NOVENA
DE SANTA MARGARITA, VIRGEN Y MARTIR.
QUE SE
VENERA EN EL CONVENTO DE RELIGIOSAS CAPUCHINAS
DEL
CONVENTO DE CAPUCHINAS DE LA CIUDAD DE BARCELONA
Compuesta
por Don Rafael Patel y Torra.
Imprenta
de los Herederos de la Viuda Plá, Calle de la Princesa, Barcelona. Año 1861.
Los Excelentísimos y Reverendísimos Sres.
D. Antonio Palau, obispo de Barcelona, y D. Florencio Lorente, obispo de Gerona,
han concedido cada uno cuarenta días de indulgencia a todos los fieles por cada
día que honraren a la gloriosa Santa Margarita con los ejercicios de esta
novena.
ACTO DE
CONTRICION PARA TODOS LOS DIAS
Señor
Dios todopoderoso, a Vos humildemente acudo arrepentido y lloroso por haberos
ofendido, a Vos, generosísimo Redentor, que derramasteis vuestra tan preciosa
sangre para redimirnos de la esclavitud en que yacíamos y para salvar a
nosotros pecadores. iAh! ¡Cuán grande debería de ser mi dolor al pensar lo ingratos
que somos pagando con tanta indiferencia los miles de favores que de Vos
recibimos! ¡Qué alma verdaderamente cristiana habrá que al considerar los
muchísimos y crueles padecimientos que sufristeis durante vuestra pasión y
muerte no os diga ante Vos postrado: me pesa, amantísimo Salvador, de haberos
ofendido hasta el punto de ser tan desagradecido con Vos, que olvidando lo que
hicisteis por mi salvación, ¡no os lo agradezco de la manera debida! ¡Me pesa Señor,
de haber abusado de vuestra celestial clemencia que con tanta munificencia
concedéis al más indigno de vuestros siervos! Propóngome desde este instante
con la ayuda de Vos, mi amorosísimo Redentor, arrepentirme y pediros
humildemente perdón de las ofensas que en tan gran número os he hecho; y
demostraros igualmente mi deseo у anhelo para alcanzar la gracia en esta vida y
la gloria en la otra. Amen.
DÍA
PRIMERO
CONSIDERACION
Considera,
alma mía, cuanta era ya en su niñez la virtud de Margarita, hija de noble
solar, aunque idólatras sus padres, que desde su infancia anhelaba instruirse
en los misterios de la sacrosanta Religión que le enseñaba y explicaba su
nodriza. Era tanto su deseo de entrar en el gremio de la Iglesia católica y
servir a Jesucristo, que después de haber recibido el agua del bautismo iba a
reunirse donde se juntaban secretamente los fieles, para orar y bendecir al
Señor. ¡Ve, compara, si te atreves a ello, la gran virtud de la niña Margarita
con tu indiferencia en todo lo concerniente a lo que ella mostraba tanta afición,
fervor y devoción! ¡Ah! ¿No te atreves? ¿No osas poner en parangón su virtud
con tu indiferencia? ¿Te avergüenzas, en fin, alma pecadora, de sostener una
lucha en la cual tan fácilmente eres vencida? ¿En qué consiste pues tu poco
valor, si no puedes sostener comparaciones de esta clase? Medítese un rato.
ORACION
PIDIENDO
A SANTA MARGARITA NOS ALCANCE DE DIOS LA PERSEVERANCIA EN LA FE.
¡Oh beatísima Margarita! Quién pudiera, no digo igualar, si no tan siquiera compararse con Vos en vuestra inalterable fe y perseverancia en la Religión cristiana en unos tiempos en que el solo nombre de cristiano era una sentencia de muerte para el que lo llevaba; siendo todos ellos perseguidos como fieras y atormentados con los más crueles у horrorosos martirios que sufrían con una serenidad pasmosa. jAh! ¡Cuán dichosos son ahora los que, despreciando los goces y el fingido bienestar del mundo, huían a las soledades de los bosques para allí poder adorar y glorificar libremente al Criador, y que al ser perseguidos y martirizados no dejaban de ensalzar al soberano Señor, abandonando alegremente la vida para subir al cielo a disfrutar los verdaderos goces de la bienaventuranza. Interceded, Margarita, para que el Criador nos conceda la perseverancia en la fe de Jesucristo y a estar prontos a morir, si conviniera, por la sacrosanta Religión del Crucificado. Y para alcanzar de Dios esta gracia, con todo fervor y devoción rezaremos tres Ave Marías y un Gloria Patri.
