viernes, 15 de diciembre de 2023

NOVENA AL SANTO NIÑO DE SANTA MARÍA DE ATOCHA DE PLATEROS

 

NOVENA AL SANTO NIÑO DE ATOCHA

 

Santuario de Plateros Fresnillo, Zacatecas

 México, 1960.

 

MODO DE REZAR LA NOVENA:

 

1.- Récese la oración para todos los días.

2- Un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

3- Se hace la petición.

 

4- La oración final.

Puede utilizarse también como TRIDUO en la misma forma, escogiendo las consideraciones y ejemplos que parezcan más provechosos.

 

NOTA:

 

Van además para cada día:

 

a) Una CONSIDERACIÓN, léase pausadamente y reflexionando en ella.

 

b) Un EJEMPLO.

 

La Consideración y el Ejemplo no son necesarios, pero si muy provechosos, sobre todo la CONSIDERACIÓN. Están escogidos para que su piedad al SANTO NIÑO DE ATOCHA, sea cada vez más sólida y para mejorar su vida cristiana. Los puede usar también como lectura piadosa en familia. Será muy provechosa.

 

 

En el nombre del Padre...

 

V- Abrid Señor mis labios.

R.- Y mi lengua bendecirá tu Sto. Nombre.

V.- Señor Dios, ven en mi ayuda.

R.- Señor, apresúrate a socorrerme.

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DIAS:

¡Santísima Virgen de Atocha!, que aceptasteis que, al anuncio del Ángel, el Verbo Divino se encarnase en vuestro seno virginal, conceded a nuestras súplicas, ya que sois madre del verdadero Dios, que seamos ayudados por vuestra intercesión, ante el trono de su divina Misericordia. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.                                                             

 

ORACIÓN FINAL

Omnipotente y eterno Dios, que nos habéis creado y redimido, atended a nuestros deseos y dignaos aceptar con rostro afable y benigno nuestras plegarias, que en honor de vuestro Hijo, el Sto. Niño de Atocha, hemos ofrecido a vuestra Majestad, para que llenos de vuestra gracia, nos gocemos en virtud del glorioso nombre de Jesús, de tener escritos nuestros nombres en los cielos, como prenda de eterna salvación. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.                                                                      

 

DÍA PRIMERO

CONSIDERACIÓN: SANTIFICAR LAS FIESTAS.

La religión es una virtud moral, que nos dispone para dar el culto debido a Dios, como Creador y Señor de todas las cosas. A Él le debemos pues nuestra adoración. En El debemos reconocer la Suma Excelencia. "¡Quién como Dios!", de El dependemos absolutamente, "En El vivimos, nos movemos existimos". Creaturas dependientes hasta en lo más mínimo de este gran Señor, debemos reconocer su grandeza con nuestra total dependencia. Es el mismo Dios quien nos manda que le demos este culto cuando nos dice: "Yo soy el Señor Dios tuyo... a El sólo adorarás y a El sólo servirás".  Es cierto que Dios no nos dice cuando ni como le demos este culto, pero la Santa Madre Iglesia nos lo determina cuando nos ordena que los domingos y días de fiesta de precepto oigamos la Santa Misa y no trabajemos, para mejor dedicar estos dias al culto divino y al descanso de nuestros cuerpos. El que cumple con este precepto de la Iglesia cumple con el mandato de Dios de sólo a El adorarle y servirle.  Cristiano devoto del Santo Niño d Atocha: ¿cumples con este precepto? El Santo Niño no verá con buenos ojos al cristiano que no cumple con este deber fundamental aun que de vez en cuando haga una peregrinación a su Santuario. En cambio si cumple con este precep to, más mérito adquirirá su devoción !Cuántas veces nos engañamos pensando que con una penosa romería cumplimos el precepto natural y divino de dar culto a nuestro Dios! Pero si nuestra ferviente devoción al Sto. Niño, juntamos al cumplimiento del precepto que nos manda la Iglesia, será de un mérito incalculable.

 

EJEMPLO:

OÍR LA SANTA MISA: -NO TRABAJAR EN DÍA DE PRECEPTO

Una bella mañana de Agosto de 1889 Magdalena, piadosa hija de  María, se paseaba en la risueña campiña, que borda el río Escaut (Norte), yendo a misa, cuando se encontró a un pobre labrador, cubierto de sudor, que trabajaba su campo con más empeño que en día laborable. -Buen hombre, le dijo la joven, hoy es domingo, acaba de sonar la campana de misa, ¿no va Ud. a ella?. Tal vez no se ha fijado que el trabajo de los domingos no aprovecha. Créame, deje sus instrumentos, venga a misa y el Señor lo bendecirá. No supo de pronto que contestar, pero enseguida el diablo hizo brillar a sus ojos el interés, por el cual se sacrifica el deber. -No, dijo al fin, no, señorita: quiero comprar una vaca y esto sin tocar a mi salario semanal y será para mi un gusto si no tengo para ello que abrir mi escasa bolsa. ¿Qué quiere? Yo busco primero mis negocitos, luego, Dios y la misa, todo eso vendrá a su tiempo. Magdalena sintió en lo intimo de su corazón la ofensa de Dios y con lágrima en los ojos le dijo: -Si es así, adiós, hasta otra vez, pero cuenta mal si cuenta sin Dios... Quince días después nuestro hombre estaba satisfecho: una hermosa vaca pastaba en la pradera cerca de la casita, con gran admiración de los campesinos que conocían los escasos recursos de la familia.  -¡Y no la he robado! decía el hombre con orgullo. Vamos, es fácil, no lo nota uno trabajando los domingos.  El día siguiente estaba aún más ufano y había llevado al animal a una pastura lejana, mientras él y su mujer trabajaban en el pueblo. Mas, he aquí que estalla una furiosa tempestad, y el hombre, como loco, entre la lluvia y los rayos, corre a traer a la vaca. Llega al lugar jadeante y esto. ¡Oh desgracia! ¿Es posible...? no se engaña... es ella, la Blanquita que ha herido el rayo...! La palabra de la jovencita le viene al pensamiento: "He hecho cuentas sin Dios...  ¡Es verdad! exclama, frente a su desgracia, y qué ha sido de este tesoro por el cual tánto he trabajado y que sacrifiqué mi deber?  Tomo tristemente el camino del pueblo, contando a cada encuentro lo que le había sucedido... El incidente hizo gran impresión en el pueblo y el domingo siguiente, cuando la campana tocó a misa, se vió salir de la casita al hombre y su mujer, que se dirigían a la iglesia, resuelto a no volver a hacer cuentas sin Dios. (Catecismo en ejemplos P. Gerard, S.J. Tom. 1o. Pág. 182).

