martes, 13 de marzo de 2018

NOVENA A LA VIRGEN DE LA CONSOLACION




DEVOTO NOVENARIO A NUESTRA SEÑORA DE CONSOLACIÓN

BARCELONA, 1867

ACTO DE CONTRICCIÓN

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Padre de las misericordias y Redentor de nuestras almas, en quien creo, en quien espero, y a quien amo con todo el afecto de mi corazón, más que a mi vida, me pesa entrañablemente de haberos ofendido, por ser Vos bondad infinita; y me pesa también, Salvador mío, porque podéis castigarme por mis culpas con el eterno suplicio. Dadme, Señor, vuestra gracia, y usad conmigo de misericordia, para que en adelante os ame, os sirva y alabe con todas mis potencias y sentidos. Así os lo pido y suplico por la sangre de vuestra Pasión sacrosanta, y por los méritos de vuestra purísima Madre la Virgen María, consuelo de los afligidos y amparo de los pecadores. Amen.


ORACION PARA TODOS LOS DIAS
Dios y Señor mío, que habéis prometido ayudar a los que tienen buena voluntad, dadme gracia para recobrar la pureza de alma y cuerpo, que me disteis en el bautismo; haced que, sacudiendo el yugo del pecado, camine de virtud en virtud; a fin de que, adornada mi alma con la vestidura de la inocencia, merezca ser asociada al número de los Santos, y cantar vuestras alabanzas en la gloria por todos los siglos de los siglos. Amen.


DIA PRIMERO
Beatísima Virgen María, Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que consolasteis a la gloriosa Madre Santa Mónica, cuando más afligida se hallaba por los extravíos de su hijo Agustino, os suplicamos, que protegidos nosotros con la sombra de vuestra soberana protección, salgamos felizmente de todo lo que puede apartarnos del camino de la salvación, y logremos lo que pedimos en esta Novena. Para conseguir de Vos esta gracia, os saludamos diciendo nueve veces el Ave María y un Gloria Patri.
ORACION
¡Oh Madre amantísima! Yo, aunque indigno, os amo con el mayor afecto de mi corazón: creo que sois poderosa para alcanzarme este favor, que pido en esta Novena; y espero con la mayor confianza, que lo alcanzaré por vuestra intercesión. Ea pues, abogada mía y mi consoladora, ya que sois el consuelo de los afligidos, volved a mí vuestros ojos misericordiosos, para que, no ofendiendo más a vuestro divino Hijo, merezca alcanzar ahora su gracia, y después su gloria. Amen.


GOZOS EN ALABANZA DE NUESTRA SEÑORA Y MADRE DE CONSOLACION


De gracias vergel rodea
  Esta vid, Virgen amable:
  Por el medio saludable
  De vuestra Santa Correa.

Profetas de la antigua ley,
  Ceñidos os presentabais,
  Con el cíngulo ostentabais
  La misión del sumo Rey.
  Las Vírgenes de Judea
  Su flor hacía notable:

Tanta estima Vos hicisteis
  De esta prenda virginal,
  Que en viva carne mortal
  Con ella misma os ceñisteis:
  Las gracias, con que campea,
Dadnos, piadosa y afable:

María su voluntad
A Mónica la declara,
Que el negro traje copiara
De su santa soledad,
Queréis que en su viudez vea,
Oh Virgen, cuan sois tratable:

Agustín esta divisa
Prescribe a sus Ermitaños,
Para frustrar los amaños,
Que Luzbel arma a su guisa;
A vos que imite, desea,
Su Orden siempre venerable:

Ordenes diversas son
De hermanos una con todos,
Que Agustín su regla y Zona Les da,
cual signo de unión:
 El cofrade se granjea
La gracia comunicable:

Timbre de Consolación
Decora a esta Cofradía,
Que Bolonia, o Madre mía,
Erige a tu protección:
Quiere el Papa que posea
Un tesoro inagotable:

Con la cinta dais virtud
Al humano corazón,
A los culpables perdón,
A los enfermos salud,
Y al devoto que pelea
Dais escudo impenetrable:

