DEVOCIONES A LA BIENAVENTURADA SANTA EDUVIGIS
HUMILDE ROGATIVA Á LA GLORIOSA SANTA
EDUVIGIS
ACTO DE CONTRICIÓN
Jesús
Nazareno, Padre mío, crucificado por amarme; tú eres grande, poderoso, sabio y
bueno; yo, pequeño, sin poder, sin sabiduría, frágil y propenso al mal; por eso
llego humillado á tus pies para que, recordando solamente que soy tu hijo y que
llego arrepentido y con propósito de confesar mis culpas, levantes la poderosa
mano que atravesó el clavo de tu pasión y, haciendo saltar una gota de tu
divina sangre, quede purificado; me confieso, con dolor de mi alma, pecador;
pero ya ves mi arrepentimiento, y perdono de coruzón á mis enemigos y espero,
confiado en tu misericordia, el perdón. Sí, perdón, dulcísimo Jesús mío; espiraste
rogando por los pecadores; yo te lo pido con toda mi alma, por la sangre que
sudaste en el Huerto, por el Sagrado Corazón de Marín, por las virtudes con que
te sirvió en la vida Santa Eduvigis; mi fe es grande, mi esperanza infinita y
mi caridad sin límites; confio en tu amor que te alabaré en la gloria por los
siglos de los siglos. Amén.
DÉCIMA
Todo
el pobre que te llame
pronto
será socorrido,
y
no ha de verse afligido
el
que de veras te amé.
Y
quien lágrimas derrame
en
tu bendita presencia,
obtendrá
de tu clemencia
espléndida
protección,
y
siempre en tu corazón
hallará
su providencia.
ROGATIVAS
Por la
sangre de Jesús R/: Ruega Santa Eduvigis por tus pobres
Por el
amor de María,
Por las cárceles
que abriste
Por las
llagas que curaste
Por las
carnes que cubriste
Por los
pobres que salvaste
Por los
trece que amparaste
lo
piadosa que fuiste
Por los
pleitos que arreglaste
Por la
humildad que tuviste
Por la
pobreza que amaste
Por los
milagros que hiciste
Por la
Gloria que alcanzaste
Aquí
se hace la petición, y después la siguiente
ORACIÓN
Arca de
misericordia, Eduvigis Purísima, a quien Dios ha hecho depositaria de su
infinita caridad: ampárame en la necesidad que me aflige; si tú le ruegas al
Señor por mí, al punto seré consolado; no me abandones en las necesidades de la
vida, y presenta esta rogativa al Señor y ruega por mí. Amén.
Seis
Padrenuestros.
Aquí
se le pedirá con fervor a la Santa que ruegue al Señor por la paz del mundo.
Tú que
amparas la pobreza R/: Ruega a Jesús por mi
Pan
bendito del hambriento
Arca de
la caridad
Agua
clara del sediento
En la
presente aflicción
Porque
estoy atribulado
Porque
alcance tus favores
Porque
imite tus virtudes
Porque
escuches este ruego
Porque
alcance lo que pido
Porque
llore mis pecados
Por la
pasión de Jesús
Por el
dolor de María
Un
Credo a la preciosa Sangre de Jesucristo y una Salve al Corazón de María.
ORACIÓN
Humilde y
misericordiosa Eduvigis, estoy afligido y necesito tu amparo; mi corazón
atribulado no puede llegar con su plegaría hasta Dios y la pone en tus manos
para que se la presentes; pídele que no me deje sin socorro, por lo que tú le
imitaste en la tierra, donde fuiste una constante providencia para los
desgraciados; ruégale por mí, princesa de los pobres; pon tu mano en la pena
que me atormenta N., y levanta tus ojos al. Señor, que seré socorrido;
consuélame, Santa mía, y no permitas que el que de corazón ruegue á Santa
Eduvigis deje de ser su favorecido; fortaléceme, que tú eres mi apoyo, y te
entrego mi angustia confiado en que le volverás la tranquilidad á mi alma y no
seré abandonado de la que fue en el mundo Duquesa de la misericordia; ruega por
mí en nombre de Jesús y de María. Amén.