ORACION
PARA TODOS LOS DIAS
Virgen
santa Margarita, Vos que fuisteis ejemplo y modelo de virtudes ya desde vuestra
niñez, y que tan patentes pruebas disteis de perseverancia, fe y abnegación,
resistiendo las tentaciones y halagos con que el falaz y engañoso mundo os
brindaba; resistiendo igualmente con un valor heroico las torpes promesas de
Olibrio; alcanzadme fuerzas para resistir las tentaciones y librarme de los
peligros que me rodean, y pueda al fin de la jornada presentarme ante el
justiciero tribunal de Dios libre de la horrible y fea mancha del pecado.
Hacedme, pura y santa Margarita, aunque me considero muy indigno de merecerle, el
favor que en esta novena os solicito, rogándoos me ayudéis en el terrible
trance de la muerte. Amen.
DIA
SEGUNDO
CONSIDERACION
Considera,
alma mía, que ya desde niña, Margarita prendada de las excelencias de la Religión
cristiana, hizo voto en su interior de no admitir por esposo a otro que no
fuese Jesucristo, considerando que Él solo era digno de estimación, veneración
y respeto; y que, al presentarse a su padre, noticioso de la conversión de su
hija al cristianismo, como este la reprendiese y amenazase si no abjuraba, respondió
que estaba dispuesta a sufrirlo todo por su divino Esposo. ¡Ah! ¡Qué admiración
no causa el contemplar a una niña que apenas salida de la infancia tiene tanta devoción
y amor a Dios, que prefiere arrostrar toda la cólera de un padre y está pronta
a sufrir cualquier tormento antes que abandonar su firme propósito! ¿Te
asemejas, alma mía, en alguna manera a la de la Santa? ¿Estarías pronta y
resuelta a abandonar este mundo, en medio de terribles padecimientos, por la
religión de Cristo? -Medítese.
ORACION
PIDIENDO
A SANTA MARGARITA NOS ALCANCE EL DÓN DE LA ORACION
Bienaventurada
Margarita, a Vos que os admiraban los cristianos todos por vuestro fervor en la
continua oración que saliendo como el más dulce suspiro, y sin empañarla el
menor impuro hálito, se elevaba a la mansión de los ángeles, posándose a los
soberanos pies del Señor, que la acogía como muy digna de llegar hasta Él, alcanzando
por este medio las gracias que le pedíais, haced que yo, vil pecador, me
arrepienta de mis culpas y que una vez lavado de la impura mancha del pecado,
reciba por vuestra intercesión el don tan precioso y estimado de la oración,
que elevándola igual mente a los pies de Dios, sea digna de llegar a Él y de
ser acogida con bondad. Y para más obligaros os rezaremos con todo fervor etc.
Lo demás como el primer día.
DIA
TERCERO
CONSIDERACION
Considera,
alma mía, el valor con que sufría Margarita los inhumanos rigores de su enfurecido
padre, la humildad con que vistió los andrajos que le mandó poner y la resignación
con que recibió la orden de ir a apacentar los ganados de su propia casa,
igualándola al más ínfimo de sus criados, y la alegría que tuvo de ir al monte;
pues que allí sin ser vista de su familia, podía entregarse libremente a sus
meditaciones y orar lejos del bullicio de la ciudad, elevando su pura alma al
Criador, suplicándole le diera fuerzas para soportar los trabajos y fatigas,
qué tan sin compasión le imponían. Serias
tan fuerte, alma mía? o Bastaría todo tu valor a sufrir los bárbaros tratos de
un tan inhumano padre? ¿Sufrirías con resignación la humillación que sufrió? ¿Tendrías
tú la alegría que tuvo ella al saber tenía que habitar el monte en vez de la
ciudad? Medítese.
