SALUTACIÓN
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
DE
LA B. MARGARITA MARÍA ALACOQUE
Os saludo,
Corazón de mi Jesús, salvadme.
Corazón
de mi Creador, perfeccionadme.
Corazón
de mi Jesús, perdonadme.
Corazón
de mi Padre, gobernadme.
O
s saludo, Corazón de mi Esposo, amadme.
Corazón
de mi Maestro, enseñadme.
Corazón
de mi Pastor, guardadme.
Corazón
de mi Jesús Niño, atraedme.
Corazón
de Jesús, moribundo en la Cruz, pagad por mí.
Corazón
de Jesús, en todos los momentos de la vida, daos a mí.
Corazón
de mi Hermano, permaneced en mí.
Corazón
caritativo, cumplid Vuestros designios en mí.
Corazón
humildísimo, reposad en mí.
Corazón
pacientísimo, soportadme.
Corazón
pacífico, calmadme.
O
s saludo, Corazón bendito, médico y remedio de nuestros males, curadme.
Corazón
de Jesús, consuelo de los afligidos, consoladme.
Corazón
amante, hoguera ardiente, consumidme.
Corazón
de eternas bendiciones, llamadme.
Humildemente
postrado al pie de Vuestra santa Cruz, Os diré frecuentemente, oh divino
Salvador mío, para mover las entrañas de Vuestra misericordia a perdonarme:
Jesús,
desconocido y despreciado, tened piedad
de mí.
Jesús,
calumniado y perseguido
Jesús,
abandonado de los hombres, y tentado
Jesús,
traicionado y vendido a vil precio
Jesús,
vituperado, acusado y condenado injustamente
Jesús,
cubierto con vestido de oprobio y de vergüenza
Jesús,
abofeteado y burlado
Jesús,
arrastrado con una soga al cuello
Jesús,
azotado hasta derramar sangre
Jesús,
pospuesto á Barrabás
Jesús,
coronado de espinas y saludado por irrisión
Jesús,
cargado con la cruz y con las maldiciones del pueblo
Jesús,
triste hasta la muerte
Jesús,
pendiente de u n infame madero en compañía de ladrones
Jesús,
anonadado y deshonrado delante de los hombres
Jesús,
abrumado de toda clase de dolores.
¡Oh
buen Jesús! que habéis querido sufrir infinitos oprobios y humillaciones por
amor mío, imprimid profundamente en mi corazón el amor y estimación de ellos, y
hacedme desear su práctica.
ORACIÓN
Oh
dulce Jesús mío, único amor de mi corazón, suave tormento de mi alma y martirio
grato de mi cuerpo: la única gracia que Os pido para honrar Vuestro estado de
hostia en el Santísimo Sacramento, es; que viva y muera yo víctima de Vuestro
Corazón sagrado, por una amarga repugnancia de todo lo que no sois Vos; víctima
de Vuestra santa alma, por todas las angustias de que es capaz la mía; víctima
de Vuestro Cuerpo, tanto por la separación de todo lo que puede satisfacer el
mío, cuanto por el odio de una carne criminal y maldecida.
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