 

DÍA SEGUNDO

CONSIDERACION: LA ORACION

La oración es la elevación de nuestras almas a Dios para adorarle, agradecerle sus favores, pedirle perdón de nuestras faltas y solicitar nuevas gracias. Siendo lo más importante en ésta vida salvar nuestra alma, debemos pedirle, ante todo, las gracias necesarias para nuestra salvación. En segundo lugar, podemos pedir también el remedio de nuestras necesidades temporales. Con la oración reconocemos nuestra absoluta dependencia de Dios; es pues alabanza a Dios. Con la oración damos gracias a Dios por los beneficios obtenidos. Con la oración conseguimos nuevos favores y auxilios. ¡Es el gran medio del cristiano para relacionarse con su Dios! Solamente a El podemos orar como a principal Autor y Dador de todo bien. A la Santísima Virgen, a los angeles y a los santos, es muy útil invocarlos como a nuestros patronos intercesores.

 

Podemos y debemos orar por todos por nosotros mismos, por nuestros padres, parientes, amigos y enemigos; por las almas del purgatorio. Debemos pedir: gracias para la salvación de nuestra alma, inteligencia, bondad, bienes temporales y también porque Dios nos libre de enfermedades, dolores e infortunios. La oración tiene eficacia infalible. Cristo mismo nos lo dijo: "En verdad. en verdad, os digo, si algo pidiereis al Padre en mi nombre se os concederá (Jo. XVI-23). Claro que para la infalibilidad se requiere que sea en nombre de Jesucristo, es decir en unión con El El que está en pecado, ha perdido la gracia, es enemigo de Dios, ¿cómo podrá pedirle favores?. Nuestra oración debe ser en estado de gracia, "Lo que sabemos es que Dios no oye a los pecadores; sino que aquel que honra a Dios y hace su voluntad, a éste es a quién Dios oye" (Jo. 9-31), Se necesita además:                             

 

1) Que el objeto principal de nuestra oración sea la salud de nuestra alma.

 

2) que lleve gran confianza, nada de dudas; "Acerquémonos con confianza al trono de gracia" (Heb. 4.16); y que esté llena de fe, como la del Centurion (Le 7.6), ya que Dios ciertamente me oye y puede remediar mis necesidades

 

3) que sea perseverante como nos lo enseña el mismo Cristo en la parábola del juez injusto y la viuda perseverante" (Lc. 18, 1.8).

 

4) que sea reverente, como la de Cristo, según el decir de S. Pablo. (Heb. 5. 7) y humilde, como la del publicano (Lc. 18-13), reconociendo nuestra pequeñez en la presencia de Dios.

 

5) que esté sujeta a la voluntad de Dios, como la del mismo Jesucristo nuestro Señor en el Huerto de Getsemaní: Padre mío, si es de tu agrado, aleja de mi éste cáliz; no obstante, no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Le. 22-42). Para que así, si lo que pedimos no nos conviene para la salud de nuestra alma, estemos dispuestos a aceptar y cumplir lo que sea su santísima voluntad.

 

NUNCA podemos pedir: a) Males para nuestros prójimos, aunque nos hayar hecho algún daño, recordemos que Cristo murió pidiendo perdón para sus enemigos: Padre mio, perdónales porque no saben lo que hacen. (Lc. 23-34). Pedir un mal para un prójimo es siempre pecado grave, por eso nunca se pueden rezar oraciones como la del "Justo juez", etc. b) Tampoco podemos pedir a Dios que nos ayude a pecar, como por ejemplo con pecados deshonestos, robos, etc. Es indudable que rasgarán de dolor el Corazón de Jesús, los que se atreven a rezar oraciones como la del "Anima Sola" o a la "Chuparrosa" etc., pues cometen un pecado gravisimo. ¡Cuanta eficacia tendría nuestra oración al Divino Niño de Atocha si fuera como El quiere, si tuviera las condiciones necesarias para ser infalible! Debemos algunas veces causarle asco a este Divino Niño de Atocha, cuando sólo nos preocupamos de los bienes de la tierra o de nuestros propios intereses, sin preocuparnos de nuestra salvación. Verdadero asco debe sentir cuando ve que queremos arrancar a su taumaturga bondad lo que se antoja a nuestro egoísmo, permaneciendo sumergidos en el lodo de nuestros pecados. Devoto del Santo Niño de Atocha, perfecciona esa tu oración, únela al Santo Niño, con esa unión que El pide y verás a cada paso que su mano bondadosa te guía hasta conseguir el bien que no tendrá fin.

 

EJEMPLO

ORACIÓN DEL VIEJO SOLDADO:

Un sacerdote preguntaba a un viejo soldado, que había pasado 40 años en el ejército y 50 sin confesarse:

 

-Hace tiempo que se habrá olvidado de sus oraciones, señor...?

 

-¡Mis oraciones! Repuso vivamente el moribundo, nunca las he olvidado.

 

Y se puso a rezarlas. -Había prometido a mi madre decirlas. Nunca he faltado.

 

¿Aún en las batallas?

 

-Si, Padre, contestó, las decía andando, o como podía.

 

-¿No las rezaría de rodillas?

 

-En el cuartel, sí, cuando estaba solo, pero en compañía de ciertos tipos, no era posible... ¡Oh! no era respeto humano, pero, si se burlaran de los rezos de mi madre, los hubiera arremetido. ¿No era mejor rezarlas en mi cama?                                                          

 

 - ¿Y los días de  refriega y de marcha, las recortaría?

 

-Al contrario, nunca las recortaba aquellos días, rezaba todas las que sabía. Mi madre me había dicho al partir:

 

Oye, hijo, no tengo nada, tú lo sabes, no te puedo dar más que dos cosas pero éstas valen más en el campo de batalla que una bolsa llena: mi bendición y mis oraciones. Las tendrás cada día. Tú también dirás todos los días tus oraciones. ¿Me lo juras?"

-Sí, madre.

 

-Entonces, vé, hijo mío. Dios te cuidará y lo que Dios cuida está bien cuidado. Y el viejo soldado enjugó una lágrima y luego añadió: "Me han defendido, Padre, pues cien veces hubiera muerto, si Dios no me hubiera guardado. ¿Quién me salvó? Mi querida madre que rezaba cada día por mí y yo por ella.

