que hubiera podido encontrar remedio con los
medicamentos que le fueron aplicados. Muy atribulada por su enfermedad, invocó
en su favor al Santo Niño de Atocha, quién le proporcionó inmediato alivio y en
pocos días le restauró la salud. La mencionada señora manifestó su gratitud, en
compañía de su esposo don Francisco de Orozco, escribiendo el milagro y
llevando al Santuario de Plateros, a donde fueron ambos en peregrinación.
ORACION
Sapientísimo
Niño de Atocha, amparo de los desvalidos, divino médico de toda enfermedad: Te
ofrezco este octavo día de la novena en memoria de aquel hecho portentoso de tu
transfiguración, cuando sobre el Monte Tabor en la privilegiada tierra de
Palestina y en presencia de tus amados discípulos, Pedro, Juan y Santiago, tu
divino semblante adquirió la resplandecencia del sol y tus vestiduras se
tornaron blancas como la nieve, y mientras una nube luminosa envolvía el
celestial conjunto, dialogaste con Moisés y con Elías. Por tan excelso prodigio
te ruego me concedas lo que necesito e imploro en este día, para lo cual
interpongo también el recuerdo de tu entrada triunfal en Jerusalén, en medio de
las muchedumbres que salieron jubilosas a tu encuentro con palmas en las manos
y con esta salutación que salía de todas las bocas: Hossana al Hijo de David.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Por ello estoy cierto de que no seré
desconsolado y lograré también una buena muerte para poder acompañarte en tu
Reino triunfal. Así sea.
NOVENO
DIA
EJEMPLO
Don
Calixto Aguirre, ciudadano mejicano y buen creyente, se encontraba gravemente
enfermo en la ciudad de guanajuato, en el mes de marzo de 1841. Siendo
incurable su enfermedad, conforme al dictamen de los médicos, las aplicaciones
que se hacían carecían de éxito y las dolencias aumentaban hora por hora.
Aguirre imploró entonces la protección del Santo Niño de Atocha y le prometió
que si recuperaba la salud, le compondría una novena y le llevaría hasta su
Santuario de Plateros un retablo en que se hiciera patente la realización de
aquel prodigio. A la medianoche del mismo día el enfermo entró en profundo
sueño, contra lo ocurrido de ordinario, y a la mañana siguiente despertó
sintiendo un gran alivio. Pocos días después el restablecimiento de Aguirre era
completo y profunda la admiración de los médicos y de cuantos le vieron en el
estado en que antes se encontraba. Aguirre cumplió fielmente su promesa, y
desde entonces la novena consagrada al milagrosísimo Santo Niño de Atocha ha
recorrido todos los caminos, las ciudades, las aldeas y los campos, portadora
de fe siempre renovada y fortalecida, de aquella luz que no se extingue en el
alma cristiana y que es guía de los que transitan por este valle de lágrimas,
salud de los enfermos, consuelo de los afligidos y amparo seguro de los
necesitados.
ORACION
Clementísimo
Santo Niño de Atocha: Postrado te venero y te ofrendo este último día de tu
novena en recuerdo de la última cena con tus discípulos y de la institución de
la Sagrada Eucaristía cuando, en medio de la consternación de aquellos por la
proximidad de tu despedida, dijiste emocionado: "Tomad y comed este es mi
cuerpo el cual se da por vosotros". "Tomad y bebed, esta es mi
sangre, que será derramada por vosotros para la remisión de los pecados".
Confiado espero, por todo lo que en esta novena he invocado, darás feliz
despacho a mis súplicas remediando mis necesidades espirituales y corporales.
Interpongo, finalmente, los invaluables méritos de tu pasión y muerte para la
salvación de los hombres, y el inescrutable prodigio de tu resurrección
gloriosa, cuando al tercer dia de tu crucifixión en gracia de tu propia
virtud saliste del sepulcro y ascendiste radiante al Supremo Trono donde, como
Dios Hijo, vives y reinas en unidad perfecta con Dios Padre y con Dios Espíritu
Santo por los siglos de los siglos. Así sea.
IMPLORACION
FINAL PARA TODOS LOS DIAS
Poderosísimo
Santo Niño de Atocha: A quien sino a tí he de acudir en mis necesidades a quién
sino a tí Dios hecho hombre para redimir al pecador? A quién sino a tí, que
eres el Camino, la Verdad y la Vida? A tí, soberano Redentor, a quien adoran
perennemente todos los santos, ángeles, arcángeles y serafines; a quien la
humanidad cristiana, agradecida, tributa himnos de amor, y a quien alaban con
su elocuente majestad los árboles, las paintas y las flores, las aves y las
fuentes, toda la creación. Bien conoces mis necesidades pues nada te está
ocultando. Tú Santo Niño de Atocha que estás sentado en la Silla de la
Sabiduría y que eres Todopoderoso por favor remédialas. Aplaca, te lo suplico
los justos enojos de tu Eterno Padre. Reconozco los beneficios de que me has
colmado: concédeme fuerzas espirituales para agradecertelos. Confio, Señor, en
que accederás benévolamente a mis peticiones. También te pido concedas descanso
a las sufridas almas del Purgatorio, y a todos los justos de la tierra lo que
han menester. Así sea.
(Trancripcion
y digitalizacion del texto por el Hno. Felix Becerra O.F.S. año 2023)
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