ANTÍFONA
El que ruegue delante de tu imagen será escuchado, porque el
Señor desclavó su mano y te dijo: alcanzarás lo que pides.
Confesará
y recibirá la Sagrada Comunión.
¡UNA LIMOSNA POR
DIOS!
Santa
Princesa, á las puertas del cielo toca hoy uno de tus pobres, que ya nadie lo
escucha en el mundo; abra sus hojas la misericordia divina por tu milagrosa
intercesión, pues mientras tú miras arrobada las doradas alas de los ángeles á
las plantas del Señor; mientras escuchas los célicos cantos con que los
Querubines saludan á la Reina del amor: mientras contemplas, al resplandor de
una gloria inmarcesible y eterna, la presencia del Supremo Hacedor, ¡yo me
muero de miseria!, ¡una espada envenenada atraviesa mi alma! (Aquí se pide lo
que se desee). En las circunstancias terribles en que estoy colocado, sólo tu
mano santa puede alcanzarme' socorros del cielo. ¡Alcánzamelos, santa abogada
mía! ¡Socorro por la memoria do Jesús y sus doce apóstoles! ¡Socorro por las
almas de tus hijos! ¡Socorro por la Inmaculada Concepción! ¡Socorro por la
Sangre del Hijo de Dios! ¡Socorro al último gemido de un alma que ya no puede
más!
Ruégale a
la Providencia
escuche
mi triste voz,
que te
pide en la inclemencia
una limosna
por Dios.
Este
verso se repite tres veces, y después se reza un Credo á la Divina Providencia
y un Padrenuestro y Ave María gloriados por el descanso de las almas del
Purgatorio que hayan sido más devotas de Santa Eduvigis.
ROSARIO
para que los que tuvieren alguna aflicción se lo ofrezcan a Santa
Eduvigis, suplicándole lo ponga en manos de la Inmaculada Concepción.
(LA SEÑAL DE LA CRUZ Y UN ACTO DE CONTRICIÓN)
ORACIÓN Á LA VIRGEN
SANTÍSIMA.
Reina del
cielo, Inmaculada Virgen, llave de oro que con tanta facilidad y poderío abres
el sacrosanto corazón de tu Hijo para derramar en la tierra inmensos favores;
tu corona es eterna porque tu cetro es la cruz; si la hermosura
de tu
imagen divina brilló en la diestra de Eduvigis, hasta esconder tus gloriosos
resplandores en su tumba, recibe este Rosario que en esa misma mano depositamos
y que te ofrecemos en medio de nuestras aflicciones, confiados en
la
dulcísima caridad que inunda tu alma purísima y en el amor que profesas á tu
sierva Eduvigis.
Ahora
se rezan las cinco casas del Rosario, y en cada GLORIA se repite esta estrofa:
Eduvigis
milagrosa,
ruégale a
la Inmaculada
que mi
alma atribulada
hoy
socorra poderosa.
Después
de las cinco casas del Rosario se rezan las letanías, ofreciéndolo todo, con la
siguiente oración, a Santa Eduvigis:
ORACIÓN
Blanco
lirio de celeste resplandor, que a los pies del Nazareno brillabas perennemente
y sólo se apartaban de él tus reflejos para iluminar ante sus ojos el pálido y
afligido semblante de la pobreza: déjame poner este Rosario en la mano donde
llevabas la Purísima e inseparable compañera de tu vida, la augusta y poderosa
Reina del Paraíso, la Inmaculada Concepción; yo sé que, si eres tú la que
presentas este Rosario, inmediatamente con su mirada el ángel de la
misericordia descenderá a la tierra para favorecernos; tú no te negarás, Santa
mía, a presentárselo, pues te lo suplicamos por la memoria de tus hijos y de la
pobreza universal. Amen.
Esto
se hace seis días.
REZO A SANTA EDUVIGIS
QUE SE HARÁ TRECE DÍAS CONTINUOS
variando solamente el nombre del Apóstol.