("Cat. en Ejem." P. Gerard, S. J. Tom I pág. 21).       

 

 

DÍA TERCERO

CONSIDERACIÓN: SUPERSTICIÓN

Muchas veces el culto que debemos a Dios, lo echamos a perder con prácticas supersticiosas. La superstición florece en las almas ignorantes de su religión. Es un veneno que se propaga con falsedades y costumbres superfluas e inútiles a nuestra fe. Caen pues en este pecado los que atribuyen a una cosa fuerzas que Dios no le dió. El hombre lleva gravado en su corazón el espíritu de religiosidad. ¿Es posible que ahogue en su pecho el deseo del alma que quiere volar hacia Dios? No. De ninguna manera, porque estos sentimientos se abrirán paso manifestándose en una especie de caricatura: la superstición. Así solemos decir "el que no conoce a Dios, dondequiera se anda hincando."  La superstición es gravemente injuriosa a Dios, y hace muchos males a la religión, porque con falsedad y mentira se quiere adorar a Dios, o porque a veces está gravemente influída de paganismo y herejía. Con frecuencia encontramos que nuestras devociones están llenas de éstas prácticas supersticiosas.. por ejemplo la "Oración del Justo juez", "La sombra del Señor San Pedro", "del Anima Sola". etc. Viciada también se encuentra nuestra religión con la creencia en hechicerías, en maleficios y en vanas observancias que desgraciadamente son puras tonterías por desconocer la desproporción de los medios; demuestran una tremen. da incultura religiosa y en resumen terminan en pura ridiculez; a mas de servirnos de ejemplo algunos de los ya citados, podemos aumentar: "La devoción de la Santa Cruz de Jerusalem", las "Cadenas", uso de amuletos, herraduras, horror al pájaro prieto porque trae mal agüero, el número 13, el casarse o viajar en martes, etc. A veces es una idolatría simulada. Cuántas veces muchos cristianos dan culto e invocan a los santos, como si por su propia virtud, pudieran dispensar dones naturales y sobrenaturales. Ellos sólo son intercesores y patronos nuestros ante Dios. Dios es el único dador y dispensador de todo bien. Las mismas reliquias de los santos, no debemos usarlas como un talismán infalible, sino como un medio para pedir su intercesión. Despejemos nuestra religión y nuestras prácticas religiosas de esa incultura, hagamos un esfuerzo para conocer cada vez mejor nuestra religión, así lograremos también que los malvados no se burlen de élla. Devoto del Santo Niño de Atocha qué triste debe parecer a los ojos de este Divino Niño tu religión, cuando la traes mezclada con tanta falsedad y tontería como es la superstición; qué tristeza invadirá su corazón al ver a sus hijos que dicen amarle tanto, vengan a postrarse a sus plantas a rendirle homenaje, llenos de esa lepra de la ignorancia religiosa que les hace vivir una farsa de religión, mitad cristiana y mitad pagana. Pídele ahora sobretodo el gran milagro de que te abra los ojos de la inteligencia, para mejor comprender tu fe y así adorarle y servirle mejor.

 

EJEMPLOS:

1.-CASTIGO DE UN SUPERSTICIOSO:

El primer presidente del Parlamento de Roán no quiso sentarse, un día, a la mesa, porque se dió cuenta de que con el eran trece los convidados. Fue preciso buscar un nuevo convidado para que fueran catorce, y asi pudiera el presidente comer con entera tranquilidad. Mas, he aquí que, al levantarse, sufrió el supersticioso convidado un ataque fulminante de apoplejia, y murió de repente, entre el terror de los convidados.

 

2.-UN REMOJON INESPERADO:

Dicen que el encuentro con un jorobado trae buena suerte, y mejor aún si se le pasa la mano por la giba. Así lo creía una señora, que, en cierta ocasión, se permitió pasar la mano por la espalda de un jorobado en el jardín del Prado en Madrid. Pero le salió mal la broma; el jorobado, previos unos bastonazos la asió de la mano y la empujó a un estanque, de donde la señora salió remojada entre las burlas y cuchufletas de los circunstantes.

 

3. UN HORÓSCOPO DESMENTIDO.

Cuentan de un ciudadano de Lyon llamado José, hombre tan rico como supersticioso, que, habiendo sabido por una hechicera que le quedaban pocos años de vida disipó todos sus bienes viviendo fastuosamente y con el regalo mas refinado. No habiendo muerto en la fecha fijada por la hechicera, quedó reducido a la más extrema pobreza, y vió forzado a implorar limosna, para lo cual recitaba a quienes lo veían: "Pobre de mi que por ser necio. Quedé pobre y con el desprecio".

 

4.-¡EN MARTES!:

Doliase un hombre de haber perdido un pleito, y lo atribuía a que la sentencia se había dado en martes. Un amigo le sacó de su error, diciendo: "Segura. mente que tu contrincante, no piensa como tu piensas, ya que el martes precisamente, la suerte lo ayudó..." (Ejemplario Catequístico. C. Montserrat, Pbro. pág. 149).

 

 

DÍA CUARTO

CONSIDERACIÓN: EL VOTO (LAS MANDAS).

Es muy frecuente honrar al Santo Niño de Atocha con VOTOS (o como los hagamos con frecuencia: MANDAS). El Voto, es una promesa deliberada y libre hecha a Dios respecto de un bien posible y mejor. Para que se permita y obligue un voto se requiere:

 

1) Que lo que prometo, lo pueda cumplir.

 

2) Que la cosa a que me comprometo sea buena y mejor que la opuesta

 

3) Que yo sea consciente del compromiso que voy a adquirir.

 

4) Que yo me comprometa libremente, sin que nadie me obligue por miedo o por fuerza.                                    

 

El Voto deja de obligarme:

 

1) Si ya pasó el tiempo en que me comprometí a cumplirle. 

 

2) Si la condición que puse para cumplirle, no se cumplió.

 

3) Si el que tenga potestad para ello lo anuló, dispensó o cambio por otra cosa.

 

4) Si lo que prometí o las circunstancias en que lo prometí han cambia do notablemente:

 

a) Porque la cosa prometida se haga imposible de cumplirse.

 

b) Porque lo que prometí se vuelve pecaminoso, inútil o impide mayor bién a la persona que beneficiaba mi manda.

