jueves, 15 de marzo de 2018

NOVENA A SANTA CATALINA DE SIENA






NOVENA A SANTA CATALINA DE SIENA

 VIRGEN. OP.

 

Hoy la devoción más fina

consagra, a tus pies postrada
esta Novena Sagrada,
Seráfica Catalina

 

ORACION PARA TODOS LOS DIAS

¡Oh inmensa piedad! ¡Oh inmutable caridad!  que, para librarme de la vil servidumbre del pecado, obligado del inextinguible fuego de vuestro amor, entregasteis á la muerte vuestro Unigénito Hijo, cuyas dulcísimas entrañas, no solo le inclinaron a hacerse hombre de la Virgen María; sino que sediento de mi bien, abrazó la muerte de Cruz, derramando el infinito tesoro de su Sangre, para que yo viviera. Ruego a vuestra Majestad Divina, que reconocido de mi pasada ingratitud, sepa apreciar en adelante, asistido de vos, este imponderable beneficio, huyendo del errado camino, en que me ha puesto en desorden de mis apetitos; para que empleando en vos (único bien mío) todas mis potencias, pase de esclavo de mis vicios, por medio de una verdadera contrición, a merecer el dulcísimo, y apacible título de hijo vuestro, empleando el resto de mis días, y en especial este rato, a mayor honra, y gloria vuestra; y para que mis culpas no impidan tan dichoso fin, digo, Señor, de lo más íntimo de mi corazón, que me pesa de haber ofendido a una Suma Bondad tan digna de ser amada; y propongo, ayudado de vuestra gracia, de enmendarme, con muy firme esperanza, de que me perdonareis por los méritos de vuestro Hijo, y Redentor mío. Amen.


DIA PRIMERO

Pues del Divino amor llena
despedís ardiente llama
socorred al que á vos clama.
Astro brillante de Sena.

ORACION

¡Oh Amante Catalina! espejo del Divino amor! que ejercitada en el primer grado de vuestro ardiente fuego, enfermasteis provechosamente; y herida desde niña de enfermedad tan dichosa, principio de la eterna salud, la alcanzasteis á tanto número de almas: logre yo por vuestra intercesión esta gracia, por la que debisteis a vuestro Esposo Jesús, cuando en forma visible de Pontífice, asistido de los Apóstoles S. Pedro, S. Pablo y S. Juan Evangelista, se os manifestó en vuestra pueril edad, dándoos su bendición; desde cuyo instante aborrecisteis todo gusto sensible, y aun el comer osera tormento de muerte, pasando muchos años milagrosamente con zumo de yerbas amargas, y los ocho últimos de vuestra vida, sin ningún material alimento. Ruegoos Madre mía amantísima, que os imite yo de tal suerte, que los aplausos, y placeres del mundo, causen en mí tal tedio, que sus gustos me sean disgustos, y lo dulce amargo, hasta que negado a mí mismo, alcance, que el amor Divino me sea desamor de mi amor propio, y rendido éste consiga tan dichosa muerte. Amen.

Con humildes oraciones
piden a tu protección
saetas de contrición
todos nuestros corazones


GOZOS

Pues al Cielo arrebatada
fuisteis por bondad Divina:
sed siempre nuestra Abogada,
Virgen Santa Catalina.

Con bendición de dulzura
el Señor os visitó
cuando en trono se os mostró
visible con gran ternura,
de su belleza prendada
fuisteis amante muy fina:

En vuestra niñez mostrasteis
señas de gran santidad;
pues pureza y castidad
á los siete años votasteis:
admiración ha causado
vuestra virtud peregrina:
.
Con un fervor nunca visto
Hábito Guzmán tomasteis,
y con gran dicha lograsteis
ser desposada con Cristo;
con luz de gloria colmada
el Cielo á vos se avecina:

Para obligar la clemencia
de Dios con los pecadores,
usasteis con vos rigores
de áspera y cruel penitencia;
cual Domingo triplicada
tomabais la disciplina:

De materia corrompida
del cáncer de una mujer,
la caridad supo hacer
la más gustosa bebida,
así del asco triunfasteis,
agigantada Heroína:

A Jesús amor tuvisteis
de tan alta elevación,
que os arrancó el corazón
y el suyo de él recibisteis;
como á esposa muy amada
à su costado os reclina:

En vos con rayos violentos
sus llagas Cristo imprimió
con que vuestra alma sintió
de la pasión los tormentos;
sin vida hubierais quedado,
á no obrar mano divina:

Vuestra gran fé al Sacramento
con tal devoción invoca,
que en fin se os vino a la boca
por el aire con portento;
Cristo mismo, cosa rara
á comulgaros se inclina:

