martes, 13 de marzo de 2018

NOVENA A SAN JUAN DE RIVERA




NOVENA A SAN JUAN DE RIVERA
ARZOBISPO DE VALENCIA Y PATRIARCA DE ANTIOQUIA

COMPUESTA POR UN DEVOTO


ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, en quien creo, en quien espero, y à quien amo sobre todas las cosas por ser vos quien soy, sumo Bien, infinitamente digno de ser amado y me pesa de todo corazón de haberos ofendido y quisiera haber fallecido antes que haberos agraviado, pero conociendo mi ingratitud y desatino, propongo, y os ofrezco firmemente nunca más ofenderos. Perdonadme, Señor, misericordioso pues rendido a vuestros pies os alabo, os venero os adoro, y os doy infinitas gracias por los muchos beneficios que de Vos he recibido, y por los singulares dones de gracia y gloria con que sublimasteis en la tierra y en el Cielo a vuestro Siervo el Beato Juan de Ribera; cuya intercesión invoco en esta Novena para mayor gloria vuestra, y bien de mi alma. Amen.


DIA PRIMERO
ORACION
Dios y Señor de los Patriarcas, en quienes resplandeció la viva fe y obediencia, ofrezcos los merecimientos de estos Santos y los de vuestro Siervo Juan de Ribera, que siendo Patriarca y Prelado de nuestra Iglesia, redujo a la fe a muchas almas, y sujetó a los rebeldes a la obediencia de los preceptos Evangelios; ruegos por lo mismo, ¿ Señor Omnipotente, me concedáis una perfecta y pronta obediencia a vuestra santísima voluntad, una viva fe para creer las verdades divinas, y la gracia que os pido en esta Novena, para mayor gloria vuestra. Amen.
ORACION
Omnipotente Señor, que por vuestra adorable Providencia hicisteis nacer al mundo a vuestro Siervo, para disipar las tinieblas y ceguedad de los enemigos de la Iglesia, infundir el celo de vuestra honra en los corazones de los fíeles; haced, que el mio se transforme en un volcan de amor Divino, para serviros y amaros con aquella misma caridad que alentaba el Espíritu de vuestro celoso Patriarca. Alejad pues de mi corazón la tibieza y flojedad, para que sin intermisión trabaje en vuestro servicio, y en el de mis prójimos, apartando de mi alma todo cuanto pueda desviarla del camino que conduce a la salvación, para llegar con seguridad a la gloria eterna. Amen.


ORACION PARA TODOS LOS DIAS
Oh amantísimo Patriarca y Padre mío San Juan de Rivera, que os manifestasteis tan devoto del augusto Sacramento de la Eucaristía procurando por varios y exquisitos medios el respeto, honor y culto, que es debido a este tan alto Misterio  interceded con su Divina Majestad, para que me conserve firme con la creencia de este prodigioso arcano, confesando en todo tiempo, que bajo las sagradas especies de pan se halla mi verdadero Dios, Criador y Redentor mi Señor Jesucristo con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, tan alto y tan poderoso como está en los Cielos. Igualmente os suplico me alcancéis aquella limpieza de alma que necesito para recibirle dignamente, y aquella unción y ternura con que contemplabais tan sacrosanto Misterio, y juntamente un fervor como el vuestro, para darle las debidas gracias por tan inestimable beneficio, á fin de que mis ojos derramen lágrimas de compunción ante el augusto Sacramento del Altar, de cuyo Maná sacrosanto deseo participar desde ahora para el tiempo de mi muerte. Amen.


DIA SEGUNDO
ORACIÓN
Dios y Señor de los Profetas, en quienes resplandeció el celo de vuestra honra, ofrezcos los merecimientos de estos Santos y los de San Juan de Ribera , quien disipando las tinieblas de los enemigos de la fe, y desterrando de su Grey el error Mahometano, procuró solo el culto y adoración a vuestra Divina Majestad en el Sacramento de la Eucaristía : suplicoos humildemente, me concedáis gracia para perseverar siempre en vuestra adoración y culto y el consuelo que os pido en esta Novena, si me conviene. Amen.

ORACIÓN
Dulcísimo Jesús, que concedisteis a vuestro Siervo la templanza y abstinencia en medio de las grandezas exteriores de su estado; dadme por vuestra poderosa gracia esta virtud que necesito, para velar continuamente y cori mayor desembarazo en la observancia de vuestros preceptos. Y si vuestro amado Juan de Ribera fue sobrio y templado en la comida y bebida para cumplir debidamente con los cargos de Pastor de almas; concededme por sus ruegos una rigurosa abstinencia, para que, sofocados los apetitos del cuerpo, y reprimidas las pasiones, solo atienda mi alma a las delicias del Cielo. Amen.