ORACION
PIDIENDO
A SANTA MARGARITA LA VIRTUD DE LA HUMILDAD
Virgen
santa Margarita, a Vos, que siendo miembro de una de las más esclarecidas
familias de Antioquía, cuyo jefe sacerdote de los gentiles era muy apreciado de
sus correligionarios, estando rodeada de los placeres materiales con que el
falaz mundo os brindaba, siendo todos los días la casa de vuestros padres
teatro de los más inmundos sacrificios; salisteis cual brillante meteoro pura y
radiante del impuro cieno en que se arrastraba la sociedad, para mostrar a los
numerosos prosélitos de la gentilidad la fortaleza y valor que inspira la religión
de Cristo: a Vos, que entre las muchísimas y grandes virtudes que os adornaban tuvisteis
como una de las principales, la humildad con que tratabais a vuestros
inferiores, sufríais los rigores de vuestro padre, las injurias y calumnias de
vuestros enemigos y cambio de posición. A Vos, Margarita, acudo para suplicaros
me alcancéis del cielo una virtud que Vos en tan alto grado poseíais y que yo
tanto necesito. Y para más obligaros, etc.
DIA
CUARTO
CONSIDERACION
Considera,
alma mía, a la Santa en su nueva posición de pastora, aborrecida de su familia,
deudos y parientes (ofreciendo al vivo el alegórico cuadro con que representan
a la divina Pastora de nuestras almas la Virgen santísima) rezando las más
fervientes oraciones al soberano Señor de cielo y tierra, elevándole las más
sentidas súplicas para que conmoviera el endurecido corazón de su padre, le
iluminara la razón, dándole un rayo de su divina gracia, a fin de que abjurase
los errores gentílicos y abrazara el cristianismo: pidiéndole además de todas
veras y con ardientes ruegos salidos del fondo de su corazón, no retardase
mucho el día de poder tener la dicha de morir por Jesucristo. iAh! ¡Cuán bello es el ejemplo que nos da
Margarita de virtud, abnegación, generosidad y de amor al verdadero Dios!
¿Tienes acaso, alma mía, tanta virtud? ¿Posees la abnegación y generosidad en
tan alto grado? ¿Amas, temes, veneras y respetas a Dios como la Santa? Medítese.
ORACION
PIDIENDO
A SANTA MARGARITA NOS DÉ LA ABNEGACION
Y GENEROSIDAD
SUFICIENTE PARA PERDONAR A NUESTROS ENEMIGOS
A Vos,
amable Margarita, os pido me concedáis la necesaria abnegación para huir las
artimañas del espíritu maligno que nunca ceja, esperando el oportuno momento para
cegarnos con sus tinieblas, quitándonos la luz de la gracia y valiéndose de su
inseparable y tentador compañero el mundo. Y para que no pueda, Virgen
Margarita, lograr sus pérfidos planes, nuevamente os pido me deis el valor,
virtud y abnegación necesarias para huir sus artificios y anatematizarles cual
se merece. A Vos igualmente os pido me concedáis también un átomo de vuestra
grandísima generosidad en perdonar a los que tanto os hacían sufrir; para que
yo al igual que Vos perdone a mis ofensores y enemigos, pidiendo al cielo para
ellos lo que deseo para mí. Y para alcanzar lo que en este día os pido, rezaremos
etc.
DIA
QUINTO
CONSIDERACION
Considera,
alma mía, el placer con que Dios escuchaba las plegarias de Margarita, puesto
que pocos días después de vivir en el campo y mientras estaba apacentando los
rebaños cerca un camino, pasó por allí Olibrio gobernador de la provincia y
general de los ejércitos de Aureliano, el cual, enamorándose de su belleza,
encontró pretexto para hacerla conducir a Antioquía, el ser cristiana. Mucha
alegría en su interior sintió Margarita al ser presa, pues veía se acercaba el día
que tanto anhelaba, ansiando el momento de poder declarar y proclamar ante sus
jueces y verdugos la fe de Cristo. Fue durante el tránsito a la ciudad, objeto
de los groseros insultos de los soldados, a los cuales les respondía con
exhortaciones a fin de que abjurasen sus errores, pagándole las advertencias y
sana doctrina que les enseñaba, con dobles atropellos, sin tener con ella
ninguna clase de miramientos al ver no cejaba en darles tan saludables consejos.
¿Puede desearse mayor caridad que la que mostraba Margarita? ¿Quieres, alma mía,
más afabilidad y ternura para con los mismos enemigos? Medítese.