 

El voto es un acto que pertenece a la virtud de la religión ciertamente es un acto de adoración pues se ofrece a Dios para honrarle y darle culto; por lo tan to la misma religión nos obliga a cumplirlo. La misma Sagrada Escritura no indica esta obligación del voto; "Cuando hicieres, un voto al Señor Dios tuyo, no retardes el cumplirlo; pues el Señor tu Dios de cierto pedirá cuenta de ello y cargarías con un pecado (Deut. XXXIII-21). "Si hiciste algún voto a Dios, no tardes a cumplirle: pues le desagrada la promesa infiel y la imprudente. Por lo tanto cumple todo lo que hubieres prometido: porque mucho mejor es no hace votos, que hacerlos y no cumplirlos (Ecl. V.3, 4), La fidelidad nos obliga a cumplir lo que prometemos, ahora bién, la fidelidad debida a Dios por parte del voto. pertenece a la virtud de la religión, por lo tanto, la gravedad del pecado depende de la intención del que hace la promesa. El voto, por su misma naturaleza, solamente obliga al que lo promete, nadie puede obligar con un voto a otra persona, así el hijo no está obligado a cumplir los votos de sus padres, sobre todo cuando el voto es personal, por ejemplo, un ayuno, una peregrinación. Si el voto es real, como dar una limosna. obliga a los herederos, siempre que hayan heredado lo suficiente, por lo tanto, no hay obligación de pagar los votos de los difuntos, si son personales. Siempre que se haga un voto, se ha de cumplir lo antes posible y si se fija tiempo, hay que cumplirlo en el tiempo fijado. Es muy conveniente y a veces necesario consultar al confesor al hacer nuestros votos y pedir consejo cuando haya alguna dificultad en cumplirlos. Si el voto es un medio de honrar al Santo Niño de Atocha, al que profesamos grandísimo cariño, debemos cuidar siempre que esta manera de honrarle no sea ligera y sin reflexión, sino al contrario, sea una ocasión de manifestar nuestra fidelidad y amor al Sto. Niño de Atocha.

 

EJEMPLOS:

1-SAN FRANCISCO DE SALES, en su juventud hizo votos de rezar todos los días parte del rosario a la Santísima Virgen.

Sabedor de ello, un joven piadoso pensó que podía, de la misma manera honrar a Nuestra Señora, pero antes quiso saber el parecer del Santo y oyó de él extraña respuesta:

 

-No lo haga, le dijo. Hay que pensarlo bién antes de obligarse con voto. -Pero, Padre, usted lo hizo cuando era joven como yo, ¿por qué no he de seguir su ejemplo?

 

-Precisamente porque es usted joven le recomiendo que no lo haga. Ya soy viejo y he aprendido mucho con la experiencia. No le digo que no rece el rosario, al contrario quisiera que lo rezara todos los días, pues es oración tan agradable a la Madre de Dios. Haga firme propósito de hacerlo, pero no haga voto, porque, si alguna vez lo omitiera advertidamente, como puede suceder, cometería usted un pecado.

 

2-VOTO IMPRUDENTE: Jephte, uno de los jueces de Israel, peleando con los Amonitas, hizo a Dios el voto de sacrificarle, si vencía, la primera persona de su familia que viniera a felicitarle.

 

Ganó la batalla y hubo gran fiesta en Israel. Acudió con otras muchas joven. citas a saludarle, bailando y cantando, la única hija que tenía. Al verla, rasgó sus vestidos y dijo:

 

-¡Ah! hija mía, me has engañado y me he engañado, pues he prometido inmolar a Dios la primera persona de mi familia que viniera a mi encuentro, y lo tengo que cumplir.

 

-Padre, contestó ella, cumpla lo que prometió al Señor, pues nos ha dado la victoria.

 

Unos Padres de la Iglesia dicen que en efecto, la ofreció en holocausto, otros piensan, que la hija consagró al Señor su virginidad para servicio del Tabernáculo. (P. Gerard Tom. 11 pág. 99)

 

 

DÍA QUINTO

CONSIDERACIÓN: CUMPLIMIENTO PASCUAL Y COMUNIÓN FRECUENTE.

En verdad, en verdad os digo que, si no comiéreis la carne del Hijo del hombre y no bebiereis su sangre, no tendréis vida en vosotros... Quien come mi carne y bebe mi sangre, tiene la vida eterna, y yo le resucitaré en el último día. (Jn. VI-55, 56). Es la palabra de Cristo: si no nos alimentamos de su cuerpo y de su sangre no podemos tener vida, Él es el pan de la vida, nuestras almas necesitan de este pan... Vivimos los cristianos alejados de este manjar y por eso vivimos enfermos de pecado, y aún más, estamos muertos a la vida eterna: no podemos salvar nuestra alma, si no  tenemos la vida que dá la Sagrada Eucaristía, por eso vivimos en el pecado, por eso no podemos resistir las tentaciones, caemos en ellas porque nos falta la fortaleza. "Quien come de este pan celestial vivirá para siempre". La Sagrada Comunión es pues necesaria al cristiano para conservar la gracia. La gracia es lo que nos lleva a la vida eterna. Es pues necesario recibir la Santa Comunión para ser buenos cristianos y para salvarnos. Muchas veces desviamos nuestra devoción a cosas que casi resultan sin merito, por causa del pecado en que vivimos. Nunca puede ser agradable el culto que le tributamos al Divino Niño de Atocha, si descuidamos el comulgar con frecuencia y sobre todo si descuidamos el precepto pascual, en el cual la Iglesia nos manda comulgar cuando menos una vez al año. Ella nos dice que todos los que han llegado al uso de razón están obligados a cumplir con este precepto. El tiempo fijado para cumplir con este mandato de comulgar una vez al año, es desde el domingo de Ramos hasta el siguiente al de Resurrección. Por privilegio especial para México y América Latina, este tiempo se extiende desde Septuagésima, o sea tres domingos antes del Miércoles de Ceniza hasta el 29 de junio festividad de los apóstoles San Pedro y San Pablo. El que de verdad ama al Santo Niño, no debe conformarse con la comunión anual, el mejor regalo que le puede ofrecer es recibirlo diariamente o por lo menos cada mes. La unión con Cristo es la base de nuestra salvación y esta unión sólo la realizamos con la Sagrada comunión. "El que come mi carne y bebe mi sangre está en mí y yo en él. Sin estar en Cristo no podemos salvarnos porque "solo el que come de este pan vivirá eternamente". El verdadero devoto del Santo Niño de Atocha, el que de verdad le ama, no podrá alejarse de frecuentar este sacramento, pues sería alejarse del mejor medio de agradarle. Poco o nada aprovecharán nuestras devociones, si no nos acercamos unidos a Él, la unión más íntima es la Sagrada Comunión, porque entonces "Ya no vivimos nosotros, sino que Cristo es el que vive en nosotros". Si junto con nuestras ofrendas y sacrificios, nos llegamos a su Santuario con el alma llena de la vida que Él nos da, ¿con que agrado accederá a nuestras súplicas? ¿Cómo se llenará de alegría ese Niño benditísimo, si está viviendo en el alma de sus fervientes devotos? ¡Oh, cómo se llenará de dolor cuando ve esas multitudes de los que le dicen amarle tanto, cuando están tan retira dos del Sacramento de su amor! ¡Qué tristeza le dará ver a sus fieles devotos distraídos en otras devociones, cuando se celebra el Santo Sacrificio de la Misa! El se queda en el Sacramento para darnos vida y para que la tengamos en abundancia. y nosotros nos retiramos de Él. Él se hace nuestro alimento, para darnos fortaleza en nuestras luchas y no le ofendamos con el pecado...  y nosotros no le recibimos... Amor con amor se paga. Devoto del Niño Emmanuel, amalo en la Sagrada Eucaristía.