Después
de la señal de la cruz y acto de contrición, se hará todos los días al Sagrado
Corazón de Jesús la siguiente
ORACION
Poderoso
y divino Corazón de Jesús, eterna llama de amor infinito, urna sagrada de
perenne misericordia, fuente bendita de dulcísimos raudales, donde lavan los
pecadores las negrísimas manchas de las culpas: hoy ante tu santa imagen
llegamos de rodillas a recordarte la inolvidable noche en que, a la cabeza de
tus apóstoles, celebraste la sacrosanta Cena, donde instituiste el divino
Sacramento, banquete de amor eterno en que te quedaste entre los hombres hasta
la consumación de los siglos, prueba de inmenso amor que diste a los pecadores
hasta el sacrificio de la Cruz; dichosos los que jamás olviden tan milagrosa
noche, en que brindaste con tu cuerpo y tu sangre, comprendiendo en ellos a
todos los hombres. Tomad, este es mi cuerpo; bebed, esta es Mi sangre, que será
derramada por todos; siempre que hiciereis esto en memoria mía, estaré con
vosotros.
¡Oh
soberano recuerdo de despedida; dichosa el alma que pueda comprender la
grandeza de dádiva tan preciosa! ¡Bendita sea tu sierva Eduvigis, que en la
tierra no pudo olvidar este recuerdo! Rodeada siempre de DOCE pobres, comiendo
diariamente con ellos, renovaba constantemente la memoria de tan adorable
noche. A ella es hoy a la que invocamos para que, invitando a tus doce
apóstoles, se presente con ellos ante el Trono de tu poder, de tu amor, de tu
misericordia, y te pida para nosotros la gracia que deseamos. Es imposible,
Padre mío, que
tú dejes
de escuchar TRECE CORAZONES que te amaron y te conocieron en el mundo; hoy, que
están gozando contigo en la gloria, derrama en sus manos, en uno de estos trece
días, la gracia que te pedimos, si es tu santísima voluntad,
poniendo
por intercesora a la Inmaculada Concepción. Amén.
Aquí
se reza un Credo al Santísimo Sacramento y una Salve á la Purísima Concepción.
ORACIÓN A SANTA
EDUVIGIS
Gloriosa
Santa Eduvigis, amantísima madre de los pobres, cuadro vivo de Jesús y sus doce
Apóstoles: convida hoy á estos doce compañeros del Señor para que te ayuden á
rogarle al divino Maestro que nos saque de las penas en que las miserias del
mundo nos han colocado. Jesús escuchará vuestro ruego, porque por esa noche le
pedirán ellos y tú, y seremos favorecidos por su misericordia. Un
Padrenuestro y un Ave María gloriados a Santa Eduvigis.
ORACIÓN Á LOS
APÓSTOLES
QUE SE
REPETIRÁ TODOS LOS DÍAS DESPUÉS DE LA PRIMERA QUE SE DEDICA A SANTA EDUVIGIS
Apóstoles
del Señor,
rogad al
Eterno Padre
que por
Jesús y su Madre
nos
conceda este favor.
