DEVOTO NOVENARIO A NUESTRA SEÑORA DE CONSOLACIÓN
BARCELONA, 1867
ACTO DE CONTRICCIÓN
Señor mío
Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Padre de las misericordias
y Redentor de nuestras almas, en quien creo, en quien espero, y
a quien amo con todo el afecto de mi corazón, más que a mi vida, me
pesa entrañablemente de haberos ofendido, por ser Vos bondad
infinita; y me pesa también, Salvador mío, porque podéis castigarme por mis
culpas con el eterno suplicio. Dadme, Señor, vuestra gracia, y usad conmigo de misericordia,
para que en adelante os ame, os sirva y alabe con todas mis potencias y
sentidos. Así os lo pido y suplico por la sangre de vuestra
Pasión sacrosanta, y por los méritos de vuestra purísima
Madre la Virgen María, consuelo de los afligidos y
amparo de los pecadores. Amen.
ORACION PARA TODOS
LOS DIAS
Dios y Señor mío, que habéis prometido ayudar a los que
tienen buena voluntad, dadme gracia para
recobrar la pureza de alma y cuerpo, que me disteis en el
bautismo; haced que, sacudiendo el yugo del pecado, camine de virtud
en virtud; a fin de que, adornada mi alma
con la vestidura de la inocencia, merezca ser asociada al
número de los Santos, y cantar vuestras alabanzas en la gloria
por todos los siglos de los siglos. Amen.
DIA PRIMERO
Beatísima Virgen María, Madre de Dios y
Madre de Consolación, ya que consolasteis a la gloriosa
Madre Santa Mónica, cuando más afligida se hallaba por los
extravíos de su hijo Agustino, os suplicamos, que protegidos nosotros
con la sombra de vuestra soberana protección, salgamos
felizmente de todo lo que puede apartarnos del camino de
la salvación, y logremos lo que pedimos en esta Novena. Para
conseguir de Vos esta gracia, os saludamos diciendo nueve veces
el Ave María y un Gloria Patri.
ORACION
¡Oh Madre amantísima! Yo, aunque indigno, os amo
con el mayor afecto de mi corazón: creo que sois poderosa para
alcanzarme este favor, que pido en esta Novena; y espero con la mayor
confianza, que lo alcanzaré por vuestra intercesión. Ea pues, abogada mía y mi
consoladora, ya que sois el consuelo de los afligidos, volved a mí
vuestros ojos misericordiosos, para que, no ofendiendo más a vuestro divino
Hijo, merezca alcanzar ahora su gracia, y después su gloria. Amen.
GOZOS
EN ALABANZA DE NUESTRA SEÑORA Y MADRE DE CONSOLACION
De gracias vergel rodea
Esta
vid, Virgen amable:
Por el medio saludable
De vuestra Santa Correa.
Profetas de la antigua ley,
Ceñidos os presentabais,
Con
el cíngulo ostentabais
La
misión del sumo Rey.
Las
Vírgenes de Judea
Su
flor hacía notable:
Tanta estima Vos hicisteis
De
esta prenda virginal,
Que
en viva carne mortal
Con
ella misma os ceñisteis:
Las
gracias, con que campea,
Dadnos, piadosa y afable:
María su voluntad
A Mónica la declara,
Que el negro traje copiara
De su santa soledad,
Queréis que en su viudez vea,
Oh Virgen, cuan sois tratable:
Agustín esta divisa
Prescribe a sus Ermitaños,
Para frustrar los amaños,
Que Luzbel arma a su guisa;
A vos que imite, desea,
Su Orden siempre venerable:
Ordenes diversas son
De hermanos una con todos,
Que Agustín su regla y Zona Les da,
cual signo de unión:
El
cofrade se granjea
La gracia comunicable:
Timbre de Consolación
Decora a esta Cofradía,
Que Bolonia, o Madre mía,
Erige a tu protección:
Quiere el Papa que posea
Un tesoro inagotable:
Con la cinta dais virtud
Al humano corazón,
A los culpables perdón,
A los enfermos salud,
Y al devoto que pelea
Dais escudo impenetrable:
Tras la vida transitoria
El mismo Dios la señala
Por una suave escala
Para subirá la gloria:
Al Cinturado franquea
Entrada al bien perdurable:
Madre de Consolación
Os llaman los Santos Padres,
Y los devotos Cofrades
De esta fiel Congregación:
Porque a todos los recrea
Vuestro consuelo admirable:
En vuestra presencia estamos
Con
abrasados fervores,
Aguardando los favores,
Que
de esa mano esperamos
En
los males que acarrea
Esta
vida miserable:
Benignamente mirad
Al
que afligido se ve,
Y
espera con viva fé
De
Vos consuelo y piedad.