Tras la vida transitoria
El mismo Dios la señala
Por una suave escala
Para subirá la gloria:
Al Cinturado franquea
Entrada al bien perdurable:

Madre de Consolación
Os llaman los Santos Padres,
Y los devotos Cofrades
De esta fiel Congregación:
Porque a todos los recrea
Vuestro consuelo admirable:

En vuestra presencia estamos
  Con abrasados fervores,
  Aguardando los favores,
  Que de esa mano esperamos
  En los males que acarrea
  Esta vida miserable:

Benignamente mirad
  Al que afligido se ve,
 Y espera con viva fé
  De Vos consuelo y piedad.
  Porque premiada se vea
  Su devoción agradable:

Para todos, Virgen, sea
   Vuestro amparo favorable:
  Por el medio saludable
  De vuestra Santa Correa.



L/: Ruega por nosotros ¡Oh Madre de Consolación!
R/: Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.

ANTÍFONA
Madre santa de Dios; no os desdeñéis de atender a muestras súplicas en medio de tantas necesidades, libradnos siempre de todos los peligros, Virgen bendita y gloriosa.

L/: Haced que os alabemos, Virgen sagrada.
R/: Dadnos fortaleza contra vuestros enemigos.

ORACION
Salvador nuestro Jesucristo, Padre de misericordia y Dios de todo consuelo, conceded, os rogamos, que, así como en la tierra ceñidos con el cíngulo de pureza, tributamos nuestros obsequios a vuestra purísima Madre María, bajo el título de Consolación; así merezcamos gozar en el cielo de su eterna compañía. Amen.


CONMEMORACION DE SAN AGUSTIN
Padre San Agustín, vos que sois la dulzura de los pobres, y el piadoso consuelo de vuestros hijos, rogad por nosotros.

L/: Interceded por nosotros Padre San Agustín.
R/: Para que seamos dignos de las promesas de Jesucristo.

ORACION
Concedednos, omnipotente Dios, un gozo completo en la devota conmemoración de N. P. S. Agustín, con cuyo patrocinio y vuestro socorro confiamos salvarnos. Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amen.


CONMEMORACION DE SANTA MONICA
Deshacías Mónica en copiosas lágrimas, para que Dios desde el Cielo visitase a su hijo, y alumbrarse al que yacía en las tinieblas y en la sombra de la muerte.

L/: Rogad por nosotros Bienaventurada Madre Mónica.
R/: Para que se cumplan en nosotros las promesas de Jesucristo.

ORACION
Oh Dios, consolador de afligidos, Salvador de los que esperan en Vos, que por vuestra misericordia aceptasteis las piadosas lágrimas de nuestra Madre Santa Mónica, convirtiendo a su hijo Agustín; concedednos por la intercesión de este y de aquella, que lloremos nuestros pecados, y alcancemos el perdón de vuestra gracia. Por Cristo nuestro Señor. Amen.


DIA SEGUNDO
ORACION.
Poderosísima Virgen María, Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que fuisteis aquella torre firme e inexpugnable de David, en que afianzando el gran Padre San Agustín venció y triunfó de todos vuestros enemigos; os pedimos nos alcancéis de vuestro Santísimo Hijo armas poderosas para salir victoriosos de todas las astucias de nuestros visibles e invisibles enemigos, logremos lo que pedimos en esta Novena. Para conseguir de Vos esta gracia, os saludamos diciendo nueve veces el Ave María y un Gloria Patri.

ORACIÓN

Virgen Santísima y Madre nuestra amorosa, os suplicamos, que ya que por Vos encontramos la fuente de la gracia, hallemos favorable acogida en la presencia de vuestro Hijo, para que por Vos seamos bien recibidos de aquel, que se nos dio por Vos: haced que vuestra inmensa caridad cubra la muchedumbre de nuestros pecados, y que vuestra gloriosa y admirable fecundidad nos haga fecundos en méritos y buenas obras; y al mismo tiempo dadnos valor y fuerza para pelear contra vuestros enemigos, para vencerlos y confundirlos. Amen.