MEMORIAL A LA
PRINCESA SANTA EDUVIGIS
ORACION
Gloriosa
princesa de Polonia, Santa Eduvigis, milagrosa duquesa de la caridad: un
corazón angustiado por las contrariedades del mundo, humildemente llega, ante
tu dulce imagen, suplicándote le alcances de la misericordia suprema la gracia
de N... ¿Cómo es posible que me la niegues? Tú, que como se desliza una estrella
por el firmamento, dejando su rastro luminoso, así pasaste por el mundo
derramando bálsamo santo en las heridas del cuerpo, y consuelo divino en las
del alma; fuente infinita de caridad que no se agotó hasta que no dejó de latir
tu corazón, bien conoces este valle de miserias donde no se coge una flor que
no tenga punzadora espina, porque así lo ha determinado el Señor, no solamente
para que siempre tengamos motivos para dirigirnos á ti y pedirle, sino para
hacernos comprender que esta no es nuestra patria y que aquí jamás se llenará
la copa del deseo, pues eso está reservado para el cielo; sin embargo, nos es
permitido rogar cuando nuestras fuerzas desfallecen bajo el peso de grandes
necesidades; y si la fe enciende nuestro corazón cuando pedimos, y si la
súplica la ponemos en manos tan seguras como las tuyas, estamos ciertos que
seremos escuchados; una terrible angustia hiere mi alma, poniendo en equilibrio
mi vida y mi razón; ¿y á quién mejor que á ti podré entregar esta súplica, hoy
que en el trono de Dios recoges el premio de tus virtudes? Yo espero que el
decreto favorable de este memorial descenderá á tu altar, ante el cual estaré
de rodillas esperando mi sentencia; no me separaré de tu imagen hasta no ver
cumplido mi deseo, si es de la voluntad del Señor y me conviene para la
salvación de mi alma; asido de tu regio manto espero confiado que por la
memoria de tus seis hijos, que moran contigo en la gloria, vuelvas la
tranquilidad á mi afligido corazón, suplicándote escuches á todo el que,
angustiado, te presente este memorial, siempre que tenga verdadero
arrepentimiento de sus culpas, ciega fe en la Providencia y en tu poderosa
intercesión. Tus ojos, inclinados al pobre que tienes á los pies, me revelan
que en medio de la gloria que disfrutas no los separas de la tierra; así mi
mano, suplicante y extendida ante tu imagen, te pide una limosna para la
purificación de mi alma y otra para la necesidad que me conturba; yo te ruego,
por la pureza de la Madre de Dios y por la sangre divina del Redentor, no me
abandones; mi frente, doblada ante tus pies, espera me digas lo que el Señor te
dijo A ti cuando tan fervorosamente rogabas: «He oído tu oración, alcanzarás lo
que me pides». Aquí se rezaré un Padrenuestro y un Ave María gloriada.
ORACIÓN A MARÍA
SANTÍSIMA
Purísima
Reina del amor, Madre amantísima de los pecadores, divino consuelo de todos los
seres, imagen de todo lo bello, astro radiante que derramas tus resplandores
iluminando los ángeles en el cielo y disipando en la tierra las tempestades,
risueña esperanza del mundo, escucha á la santa Princesa que boj' te ruega por
mí; vuelve tus dulces ojos á esta criatura desvalida y atribulada que te
aclama, y desde el eterno paraíso, donde habitas, envíame socorro por la
bendita mano de tu sierva Eduvigis y no me desampares, Madre de Dios poderosa.
Una
Salve a la Santísima Virgen María.
Este memorial se hará trece días consecutivos
en memoria de los trece pobres que acompañaron en vida a Santa Eduvigis.
REZO A SANTA EDUVIGIS
PARA EL DÍA 17 DE CADA MES
EMPEZAR Á CON LA SEÑAL DE LA CRUZ Y EL ACTO DE CONTRICIÓN DESPUÉS REZAR Á
LA SIGUIENTE
ORACIÓN
EDUVIGIS
piadosa, protectora de las almas afligidas: escucha hoy, día 17, aniversario de
tu feliz tránsito al cielo, las oraciones que las almas devotas elevan delante
de tu altar; dígnate presentarlas al trono de las eternas misericordias, que
estamos seguros que, pasadas por tus manos, volverán derramando bálsamo de santo
consuelo en nuestros afligidos corazones; haz con nosotros en este día
memorable lo que el Señor hizo contigo cuando desclavó su diestra de la cruz
para decirte: «Alcanzarás lo que pides». Imita estas consoladoras palabras
diciéndonos: «Yo os alcanzaré de mi amado Jesús las gracias que me pedís y
santificaré vuestras almas para que me hagan compañía en la Gloria». ¡Y cómo no
esperarlo de ti, fuente de amor al prójimo, llama inextinguible de caridad!