Porque premiada se vea
Su
devoción agradable:
Para todos, Virgen, sea
Vuestro amparo favorable:
Por el medio saludable
De vuestra Santa Correa.
L/:
Ruega por nosotros ¡Oh Madre de Consolación!
R/: Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ANTÍFONA
Madre santa de Dios; no os desdeñéis de atender
a muestras súplicas en medio de tantas necesidades, libradnos
siempre de todos los peligros, Virgen bendita y gloriosa.
L/: Haced que os alabemos, Virgen sagrada.
R/: Dadnos fortaleza contra vuestros
enemigos.
ORACION
Salvador nuestro Jesucristo,
Padre de misericordia y Dios de todo consuelo, conceded, os
rogamos, que, así como en la tierra ceñidos con el
cíngulo de pureza, tributamos nuestros obsequios a vuestra purísima
Madre María, bajo el título de Consolación; así merezcamos gozar en
el cielo de su eterna compañía. Amen.
CONMEMORACION DE SAN
AGUSTIN
Padre San Agustín, vos que
sois la dulzura de los pobres, y el piadoso
consuelo de vuestros hijos, rogad por nosotros.
L/: Interceded por nosotros Padre San
Agustín.
R/: Para que seamos
dignos de las promesas de Jesucristo.
ORACION
Concedednos,
omnipotente Dios, un gozo completo en la devota
conmemoración de N. P. S. Agustín, con cuyo patrocinio y vuestro
socorro confiamos salvarnos. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amen.
CONMEMORACION DE
SANTA MONICA
Deshacías Mónica en copiosas lágrimas, para que Dios desde
el Cielo visitase a su hijo, y alumbrarse al que yacía en las tinieblas y
en la sombra de la muerte.
L/: Rogad por nosotros Bienaventurada Madre
Mónica.
R/: Para que se cumplan en
nosotros las promesas de Jesucristo.
ORACION
Oh Dios, consolador de afligidos,
Salvador de los que esperan en Vos, que por vuestra misericordia aceptasteis
las piadosas lágrimas de nuestra Madre Santa
Mónica, convirtiendo a su hijo Agustín; concedednos
por la intercesión de este y de aquella, que
lloremos nuestros pecados, y alcancemos el perdón de vuestra gracia.
Por Cristo nuestro Señor. Amen.
DIA SEGUNDO
ORACION.
Poderosísima Virgen María, Madre de Dios y
Madre de Consolación, ya que fuisteis aquella torre firme e
inexpugnable de David, en que afianzando el gran Padre San Agustín
venció y triunfó de todos vuestros enemigos; os pedimos nos
alcancéis de vuestro Santísimo Hijo armas poderosas para salir victoriosos de todas
las astucias de nuestros visibles e invisibles enemigos, y logremos
lo que pedimos en esta Novena. Para conseguir de Vos esta gracia, os
saludamos diciendo nueve veces el Ave María y un Gloria Patri.
ORACIÓN
Virgen Santísima y Madre nuestra amorosa, os suplicamos,
que ya que por Vos encontramos la fuente de la gracia,
hallemos favorable acogida en la presencia de vuestro Hijo,
para que por Vos seamos bien recibidos de aquel, que se nos dio por Vos:
haced que vuestra inmensa caridad
cubra la muchedumbre de nuestros pecados, y que vuestra
gloriosa y admirable fecundidad nos haga fecundos en méritos y buenas obras; y
al mismo tiempo dadnos valor y fuerza para pelear contra vuestros enemigos,
para vencerlos y confundirlos. Amen.