ORACION
PIDIENDO
A SANTA MARGARITA NOS AUXILIE EN LAS TENTACIONES DEL DRAGON INFERNAL
¿A
quién mejor que a Vos podré acudir Oh Margarita, para pedir auxilio en las
tentaciones con que a todo momento nos atormenta el asqueroso y horrible dragón
infernal? ¿A quién pediré me ampare no permitiendo sea presa mi alma ni un solo
instante en las continuas y espesas redes que por doquier tiende el espíritu de
las tinieblas y del mal? ¿A quién, repito, en mis tribulaciones y peligros
demandaré auxilio para que ni un solo momento me complazca en mirar de cerca el
abismo que Luzbel tiene abierto rodeándole de aparentes placeres y bellezas,
para atraer hacia él las almas de nosotros, míseros mortales? ¿A quién, a quién
finalmente sino a Vos debo dirigirme para que me auxilie, dirija, acoja y
ampare; a Vos, que por emblema de vuestra gran virtud y fortaleza en las
malignas tentaciones, Os representan pisando al inmundo reptil, el dragón
infernal? Por esto a Vos; ¡Oh santa Margarita! os pido dirijáis mi alma al buen
camino de salvación. Y para más obligaros, etc.
DIA
SEXTO
CONSIDERACION
Considera,
alma mía, a Margarita al día siguiente al de su llegada a Antioquía y en
presencia de Olibrio, que la había hecho sacar del calabozo para interrogarla y
admirar más a su placer la radiante belleza de la Santa, hacerla abjurar el
cristianismo y colmarla de beneficios haciéndola una de las principales damas
de su corte; rechazar con la más santa indignación las cobardes y torpes
promesas de su vil perseguidor e inmundo general de Aureliano, que con pérfidos
e inútiles amaños quería comprometer la virtud de la más pura Virgen de
Antioquía; valiéndose de tan ignominiosos medios y de tales frases, que la joven
en vez de amedrentarse, empezó por el contrario a acriminar con un valor heroico
a todos los allí presentes y á reprenderles de manera que sus bárbaros e
injustos jueces no supieron que contestar, quedando corridos ante la inocente
víctima de tan malvados detractores. ¿Se te figura alma mía, si es digna de admiración
la conducta observada por la joven Margarita? Medítese.
ORACION
PIDIENDO
A LA SANTA NO PERDAMOS NUNCA LA ESPERANZA DE LA GLORIA
Dichosa
mil veces Vos, Oh santa Margarita, por ser tanta la fe que teníais en las promesas
de la religión cristiana, no dudando ni un instante en toda vuestra vida de la
infalibilidad de la palabra de Dios y su santa esposa la Iglesia, que promete a
los justos más allá de su mortal existencia otra eterna vida llena de los más
puros goces e inefables placeres y alegrías, así como a los pecadores una
eternidad de penas, amarguras y tormentos los más agudos, en justo pago de las
veleidades, pecados y crímenes cometidos contra el omnipotente Dios y sus
santos. Dichosa mil veces sí, Vos, que creyendo firmemente tales y tan grandes
verdades, no perdisteis nunca la esperanza de alcanzar la bienaventurada vida
de los buenos, cumpliendo tan estrictamente la ley de Dios que no faltasteis
jamás a ella en lo más mínimo, deseando siempre el instante de dar vuestra vida
por el Salvador para penetrar más pronto en su morada. Haced, Virgen
piadosísima, que ni un solo momento sea presa de malas tentaciones ni pierda nunca
la esperanza de la gloria. Y para más obligaros rezaremos etc.
DIA
SÉPTIMO
CONSIDERACION
Considera,
alma mía, la cólera del fiero Olibrio cuando al volver a reconvenir y acriminar
a Margarita amenazándola con el tormento replicó: “Dispuesta estoy a todo, y
espero que nada alterará mi fe ni mi constancia, pues tengo puesta toda mi confianza
en Dios, a quien consagré mi virginidad y no ha de permitir que yo sea vencida”.
Al oír tal respuesta, mandó que fuera atrozmente azotada con nudosas cuerdas;
esperando por tan rigurosa orden alcanzar lo que no pudo por más benignos medios.
¡Orden inútil! Cuanto más fuertes los azotes eran, más fuerte era su esperanza
en Dios y menos dispuesta estaba a rendirse ni a lanzar tan siquiera una queja
de dolor que pudieran interpretarla favorablemente sus azotadores, que se
rindieron fatigados antes que su purísima víctima exhalara el más pequeño
suspiro de dolor. ¿Es o no digna de ser heroína la que posee en tanto grado el
valor de acusar tan fuertemente y de una manera tan justa a sus indignos jueces
y el de sufrir sin quejarse tal suplicio? ¿No te confundes ante las magnánimas
y sublimes virtudes de la joven? Medítese.
