viernes, 20 de agosto de 2021

QUINCE DE MES A SANTA TERESA DE JESUS

DEVOTO EJERCICIO PARA EL DIA 15 DE CADA MES A SANTA TERESA DE JESUS.

 

CORONA DE FELICITACIONES A SANTA TERESA DE JESÚS

 

 

Arrodillado ante la imagen de Nuestra Santa Madre y persignado devotamente, se dirá el Acto de contrición y después la siguiente:

 

 

ORACIÓN PREPARATORIA

¡Dulcísimo Jesús mío! Dignaos aceptar benignamente esta Corona de felicitaciones que dirijo a vuestra candidísima esposa Teresa con el propósito de agradaros, puesto que Vos deseáis que sea mu y amada y muy venerada por todos los corazones, según así lo habéis revelado; y, en retorno de este humilde obsequio, concededme, Jesús misericordioso, la gracia de serviros fielmente acá en este destierro, para que luego pueda merecer la dicha de gozar de Vos eternamente en los cielos. Amén.

 

 

 

FELICITACIÓN PRIMERA

Yo os felicito de lo íntimo de mi alma ¡oh dulcísima Santa Teresa de Jesús! porque, en premio de la tiernísima devoción que siempre profesasteis a la Sagrada Pasión de Cristo Nuestro Señor, merecisteis que el divino Redentor se os apareciera en los dolorosos pasos de la Columna y de la Cruz a cuestas.

 

Por tan insigne favor os suplico, Santa amadísima mía, me alcancéis del Altísimo una muy ferviente y tierna devoción a los sufrimientos de su Pasión y Muerte, ya que ellos fueron el precio de nuestro rescate de la esclavitud de Satán.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria Patri.

 

 

FELICITACIÓN SEGUNDA

Yo os felicito de lo íntimo de mi alma ¡oh venturosísima Santa Teresa de Jesús! por aquella gran prueba de amor y predilección que, en pago de la fidelidad con que correspondisteis a su divina gracia, quiso daros nuestro adorabilísimo Redentor cuando, tomando en sus sacratísima s manos la cruz de madera de vuestro rosario, os la cambió por otra de oro purísimo y cuatro piedras preciosísimas.

 

Por tan insigne favor os suplico, Santa amadísima mía, me alcancéis del Altísimo una gran fidelidad a su gracia, a fin de que todos los pensamientos, palabras y obras se dirijan a servirle y agradarle.

Padrenuestro. Avemaría y Gloria Patri.

 

 

 

FELICITACIÓN TERCERA

Yo os felicito de lo íntimo de mi alma ¡oh humildísima Santa Teresa de Jesús! por la muy ardiente fe que tuvisteis en todos los misterios de nuestra sacrosanta religión, y especialmente en el de la Santísima y Augustísima Trinidad, ante cuya contemplación os anonadabais profundamente, llegando a merecer que las Tres Divinas Personas se os manifestaran con luz clara y sobrenatural en el interior de vuestra alma.

 

Por tan insigne favor os suplico, Santa amadísima mía, me alcancéis del Dios Uno y Trino una afectuosísima devoción hacia tan alto misterio, base fundamental de la fe cristiana.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria Patri.

 

 

FELICITACIÓN CUARTA

Yo os felicito de lo íntimo de mi alma ¡oh purísima Santa Teresa de Jesús! porque, con la frecuente y amorosa contemplación de la sagrada y gloriosa Humanidad de Cristo Nuestro Señor, os hicisteis acreedora a que el divino Salvador se os apareciera en forma de tierno Infante, declarando llamarse «Jesús de Teresa» cuando, al preguntaros vuestro nombre, vos dijisteis llamaros «Teresa de Jesús.»

 

Por tan insigne favor os suplico, Santa amadísima mía, que me alcancéis del Altísimo una rendida y constante adoración a su Unigénito Hijo, quien, para llevar a cabo la gran obra de la redención, tuvo a bien unir la naturaleza humana a la suya divina, no desdeñándose en hacerse hermano nuestro según la carne.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria Patri.

 

 

FELICITACIÓN QUINTA

Yo os felicito de lo íntimo de mi alma ¡oh fervorosísima Santa Teresa de Jesús! porque, en recompensa de la mu y ferviente y constante adoración que tributasteis al adorabilísimo sacramento de la Eucaristía, el divino Salvador se dignó otorgaros la inefable dicha de que gustaseis y saboreaseis en la Sagrada Comunión el néctar deliciosísimo de su preciosísima Sangre.

 

Por tan insigne favor os suplico, Santa amadísima mía, me alcancéis del Altísimo una cordialísima devoción hacia tan Augusto Sacramento, a fin de que, recibiéndole con frecuencia en la Santa Comunión Io más dignamente posible, me haga acreedor a las gracias sin cuento que a manos llenas derrama Jesucristo sobre los fieles adoradores de esta prueba de su amor.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria Patri.

 

 

 

FELICITACIÓN SEXTA

Yo os felicito de lo íntimo de mi alma ¡oh afortunadísima Santa Teresa de Jesús! porque, debido al filial amor y obsequiosísima devoción que profesasteis a la Sacratísima Virgen María, a quien desde los primeros año s de vuestra vida elegisteis por Madre, llegasteis a merecer el que esta celestial Emperatriz os recibiese como a verdadera y amantísima hija suya y que os cubriese con su manto protector en señal de que os tomaba bajo su amparo maternal.