 

EJEMPLOS:

1.-NO PIERDA SU CONFESIÓN PASCUAL: Siendo vicario en una parroquia de obreros, dice el P. Oberhammer, me encontré con un joven minero de vida muy disipada, que daba no pocos pesares a sus padres, herma nos y hermanas. Cada vez que lo vela le recordaba hiciera su Confesión y Comunión Pascual, pero sin éxito La últi ma vez que lo ví, le adverti que era Dios mismo que lo llamaba por mi medio. Lo que le pedía como sacerdote no era mas que lo que Dios reclamaba de él. Al fin añadi: "Usted es minero y sabe muy bien los peligros que tienen los de este oficio. ¡Cuántos han perdido la vida en el fondo de la mina y tan de repente que no han tenido tiempo de arreglar sus cuentas con Dios! Usted conoce el proverbio de los mineros "Cuando bajo a la mina, llevo mi mortaja a cuestas". Muchos bajaron sanos y subieron cadáveres. Me contestó riendo:

 

-No se apure por mi, no me pasará

 

Poco después supe que la familia había dejado la parroquia. Pasados varios meses me encontré por casualidad con una hermana del joven y le pregunté:

 

-¿Qué me dice de su hermano? -Mi hermano? ¿Pero no sabe usted? Ha muerto.

 

-¿Muerto de enfermedad?

 

--No, de accidente. Nos habíamos cambiado a Radbod y mi hermano había hallado trabajo en la mina. Precisamente el primer día tuvo lugar la gran catástrofe. Si hubiera entrado un día más tarde, todavía viviría.   

 

Todo perturbado y aflijido con la no ticia, me acordaba de las palabras que le había dirigido en nuestra última en trevista.

 

(P. Gerard Tom. II pág. 103).                                    

 

2.-CASO DE URGENCIA: El tercer precepto de la Iglesia prescribe la Confesión anual, que suele hacerse durante el tiempo hábil para cumplir el precepto de la Comunión pascual. Sin embargo, bueno sería que no fuese diferida hasta tal fecha la Confesión por los que caen en pecado mortal, ya que se exponen a morir y condenarse. A propósito de esto decía un predicador: "Amados hermanos míos: Acabo de presenciar un espectáculo horripilante. Un joven ha chocado con su automóvil contra otro, y ha quedado gravemente herido. Se ha acercado a él la gente, y al preguntársele si quería asis. tencia médica, ha contestado: "No, esperaré la Pascua, que es cuando consulto a mi médico. Y todavía faltan siete meses". Ante la extrañeza de los oyentes continuó el predicador: "Dejadme que os aclare lo dicho. Un automóvil h atropellado, no a un joven, sino a un muchedumbre de jóvenes, de viejos y de todas las edades; ese automóvil es el pecado mortal. ¡Y pensar que tod esa gente difiere hasta la Pascua la intervención del médico, que es el sacerdote!"

(Ejem. Cat." P. C. Montserrat pág.217)                                

 

 

DÍA SEXTO

CONSIDERACIÓN: AMOR AL PRÓJIMO

Cuando el fariseo tentando a Jesús le preguntó: ¿Cuál es el mandamiento más grande de la Ley? El, le dijo: "Amarás al Señor tu Dios con toda tu alma y con toda tu mente, este es el más grande y primer mandamiento, el segundo semejantes a este, es: "Amarás al prójimo como a ti mismo" (Mt. XXIII 36, 40). Fijémonos, semejante al amor que debemos a Dios, debe ser nuestro amor nuestros prójimos. Esta caridad debe extenderse aun a nuestros enemigos. Hay que hacerles bien a los que nos odian. hay que orar por los que nos calumnian y persiguen. El odio, el rencor y el deseo de venganza no deben existir en el corazón del cristiano. Cuando el alma está llena de éste veneno, no puede Dios aceptar nuestra oración y nuestras ofrendas. Si vas, pues, a presentar tu ofrenda ante el altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti; deja allí tu ofrenda ante el altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano y luego vuelve a presentar tu ofrenda. (Mt V-23, 24). No quiere Dios recibir la ofrendas de los corazones envenenados de odios. El quiere caridad, esto es amor al prójimo. El nos dió ejemplo sublime, ya en la cruz solo tenía una palabra para sus enemigos, orar a su padre por ellos "Señor, perdónales, por que no saben lo que hacen". Cuando en las familias reina el odio cuando ni en el mismo seno del hogar hay paz, ¿cómo puede el Santo Niño recibir con agrado las ofrendas de su devotos? Aunque nuestra devoción este Santo Niño sea grande y hagamos penosos sacrificios; ¿de qué nos valdrían, si traemos envenenada el alma con el odio, con el rencor, con el dese de venganza? Nos dice a este propósito S. Pablo: "Aun cuando yo distribuyes todos mis bienes para sustento de los pobres, y entregara mi cuerpo a las llamas, si la caridad me falta, todo lo dicho no me sirve de nada". Devoto del Santo Niño, cuando llegues a sus plantas, llega con el alma limpia, llena de amor a El y amor a tus prójimos, entonces tus ofrendas le serán de verdad agradables, porque: "En verdad os digo, que cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos menores, a mi me lo hicisteis (Mt. XXV-40). 

