ROSARIO A LA PRECIOSA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
PIDIENDO A NUESTRO SEÑOR NOS LIBRE DE LA PESTE
MODO DE REZAR ESTE ROSARIO
Hecho
el acto de contrición, en lugar de Padre nuestro se dice:
Bendita sea la preciosísima sangro de nuestro Señor Jesucristo,
que con ella nos redimió.
En lugar de Ave María se dice:
Preciosísima sangre de Cristo lávame: Sangre Preciosísima
de Cristo, defiéndeme.
Y
en lugar de ofrecimiento, se dirá a cada misterio:
Jesucristo, aplaca tu ira, Tu justicia y tu rigor, Líbranos
de esta epidemia, Misericordia, Señor.
Y
luego se le pide a Nuestro Seños por medio de estos misterios, el remedio de la
presente necesidad, en cada verso se dice:
L/: Danos,
Señor, buena muerte R/: Y líbranos de
todo mal
Se finaliza esta corona con un acto de contrición, un Pater
Noster y Ave María por los agonizantes y las almas de los que han muerto por la
epidemia.
DEPRECACIONES
PIADOSAS
+Amoroso
Jesús crucificado.
Por
la jornada que hiciste del cielo al mundo, a salvarnos.
Por
la humildad y pobreza coa que naciste en Belén.
Por
la sangre que vertiste cuando te circuncidaron.
Por
el dulcísimo nombre de JESUS que te pusieron.
Por
la humildad con que fuiste en el Templo presentado.
Por
la abstinencia y ayuno que en el desierto guardaste.
Por
el celo de las almas con que andabas predicando.
Por
la muy solemne entrada que hiciste en Jerusalén.
Por
la cena del Cordero que en el jueves celebraste.
+Amoroso
Jesús Crucificado
Por
lo liberal que fuiste en dar tu cuerpo y sangre.
Por
la oración que en el huerto hiciste a tu Eterno Padre.
Por
el gran sudor de sangre que; tu cuerpo padeciste.
Por
la grande mansedumbre que dejaste aprehenderte.
Por
la crueldad con que fuiste de verdugos atado.
Por
el tropel con que fuiste llevado a casa de Anás.
Por
las injurias y oprobios que en su presencia te hicieron.
Por
la prisa y vilipendio con que á Caifás te llevaron.
Por
la cruel bofetada que recibiste de Malco.
Por
la aflicción con que fuiste presentado ante Pilato.
+Amoroso
Jesús Crucificado
Por
les falsos testimonios que contra tí levantaron.
Por
lo ultrajado que fuiste a la presencia de Herodes.
Por
los desprecios que oíste de este rey y sus privados.
Por
la ignominia y desprecio con que volviste á Pilato.
Por
lo que en esta ida y vuelta te ultrajaron los soldados.
Por
la burla y vedamiento de tus ojos soberanos.
Por
los azotes quo atado a la columna te dieron.
Por
el dolor que pasaste al coronarte de espinas.
Por
los desprecios que oíste, siendo sacado al balcón.
Por
la sentencia de muerte, que dio contra tí Pilato.
+
Amoroso Jesús Crucificado
Por
la interior alegría, qué con la Cruz recibiste.
Por
la fatiga y la cruz padeciste.
Por
las caídas quo diste hasta Hogar al Calvario.
Por
la vergüenza y dolor que tuviste al desnudarte.
Por
el terrible tormento que pasaste al enclavarte.
Por
las blasfemias que oías al poner la cruz en alto.
Por
la sed que padeciste en tu boca soberana.
Por
el amargo que en ella dejó la hiel y vinagre.
Por
la promesa que hiciste, del Paraíso, al buen ladrón.
Por
el perdón que pediste para todos tus contrarios.
+
Amoroso Jesús Crucificado
Por
la aflicción y congojas que al expirar padeciste.
Por
la llaga que te abrieron en tu pecho sacrosanto.
Por
aquella Sangre y agua que por ella derramaste.
Por
las penas y amargura de tu Santísima Madre.
Por
la aflicción que pasó viéndote muerto en sus brazos.
Por
el dolor que sintió al ver darte sepultura.
Por
las angustias y penas que en su soledad pasó.
Por
tu muerte y sepultura.
Por
tu santa Resurrección.
Por tu admirable Ascensión.
Por
la gloria que posees a la Diestra del Padre.
HIMNO
compuesto
por el Pbro. D. Manuel Sartorio.
Con
todo el afecto
De
mi corazón
Salúdote
santo,
Purpureo
licor.
De
una Virgen pura
Mi
rey te tomó,
Para
darte en precio
De
mi redención.
Tus
gotas primeras
Sangriento
sacó
De
un cruel cuchillo
El
duro rigor.
En
Getsemaní,
Huerto
de aflicción,
Mortal
agonía y
Te
exprimió en sudor.
De
azotes crueles
AV
suplicio atroz
De
un poste regaste
Todo
el rededor.
Corona
punzante
De
agudo cambrón
Correr
te hizo a hilos
Cubriendo
a mi sol.
Dos
rasgadas fuentes
Abrióte
el furor
Con
dos fuertes clavos
En
sus manos dos.
Otras
dos te abrieron
Con
crueldad feroz,
Con otros dos clavos
En
los pies de un Dios.
Porque
salieses
Toda,
en conclusión,
La
lanza atrevida
La
quinta te abrió.
¡Ay!
¡Por cuantas fuentes,
O
precioso humor,
Corres
abundante
¡Para
mi ablación!
El
precioso fruto
De
tanta efusión
No
permita el cielo
Que
malogre yo.
Precio
inestimable
¡Ay!
yo no te pierda,
no
te pierda, no,
Dese
al Uno y Trino
Gloria
y bendición,
T
á tí, sangre augusta
De
mi Redentor. Amen.
L. Cristo nos lavó de nuestros
pecados.
R. Con su sangre
preciosa.
OREMOS: Omnipotente
y sempiterno Dios que quisiste aplacarte, y que fuésemos redimidos con la
sangre de tu Hijo unigénito; concédenos, te suplicamos, que veneremos de tal
modo el precio de nuestra salud, que merezcamos alcanzar el perdón ahora en
esta vida, y después la gloria en la eterna, por el mismo Jesucristo nuestro Señor,
que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, Dios por todos los siglos de los
siglos. Amen.
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