EJERCICIO
DEVOTO
EN
EL CUAL SE REPRESENTA Y SE MEDITAN TODOS LOS PASOS DE LA SAGRADA PASIÓN DE
NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
Rosa
y Bouret, 1867
EXHORTACIÓN
Estas
oraciones son muy devotas, los que las rezan podrán alcanzar de Dios lo que
piden. Se ha de rezar ante un Crucifijo, comenzando en día viernes por espacio
de 33 días, poniendo atentamente la vista en la santísima imagen. A las
personas que esto hicieren les será otorgado lo que pidan si les conviene; el
cautivo podrá ser liberado de su cautiverio; el litigante salir airoso de su
pleito, siendo lo que pide en servicio de Dios; el calumniado será consolado a
los 33 días; el enfermo por quien se ofrecieren, alcanzar la salud; el que está
en pecado mortal, salir de él; el difunto por quien le recen, salir de las penas
del Purgatorio; el ausente, cuando esté en tierras extrañas, salir con
facilidad. Está este
Ejercicio confirmado por el Sumo Pontífice Gregorio XIII, quien lo concedió.
Hecha la Señal de la Cruz y dicho el Acto de Contrición, se contempla la Pasión
que señala cada Día y enseguida se rezan cinco Padre Nuestros, Avemarías y
Glorias; luego la Oración, los Gozos y el Ofrecimiento y se concluye con tres
Credos y con la Salve a la Virgen de los Dolores.
Por
la Señal de la Santa Cruz…
ACTO
DE CONTRICIÓN
Padre
de las Misericordias y Dios de toda Consolación, cuya piedad nunca desprecia el
corazón contrito y humillado, asegurando Tú mismo que no quieres la muerte del
pecador, sino que se convierta y viva; aquí me tienes, Señor, rendido a Tus
Pies implorando el perdón de mis pecados. Ablanda, Señor, este corazón duro,
enciende este corazón helado; dame lágrimas de verdadera contrición para que
pueda asegurar el perdón de mis pecados, por lo cual Te digo con todo mi
corazón: Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, en quien creo, en quien
espero, a quien amo sobre todas las cosas; sólo por ser Tú quién eres, Bondad
Infinita, me pesa en el alma haberte ofendido y propongo firmemente nunca más
pecar asistido siempre por Tu Divina Gracia.
LOS TREINTA Y TRES PASOS
1. VIERNES. Primeramente,
has de considerar cuando Nuestro Redentor dio Su Santísimo Cuerpo a Sus
discípulos.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
2. SÁBADO. La
Agonía que tuvo en Huerto.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
3. DOMINGO. Cuando
lo prendieron y llevaron a la casa de Anás, y las afrentas que allí padeció.
Cinco
Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
4. LUNES. Cuando
lo llevaron a las casas de Caifás y Pilatos.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
5. MARTES. Cuando
lo desataron y lo llevaron arrastrando por las calles, y la Sangre que derramó.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
6. MIÉRCOLES. Cuando
lo pusieron delante de los sayones y delante de los sacerdotes, Llagado,
tratándolo con malas palabras.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
7. JUEVES. Cuando
lo llevaron a casa de Pilatos y los malos tratamientos que allí le dieron.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
8. VIERNES. Cuando
lo sacaron de la casa de Pilatos.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
9. SÁBADO. Cuando
lo llevaron a la casa de Herodes y las mofas que en ella padeció.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
10. DOMINGO. Cuando
le pusieron la vestidura blanca, haciendo escarnio de Él.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
11. LUNES. Cuando
lo volvieron a la casa de Pilatos.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
12. MARTES. Cuando
fue atormentado en la casa de Pilatos a la vista de Su Santísima Madre.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
13. MIÉRCOLES. Cuando
lo sacaron delante de todos y lo amarraron a la columna.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
14. JUEVES. Cuando
lo desataron y Él cayó en el suelo por no poderse tener de atormentado y
buscando Su vestidura llegó un fariseo y le puso un pie en la garganta, en
tanto que le azotaba con gran crueldad.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
15. VIERNES. Cuando
le pusieron la corona de espinas.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
16. SÁBADO. Cuando
le pusieron una caña en la mano y escarneciéndole le decían: “Dios te salve,
rey de los judíos.”
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
17. DOMINGO. Cuando
le pusieron una vestidura de escarnio.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
18. LUNES. Cuando
le sacaron con la Santa Cruz a cuestas dando caídas en la tierra.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
19. MARTES. Cuando
la Verónica le dio su toca y le limpió el Santísimo Rostro y Su Santísima Madre
le veneró con Su reverencia.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
20. MIÉRCOLES. Cuando
le llevaron a crucificar y Su Santísima Madre iba en Su seguimiento; y lo que
sintió al verla tan afligida.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
21. JUEVES. Cuando
cruelmente azotado lo llevaron al Calvario y lo desnudaron para clavarlo en la
Cruz.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
22. VIERNES. Cuando
cruelmente atado, tiraron las ataduras de Su Santísimo Cuerpo para que llegasen
los brazos.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
23. SÁBADO. Cuando
lo clavaron en la Cruz.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
24. DOMINGO. Cuando
tuvo aquel dolor tan grande después de haberlo clavado en la Cruz y volviéndolo
boca abajo, lo llevaron arrastrando hasta donde habían de clavar la Cruz; y el
gran dolor de la Divina Majestad por las piedras que se entraban por las
Heridas de Su Santísimo Cuerpo.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
25. LUNES. El
gran dolor que sintió cuando lo levantaron en lo alto de la Cruz.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
26. MARTES. Cuando
las burlas y los escarnios que de Su Santísima Madre hicieron los que estaban
presentes, y la hiel y vinagre que le dieron a beber.