 

EJEMPLOS:

1.-CARTA SUBLIME: -Algún tiempo después de la muerte del Conde Potocky, gobernador de Galicia, el estudiante que lo había asesinado esperaba, en la prisión de Lemberg, la hora de expiar su delito. La viuda del difunto, cristiana fervorosa, estuvo mucho tiempo luchando consigo misma para perdonar al autor de su desdicha: postrada en la capilla de las Damas del Sagrado Corazón, suplicó al Dios de misericordia le concediera valor y fuerza para imitarle. Vuelta a casa, tomó un papel y, llorando y temblando, se puso a escribir.

 

--Mamá, le preguntó su hijito, que la miraba atónito, ¿qué escribes ahí?                                              

 

-Es una carta al Emperador para un hombre muy desdichado....

 

Siguió escribiendo, pero su mano se rehusaba a servirle: hizo entonces la señal de la cruz, y, rezando mentalmente una plegaria, puso su firma en la carta en que pedía el perdón para el matador de su esposo.

(Cat. en Ejem." P. Gerard, S. J. Tom. II pág. 231).

 

2. LA ENFERMERA HEROICA: - Era el invierno de 1870, cuando el Emperador Napoleón III acababa de ser vencido en Sedán, Bazaine había capitulado en Metz y los alemanes marchaban sobre París. De todas partes traían heridos que abnegadas mujeres atendían en todos los refugios y castillos del tránsito. La Condesa de Littry puso luego a la disposición de la Cruz Roja su castillo en las cercanías de Epernay, en el valle de la Marne, y se puso ella misma, con toda su servidumbre, a atender a los enfermos. Viuda desde mucho tiempo no tenía más que un hijo, joven espléndido de 25 años que entró de voluntario en el cuerpo de los francotiradores: la patria necesitaba todos sus hijos, le dió su bendición y partió; no volvió nunca. Tres semanas después de su partida trajeron al castillo un herido que había visto a Santiago de Litry caer a su vista; su cuerpo no pudo hallarse, pues la derrota y la retirada habían sido rápidas y completas. La Condesa mostró un valor sobrehumano: tomó el luto, pero, si lloró fué en secreto delante de su crucifijo, pues no dejó un momento de atender a sus tareas de enfermera, velando día y noche al lado de los heridos que le señalaban los doctores. Nadie adivinó en su rostro el dolor profundo que le rasgaba el corazón. 

 

Traían alli franceses y alemanes.

 

¡Cuán pocos se salvaban!

 

Una tarde trajeron a la sala de la Condesa a un joven Bávaro: lo operaron, vendaron y empezó para la señora la larga velada entre los quejidos de los enfermos, el olor de las medicinas y el estertor de los moribundos.  Hacia media noche la llamó el Doctor de la sala vecina para el registro de los efectos de los recién llegados, para devolvérselos si sanaban o mandarles con su número a su familia. Llegó el turno del Bávaro: el uniforme, mochila. cantimplora, pipa, navaja, y... un reloj de oro con las iniciales S. L. La condesa se estremeció, cayó la pluma de su mano: -Pero, Doctor, es el reloj de mi hijo, exclamó y lo tomó febrilmente para besarlo. ¡Mi pobre Santiago, te mataron y te robaron! ¡Miserables! Era la primera vez que una palabra de ira se escapaba de sus labios. Pero no era todo... Un portamoneda en cuero de Rusia con las mismas iniciales en letras de plata...

 

-Oh! ¡Es el suyo, el que le di para el último día de su Santo! Bendito seas mi Dios, que me mandas estas reliquias de mi hijo!

 

Las llevó religiosamente y se fué de nuevo a sentar junto a la cama del asesino de su hijo. ¿Quién dirá las miradas de leona que echó sobre la cara de aquel hombre? El portamonedas contenía entre dinero menudo dos billetes de cien francos que el herido no había tenido tiempo de gastar.

 

En este momento una voz ronca, agitada por la fiebre pidió de beber.

 

La madre desolada no se movió. Sufre, infeliz que mataste a mi hijo. El también tuvo sed en aquella noche nefasta y nadie acudió a su voz; murió lejos de su madre sin oír palabra de cariño. Sufre por todo lo que mi Santiaguito sufrió y le hiciste sufrir.                  Y siguió examinando el contenido del portamonedas. En un rinconcito de ella había un papelito doblado en cuatro pliegues. Lo habrió cuidadosamente y con los ojos bañados en lágrimas, leyó:

 

-Dios mío! ¡mi suerte está en tus manos, si lo permites volveré al lado de mi madre adorada! Si me matan, sepa que mi último pensamiento fue para ella. ¡Hágase tu voluntad! Dale ánimo y fuerza para perdonar como lo hago yo...

 

-Tinken, tinken, suplica el Bávaro, agitándose en su cama...

 

Pálida y trémula la Condesa se levanta, toma el vaso preparado para los heridos, se acerca a la cama y suavemente dio de beber al asesino, al ladrón de su hijo.

 

Volvía a ser cristiana.

 

(Cat. en Ejem" P. Gerard, s. j. pág. 192).                   

 

DÍA SÉPTIMO

CONSIDERACIÓN: EMBRIAGUEZ

Nuestro Cristianismo es atacado por la peste terrible y demoledora de la embriaguez. El que cae en ella, hace uso inmoderado del vino, creatura de Dios que no es mala de por si; pero cuando se bebe solo por deleite, hasta perder el conocimiento, se comete un pecado que ofende gravemente al Santo Niño. ¡Cuántas consecuencias funestas trae este pecado! aquí mismo en la tierra, Dios lo castiga haciéndolo vicio. Desde luego es un pecado contra nuestro Dios, pues el que se embriaga mutila su ser de hombre, perdiendo la razón. En verdad el borracho se asemeja a los animales, pues borra la inteligencia  que lo hace semejante a Dios. Pierde su dignidad y la de su familia; destroza los sentimientos que Dios puso en el corazón de sus hijos e impide la obra educadora de hombres dignos. ¡Cuántos hombres propensos a ese vicio, liciados, tontos, medio locos, desfigurados de su rostro y de sus miembros, solo tienen que quejarse al pecado de sus padres! Devoto del Santo Niño, mira la tristeza que amarga a ese tierno Corazón que te espera con las manos abiertas llenas de favores y bendiciones. Siente el fulgor de su mirada suplicante para que luches con esfuerzo contra ese horrendo monstruo que le quita tantos hijos. Que tu devoción, cada vez mas grande y sincera, sirva para apartarte de ese vicio. Si amas verdaderamente a este milagroso Niño de Atocha, tu devoción no será solo externa ¿de que te aprovecharía para tu alma?

