domingo, 15 de noviembre de 2020

SÚPLICA AL SEÑOR DE LAS MISERICORDIAS


SÚPLICA PERPETUA DE UNA MADRE PARA SUS HIJOS

AL SEÑOR DE LAS MISERICORDIAS

 

¡Santísimo Señor de las Misericordias! heme aquí postrada, humilde y contrita, ante tu divina imagen, meditando en tus santísimas llagas, y por ellas implorando tu piedad y misericordia en mis necesidades, tribulaciones y sufrimientos, para que bendigas mi hogar y mis hijos y hacernos dignos y merecedores de tu perdón y piedad, pues por tu martirio en el Gólgota y la Sangre que derramaste por redimirnos, nos lave y purifique de toda mancha.

 

¡Santísimo Señor de las Misericordias! contemplo tu Santa Llaga de la mano izquierda y con todas las veras de mi corazón te pido, Señor, me ayudes en mis penas y aflicciones, sobre todo en la que hoy me aflige y te pido consuelo y misericordia. (Petición)

 

¡Santísimo Señor de las Misericordias! contemplo tu Santa Llaga de la mano derecha, y por ella te pido, extiendas tu diestra, y guíes a mis hijos, a mi esposo y a los que amo, por el camino del bien, apártalos de todo peligro, de malas compañías especialmente. (Petición)

 

¡Santísimo Señor de las Misericordias! Contemplo tu Santa Llaga del pie izquierdo, y por ella te pido, bendigas mi negocio y mi trabajo, para que no me falte el “Pan nuestro de cada día” especialmente. (Petición)

 

¡Santísimo Señor de las Misericordias! contemplo tu Santa Llaga del pie derecho, y por ella te pido, la paz de mi hogar, la buena armonía en mi familia, para que mis hijos se encaminen por la senda de la virtud, para que sean felices especialmente. (Petición)

 

¡Santísimo Señor de las Misericordias! Contemplo y medito con todo mi corazón en la Llaga de tu Santo Costado, y por la abundante sangre que de ella derramaste, te pido la salud de mi alma y cuerpo, que las enfermedades que tanto afligen no se apoderen de mí, ni de los que tanto amo, devolviendo la salud perdida, especialmente. (Petición)

 

¡Santísimo Señor de las Misericordias! ya que he meditado en tus Santísimas Llagas, y con la fé de que oirás mis súplicas, te ofrezco ser devota y propagar tu devoción. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Padre nuestro…


 

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