Separa tus blandos ojos un momento de la gloria con que han sido premiadas tus
virtudes, para volverlos á nuestras miserias, ya que tu imagen se nos presenta
extendiendo una moneda al pobre que tienes á los pies; extiende tu mano así á
los que te hacemos este rezo; toca con ella las puertas de la misericordia
suprema, que estamos ciertos que serán abiertas al escucharte y socorridas
veremos nuestras necesidades.
Aquí
se pide por lo que deseáremos alcanzar; después: se rezará la siguiente
estrofa, rezando á la conclusión trece Padrenuestros en memoria de los trece
pobres que en vida la acompañaron:
Socórrenos
con presteza
que es
muy grande la aflicción;
tú que
amparas la pobreza
presenta
á Dios mi Oración.
ORACIÓN
MARÍA,
por tu purísima é inmaculada concepción, extiende tu manto estrellado sobre los
devotos de tu amada sierva Eduvigis; mira que tu mano es la que te presenta nuestros
afligidos memoriales; recuerda que esa mano fue la que, en su último extremo de
amor á tu pureza, estrechó tu imagen divina de manera que no fue posible
quitársela aun después de muerta, dando á entender con esto que ni en el
sepulcro quería separarse de su dulce y purísima compañera: socórrenos por
ella, Madre mía; tu amante corazón, que sin este recuerdo ansia amparar los
pecadores, cómo nos ha de abandonar cuando intercede por nosotros la humilde y
santa Princesa de Polonia. Enjuga todas las lágrimas, ampara todos los
corazones afligidos, detén el carro sangriento de la güera destructora, y una
aurora de paz y de ventura ilumine el universo, hoy que es el glorioso
aniversario de tu querida sierva Eduvigis.
Tres
Ave Marías; confesará y recibirá la Sagrada Comunión
CARTA
que desde la tierra al Cielo dirige a Sta. Eduvigis uno de sus devotos
pidiéndole socorro.
Venerada
y amadísima protectora mía: abra la caridad infinita de tu corazón esta carta
que pongo en manos del Ángel que te sirvió de guarda en el mondo. Tú eres,
Santa mía, la estrella luminosa que veo relucir, en medio de las tinieblas de
mis necesidades. Recuerda el santo placer que sentía tu alma cuando los harapos
de los pobres recorrían las pulidas alfombras que tapizaban los suntuosos
salones de tu palacio, en Polonia, donde tu mano delicada y blanda enjugaba las
ardientes lágrimas de los enfermos desvalidos. Recuerda también las veces que
el sentimiento de la misericordia le hacía arrancar a tu regio traje las
valiosas joyas que lo adornaban, para socorrer a los infelices que salían á tu
encuentro. ¡Trece pobres era el séquito de honor que siempre te acompañaba,
sobre los cuales derramaste con plácida alegría limosnas infinitas: tus únicas
distracciones estaban en los hospitales, á la cabecera de los enfermos; tus
favoritos paseos eran á las ruinosas y carcomidas chozas, donde la miseria
mostraba todos sus horrores; allí se te encontraba risueña, acariciando y
alimentando al hambriento niño, lavando las llagas al anciano enfermo y abriendo
con dulces palabras la puertas de los cielos al triste agonizante que en tus
brazos espiraba! Ya no estás en este miserable mundo, no, en tu palacio de
Polonia; pero sí en el eterno paraíso del Señor: mira desde allí cómo corre por
mi rostro el copioso llanto de la gran necesidad que oprime mi corazón. Ya no
tengo fuerzas para pedirte, pues son muchas mis penas. Óyeme, Santa milagrosa:
hoy es el día en que más necesito tu socorro. Estás en la gloria; la fuente de
las gracias delante de tus ojos, abierta, y la Madre de Dios, derramándola á
torrentes, te mira sonriendo. El Señor, que conoce tus virtudes, goza con tu
presencia en su trono. ¿Cómo ha de volver mi carta en blanco? El celeste
mensajero, el ángel glorioso de tu guarda, me traerá el favor que tan
angustiada te pido; recuerda al contestarme la dulce alegría, que bañó tu
espíritu cuando el Crucificado, desclavando su diestra, te dijo: «Alcanzarás lo
que me pides». «Así dile tú, Santa Eduvigis, para mí, al ángel mensajero».