 

EJEMPLOS:

1.-VICTIMAS DE LA EMBRIAGUEZ: El ebrio expone su vida y las de los demás sin motivo. Cuantos crímenes e impurezas no ha causado este vicio! ¿Quién puede decir que no le atañe? Un ricachón de San Luis Missouri (E. U.) había sido convidado a ayudar a una campaña de conferencias contra el alcoholismo, pero siempre había contestado: "Esto no me interesa". Pocos días después, su mujer y sus dos hijas debían de volver de un paseo. Fue a esperarlas a la estación con lujoso aparato y gran alegría de volver a abrazar a seres tan queridos. Pero de repente un telegrama avisó que el tren acababa de descarrilar a 30 kilómetros de San Luis. En seguida ofreció al Jefe de la estación $ 500.00 para que lo llevaran en una máquina al lugar de la catástrofe. Pero la única que había, acabado de salir con los docto. res y enfermeras. Con la cara lívida y el corazón angustiado se puso a dar vueltas por el pasillo hasta que llegó el convoy con los muertos y heridos. El infeliz se arrojó al tren para ver los restos de su mujer y de sus hijas.

¿Y cuál había sido la causa del accidente?

La embriaguez del maquinista... 

("Cat. en Ejem" P. Gerard, S. J. Tom. Ì pág. 267).

 

2.-EL CRIADO Y LOS CABALLOS: -Aunque es difícil para los que  se han enviciado, la embriaguez tiene remedio, especialmente si halla un entendimiento sano, una voluntad firme y cuenta con la gracia de Dios, prometida a los que la piden con constancia. Un hacendado tenía un criado que tenia la deplorable costumbre de beber más de lo que le pedía el gusto. Un día que traía los caballos del abrevadero, le dijo su amo:

 

-Llévalos a beber otra vez.

 

El muchacho miró al amo a la cara, admirado, pero viendo que hablaba en serio, los llevó de nuevo gruñendo.

 

-¿Han bebido? preguntó el amo a la vuelta.

 

-Claro que no... era fácil preverlo los caballos saben bién cuando han bebido bastante.

 

-Muy bién. replicó el dueño, pero tú no lo sabes. Aprende de su ejemplo y advierte que el hombre, que bebe con exceso, tiene menos inteligencia que una bestia.

 

Avergonzado el muchacho formó el propósito de no beber más y lo cumplió.

 

(Cat. en Ejem." P. Gerard S. J. Tom I pág. 275).

 

"Es revelador el siguiente porcentaje tomado de la Dirección General de Estadística, correspondiente al año de 1942:

 

Entre los delincuentes procesados por lesiones un 43 % se encontraba alcoholizado: 

 

Entre los que cometieron homicidio el 40 % había ingerido alcohol;

 

Entre los sentenciados por el delito de violación, el 31 % estaba ebrio.

 

Entre los que cometieron robo, un 17 % se encontraba alcoholizado; 

 

Entre los sentenciados por abuso de confianza el 13% había ingerido alcohol".

 

Esto hace un total de un 58 76% de casos en que el alcoholismo solo o reunido a otras causas de tipo hereditario aparece como factor importante en la etiología de la delincuencia de menores".  Estos párrafos tomados de "Miseria de México... ¡Tierra desconocida!" del P. Pedro Velázquez H. revelan los grandes estragos del alcoholismo en nuestra querida patria.

 

 

DÍA OCTAVO

CONSIDERACIÓN: AMANCEBAMIENTO

Vivir en mal estado... vivir siempre en pecado MORTAL...

Amancebado. Vivir siempre con odio para con Dios.. .Odiar al Santo Niño... ¿Podrá un devoto del Santo Niño vivir en mal estado? Querer amarlo odiándolo... ¿Podemos imaginar que se puedan unir estas dos cosas en un cristiano verdadero? No. De ninguna manera. Dios estableció el Matrimonio, la unión del hombre y la mujer para que los hombres se multiplicaran sobre la tierra, por eso elevó el Matrimonio a la dignidad de Sacramento. No puede haber entre cristianos ninguna unión verdadera, sin este sello del Sacramento del Matrimonio. Cualquiera acción des honesta fuera del Sacramento es un pecado gravisimo; mas aún Todo aquel que mira una mujer deseándola, ya adulteró con ella en su corazón" (Mt. V-28). El amancebamiento es una obstinación en el pecado. La obstinación en el pecado es un pecado contra el Espíritu Santo, según S. Agustin; que ex pone al hombre a la impenitencia final; por desgracia tenemos muchísimos casos que llorar en este sentido. ¿Cómo queremos obligar a Dios a que bendiga una familia de amancebados? El Santo Niño llevó su pesada Cruz... Sufrió azotes sin cuento y en el Huerto de los Olivos sintió tristeza, miedo, pavor sudó sangre, luchando cuerpo a cuerpo contra tantos cristianos que se burlarían de la angustia de sus sufrimientos, de su muerte dolorosa y preferirían sólo el placer del matrimonio sin las responsabilidades que vienen unidas a él; contra tantos cristianos que le tirarían al rostro su Cruz rechazando el Santo Sacramento del Matrimonio, uniéndose ilegítimamente y con el mismo atrevimiento de Judas, que le dijo besando su divino rostro Salve Maestro" ellos le dirían: "Niñito Lindo, Niñito Milagroso". Que tristeza tan honda, cómo renueva su Getzemaní el Santo Niño de Atocha, al ver a sus devotos dentro de esta vida mala! Indudablemente repetirá lo que les dijo a los judíos: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy lejos de mí". Devoto del Santo Niño, que tu devoción nunca se vea manchada por esta lepra, por la que tanto sufrió en su Pasión! Que tu devoción sirva para apartarte, huyendo con los tuyos de esta triste vida. Si en verdad amas a este milagroso Niño nunca podrás juntar una vida que El rechaza, ¿qué ganarías, viviendo en contínuo pecado mortal, con una devoción exterior? Nada le aprovechará a tu alma. El Santo Niño quiere tu alma!

