EN MEMORIA DEL
MISMO NÚMERO DE RAYOS DEL SOL QUE
RODEAN
Á LA IMAGEN GUADALUPANA
Se responde: ¡Virgen
de Guadalupe, míranos!
·
Sol que no cesa de moverse, siempre
·
adelantando, y nunca retrocediendo.
·
Sol que nos trajo la Luz inextinguible.
·
Sol que al nacer inició el gran día de la
gracia.
·
Sol místico, cuya luz con el eclipse no se
acaba ni se gasta.
·
Sol radiante que derrama rayos saludables
por todos los confines de la tierra.
·
Sol claro, por la sabiduría.
·
Sol puro, por las continencias.
·
Sol refulgente por la buena forma.
·
Sol ardiente por la caridad.
·
Sol exaltado por la concepción de Cristo.
Se responde: ¡Virgen
de Guadalupe, alúmbranos!
·
Sol que alumbra la inteligencia por
el verdadero conocimiento.
·
Sol que inflama el afecto por la
verdadera dilección.
·
Sol en la magnitud que es su
humildad.
·
Sol en el poder que es la fe.
·
Sol en la utilidad que es su misericordia.
·
Sol en la claridad, que es su pureza.
·
Sol en el calor que es su caridad. '
·
Sol que ni creció por elación, ni decreció
por pusilanimidad.
·
Sol que con los rayos de sus virtudes
alumbra a la Iglesia como el sol al universo.
·
Sol del día místico de la gracia que en sí
no tiene ocaso.
Se responde: ¡Virgen
de Guadalupe, aliéntanos!
·
Sol que con su rayo no se corrompe, porque
en su parto fue siempre virgen.
·
Sol radiante de santidad.
·
Sol que al mundo tenebroso gusta de
recorrer para alumbrarlo.
·
Sol a las heladas ruinas calentando.
·
Sol las nieblas de nuestras culpas
deshaciendo.
·
Sol el campo de nuestras almas fecundando.
·
Sol de estable esplendor derramando rayos
de virtudes.
·
Sol a cuya mirada el hielo se liquida,
pues se derriten los helados corazones.
·
Sol cuya claridad es la humildad.
·
Sol cuya redondez es su perpetua
virginidad.
Se responde: ¡Virgen
de Guadalupe, enciéndenos!
·
Sol que en sí no tiene ocaso; pero que
para nosotros lo tiene por nuestras caídas.
·
Sol que sólo se comprende en su rayo, como
María sólo se comprende en su Hijo.
·
Sol que al aparecer alumbra al mundo y al
ausentarse lo deja en tinieblas, pues María con su presencia alumbra las almas,
y si se le alejan quedan en tinieblas.
·
Sol que como en el mundo es solo; así
María es sola Virgen y Madre.
·
Sol cuya luz no desfalleció en la Pasión
de su divino Hijo.
·
Sol que a todos comunica su luz y su
calor.
·
Sol que atrae las gotas amargas del mar,
es decir, los hediondos pecadores que navegan en el golfo del mundo.
·
Sol el más hermoso de los astros, porque
María es la más digna de las criaturas del Señor.
·
Sol, el Rey de los astros como María es la
Reina de las Vírgenes.
·
Sol que desde al salir aguarda en nuestra
puerta, y en abriéndola entra luego.
Se responde: ¡Virgen de Guadalupe, purifícanos!
·
Sol fulgentísimo de pureza.
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Sol más esplendente que el que vemos con
los ojos.
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Sol por su vida ejemplarísima.
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Sol porque estuvo encendida en caridad.
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Sol que con su luz como que apaga las
estrellas.
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Sol que con su presencia adorna los
cielos.
·
Sol que da luz de sabiduría a los justos.
·
Sol que les da el calor de la divina
justicia.
·
Sol que ilumina con su luz a la luna que
es la Iglesia.
·
Sol que manda el doble rayo de sus
beneficios y de sus ejemplos.