ORACION
PIDIENDO
A SANTA MARGARITA NO PERMITA NOS DOMINE LA SOBERBIA
Siendo
la soberbia una de las pasiones que más dominan en el corazón del hombre, y
siendo igualmente la que más almas pierde por dejarse los mortales dominar
frecuentemente por ella; y por ser la que Satanás pone más en juego para
apoderarse de nuestras almas, acordándose sin duda que la rebeldía que hizo
contra Dios la motivaba en gran parte tan malhadada pasión, y por ser
finalmente una de las que más desagrada y ofende a Dios; haced Vos, querida
Margarita, que nunca jamás me domine la fatal pasión que a tantos lleva a la
muerte eterna. A Vos, Virgen Margarita, os lo pido: no permitáis me deje
arrastrar por ella, pues que Vos nos dais patentísimas pruebas de poseer en muy
superlativo grado la virtud de la humildad, verdadero antídoto de la infernal y
vil pasión de la soberbia. Sednos, Virgen Margarita, protectora, ayudándonos a
combatir todo y cualesquier pensamiento que de soberbia a mi mente acuda. Y
para más obligaros, etc.
DIA
OCTAVO
CONSIDERACION
Considera,
alma mía, a Margarita cuando después de ser tan cruelmente azotada, se volvió a
Olibrio diciéndole podía inventar nuevos tormentos que no lograría quebrantar
su fe, y que, enfurecido al oír esta especie de desafío, mando que después de
descoyuntarle bárbaramente pies y manos, le abrieran con garfios de hierro las
heridas causadas por los azotes, y la firmeza con que sufrió tal martirio sin
quejarse, mostrando al contrario alegría en su semblante. Considera también las
tentaciones que el maligno espíritu le hizo sufrir en la cárcel, pues que se le
apareció para aterrorizarla poniéndole delante espectros los más formidables y
repugnantes, haciéndole oír los más espantosos aullidos, apareciéndosele en
figura de monstruoso dragón y en ademan de devorarla, haciéndole la Santa
desaparecer, sin intimidarse en lo más mínimo, con solo la señal de la cruz.
¿No te admira? ¿No te pasma, alma mía, esta tan dignísima esposa de Dios? Medítese.
ORACION
PIDIENDO
A SANTA MARGARITA LA VIRTUD DE LA CASTIDAD
Mil son
las virtudes que, en Vos, Oh Margarita, resplandecen, formándoos una purísima y
brillante aureola de gloria que os ha alcanzado una fama universal y eterna, y
colocado en uno de los principales lugares entre los santos mártires,
haciéndoos dignísima esposa del divino Redentor. Mil son, repito, las virtudes
con que os adornó el Señor; y una de las que sobresalió por ser la más pura y
digna, y al mismo tiempo grata a Dios, fue la de la castidad, que tan
inmaculada guardasteis entre tantos peligros que os rodeaban, rechazando de un
modo tan admirable las tentaciones con que el demonio se complacía en
atormentaros, ya halagando vuestra vanidad, ya vuestro orgullo. Oh Virgen! la
heroicidad con que tan indignada desechasteis al torpe Olibrio, nos da la más
patente prueba de cuanto apreciabais tan inestimable joya. Infundidme, santa
Margarita, una estimación tal a la castidad, que la guarde como el don más
precioso de mi vida. Y para más obligaros, etc.
DIA
NOVENO Y ÚLTIMO
CONSIDERACION
Considera,
alma mía, cual sería al día siguiente la admiración de Olibrio, que esperando
hallar cadáver a la Santa, la encontró más bella y radiante que antes de
atormentarla; y cuando al volver a intimarla que se rindiera a sus torpes
planes, la halló más inexpugnable y tan dispuesta como antes a morir por Jesucristo.
Enfurecióse Olibrio de manera, que mandó le abrasasen los costados y la
arrojasen a un estanque de agua frigidísima para que fuese más fuerte el dolor.