Mil efectos percibisteis
de este pan angelical,
pues sin manjar corporal
en muchos años vivisteis;
era la mesa sagrada
de favores oficina:

A la Iglesia en dulce unión
Los Florentines trajisteis,
y en toda Roma tuvisteis
una grande estimación;
á Florencia por Legada
el Pontífice os destina:

Al Papa, y los Cardenales
en público predicasteis,
y los más doctos pasmasteis
en coloquios Celestiales;
por infusa, y encumbrada
aclaman vuestra doctrina:

Fuisteis luz de pecadores;
pues los que con vos trataban,
luego en buenos se trocaban,
y los buenos en mejores;
por esto habéis merecido
el renombre de Divina:

Es premio tan excelente,
el que en el Cielo gozáis,
que los prodigios, que obráis,
lo publican claramente;
del devoto que os invoca,
sois eficaz medicina:
sed siempre nuestra Abogada,
Virgen Santa Catalina



ORACION PARA TODOS LOS DIAS

Amabilísima Esposa de Jesús, escogida por la Virgen Madre; azucena de virginal pureza, elegida del Eterno Padre para maestra de las almas y espejo de sabiduría, mártir de amor, ejemplo de penitencia, y rosa de caridad, encendida con el fuego del Espíritu Santo; pues priváis tanto en la vista de la Divina Esencia, por lo que de ella fuisteis algún tiempo privada por la salud de las almas, y sabéis la necesidad en que ahora clama y suspira mi corazón; aplicad vuestra poderosa intercesión, para que el Señor me conceda aquella Bula, que sabéis de perfecta contrición y plenaria Indulgencia de mis culpas, más, y más puro amor, y la gracia, que os pido en esta Novena, si conviene para su mayor gloria, y si no, encaminad 8 mi petición para lo que más de mi le agrade, y que eternamente le ame. Amen.

DIA SEGUNDO

Del Altar el pan Sagrado vuela,
y a Vos se encamina,
como á morada Divina
de Jesús Sacramentado

¡Oh Serafín del Divino trono! Que elevada en el segundo grado de vuestra ardiente llama sin parar volabais en su presencia, hasta transformarnos en el Verbo Humanado; y teniendo en Vos sus delicias, se os comunicó por sus Divinas manos en varias ocasiones, para que le recibieseis Sacramentado; volando otra9 veces de las de los Sacerdotes la Sacrosanta Hostia, para entrar en vuestro pecho, que sediento le buscaba: alcanzad a mi alma, que por vuestra poderosa intercesión incesante­ 9 mente arda en intensos y vivos deseos,, que me hagan buscar nuevos empleos del Divino agrado; no se rae pase, como hasta aquí, mi vida en inconstancias, y deseos generales, ni detenga mi afecto fuera de Dios ninguna criatura; sí que elija constante el vivir de asiento en su Divino amor, recogiéndome a una vida, en que de continuo le ame, y siga sus santas inspiraciones, sin cesar hasta la muerte. Amen.



DIA TERCERO
Cuando Dios por altos fines;
Os regaló a su costado,
o cuanta envidia habéis dado
a todos los serafines!

¡Oh abismo de paciencia! ¡Oh fragante, y encendida rosa de caridad! ¡Oh penitente azucena! Pues obrando de continuo sin deteneros 10 corríais tan amante por el tercer grado de vuestro amoroso incendio, que cuidadosa solo de la honra Divina, despreciando la vuestra, sufristeis constante el público castigo, que os dieron por la falsa acusación, que contra vuestra virginal pureza produjo aquella mujer tan beneficiada de Yos en la cura del cáncer, que tenía en al pecho, tolerando con humildad la infamia sin desmentirla; cuyo sufrimiento os grangeó las dos coronas, que os presentó vuestro Esposo, una de oro, y otra de espinas, para que eligieseis, y escogisteis la de espinas para padecerlas, permitiendo por esto, que la misma acusadora os viese después transformada en glorias, y que confesando su culpa, quedase sana de cuerpo, y alma; y sin entibiarse vuestra caridad, proseguisteis en servirla con más intenso fervor, de suerte que para vencer el hastío y vómito, que os ocasionaba el demonio por medio de la hediondez de la llaga, triunfasteis de él, bebiendo una grande porción de la misma pestilente podre; por lo cual os recreó Jesús en la Llaga de su costado: Alcanzadme del Señor, Patrona, y Se­ñora mía, por este tan gran favor, una fervorosa caridad, que destierro la debilidad de mis propósitos y ejercicios de virtudes, usando con mis prójimos por puro amor de mi Dios. Amen.