DIA TECERO
ORACION
Bienaventurada Virgen María, Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que visitasteis en su enfermedad y en la hora de su muerte a vuestro siervo fidelísimo San Nicolás de Tolentino, y le asegurasteis y ofrecisteis ser su amparo, su refugio y consuelo en sus mayores angustias; os rogamos afectuosamente, nos admitáis en el número de vuestros siervos, para experimentar en nosotros mismos, en aquel trance peligroso, cuan dulce y amable sois para los que os sirven devotamente, y logremos lo que pedimos en esta Novena. Para conseguir de Vos esta gracia, os saludamos diciendo nueve veces el Ave María y un Gloria Patri.
ORACION
O Beatísima María, oíd nuestras súplicas, y haced que nuestra reconciliación con el Padre de las misericordias nos sirva al mismo tiempo de preservativo contra el veneno del pecado. Ofreced Vos misma nuestros votos y deseos al Señor, y serán menos indignos de serle presentados: consigamos por vuestra intercesión lo que le pedimos con confianza. Recibid benignamente lo que os ofrecemos con todo el afecto de nuestro corazón: concedednos lo que os pedimos, y no miréis a nuestra pusilanimidad y a nuestra desconfianza, pues sois, después de Jesucristo, la única esperanza de los pecadores. Por vuestra intercesión, Beatísima Virgen, esperamos conseguir el perdon de nuestros pecados, y con ella contamos tambien para obtener de Dios nuestra eterna Te compensa. Amen.


DIA CUARTO
ORACION
Santísima Virgen María, Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que dirigisteis, como norte y guía segura, los pasos de la bienaventurada Rita de Casia en todos los estados de su vida, hallando siempre en Vos el más poderoso apoyo en todas sus dudas y combates; os suplicamos, que, compadeciéndoos de nuestra multiplicada miseria, seáis nuestro asilo y defensa en los mayores peligros, y logremos lo que pedimos en esta Novena. Para conseguir de Vos esta gracia, os saludamos diciendo nueve veces el Ave María y un Gloria Patri.
ORACION
Virgen purísima, Madre de todo consuelo, fuente de misericordias, océano de piedades, piélago inmenso de dulzura, ¿quién podrá alabar dignamente vuestra posibilísima condición, pues así os dignasteis favorecer a los que os sirven? Sin Vos no tuviera el Cielo puerta, por donde saliesen vuestras saludables influencias. Sin Vos carecerían los hombres de escalera por donde subir a las moradas celestiales: por esa puerta y escalera se nos vino todo el bien, todo el gozo y toda la paz, para que nosotros, aunque tan flacos y miserables subiésemos, como lo confiamos y con toda devoción os lo pedimos, al lugar de la paz, del gozo, del Sumo bien, que es Jesús, Hijo vuestro; Dios, que con el Padre y el Espíritu Santo vive, y en vuestra compañía reina por los siglos de los siglos. Amen.

DIA QUINTO
ORACION
Castísima Virgen María, Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que el ilustre Apóstol de Salamanca San Juan de Sahagún conservó siempre la cándida azucena de la castidad ilesa de todo impuro acontecimiento, por vuestra poderosa intercesión; haced por la misma, que nos conservemos limpios y puros, y logremos lo que pedimos en esta Novena. Para conseguir de Vos esta gracia os saludamos diciendo nueve veces el Ave María y un Gloria Patri. 
ORACION
¡O divina Señora, si sois el piélago de las dulzuras y consuelos, el mar de los gozos y alegrías, el océano de los favores y gracias, a donde irán nuestras lágrimas, para que de amargas pasen a sernos, como a David, sabrosas dulces, sino al abismo de vuestra grande misericordia! A Vos, Virgen Santa, nos acogemos; a Vos clamamos, para que favorecidos con vuestras consolaciones y suavidades en esta vida, merezcamos después llegar al feliz puerto de la gloria. Amen.