Mientras, lleno de esperanza y con la frente en el polvo, besa tus pies de
rodillas el más miserable de tus devotos. Amén.
Un
Padrenuestro y un Ave María y gloriado al Ángel de la Guarda de Santa Eduvigis.
PIADOSA NOVENA A LA
GLORIOSA SANTA EDUVIGIS. DUQUESA
Compuesto por el P. Antonio
de Paredes. SJ
Aguascalientes,
México. 1869
ACTO DE CONTRICCION
Clementísimo
Dios, caridad infinita que amasteis tanto al mundo, como lo prueba la dádiva
graciosa de vuestro unigénito Hijo que fué el precio de nuestra redención, y
cuyos infinitos méritos son montes de piedad, destinados para que los pecadores
arrepentidos, que acuden a vuestra misericordia, sean libres de las
espirituales deudas por las que la justicia vuestra los ejecuta. Agradezco Sr.
tanta fineza y juntamente os bendigo por la providencia que tuvisteis aun de
nuestras temporales deudas, enviando al mundo a vuestra amada sierva Sarita Eduviges,
que llena de caridad se constituyó protectora de los adeudados insolventes,
satisfaciendo por ellos a los acreedores que los oprimían. Ruegoos, Señor Dios mío
Padre de las misericordias que atendiendo a los méritos y suplicas, que continuará
la Santa en el cielo, como nos perdonéis nuestras deudas, así mismo libertes de
las que por necesidad han contraído con los hombres tantos pobres, y
oprimiéndoles el corazón los tiene en perpetuas agonías. Por éstos miserables
os pido, y como a Padre de nuestro Señor Jesucristo, que es el consuelo de los
atribulados, os quiero para que proveyéndoles de los medios quo necesitan,
busquen ya consolados el bien de sus almas, y logren con vuestra gracia,
gozaros eternamente en la gloria. Amen.
DIA PRIMERO
ORACION
Gloriosa
Princesa Santa Eduviges, que prevenida de Dios con bendiciones de dulzura entras
te en el mundo, y en medio de la grandeza, que te ofrecía el Palacio de las
delicias que correspondían a tu estado, y de las lisonjas en que los cortesanos
te aplaudían, supiste desde tus tiernos años cultivar en tu alma heróicas
virtudes. Las que con la divina gracia practicaste en el estado de tu
matrimonio, estudiando humildad, paciencia y oración; educando santamente á tus
hijos, y unida en verdadera caridad con tu esposo, socorriendo con limosnas
liberalmente a los necesitados v desvalidos: suplícote ¡Santa mía! que te
dignes matricularme
entre tus pobres, alcanzándome de Dios los socorros espirituales que necesito
para el cumplimiento de nuestras obligaciones; el favor que por este medio
solicito a mayor gloria suya. Amen.
Tres
Padre nuestros, y tres Ave Marías con gloria Patri.
ORACION PARA TODOS
LOS DIAS
Bienaventurada
Santa Eduviges, Princesa piadosísima, conociendo que en vida fuiste Madre
amorosa de afligidos, y menesterosos: y que en el cielo se ha perfeccionado tu
piedad, a ésta acude mi confianza: y pues tu no ignoras mi desconsuelo,
suplícote Santa admirable, me alcances el remedio que le con viene del Señor;
de quien oíste, cuando contemplando en la Cruz, le hacías tus deprecaciones,
estas dulces palabras he oído tu oración e idealizarás lo que me pides; Pídete
pues Santa mía para bien de mi alma eficaces auxilios de tu gracia, y la gracia
que por tu intercesión solicito. Aquí se hace la petición, y después se
prosigue. Esto te pido gloriosa Santa, en cuanto hiere servicio
del Señor, dispuesto a padecer trabajos en esta vida, los que quisiere enviarme;
para los cuales solamente te ruego me alcances conformidad y resignación en su santísima voluntad, Encomiéndote así
mismo el estado de su Santa Iglesia, la extirpación de las
herejías, la conversión de la gentilidad, la penitencia de los pecadores,
la paz dé los reinos católicos, la libertad de las animas del purgatorio;
finalmente, el remedio de loe huérfanos, viudas, encarcelados, enfermos,
adeudados y todo género de pobres, esperando por tu intercesión los bienes
espirituales que debemos desear, y los temporales subsidios que hemos menester,
para servir a nuestro Dios a quien sea la gloria por los siglos de los siglos.