Se responde: ¡Virgen
de Guadalupe, recréanos!
·
Sol, en su concepción, más pura que los
astros.
·
Sol dado al mundo en su gloriosa natividad.
·
Sol puesto en el firmamento en tu
presentación al templo.
·
Sol en su mediodía en la divina Maternidad.
·
Sol en eclipse, en la dolorosa Pasión.
·
Sol más radiante en la Resurrección.
·
Sol alumbrando a los Apóstoles después de
la Ascensión.
·
Sol fijo ya en el cielo desde tu Asunción.
·
Sol alegrando la Iglesia militante con los
rayos de tu protección.
·
Sol alegrando a los moradores de la
Jerusalén triunfante con los rayos de su gloria.
Se responde: ¡Virgen
de Guadalupe, dirígenos!
Sol luciente desde el
amanecer por tu limpieza de la culpa original.
Sol lucidísimo por tu
viva fe.
Sol brillantísimo por tu
firme esperanza.
Sol ardentísimo por tu
encendida caridad.
Sol limpísimo por tu
pureza sin mancha.
Sol bajo las nubes por tu
humildad profunda.
Sol parado a la voz de
Josué, por tu admirable obediencia.
Sol rutilante, por tu
perpetua virginidad.
Sol fecundante, por tu
divina maternidad.
Sol de todos y para
todos, por tu bondad y clemencia.
Se responde: ¡Virgen
de Guadalupe, protégenos!
·
Sol desde los cielos alumbrando a la
tierra.
·
Sol desde la tierra irradiando hacia el
cielo.
·
Sol clarísimo, ignorando todo defecto.
·
Sol que desbarata las nubes del pecado.
·
Sol que inflama a sus devotos en la divina
dilección.
·
Sol hermosísimo que ilustra la Iglesia
toda.
·
Sol de saludable sabiduría.
·
Sol de luz inextinguible, por su fe
siempre constante.
·
Sol siempre lleno de la luz de la gracia.
·
Sol nunca oscurecido con la niebla del
pecado.
Se responde: ¡Virgen
de Guadalupe, ayúdanos!
·
Sol que a unos alumbra con el conocimiento
de Dios.
·
Sol que a otros inflama en el amor del
Señor.
·
Sol que a muchos los hace producir frutos
de buenas obras.
·
Sol semejantísimo al Sol de Justicia,
Cristo.
·
Sol mayor que todos los planetas como
superior a todos los santos.
·
Sol que madura todas nuestras obras:
ayunos, oraciones y limosnas.
·
Sol escogido, pues como Cristo lo es entre
todos los hombres, ella lo es entre todas las mujeres.
·
Sol que nada expresa mejor el vestigio de
la Santísima Trinidad, así en lo espiritual nada le es más conforme que la
Virgen María.
·
Sol que nada más luciente puede abarcar la
vista, y nada más perfecto que María puede conocer nuestro entendimiento.
·
Sol que trae al mundo la Luz verdadera o
inextinguible.
Se responde: ¡Virgen de Guadalupe, acompáñanos!
·
Sol, del cual tomó cuerpo el Sol de
Justicia.
·
Sol que recibió al Verbo de Dios y del
Padre.
·
Sol en el que Dios puso su tabernáculo, esto
es, su propio cuerpo.
·
Sol en cuanto a la generación de su Hijo,
porque como el sol sin corrupción produce su rayo, así María Virgen a su Hijo.
·
Sol en el cual puso el Hijo de Dios su
tabernáculo, y de cuyo seno procedió como esposo de su tálamo para salvar al
mundo.
·
Sol lleno de luz, pues fué saludada llena
de gracia.
·
Sol unido al sol divino, pues le fué
dicho, «el Señor es contigo.»
·
Sol bendito entre todos, como bendita
entre las mujeres.
·
Sol del cual nació el que es Dios de Dios,
y Luz de Luz, fruto bendito de su vientre.
S Sol en que el Verbo se hizo carne y habitó entre
nosotros, y es luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.
