DÍA
VIGÉSIMO SEXTO
EL
MILAGROSO NIÑO JESÚS DE PRAGA Y LOS TRABAJOS DE LA VIDA
Es
la providencia de Dios a manera de un círculo inmenso, dentro del cual están
comprendidos todos los acontecimientos adversos que suceden en esta vida, más
de todas aquellas cosas que, como enseña Santo Tomás, padecemos los hombres,
unas veces en el cuerpo y otras en el espíritu. Las cosas adversas y todos
aquellos males que no son de culpa, como el frío y el calor, las enfermedades,
los terremotos, las pérdidas en los bienes materiales, las tentaciones del
demonio y el poco o ningún éxito en nuestros negocios, los permite y ordena el
Señor para fines muy altos y secretos de su divino y sapientísimo gobierno en
bien y provecho de sus criaturas, especialmente de los hombres, y aun más
especialmente de aquellos hombres que se han de salvar. Con estos sucesos
adversos y trabajos de la vida, busca y pretende nuestro amorosísimo Dios en
nosotros, sus hijos, muchas ganancias y provechos, así en el orden natural como
en lo sobrenatural por aquello de que los bienes de uno y otro orden natural
como en el sobrenatural por aquello de que los bienes de uno y otro de orden
andan siempre mezclados y revueltos con ciertas miserias y contratiempos, de
los que se vale el Señor para purificarlos conservarlos y acrecentarlos. En
presencia de estos trabajos y pruebas de la vida con que Dios visita a sus
escogidos, los santos nos enseñan que hemos de poner los ojos no tanto en el
mal que padecemos, cuanto en el bien y provecho (espiritual siempre y a veces
también material) que con ellos la divina providencia pretende y busca en
nosotros.
EL
NIÑO JESÚS EN CUBA
He
aquí cómo refiere una señora de Cuba en favores recibidos del Niño Jesús de
Praga. Según comenta, su esposo se encontraba en una situación muy difícil, por
meterse en negocios que le hicieron adquirir importantes compromisos
financieros. Al ver que estaba al borde de quedar en la ruina, la señora
recurrió a las plantas del Divino Niño para que el pudiera resolver la manera
de cómo ayudar para salir de tan premeditada situación. Cuenta que todos los
días rezaba ante una imagen del Niño Jesús de Praga en una iglesia cercana al
lugar en donde vive. Fue así que un día su esposo recibió la ayuda de un Señor
desconocido que le recomendó aplicar sus fondos en un negocio que resultó ser
provechoso. El esposo de la señora aprovecho la oportunidad recomendada por tan
misterioso Señor. A los pocos días comenzó a percibir unas ganancias
considerables, que lo ayudaron poco a poco a sanear sus compromisos
financieros. El esposo nunca volvió a saber acerca de ese misterioso señor que
lo ayudó. Fue que la esposa atribuyo este milagro al Santo Niño y hasta el día
de hoy ambos son muy fervorosos devotos de él. Y quiere dan a conocer esta
experiencia a todos sus devotos.
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