Amen.
SEGUNDO DIA
ORACION
Gloriosa
Princesa Santa Eduviges, que enamorada de la virtud de la castidad, y deseosa
de hacer este obsequio a la Madre de la pureza María Santísima, Con
consentimiento de tu espero te obligaste a ella con voto, que observaste por
tiempo de casi treinta años; y viviendo en la tierra como ángel, tenías más
continuada tu conversación en los cielos: donde lograbas las caricias del
divino esposo, que sustituiste al terreno; y teniéndolo de tu mano te valías de
su dignación para el alivio de los miserables. Pues eres tan favorecida,
alcánzame de su Majestad, pureza de alma y cuerpo y con ella los subsidios que
necesito así para conservarla, como para no quebrantar por mis trabajos sus
santos mandamientos. Todo lo espero de tú compasión y por tu medio el favor que
ahora solicito, a mayor gloria de Dios. Amen.
TERCER DIA
ORACION
Gloriosa
Princesa Suata Eduviges que, habiendo fundado un monasterio de religiosas, como
si fueras una de ellas te agregaste a su número para servir las, fervorizarlas,
y asistirlas en sus enfermedades. Ni se contenía en el claustro tu caridad, más
difundiéndose por la ciudad toda, se introdujo a los Hospitales, administrándoles
por su mano las medicinas a los dolientes; abría las cárceles, dando libertad a
los que por las deudas estaban presos: socorría a los mendigos, dándoles el
necesario sustento. Pues tienes Santa mía presentes mis cuidados, envía me él
socorro que rae conviene para su alivio, y pídele a Dios me otorgo el favor que
ahora le suplico por tu medio, a mayor gloria suya Amén.
CUARTO DIA
ORACION
Gloriosa
Princesa Santa Eduviges, que, realzando tu misericordia, con lo más duro de la
caridad, hallaste modo de sustentar al divino esposo, y su santa Familia
señalándote trece pobres que te representasen a tu amado Jesús y a sus doce
Apóstoles a los cuales diariamente reparabas, sirviéndoles a la mesa,
besándoles los pies y llevándolos siempre en tu compañía, a donde quiera que te
llevaba tú piedad a esta imploro Santa benignísima; y ya que por mis maldades
no merezca hacer número con estos tus dichosos familiares, hazme participante siguiera
de las migajas que caen de tu esplendida mesa pues con éstas me basta para mi
remedio suponiendo que con esta limosna vienen loa efectos de tu poderosa
intercesión, por la que esporo el favor que de presen te pido a la divina Majestad
a mayor gloria suya Amen.
QUINTO DIA
ORACION
Gloriosa
Princesa Santa Eduviges, que habiendo quitado la muerte la dulce compañía de tu
esposo, repitió golpe más doloroso quitándote después trágicamente al Hijo
primogénito: a quien en la flor de su edad despojaron de la vida sus enemigos en
la guerra. Admiro Heroína santa tu resignación en la divina voluntad, cuyas
disposiciones adorabas, dando gracias al señor por los trabajos con que
ejercitaba tu paciencia y cuidando de las almas de tan amadas prendas,
les enviabas espirituales socorros a la cárcel del purgatorio para su rescate.
Espero que ayudándome tus ruegos haré yo méritos de tus adversidades, y lograré
la dicha de ir al purgatorio cuando muera donde también experimentaré tus
piedades, que desde ahora para entonces solicito: y al presente favor que deseo,
a mayor honra, y gloria de Dios. Amén.