Pero lo que más digno es de admiración y consideración, es que tan pronto como
la arrojaron al agua se conmovió la tierra, produciendo un terremoto, oyéndose
una voz celestial que convidaba a la Santa a entrar en la mansión de los justos,
convirtiéndose muchos de los gentiles en vista de tan portentoso milagro, lo
cual exaspero aún más a Olibrio, que mandó decapitarla. ¿No es envidiable, alma
mía, el amor que Margarita profesaba a Dios? ¿Hay otro que pueda comparársele?
¿No es muy digna de imitarse su conducta? Medítese.
ORACION
PIDIENDO
A SANTA MARGARITA NOS ALCANCE DE DIOS LAS VIRTUDES QUE ELLA POSEÍA
Yo,
miserable pecador, que durante esta novena he admirado los raudales de gracias
y virtudes con que el Señor se dignó agraciaros durante vuestra vida, y que Vos
supisteis aprovecharlas de un modo tan portentoso que fuisteis la admiración de
vuestros propios enemigos, y que cual luminosa antorcha arrojabais a torrentes
la luz de la fe, difundiéndola entre los aterrorizados cristianos que eran
objeto de crueles vejaciones animándoles con vuestro hermosísimo ejemplo,
siendo vuestro afán el procuraros prosélitos de entre las masas gentílicas tan
fanáticas por sus dioses: yo os digo y suplico humildemente y con todo fervor, roguéis
a Dios me conceda por vuestra santa intercesión, alguna, ya que no todas, de
las virtudes con que tanto os honró, y con las que tanto bien sembrasteis entre
la cristiandad, siendo espejo en que debemos mirarnos en todas nuestras
acciones. Por lo tanto, espero de Vos, Oh santa Margarita, intercederéis por
mí. Y para más obligaros, etc.
GOZOS
EN ALABANZA DE LA GLORIOSA VÍRGEN Y MÁRTIR SANTA MARGARITA
Pues sois con
gloria exquisita
de Cristo esposa
laureada:
Sed
nuestra fiel abogada,
Virgen
santa Margarita.
Vuestra suerte fue
dichosa,
pues con modo
soberano
nacéis de padre
pagano,
como entre espinas
la rosa:
¡Oh, qué gracia
tan pasmosa
el cielo en Vos
deposita!
En vuestra más
tierna edad
Dios, que la
virtud mejora,
dispone que seáis
pastora
en la austera
soledad:
Y aunque pastora
en verdad,
sois bella y mansa
ovejita:
Al mirar vuestra
hermosura
quedó Olibrio
presidente
tan ciego, que
incontinente
lograr vuestro
amor procura:
Pero en Vos su
llama impura
la fe y candor no
marchita:
Viendo que le sale
mal
su pretensión al
tirano,
que os encierren manda
insano
en una cárcel
penal,
donde el dragón infernal
vuestro valor
supedita:
Azotes, hachas
ardientes,
y uñas aceradas,
todo
os despedaza a su
modo
con martirios
inclementes:
Vuestros gustos
son patentes
cuando Olibrio más
se irrita:
Él cielo, que se
complace
en mirar vuestra
constancia,
os premia con la
abundancia
de los favores que
os hace:
Y esto tanto os
satisface,
que a sufrir más
os incita:
Olibrio, que no
escarmienta
en sus
desarreglos, fragua
sofocaros en el
agua:
más ¡cuán en vano
lo intenta!
Dios os toma por
su cuenta,
y al agua su
fuerza quita:
Ya en fin su saña
frustrada
ve el tirano, y se
enajena,
concluyendo con la
pena
de que muráis
degollada:
Y así al cielo coronada
subís de gloria
infinita:
Desde ese tálamo regio
de los eternos
reposos,
en los partos
peligrosos
dais favor pronto
y egregio:
Este es el gran
privilegio
con que el cielo
os felicita:
Todo fiel devoto
abona
que hacéis gracias
peregrinas;
y más vuestras
Capuchinas,
que os las dan en
Barcelona:
Vos sois su amante
patrona,
y de quien fino os
visita:
VUELTA
Pues el cielo os
acredita
Esposa de Cristo
amada:
Sed
nuestra fiel abogada,
Virgen
santa Margarita.
V. Ceñida
de tu brillo y tu esplendor
R. Avanza
victoriosa y reina.
OREMOS: Señor
concédenos tu indulgencia, te lo pedimos por la intercesión de Santa Margarita
Virgen y Mártir, que siempre vivió de tu gracia, por el mérito de su castidad y
la práctica de sus virtudes. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.
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