sábado, 2 de junio de 2018

SALUTACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS







SALUTACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
DE LA B. MARGARITA MARÍA ALACOQUE


Os saludo, Corazón de mi Jesús, salvadme.
Corazón de mi Creador, perfeccionadme.
Corazón de mi Jesús, perdonadme.
Corazón de mi Padre, gobernadme.
O s saludo, Corazón de mi Esposo, amadme.
Corazón de mi Maestro, enseñadme.
Corazón de mi Pastor, guardadme.
Corazón de mi Jesús Niño, atraedme.
Corazón de Jesús, moribundo en la Cruz, pagad por mí.
Corazón de Jesús, en todos los momentos de la vida, daos a mí.
Corazón de mi Hermano, permaneced en mí.
Corazón caritativo, cumplid Vuestros designios en mí.
Corazón humildísimo, reposad en mí.
Corazón pacientísimo, soportadme.
Corazón pacífico, calmadme.
O s saludo, Corazón bendito, médico y remedio de nuestros males, curadme.
Corazón de Jesús, consuelo de los afligidos, consoladme.
Corazón amante, hoguera ardiente, consumidme.
Corazón de eternas bendiciones, llamadme.

Humildemente postrado al pie de Vuestra santa Cruz, Os diré frecuentemente, oh divino Salvador mío, para mover las entrañas de Vuestra misericordia a perdonarme:


Jesús, desconocido y despreciado, tened piedad de mí.
Jesús, calumniado y perseguido
Jesús, abandonado de los hombres, y tentado
Jesús, traicionado y vendido a vil precio
Jesús, vituperado, acusado y condenado injustamente
Jesús, cubierto con vestido de oprobio y de vergüenza
Jesús, abofeteado y burlado
Jesús, arrastrado con una soga al cuello
Jesús, azotado hasta derramar sangre
Jesús, pospuesto á Barrabás
Jesús, coronado de espinas y saludado por irrisión
Jesús, cargado con la cruz y con las maldiciones del pueblo
Jesús, triste hasta la muerte
Jesús, pendiente de u n infame madero en compañía de ladrones
Jesús, anonadado y deshonrado delante de los hombres
Jesús, abrumado de toda clase de dolores.

¡Oh buen Jesús! que habéis querido sufrir infinitos oprobios y humillaciones por amor mío, imprimid profundamente en mi corazón el amor y estimación de ellos, y hacedme desear su práctica.

ORACIÓN

Oh dulce Jesús mío, único amor de mi corazón, suave tormento de mi alma y martirio grato de mi cuerpo: la única gracia que Os pido para honrar Vuestro estado de hostia en el Santísimo Sacramento, es; que viva y muera yo víctima de Vuestro Corazón sagrado, por una amarga repugnancia de todo lo que no sois Vos; víctima de Vuestra santa alma, por todas las angustias de que es capaz la mía; víctima de Vuestro Cuerpo, tanto por la separación de todo lo que puede satisfacer el mío, cuanto por el odio de una carne criminal y maldecida.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...