SEXTO DIA
ORACION
Gloriosa
princesa Santa Eduviges, que, considerándote por tan grande humildad deudora a
la justicia de Dios, abrazaste la penitencia para pagar con ayunos, cilicios,
vigilias, disciplinas y austeridades continuadas, por las culpas que no debías.
Mas como no necesitabas para este fin de aquel caudal, habiendo sido tu alma
hoguera del divino amor que no permitió en ella bastardo afecto, quedó para que
usando de misericordia socorras con él a los que cargados de culpas en vez de
satisfacer por las pasadas se adeudan y más cada día, con peligro de su
condenación. Conozco, que como deudor insolvente debo tener cuando me ejecute
la justicia de Dios, más teniendo en los méritos mucho con que pagar, y
voluntad en tí para favorecer con ellos, quiero usar de tu misericordia; y en
nombre tuyo comienzo detestando mis colpas, y deseando amar a mi Dios sobre
todas las cosas, espero el cumplimiento de mi petición a mayor gloria suya.
Amen.
SEPTIMO DIA
ORACION
Gloriosa
princesa Santa Eduviges, que dándoles Dios licencia a tres infernales
espíritus, para que te atormentaran en el cuerpo, ellos lo ejecutaron conforme a
su rabia y al odio que te tenían por tu santidad, sintiendo, que tu compasión
les estorbase
las presas, que se aseguraban en los miserables, quienes, por remediar sus
infortunios, atropellando con la ley divina, vivirían en desgracia de Dios, si
tú no les socorrieras sus necesidades. Pero, aunque padezcas gustosa por tu
amado, y deseabas por amor suyo padecer más; por fin los vencías con el Santo
nombre de Jesús. Ruégote santa admirable, que me ayudes a vencer k estos
enemigos, que, combatiéndome con tentaciones, me facilitan los alivios del
cuerpo a precio de las divinas ofensas, para que compelido de la necesidad no
me precipite en tanto mal; dame él remedio de ella juntamente con el
cumplimiento de. mi deseo, a mayor gloria de Dios. Amen.
DIA OCTAVO
ORACION
Gloriosa
princesa Santa Eduviges, que, dando libelo de repudio a las mundanas glorias, pusiste
en el divino esposo todo tu amor, y teniendo en su comunicación sus delicias,
gastabas largas horas en la dulce contemplación de sus soberanos misterios,
especialmente en el de nuestra redención: piélago de que anegado su espíritu no
hallaba afectos ni expresiones para admirar tan incomparable beneficio.
Aprendiendo caridad en esta escuela, te constituiste redentora de todos los
desvalidos, a quienes con tus limosnas que eran el antídoto de sus despechos
los quitaban de sus peligros en que se hallaban de ofender a Dos: suplícote
Santa prodigiosa, me quites los que en mi estado experimento, y quizá me impedirán
el cumplimiento de la Divina Ley; y así mismo me alcances de tu amado, la gracia
que le pido, a mayor gloria suya. Amen.
NOVENO DIA
ORACION
Gloriosa
princesa Santa Eduviges, que llegado el termino de tu destierro, noticiosa del
día de tu tránsito a la eternidad te previniste con los Santos Sacramentos de
la Iglesia, y empuñando la imagen de María Santísima, que quisiste te
acompañara en el sepulcro, como envida te había acompañado, por la cordial
devoción que desde tu niñez profesaste a la gran señora esperaste al esposo, el
que con la comitiva de sus cortesanos vino a recibir tú espíritu; y pasando por
una preciosísima muerte a lograr el premio de tus virtudes comenzaste a reinar
con tu esposo para siempre en el cielo. Doite el parabién de tu gloria, en la
que resides complaciéndote en tu Dios y patrocinando al mundo, que fue teatro
de tus piedades. No apartes de él los ojos: pues llevando miserias, están estas
clamando á tí por su remedio: sientan pues los enfermos, los adeudados y todo género
de pobres; los efectos de tus compasivas entrañas. A las que confiado recurro
en las circunstancias presentes, esperando el consuelo que pido, a mayor gloria
de Dios. Amen.
¡Muchas gracias por su valioso trabajo! ¡Viva Santa Eduvigis!
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