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
27. MIÉRCOLES. La
primera Palabra que Su Majestad dirigió al Padre Eterno: “Perdónalos, Padre
Mío, porque no saben lo que hacen.”
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
28. JUEVES. La
segunda Palabra, cuando dijo al buen ladrón: “Hoy estarás Conmigo en el
Paraíso.”
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
29. VIERNES. La
tercera Palabra, cuando le dijo a Su Madre: “Mujer, he ahí a Tu hijo”; y a San
Juan: “He ahí a tu Madre.”
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
30. SÁBADO. La
cuarta Palabra que Nuestro Señor dijo: “Dios Mío, ¿por qué Me has abandonado?”
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
31. DOMINGO. La
quinta Palabra que dijo: “Tengo sed.”
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
32. LUNES. La
sexta Palabra que dijo: “Todo está consumado.”
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
33. MARTES. La
séptima Palabra, cuando dijo al Padre Eterno: “En Tus Manos, Señor, encomiendo
Mi Espíritu.”
Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.
ORACIÓN
PARA TODOS LOS DÍAS
Oh,
amantísimo Jesús Mío, que por Tu inmenso Amor derramaste la Sangre siendo
cincelado en la Cruz para lavar las manchas del pecado original y después, de
Glorioso, quisiste esmaltar el Amor con tu Poder, sufriendo desprecios para que
gozásemos nosotros tus Prodigios y Gracias sin fin; por tan innumerables
beneficios, Señor, Te adoramos y Te damos los agradecimientos pidiéndote
justamente el aumento de nuestra Fe Católica, la destrucción de las herejías,
la conservación de nuestros frutos y cosechas, la salud de los enfermos, la
seguridad de los navegantes, la paz entre los príncipes cristianos, la victoria
contra los infieles, la redención de los pobres cautivos, y como soy yo uno de
ellos, Te suplico me atiendas con Ojos de Misericordia para que penetrada mi
alma con el poder de Tu auxilio pueda lograr al cabo de estos Treinta y Tres
Pasos, los verdaderos favores y la gracia que Te vamos a pedir. (Aquí
se hace la petición…) Así lo harás y así lo espero, muy amoroso
Crucificado mío, pues eres mi Padre y mi Dios de todo consuelo; y, sobre todo,
no quiero sino lo que disponga Tu Santísima Voluntad con la cual humildemente
me resigno, para que me des lo que más me conviene en este mundo, hasta la
vista de Tu deseado Rostro.
GOZOS
En
este momento pedimos
al
Crucificado Dios…
Misericordia,
Jesús.
Misericordia,
Señor.
A Tus Pies, reverentes,
remedio
pronto esperamos
y
por eso, diligentes,
humildes
perseveramos,
y
a boca llena Te llamamos
Nuestro
Padre y Protector.
A punta aguda de flechas
se
rinde infiel osadía
de
lo que hicieron Tu Imagen
por
su ciega idolatría;
¿Quién
así vencer podría
sino
Virtud Superior?
A clavos, corona y lanza,
flechas
judías de impiedad,
para
inclinar la balanza
de
Tu fina Verdad,
así
trueca caridad
agravios
del malhechor.
Al que llagado de culpas
mirase
a Jesús, contrito,
en
paz y salvo se queda
indultado
del delito,
que
de medio tan exquisito
ya
Moisés fue mostrador.
De una multitud de enfermos
es
del mundo la piscina.
El
Ungido es para todos
el
Médico y Medicina;
alto,
el agua cristalina,
que
anda en ella el Movedor.
Vamos subiendo las gradas
en
el ánimo confiado
siguiendo
bien las pisadas
de
Cristo Crucificado;
pues
ya nos ofrece, atado,
las
Fuentes del Salvador.
Todos
los males rescatan,
ya
visibles o invisibles,
vence
casos imposibles
cuando
benigno nos trata;
con
razón el alma grata
lo
venera Redentor.
Refieren los navegantes
Sus
Milagros a millares,
y
los de tierra constante
los
cuentan por centenares;
Ángeles,
hombres y mares
alaban
su Defensor.
Por
Tu infinita Clemencia
huyen
de nuestra ciudad
enemigos,
pestilencia
y
maligna hostilidad;
sólo
Tú en realidad
eres
el Divino Autor.
Por
todos estos Pasos que Tú, oh Señor, padeciste en tu Sagrada Pasión y Muerte, te
suplico me otorgues esto que te pido. Amén, Jesús.
L/:
Te adoramos, oh Cristo, y Te bendecimos.
R/: Que
por Tu Santa Muerte de Cruz redimiste al mundo. Amén.
ORACIÓN
PARA OFRECER ESTE SANTO EJERCICIO
Penetrado
de la mayor confianza en Tu Bondad infinita, me entrego a Ti, oh adorable
Salvador mío. ¿Qué podre yo reservarme de cuanto tengo en esta vida cuando Te
veo morir por mí? Sí, Dios mío. Me abandono enteramente a los designios de Tu
Providencia, dispón de mí como soberano Dueño, colócame en la pobreza, en la
prosperidad o en los trabajos, en los consuelos, en las aflicciones, en la
enfermedad o en la salud, en la vida o en la muerte. Siendo que yo esté a los
pies de tu Cruz, unido a Ti, todo lo demás me importa nada; tu Cruz y Tu Gracia
me suplican en todas mis cosas, esperando me concedas un verdadero
arrepentimiento para llorar mis innumerables culpas y la Gracia necesaria para
perseverar en Tu santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.
Tres Credos y la Salve a la Virgen de los Dolores.
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