DIA TECERO
ORACION
Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios y
Madre de Consolación, ya que visitasteis en su enfermedad y
en la hora de su muerte a vuestro siervo fidelísimo San
Nicolás de Tolentino, y le asegurasteis y ofrecisteis ser su amparo,
su refugio y consuelo en sus mayores angustias; os rogamos afectuosamente, nos
admitáis en el número de vuestros siervos, para experimentar en
nosotros mismos, en aquel trance peligroso, cuan dulce y amable sois para los que
os sirven devotamente, y logremos lo que pedimos en esta Novena. Para
conseguir de Vos esta gracia, os saludamos diciendo nueve veces el
Ave María y un Gloria Patri.
ORACION
O Beatísima
María, oíd nuestras súplicas, y haced que nuestra reconciliación con el
Padre de las misericordias nos sirva al mismo tiempo de preservativo
contra el veneno del pecado. Ofreced Vos misma nuestros votos y deseos al
Señor, y serán menos indignos de serle presentados: consigamos por
vuestra intercesión lo que le pedimos con confianza. Recibid benignamente lo
que os ofrecemos con todo el afecto de nuestro corazón: concedednos
lo que os pedimos, y no miréis a nuestra pusilanimidad y a nuestra
desconfianza, pues sois, después de Jesucristo, la única
esperanza de los pecadores. Por vuestra intercesión, Beatísima Virgen,
esperamos conseguir el perdon de nuestros pecados, y con ella
contamos tambien para obtener de Dios nuestra eterna Te compensa.
Amen.
DIA CUARTO
ORACION
Santísima Virgen
María, Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que dirigisteis, como
norte y guía segura, los pasos de la bienaventurada
Rita de Casia en todos los estados de su vida, hallando
siempre en Vos el más poderoso apoyo en todas sus dudas y combates; os
suplicamos, que, compadeciéndoos de nuestra multiplicada miseria,
seáis nuestro asilo y defensa en los mayores peligros, y logremos lo
que pedimos en esta Novena. Para conseguir de Vos esta gracia,
os saludamos diciendo nueve veces el Ave María y un Gloria Patri.
ORACION
Virgen purísima,
Madre de todo consuelo, fuente de misericordias,
océano de piedades, piélago inmenso de dulzura, ¿quién
podrá alabar dignamente vuestra posibilísima condición, pues así os dignasteis
favorecer a los que os sirven? Sin Vos no tuviera el Cielo puerta, por donde
saliesen vuestras saludables influencias. Sin Vos carecerían los
hombres de escalera por donde subir a las moradas celestiales: por
esa puerta y escalera se nos vino todo el bien, todo el gozo y
toda la paz, para que nosotros, aunque tan flacos y miserables
subiésemos, como lo confiamos y con toda devoción os lo pedimos, al
lugar de la paz, del gozo, del Sumo bien, que es Jesús, Hijo vuestro;
Dios, que con el Padre y el Espíritu Santo vive, y en vuestra compañía reina
por los siglos de los siglos. Amen.
DIA QUINTO
ORACION
Castísima Virgen
María, Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que el
ilustre Apóstol de Salamanca San Juan de Sahagún conservó
siempre la cándida azucena de la castidad
ilesa de todo impuro acontecimiento, por vuestra poderosa
intercesión; haced por la misma, que nos conservemos limpios y puros,
y logremos lo que pedimos en esta Novena. Para conseguir de Vos esta
gracia os saludamos diciendo nueve veces el Ave María y
un Gloria Patri.
ORACION
¡O divina Señora,
si sois el piélago de las dulzuras y consuelos, el
mar de los gozos y alegrías, el océano de los favores y
gracias, a donde irán nuestras lágrimas, para que de amargas pasen a
sernos, como a David, sabrosas y dulces, sino al
abismo de vuestra grande misericordia! A Vos, Virgen Santa, nos
acogemos; a Vos clamamos, para que favorecidos con vuestras consolaciones y
suavidades en esta vida, merezcamos después llegar al feliz puerto de
la gloria. Amen.
DIA SEXTO
ORACION
Gloriosísima
Virgen María, Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que
favorecisteis con tanto esmero a vuestro devoto capellán Santo
Tomás de Villanueva, que fue llamado hijo vuestro, y que los
principales sucesos de su vida acaecieron en alguna festividad
vuestra; os pedimos humildemente os dignéis mirarnos como a hijos, aunque
indignos, para teneros propicia en todas las ocurrencias de esta
vida, y logremos lo que pedimos en esta Novena. Para conseguir de Vos
esta gracia, os saludamos diciendo nueve veces el Ave María y
un Gloria Patri.