DIA SEXTO
ORACION
Gloriosísima Virgen María, Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que favorecisteis con tanto esmero a vuestro devoto capellán Santo Tomás de Villanueva, que fue llamado hijo vuestro, y que los principales sucesos de su vida acaecieron en alguna festividad vuestra; os pedimos humildemente os dignéis mirarnos como a hijos, aunque indignos, para teneros propicia en todas las ocurrencias de esta vida, y logremos lo que pedimos en esta Novena. Para conseguir de Vos esta gracia, os saludamos diciendo nueve veces el Ave María y un Gloria Patri.
ORACION
Virgen poderosísima, torre y defensa divina, tutora solícita de los pobres, puerto seguro de los que están en contingencia y peligro de perderse eternamente; sedlo, Señora, de vuestros devotos, para que, con tal apoyo y protección, no triunfe de nosotros el enemigo, sino que postrado y rendido conozca vuestro poder, y se retire á los calabozos del abismo, de donde, por vuestra gran piedad, esperamos librarnos, para gozar después eternamente de vuestra presencia en el cielo. Amen.


DIA SÉPTIMO
ORACION
Soberana Virgen María, Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que recreasteis con vuestra vista y presencia al glorioso Duque de Aquitania San Guillermo, y le curasteis las llagas que le abrió cruelmente el común enemigo; os pedimos nos alcancéis de vuestro amado Hijo el precioso antídoto de su gracia, para sanar de las llagas que han hecho en nuestra alma los pecados que hemos cometido, y logremos lo que pedimos en esta Novena. Para conseguir de Vos esta gracia, os saludamos diciendo nueve veces el Ave María y un Gloria Patri.
ORACION
Oh Virgen gloriosísima, llama inextinguible del divino amor, fuego purísimo de caridad, incendio interminable de dilección, dignaos comunicarnos una centella siquiera de tanto volcán; haced, Madre piadosa, que nos abrasemos todos en verdadero amor de vuestro Hijo Santísimo, para que amándole con toda nuestra alma, con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas, con todas nuestras potencias y sentidos, nos dispongamos para amarle después con Vos eternamente en el Cielo. Amen.


DIA OCTAVO
ORACION
Amabilísima Señora, Virgen Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que con vuestra agradable vista y presencia convidasteis a vuestra esclarecida hija Santa Clara de Montefalco, cuando estaba para pasar del tiempo a la eternidad: os rogamos que en la hora de nuestra muerte acompañéis nuestras almas a aquel torrente inefable de dulzura de que gozan los Santos en el cielo, y logremos lo que pedimos en esta Novena. Para conseguir de Vos esta gracia os saludamos diciendo nueve veces el Ave María y un Gloria Patri.
ORACION
O sacratísima Emperatriz de los cielos, Virgen María, ¿quién no se ha de perder en el caos profundo de las tinieblas, si le falta el Sol que sois Vos? Verdad es, Señora, que por nuestras culpas merecemos que se nos oscurezca el Sol, pues tantas veces le eclipsaron nuestros pecados: Señora, si las culpas se borran con el arrepentimiento, recibid el nuestro, que con toda verdad confesamos nuestro engaño no haber admitido la verdad de vuestros maternales consejos: confesamos nuestro descuido en no haber acudido á oir vuestras voces amorosas, y nuestra tibieza en el servicio de Dios; de todo nos arrepentimos, y solicitamos volver, o divina Señora, a las luces de vuestra gracia, para merecer las de la gloria. Amen.


DIA NOVENO
ORACION
Fidelísima Virgen María, Madre de Dios y Madre de Consolación, ya que sois el consuelo y refugio de los pecadores, y sois justamente aclamada por Reina de todos los Santos, por haberles favorecido con abundantes bendiciones; os suplicamos, nos socorráis en todas nuestras necesidades, y experimentemos los efectos admirables de vuestras celestiales consolaciones, y logremos lo que pedimos en esta Novena. Para conseguir de Vos esta gracia, os saludamos diciendo nueve veces el Ave María y un Gloria Patri.
ORACION
Oh Virgen amantísima, socorredme con vuestro favor, sed mi protectora y consoladora en todos mis trabajos y aflicciones; porque yo no tengo á quien pedir clemencia, si no me arrojo a los pies de vuestra misericordia; amparadme pues, divina Señora, para que en esta vida no perezca, ni caiga en manos de mis enemigos, antes bien sepa merecer vuestro auxilio y protección; y triunfar con Vos de todas las astucias de la serpiente infernal, para lograr la dicha y felicidad de poderos alabar eternamente en el Cielo. Amen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...