DIA CUARTO

Sintiendo de alta oración cuerpo,
y alma los ardores,
padecisteis los dolores
de la sagrada pasión

¡Oh fuego, y abismo de caridad! ¡Oh viva Hostia de la pasión de vuestro Esposo! ¡Oh Catalina en el padecer Divina! Pues reconcentrada ya en el cuarto grado del sagrado volcán de vuestro amor, admitisteis con sufrimiento invencible las penas, y trabajos imponderables de enfermedades, calumnias, infamias, y persecuciones de criaturas, y demonios; padeciendo también con el más acerbo dolor de vuestro cuerpo, y alma, todas las penas, y dolores de la Pasión del Salvador, deseando ser una con él; pues todas las sentisteis juntas, y en particular aquella tan atroz, que sufrió cuando al estirarle en la Cruz la mano derecha, para que llegase al barreno, haciendo hincapié en el doloroso cuerpo, le descoyuntaron los más sensibles Divinos huesos, que amparan el corazón; pues experimentó el vuestro este cruel estrago, dulcísima abogada mía, y os hizo el Señor la gracia de tener por la mayor dicha el pasar la vida infatigable en continuas penas, recreándoos en el inmenso mar de ellas con indecible sed, y hambre de padecerlas; conseguidme de mi Dios, sufra alegre, paciente, y humilde las que tuviere, a mayor agrado suyo. Amen.



DIA QUINTO
Fuiste al cielo arrebatada,
y eje la Divina Esencia
bebiste por experiencia
la ciencia más encumbrada

¡Oh Catalina abrasada del amor divino! Que apeteciendo incesantemente a vuestro Dios en el quinto grado del ardor, que deshacía vuestro pecho, padecisteis de nuevo los dolores de la pasión del Señor; y dividiendo los ímpetus de su incendio vuestro corazón en dos parles, quedasteis muerta cuatro horas, en que vuestra alma (cual la de otro Pablo al tercer Cielo) fué arrebatada a la Divina Esencia, viendo, y gozando aquel gozo de la Gloria en que se anegan los Bienaventurados, y sintiendo las indecibles penas de los del Purgatorio, y también los eternos tormentos, que padecen sin fin en el infierno los que en esta vida no pusieron fin a sus gustos abrazando la penitencia; de cuyo rapto, volviendo por disposición Divina a animar nuestro cuerpo para el alto empleo de la predicación, y conversión del mundo, quedasteis graduada, y ordenada entre los Ángeles: Suplicoos, Serafín humano, que pues resucitasteis volviendo a esta vida mortal para bien de las almas, alcances á este miserable devoto vuestro una penetrante saeta de vuestro amor; para que muriendo del todo a mis inclinaciones, aspire impaciente a ver, y amar al Sumo Bien para siempre. Amen.


DIA SEXTO

Con milagro nunca visto,
robando los corazones
desterrasteis sediciones
contra el Vicario de Cristo

¡Oh portento de la gracia! ¡Oh Catalina, milagro de vuestro sexo en el ministerio Apostólico; pues corriendo velozmente en el servicio de Dios, y en su alcance, os remontasteis al sexto grado del amor de vuestro Esposo, y por su Divino precepto, sedienta del Martirio, fuisteis, ya como Embajadora de Florencia a la Corte del Papa, y ya como legada suya á sosegar las sediciones, y rebelión de aquella Ciudad, y más de sesenta Pueblos contra el Vicario de Cristo; alcanzando victoria contra el Infierno, y que volviese la Silla a Roma apagando también el cisma de la Iglesia; y siendo asombro de sabiduría, predicasteis varias veces delante del Papa, y su Sagrado Colegio, adorándoos como nuevo Apóstol, cuyo alto empleo desempeñasteis con tanto fervor, que fue­ron innumerables las conversiones debidas a la eficacia de vuestras palabras, sin que bastasen los muchos Confesores, que os seguían, ( y tres de ellos con autoridad Pontificia para absolver de casos reservados) a confesar los que convertía vuestra doctrina, y pues ninguno llegó a vuestra presencia, que no volviese mejorado: alcanzadme, amada Protectora mía, que dando yo de mano a todo lo mundano, despierte de mi flojedad, y corra veloz por el camino de la perfección, basta gozarme en el Eterno Bien. Amen


DIA SÉPTIMO

Sin culpas tu compunción
fué asombro de penitencia:
sin estudio hallaste ciencia,
y amaste sin corazón