DÍA TERCERO
ORACIÓN
Dios y Señor de los Apóstoles, en quienes resplandeció lo más heroico de la pobreza ; ofrezcos los merecimientos de estos Santos, y los de vuestro Siervo San Juan de R ibera, a quien disteis tan grande amor á la pobreza , que por seguir el Evangelio, negase a sí y a todas las cosas del mundo, para que Vos solo entraseis a poseer su corazón: ruegos por ello, Señor, me alcancéis u n verdadero desprecio del mundo y sus encantos, siguiéndoos por el camino dé la perfección, y juntamente la gracia que os pido en esta Novena para mayor servicio vuestro. Amen.
ORACION
 Amantísimo Dios y Señor mío: ya que os dignasteis preservar al Bienaventurado Juan de los insultos de la impureza en medio de los peligros , que á cada paso nos presentan la corrupción y desconcierto del siglo , é infundisteis en su alma el candor y la inocencia ; concededme por sus méritos la virtud de la castidad, y el valor que necesito para salir victorioso de los asaltos del mundo , demonio y carne , cuyo triunfo no será difícil de alcanzar , sí Vos os dignáis , Dios mío , alentarme , y darme fuerzas en el combate con estos tres enemigos ; así como lo hicisteis con vuestro Siervo , para que haciéndome semejante con la pureza a vuestros Espíritus Celestiales , consiga gozar con ellos en la Gloria de vuestra adorable presencia. Amen.


DIA CUARTO
ORACION
Dios y Señor de los Mártires, en quien resplandeció lo más fino del amor y la más constante fortaleza; ofrezcos los merecimientos de estos Santos, y los de vuestro amantísimo Juan de Ribera, que enardecido en vuestro divino amor , y deseoso de vuestra gloria, padeció trabajos insufribles, y venció innumerables dificultades, para reducir al verdadero conocimiento a muchos Infieles y pecadores; suplicoos me concedáis el fuego de la caridad, para que abrasado en vuestro amor padezca los trabajos que me sobrevinieren, superando las dificultades que impidan el camino de la salvación , y el consuelo que pido en esta Novena, si me conviene. Amen.
ORACIÓN
Soberano Salvador, que eligiendo vuestro amado Siervo, para ocupar los primeros puestos de la Iglesia y del Estado, hicisteis, que se humillase y abatiese en medio de los resplandores y brillanteces que ofrecen á nuestros ojos lo aparente y falaz del mundo; suplicoos me concedáis la virtud de la humildad , y el abatimiento en mi Estado, para que la soberbia, raíz de todos los vicios , no tenga entrada en mi alma ? pues de esta suerte reprimidos el orgullo y vanagloria conoceré , que cuanto se hallase en mí bueno es de Vos , como principio y fin de toda felicidad verdadera. Amen.


DIA QUINTO
ORACION
Dios y Señor de los Pontífices en quienes resplandeció lo más admirable de la prudencia; ofrezcos los merecimientos de estos Santos y los de vuestro Siervo Juan de Ribera , a quien disteis tanta prudencia en el gobierno de la Iglesia, que instruyendo a unos  enseñando i otros mandando a estos tolerando a aquellos, los redujo á todos al suave yugo de la obediencia, Ruegoos pues me concedáis por la prudencia y virtudes de tan gran Prelado gracia para gobernar mis acciones en vuestro santo servicio * y lo que os pido en esta Novena , si así conviene a Vuestra gloria. Amen.
ORACIÓN
Señor Dios misericordioso Vos que dotasteis a vuestro amado Patriarca de la paciencia y mansedumbre, para dirigir con acierto su Rebaño, concededme la resignación en mis trabajos, y dadme gracia para reprimir la ira, de modo, que no me haga hacer, decir ó desear cosa que sea ofensa vuestra. Y si por la fragilidad humana despuntase en mi corazón este soberbio enemigo, sofocadle prontamente, para que venciéndole con vuestra ayuda, llegue yo a conseguir la paz y la mansedumbre qué necesito, para subir a vuestra gloria. Amen.