 

Por tan insigne favor os suplico, Santa amadísima mía, me alcancéis del Altísimo que desde hoy en adelante me porte como un verdadero y amante hijo de María Santísima, a fin de que, como Vos, pueda yo también tener la dicha de ser amado, y amparado por la Purísima Madre de Dios.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria Patri.

 

 

FELICITACIÓN SÉPTIMA

Yo os felicito de lo íntimo de mi alma ¡oh pacientísima Santa Teresa de Jesús! porque en premio de vuestros grandes trabajos, penalidades y sufrimientos ocasionados por la gloriosa reforma que emprendisteis de la Orden predilecta de la Madre de Dios, y de los afectuosos obsequios que en las Fundaciones de la misma tributasteis a su castísimo Esposo San José, merecisteis que se os aparecieran estas dos Santísimas Personas, y que os vistieran una capa de blancura deslumbrante y un riquísimo collar de oro y piedras de valor inestimable, como símbolo de la hermosura con que dejaban revestida vuestra purísima alma.

 

Por tan insigne favor os suplico, Santa amadísima mía, me alcancéis del Altísimo él que esté yo siempre dispuesto a sufrir con paciencia las adversidades de la vida, para que mi alma por medio de los sufrimientos quede purificada por completo de todos sus pecados.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria Patri.

 

 

FELICITACIÓN OCTAVA

Yo os felicito de lo íntimo de mi alma ¡oh amorosísima Santa Teresa de Jesús! porque en recompensa del ardentísimo amor que profesasteis a Dios Nuestro Señor, merecisteis que vuestro purísimo corazón fuese transverberado con un dardo de oro y fuego que os abrasó por completo en amor divino, viviendo desde entonces, por espacio de veinte años, una vida enteramente sobrenatural y milagrosa.

 

Por tan insigne favor os suplico, Santa amadísima mía, me alcancéis del Altísimo el que yo le ame siempre con todas mis fuerzas y sobre todas las cosas hasta el último aliento de mi vida.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria Patri.

 

 

FELICITACIÓN NOVENA

Yo os felicito de lo íntimo de mi alma ¡oh afectuosísima Santa Teresa de Jesús! porque, habiendo profesado un tierno amor y piadosa devoción al bondadoso Patriarca San José y a los Príncipes de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, a quienes elegisteis por maestros y guías de vuestro espíritu, merecisteis recibir su poderosa ayuda y eficaz auxilio en todas vuestras necesidades espirituales y temporales.

 

Por tan insigne favor os suplico, Santa amadísima mía, me alcancéis del Altísimo el que, a vuestra imitación, me ejercite constantemente en la provechosa devoción a estos tres grandes protectores de la Iglesia, y que permanezca siempre sumiso y obediente a las enseñanzas y preceptos de la misma.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria Patri.

 

 

FELICITACIÓN DÉCIMA

Yo os felicito de lo íntimo de mi alma ¡oh dichosísima Santa Teresa de Jesús! porque, en premio de vuestras preclarísimas virtudes, y especialmente de vuestra angelical pureza, no tan sólo merecisteis que el divino Salvador os elevara al alto rango de Esposa suya, dándoos en calidad de arras un clavo de su sacratísima mano, sino que además os distinguiera de modo admirable haciéndoos la depositaría de su honra divina como a verdadera Esposa suya, dignándose manifestaros que tan grande era el amor que os tenía que, a no haber criado el mundo antes, por Vos sola lo hubiera criado.

 

Por tan insigne y singularísimo favor os suplico, Santa amadísima mía, me alcancéis del Altísimo la hermosa virtud de la pureza que tan necesaria es para la salvación, puesto que nada manchado entrará en el Reino de los cielos.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria Patri.

 

 

CONSAGRACIÓN A SANTA TERESA DE JESÚS

(De San Alfonso María de Ligorio)

¡Oh Seráfica Virgen, amada Esposa del Divino Verbo, Santa Teresa de Jesús! Yo N., aunque muy indigno de ser siervo vuestro, animado, sin embargo, de vuestra bondad y del deseo de serviros, os elijo hoy en la presencia de la Santísima Trinidad, de mi Ángel Custodio y de toda la Corte Celestial por mi particular Madre, Maestra y Abogada después de María Santísima, y propongo firmemente querer, siempre serviros y hacer cuanto me sea posible para que seáis servida y honrada por todos. Os suplico, pues, Seráfica Madre mía, por la sangre de vuestro divino Esposo derramada por mí, que me recibáis en el número de vuestros hijos y para perpetuo siervo vuestro

Favorecedme en mis angustias y alcanzadme gracia para imitar desde hoy en adelante vuestras virtudes caminando por el verdadero camino de la perfección cristiana. Asistidme de un modo particular en la oración, y alcanzadme del Señor este don tan glorioso, que en Vos fue tan grande, para que, amando y contemplando al Sumo Bien, no ofenda ni aun ligeramente, con mis pensamientos, palabras y obras, vuestros ojos ni los de mi Dios. Aceptad esta pequeña ofrenda en señal de mi filial servidumbre, asistiéndome en la vida, y particularmente en la hora de mi muerte. Amén.

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