Sol, por tu celo, Reina de los Apóstoles.
Se responde: ¡Virgen
de Guadalupe, guárdanos!
·
Sol que Dios hace nacer sobre los buenos y
los malos.
·
Sol que con los rayos de su claridad
ilumina a todo el mundo, es decir, a todo el pueblo cristiano.
·
Sol que nace indiferentemente para todos
porque ella no discute méritos, sino que a todos se muestra exorable.
·
Sol cuya influencia sintió el infierno,
mediante Ella, despojado.
·
Sol cuya eficacia sintió la tierra que
devolvió sus muertos.
·
Sol cuyo calor sintió el cielo cuando
abrió sus puertas.
·
Sol cuya luz sintieron los ángeles, al
verse reparados.
·
Sol cuya benignidad sintieron los justos,
llenándose de alegría.
·
Sol cuya suavidad sintieron los pecadores,
dulcemente acogidos.
·
Sol que comunica cuanto tiene, a los malos
el perdón, a los buenos el fervor, y nadie hay que se esconda de su luz y su
calor.
Se responde: ¡Virgen
de Guadalupe, atráenos!
·
Sol, vaso admirable, porque eres Madre
admirable.
·
Sol, vaso admirable, porque eres
reservatorio de todas las gracias.
·
Sol, vaso espiritual de elección, porque
como él fuiste escogida.
·
Sol, vaso honorable porque eres digna del
honor de los ángeles y de los hombres.
·
Sol, vaso insigne de devoción, porque a ti
se debe la devoción de todas las criaturas.
·
Sol, obra del Excelso, porque la Sabiduría
fabricó su propia casa.
·
Sol, obra del Excelso, porque fuiste la
obra más acabada de la Redención.
·
Sol, obra del Excelso, porque fuiste
creada superior a todas las cosas.
·
Sol, obra del Excelso, porque en ti hizo
grandezas el Todopoderoso.
· Sol, obra del Excelso, porque desde que el
Verbo te iluminó en la Encarnación te llamaron Bienaventurada todas las
generaciones.
Se responde: ¡Virgen
de Guadalupe, llévanos a Dios!
.
·
Sol, radiante en los esplendores de la
gloria.
·
Sol, por tu exaltación, Reina de los
ángeles.
·
Sol, por tu pureza, Reina de las vírgenes.
·
Sol, por tu constancia, Reina de todos los
Santos.
·
Sol, por tu ciencia, Reina de los Doctores.
·
Sol por tu soledad, Reina de los solitarios.
·
Sol, por tu dignidad, Reina del universo
entero.
·
Sol, por tu aparición entre nosotros, Reina
coronada del pueblo mexicano.
Virgen Santísima de
Guadalupe, que quisiste aparecer circundada de ciento veintinueve rayos del
sol, que te visten de pies a cabeza; en memoria de estos rayos luminosos color de
oro, recibe estas preces que te elevamos saludándote como a sol de la gracia y
de la gloria, enseñados en esto por la santa Iglesia, que a cada paso te llama escogida
como el sol, como la esposa del Rey divino; alúmbranos, pues, con tu
luz, Señora, extiende a nosotros los rayos de tu clemencia con el calor de tu
caridad, para que dirigidos en el tenebroso camino de la vida lleguemos un día
a verte y contemplarte a la región de la luz y de la paz. Amén.
CUARENTA
Y SEIS PRECES
CONFORME
AL
NÚMERO DE LAS ESTRELLAS QUE BORDAN EL
MANTO
GUADALUPANO
1.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella de
la cual nació Cristo Señor Nuestro.
Se
responde: María,
ruega por nosotros.
2.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella que
anuncia al astro lucidísimo de Jacob.
3. ¡Oh
Virgen de Guadalupe! Estrella refulgente con los esplendores de la Divinidad.
4. ¡Oh
Virgen de Guadalupe! Estrella altísima por razón de tu dignidad.