ORACION
Virgen
poderosísima, torre y defensa divina, tutora solícita de los pobres,
puerto seguro de los que están en contingencia y
peligro de perderse eternamente; sedlo, Señora, de vuestros
devotos, para que, con tal apoyo y protección, no triunfe de nosotros
el enemigo, sino que postrado y rendido conozca vuestro poder, y se retire á
los calabozos del abismo, de donde, por vuestra gran piedad,
esperamos librarnos, para gozar después eternamente de vuestra
presencia en el cielo. Amen.
DIA SÉPTIMO
ORACION
Soberana Virgen
María, Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que
recreasteis con vuestra vista y presencia al glorioso Duque de Aquitania
San Guillermo, y le curasteis las llagas que le abrió cruelmente el común
enemigo; os pedimos nos alcancéis de vuestro amado Hijo el precioso
antídoto de su gracia, para sanar de las llagas que han
hecho en nuestra alma los pecados que hemos cometido, y logremos lo que pedimos
en esta Novena. Para conseguir de Vos esta gracia, os saludamos
diciendo nueve veces el Ave María y un Gloria Patri.
ORACION
Oh Virgen gloriosísima,
llama inextinguible del divino amor, fuego purísimo de caridad,
incendio interminable de dilección, dignaos comunicarnos una centella
siquiera de tanto volcán; haced, Madre piadosa, que nos abrasemos
todos en verdadero amor de vuestro Hijo Santísimo, para que amándole
con toda nuestra alma, con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas,
con todas nuestras potencias y sentidos, nos dispongamos para amarle después
con Vos eternamente en el Cielo. Amen.
DIA OCTAVO
ORACION
Amabilísima Señora,
Virgen Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que con
vuestra agradable vista y presencia convidasteis a vuestra esclarecida
hija Santa Clara de Montefalco, cuando estaba para pasar del
tiempo a la eternidad: os rogamos que
en la hora de nuestra muerte acompañéis nuestras almas a
aquel torrente inefable de dulzura de que gozan los Santos
en el cielo, y logremos lo que pedimos en esta Novena. Para
conseguir de Vos esta gracia os saludamos diciendo nueve veces el
Ave María y un Gloria Patri.
ORACION
O sacratísima
Emperatriz de los cielos, Virgen María, ¿quién no se
ha de perder en el caos profundo de las tinieblas, si le
falta el Sol que sois Vos? Verdad es, Señora, que por nuestras culpas merecemos
que se nos oscurezca el Sol, pues tantas veces le eclipsaron nuestros pecados:
Señora, si las culpas se borran con el arrepentimiento, recibid el nuestro, que
con toda verdad confesamos nuestro engaño no haber
admitido la verdad de vuestros maternales consejos:
confesamos nuestro descuido en no haber acudido á oir vuestras voces amorosas,
y nuestra tibieza en el servicio de Dios; de todo nos
arrepentimos, y solicitamos volver, o divina Señora, a las
luces de vuestra gracia, para merecer las de la gloria.
Amen.
DIA NOVENO
ORACION
Fidelísima Virgen
María, Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que sois el
consuelo y refugio de los pecadores, y sois justamente aclamada por
Reina de todos los Santos, por haberles favorecido con abundantes
bendiciones; os suplicamos, nos socorráis en todas nuestras necesidades, y experimentemos
los efectos admirables de vuestras celestiales consolaciones, y
logremos lo que pedimos en esta Novena. Para conseguir de Vos esta
gracia, os saludamos diciendo nueve veces el Ave María y
un Gloria Patri.
ORACION
Oh Virgen
amantísima, socorredme con vuestro favor, sed mi protectora y consoladora en
todos mis trabajos y aflicciones; porque yo no tengo á quien pedir clemencia,
si no me arrojo a los pies de vuestra misericordia; amparadme pues,
divina Señora, para que en esta vida no perezca, ni caiga en
manos de mis enemigos, antes bien sepa merecer vuestro auxilio y
protección; y triunfar con Vos de todas las astucias de
la serpiente infernal, para lograr la dicha y
felicidad de poderos alabar eternamente en el Cielo. Amen.
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