DIA SEXTO
ORACIÓN
Dios y Señor de los Doctores, en quienes resplandeció La mas preciosa sabiduría; ofrezcos les merecimientos de estos Santos, y los de San Juan de Ribera, en quien depositasteis tanta doctrina, que per ella mereció ser tenido por oráculo , y respetado de los Sabios y Maestros de su tiempo: suplicoos, Se­ñor , me concedáis esta misma doctrina, para enseñar vuestras verdades santas, y gracia para que sepa agradaros y temeros, que es la verdadera sabiduría, juntamente con el beneficio que os pida en esta Novena, si conviniere a mi alma. Amen.
ORACIÓN
Amabilísimo Jesús, que infundisteis virtud de la prudencia en vuestro Siervo, y al mismo tiempo le hicisteis fiel en sus operaciones , para cumplir con los deberes de verdadero Prelado; haced, que por su intercesión participe yo de estas virtudes, para que ordenando las pasiones a un fin recto , y sujetando la razón a la Justicia, logre por la fidelidad y prudencia la perfección y santidad dé su estado dirigiendo mis palabras, acciones y pensamientos a la mayor gloria vuestra , y edificación de mis próximos; pues para ello os prometo , Señor , no proceder en adelante sin consejo en todas mis operaciones, y procurar no desviarme del camino del Evangelio , que nos conduce con seguridad á la eterna bienaventuranza. Amen.


DIA SÉPTIMO
ORACIÓN
Dios y Señor de los Confesores , en quienes resplandeció lo más elevado de la oración , y lo más profundo de la humildad ofrezcos los merecimientos de estos Santos, y los de San Juan de Ribera, a quien hicisteis excelente en la oración , y tan maestro en la humildad, que era el ejemplo de sus Súbditos, y la admiración de las gentes: suplicoos pues, Señor, me concedáis una profunda humildad y conocimiento de mi bajeza, para que así mejor pueda dar a la Oración y contemplación de los divinos Misterios, como también la gracia que os pido en esta Novena, si me conviene. Amen.
ORACIÓN
Dios sabio y eterno, ya que concedisteis al glorioso Patriarca Ribera la ciencia y doctrina para enseñar a los fieles, e instruirles en las verdaderas má­ximas del Cristianismo; infundid en mi entendimiento esta admirable luz, para aprender la ciencia de los Santos , y no caer en el abismo de la ignorancia, que está envuelta en la doctrina del mundo. Enseñadme la verdad en que fue glorificado vuestro Siervo, para que a su imitación pueda yo exhortar, consolar y esforzar a mis hermanos los fieles, y convencer y confundir con ella a los que la contradicen, junto con lo que os pido en esta Novena para mayor gloria vuestra. Amen.



DIA OCTAVO
ORACIÓN
Dios y Señor de las Vírgenes, en quienes resplandeció lo más cándido de la pureza ; ofrezcos los merecimientos de estas Santas, y los de vuestro Siervo Juan a quien disteis tal espíritu de pureza y castidad, que jamás apartó de su semblante el pudor y la vergüenza, procurando no manchar su alma con objetos deliciosos y halagüeños : suplicoos pues por ello, Señor mío amantísimo, me concedáis aquella pureza de alma y cuerpo, para que sean castos y puros mis pensamientos, palabras y obras; e igualmente la gracia que os pido en esta Novena , si conviniere para salvarme. Amen.
ORACIÓN
 Salvador mío amantísimo, si vuestro Siervo y Bienaventurado Juan no se contentó solamente con dar el pasto espiritual a sus ovejas, sí que también socorría con grande generosidad sus necesidades corporales ; concededme por sus ruegos una tierna compasión para con los pobres necesitados y mendigos , para que añadiendo à las demás obras que hiciere, la limosna de mis bienes en cuanto permita mi estado , logre emplearme en vuestro santo servicio , y en el socorro de las necesidades de mis prójimos, y consiga por este medio tan seguro colocar mis caudales en el Cielo, Amen.


DIA ULTIMO
ORACION
Dios y Señor de los Solitarios, Anacoretas y Penitentes, en quienes resplandeció lo más austero de la mortificación y penitencia; ofrezcos los merecimientos de estos Santos , y los de San Juan de Ribera , a quien disteis tanto amor al retiro del siglo y sus encantos , que fundó varios Monasterios , para que habitasen sus Claustros las almas, que penetradas de los sentimientos del Evangelio, quisiesen retirarse de la Babilonia de este mundo; suplícoos , Señor , que por su oracion y penitencia me concedáis una verdadera mortificación de potencias y sentidos, para que mi corazon no apetezca otro consuelo que a Vos , y la gracia que os pido , si me conviene. Amen.
ORACIÓN
Inmenso Dios y Señor, Vos que con razón sois llamado el Santo de los Santos, a quienes honró tanto en la tierra nuestro fervoroso Patriarca ; infundidme una tierna devoción a todos los Bienaventurados que gozan de vuestra presencia en el Empíreo, para que siendo mis Protectores en esta vida , sean después mis Abogados en la hora de mi muerte, a quienes invoco ya para entonces, y especialmente a San Juan de Ribera, á fin de que mi alma pueda volar con seguridad a las moradas eternas. Amen.







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