¡Oh prodigio de santidad! ¡Oh mujer verdaderamente fuerte de espíritu magnánimo! Que desviando de la parte racional toda especie de temor pusilánime, emprendisteis con santa audacia las más arduas dificultades, y aprehendiendo a Dios en el séptimo grado de vuestro abrasado exceso, como liberal, amante, poderoso, y fuerte deshecha en vehementes ansias pedíais, como David, que criase en vos un corazón limpio, y nuevo, y que renovase en vuestras entrañas un espíritu recto, y mostrándoseos amante abrió vuestro costado, y os sacó y llevó el corazón, viviendo sin él milagrosamente algunos días, hasta que apareciéndoseos después con otro, que traía en la mano, todo rubicundo, y encendido, abriéndoos segunda vez el costado os le puso, y cerró la herida, dejando por señal aquella cicatriz, que después vieron algunas devotas mujeres vuestras compañeras: Por este raro favor os suplico, Virgen Santa, que pues aquel Divino corazón encendió en vuestro pecho tal hoguera, que hacía volar por el aire a su centro vuestro virginal cuerpo, logre yo por vuestra intercesión una centella, que consuma todas mis tibiezas, hasta que viva crucificado con Cristo. Amen.


DÍA OCTAVO

Por despreciar los placeres,
con que engaña el inundo vano,
Dios de Esposo os dio la mano
¡Oh ejemplo de las mujeres!

!Oh Esposa dulcísima de Jesús! Que enlazada ya en el estrecho abrazo, y nudo indisoluble de vuestro dulce Esposo en el octavo grado de vuestra sagrada hoguera, aquel Jueves de Carnestolendas, en que el mundo ciego corre sin riendas a las disoluciones, y ofensas divinas, encerrada en vuestro retiro contemplabais á Cristo pendiente en la Cruz de tres clavos en los más dolorosos nervios de sus Sagrados pies y manos, y sintiendo en dulces coloquios la ingratitud de los hombres a tan excesivo amor, se os apareció lleno de gala, acompañado de la Virgen Madre, el gran Patriarca Domingo, San Pablo y San Juan Evangelista con el Rey David, y convirtiendo en hermoso Cielo aquella humilde Celdita se celebró el más solemne y Divino desposorio, y dándoos Jesús la mano de Esposo, la juntó con la vuestra la Santísima Virgen, dejándoos por arras de tan místico Divino matrimonio aquel misterioso anillo, que todavía se ve en vuestro dedo con cuatro perlas y un diamante, para mostrar, que la voluntad, el corazón, y bienes del Esposo, todo es vuestro: Pues sois tan absoluta, y singular Esposa del Señor, haced que yo obre con tal pureza de intención, firmeza de diamante en la que ofrezco, que merezca morir à mi sensualidad, para unirme a mi Dios en estrecho lazo de amor. Amen.


DIA NOVENO

A las llagas del amado
Águila veloz volasteis,
y en vos impresas quedasteis
hecha un Serafín llagado

¡Oh admirable Catalina! ¡Oh triunfante encendida mártir de amor! Que ardiendo suave, y dulcemente en la Divina voracidad del nove­no grado, como ascua del mismo amor transformada, gozabais lo que amabais, y amabais lo que gozabais; y enardecida en la contemplación de las cinco fuentes de las Llagas de Jesús (en cuyos dulces sagrados manantiales bebisteis repetidas veces) viendo entrar vuestro corazón por la del costado, se abrasó vuestra alma tan vivamente en la consideración de vuestro Esposo llagado, y crucificado, y en el cuchillo de dolor que traspasó la bendita alma de su dulcísima Madre al pie de la Cruz, que fué vuestro cuerpo elevado casi hasta el techo de la Iglesia de Pisa, en donde en esta ocasión orabais apareciéndoseos Jesús Crucificado parase llar en lo exterior, lo que el interior padecía, os arrojó de sus Llagas cinco arroyos de su Divina Sangre, con que quedasteis llagada de pies, y manos, y costado, mudando el color sanguíneo en encendido oro; para que sintiendo el dolor para quitar mil vidas, no las viese el mundo, como así lo pedisteis, Alcanzadme Divino Fénix de aquel fuego Seráfico, en que ardíais, un destello, que consuma mis apegos y tibiezas, y eleve mi alma a la feliz región de la Bienaventuranza eterna. Amen.






1 comentario:

  1. CON TODA MI FE PUESTA EN SANTA CATALINA DE SIENA HE DEPOSITADO EN SU CORAZON GRANDISIMO TODAS MIS NECESIDADES , TENIENDO LA FE CLARA QUE RECIBIRE SU BENDICION ,.

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