 

EJEMPLO:

UNA FAMILIA DE ADÚLTEROS

Uno de los pecados más graves, duraderos e irremediables, es el adulterio o el vivir como casados con una persona que no es o no puede ser su esposa. Los tales si no se separan o se casan (a ser posible) no pueden en su última hora recibir los sacramentos ni sepultura religiosa. Uno de los ejemplos más escandalosos de familias adúlteras es la del rey Herodes Antipas, hijo de Herodes el Grande casado con la hija de Aretas IV, rey vecino de los árabes Nebateos. En un viaje que hizo a Roma, se hospedó en casa de su hermano Herodes Felipe y allí conoció y se enamoró de su sobrina Herodias, esposa de éste. Aunque tenía una hija de su marido, llamada Salomé, por el deseo de ser reina, Herodías insistió en separarse de su legítimo esposo para unirse con su otro tío Herodes Antipas. Esta unión adúltera, prohibida por la Ley de Moisés, horrorizó a todos los judíos y fue públicamente reprendida por San Juan Bautista que no se cansaba de decirle:

 

-No puedes tener la esposa de tu hermano.

 

Pero la perversa mujer, no contenta con expulsar de la casa a su rival la Nebatea, concibió un odio mortal al Bautista y ya que no podía aun matarle, logró encerrarle en Oscura cárcel en la fortaleza de Macheronte, donde pasaba temporadas su pretendido esposo. Tenía ella unos treinta años y el rey de bastante mayor edad, a pesar de su amor, no era persona que se dejara fácilmente gobernar por su nueva mujer, y así se resistía a matar al prisionero como ella lo pretendía. En esto ocurrió la celebración del cumpleaños del rey, que los orientales solían celebrar con festines, bebidas, músicos y bailarinas. La mala mujer resolvió aprovechar la ocasión para conseguir sus perversos intentos. De improviso se presenta en la sala del festín, enviada y ataviada por su madre, la joven Salomé y empieza a bailar con esa gracia natural de mujer que desea agradar. Todos los cortesanos y convidados quedaron encantados y el mismo Herodes se sintió movido a premiar tantos hechizos.

 

-Todo lo que me pidas, le dijo, te juro que te lo daré aunque fuera la mitad de mi reino. La palabra de "mitad del reino era convencional, pero había de por medio el juramento.

 

La muchacha, bien enseñada, fue luego a preguntar a su madre ¿qué cosa pediría?

 

-No otra, contestó ésta, sino, inmediatamente, la cabeza del Bautista en un plato. Entristecióse Herodes al oir tan extraña petición, pero acababa de jurar delante de toda la Corte: la bailarina aplaudida de todos los convidados, le acusará de faltar a su solemne palabra. Cede y manda a uno de los guardias, tome un plato de la mesa y vaya a cortar la cabeza del preso. Traenla al convite y se la dan y élla la lleva a su madre que, satisfecha, la profana. ¡Que drama de ignominia!

 

Poco goza la mala mujer de su triunfo y título de reina. Aretas, padre de la esposa legítima, movió la guerra, contra Herodes y lo derrotó. No mucho después, en otro banquete, en el calor del vino, riñó Herodes con Agripa, el hermano de Herodías, quien por vengarse se fue a Roma a acusarle con el Emperador Caligula, que le dió el reino de Herodes, y desterró a éste a las Galias. Allá le siguió la mala mujer para acompañarle también en el destierro eterno, donde Dios salda todas las cuentas de la tierra.

(Cat. en Ejem." P. Gerard, S. J. Tom. 1 pág. 353).         

 

 

DÍA NOVENO

CONSIDERACIÓN: RESPETO A LA VIDA

La vida es un don de Dios. Dios nos la concedió para que durante élla mereciéramos la vida eterna. La vida no nos pertenece; sólo le pertenece a Dios, El es el amo y señor de nuestras vidas, intentar destruírlas es arrebatar un derecho que sólo a El pertenece, es come. ter un gran delito contra este derecho. La Sagrada Escritura nos dice que es un crimen infame. Dios nuestro Señor le dice al primer homicida, Cain: "La voz de la sangre de tu hermano está clamando a mi desde la tierra. Ahora, pues, maldito serás de la tierra, que abrió su boca para recibir de mano tuya la sangre de tu hermano" (Gen. IV - 10 11). El homicida es aborrecido de Dios y de los hombres. La destrucción de una cosa sólo puede hacerla aquel que es dueño de ella, El Hombre no es dueño ni de su propia vida, ni de la vida de los demás, por tanto con el homicidio viola el supremo y exclusivo derecho de Dios sobre vida de los hombres. Se daña la caridad pues se sigue un gran mal, ya que aunque la vida a veces parece inútil no se debe olvidar que siempre queda su principal fin merecer la Vida Eterna. La Sangre derramada, clama al Dios vengador de todos los crímenes y más de éste, que viene a ser la destrucción de una imagen divina. El homicida llevará consigo la maldición, perseguido por la imagen de la víctima y el temor de la venganza, siempre estará expuesto a caer en manos del vengador: "El que derrame la sangre humana, por mano de hombre será derramada la suya porque el hombre ha sido hecho a imagen de Dios" (Gen. IX-6). Devoto del Santo Niño, ten grande  horror a este crimen. Que ni siquiera el deseo de la sangre de tu hermano pase por tu pensamiento.

 

 

EJEMPLOS

1-UN DICHO DE NAPOLEÓN- Hallándose Napoleón desterrado en isla de Santa Elena, supo que los ingleses sospechaban de él que se quitaría la vida para no sobrevivir a la humillación de la derrota y del destierro. Y su respuesta fué esta: "Creo que el suicidio es el crímen más abominable, y que no hay razón capaz de justificarlo. ¿Cómo puede llamarse valiente el que no sabe sobrellevar los azares de la fortuna? El verdadero heroísmo consiste en hacer frente a la desgracia".

 

2.-EL CASTIGO DE UN ASESINO. En tiempos de Carlos I, Oliverio Cromwell, puesto al frente del movimiento revolucionario de Inglaterra, mandó constituir un tribunal para juzgar al Rey, el cual fué condenado a muerte. Ejecutada la sentencia, Cromwell exclamó cínicamente, al ver el cadáver decapitado: ¡Qué lástima! Todavía habría podido vivir cuarenta años más". Cromwell, al igual que Caín, ya no conoció el sosiego. En todas partes le parecía ver el puñal que le había de herir y al asesino que le había de quitar la vida. No dormía nunca en un mismo lecho dos noches seguidas. ¿De dónde tanto tormento? He ahí el castigo de su crimen: los asesinos no hallan tranquilidad en ninguna parte.

("Ejem Cat." P.C. Montserrat. pág 181).

 

(digitalización y adaptacion del texto por el Hno. Félix Becerra O.F.S. año 2023)

 

 


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