5. ¡Oh
Virgen de Guadalupe! Estrella clara y lúcida con el ejemplo de tu santidad.
6. ¡Oh
Virgen de Guadalupe! Estrella refulgente por razón de tu pureza.
7. ¡Oh
Virgen de Guadalupe! Estrella preeminente entre todas por razón de tu fijeza.
8. ¡Oh
Virgen de Guadalupe! Estrella toda encendida por la caridad.
9. ¡Oh
Virgen de Guadalupe! Estrella purísima por tu incorruptibilidad.
10.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella nobilísima
como nacida de Jacob.
Se
responde: María, aboga
por nosotros.
11.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella
matutina, esplendidísima que luces al amanecer.
12.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella matutina,
siempre en el Oriente y nunca en el ocaso.
13.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella
matutina, que resplandece en medio de la niebla.
14.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella
matutina, que anunció en el mundo la luz del nuevo Sol.
15.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella
matutina, a cuya aparición huyen los demonios.
16.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella
matutina, de lo alto descendida.
17.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella
matutina, que en su venida disipó las tinieblas.
18.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella
matutina, que produce el calor del amor divino.
19.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella
matutina, que anuncias la llegada del día.
20.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella
matutina, clara y espléndida por tu hermosura.
Se
dice: María, intercede
por nosotros.
21.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella que
luce junta con el Sol, como la de los Magos.
22.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella radiosa y
fulgurante por tu excelentísima conversación.
23.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella
singular entre todas las angélicas y humanas.
24.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella de
la mar, como la Iglesia te canta.
25.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella de
la mar, que arrebató al cielo de sus asientos.
26.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella de
la mar, que debemos mirar entre las ondas tempestuosas del siglo.
27.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella de
la mar, esto es, de los que navegan entre las amarguras de la vida presente.
28.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella de
la mar, que diriges en su triste peregrinación a los pecadores.
29.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella de
la mar, que conservas a los justos en el recto camino.
30.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella de
la mar, cercana al polo más elevado de la creación.
31.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella de
la mar, con cuya luz es imposible naufragar.
32.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella de
la mar, que luces en medio de las más negras tempestades.
33.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella de
la mar, en la cual, los que peligran encuentran seguro refugio
En
las que siguen, se añade: María
pide por nosotros.
34.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella no
sólo iluminada por el sol, sino vestida del sol mismo.
35.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella puesta
en el cielo para que nos alumbre, nos guíe y nos consuele
36.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella
necesaria al que navega en este piélago de incertidumbre.
37.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella a
la cual el que mira no se estrella entre los escollos.
38.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella
consoladora de los tristes, iluminadora de los penitentes.
39.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella que
encamina a los rectos, y reduce al puerto a los extraviados.
40.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella
necesaria en las tempestades de esta vida.
41.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella que
precede a los que fluctúan entre dudas y tentaciones.
42.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella que
con la luz de sus ejemplos
43.
dirige la nave de la Iglesia.
44.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella que
difundes los rayos de tu beneficencia por todo el universo.
En
las siguientes se responde: María,
atráenos a ti.
45.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Estrella que
a quien te contempla guías al puerto de salud.
46.
¡Oh Virgen de Guadalupe! Altísima
Estrella elevada al etéreo trono en que el Rey de los reyes se sienta en un
trono estrellado
47.
¡Oh Virgen de Guadalupe! ¡Estrella
que dirige los cristianos hasta la gloria! ¡María, atráenos a ti!
ORACIÓN
¡Oh
Virgen de Guadalupe! Que como estrella resplandeciente bajaste a nuestro suelo
para iluminar la noche de la idolatría que derramaba densas tinieblas, y
anunciar la luz de la fe y el día de la gracia, luce también, Señora, en
nuestros corazones, para que desterrando de ellos la noche del error y de la
culpa, luzca el día precioso de la divina gracia, que acabemos felizmente para
pasar al eterno día de la gloria. Amén.
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