sábado, 16 de enero de 2021

PASOS DE LA PASIÓN DE CRISTO


EJERCICIO DEVOTO

EN EL CUAL SE REPRESENTA Y SE MEDITAN TODOS LOS PASOS DE LA SAGRADA PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.

 

Rosa y Bouret, 1867


EXHORTACIÓN

Estas oraciones son muy devotas, los que las rezan podrán alcanzar de Dios lo que piden. Se ha de rezar ante un Crucifijo, comenzando en día viernes por espacio de 33 días, poniendo atentamente la vista en la santísima imagen. A las personas que esto hicieren les será otorgado lo que pidan si les conviene; el cautivo podrá ser liberado de su cautiverio; el litigante salir airoso de su pleito, siendo lo que pide en servicio de Dios; el calumniado será consolado a los 33 días; el enfermo por quien se ofrecieren, alcanzar la salud; el que está en pecado mortal, salir de él; el difunto por quien le recen, salir de las penas del Purgatorio; el ausente, cuando esté en tierras extrañas, salir con facilidad. Está este Ejercicio confirmado por el Sumo Pontífice Gregorio XIII, quien lo concedió. Hecha la Señal de la Cruz y dicho el Acto de Contrición, se contempla la Pasión que señala cada Día y enseguida se rezan cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias; luego la Oración, los Gozos y el Ofrecimiento y se concluye con tres Credos y con la Salve a la Virgen de los Dolores.

 

 

Por la Señal de la Santa Cruz…

 

 

ACTO DE CONTRICIÓN

Padre de las Misericordias y Dios de toda Consolación, cuya piedad nunca desprecia el corazón contrito y humillado, asegurando Tú mismo que no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y viva; aquí me tienes, Señor, rendido a Tus Pies implorando el perdón de mis pecados. Ablanda, Señor, este corazón duro, enciende este corazón helado; dame lágrimas de verdadera contrición para que pueda asegurar el perdón de mis pecados, por lo cual Te digo con todo mi corazón: Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, en quien creo, en quien espero, a quien amo sobre todas las cosas; sólo por ser Tú quién eres, Bondad Infinita, me pesa en el alma haberte ofendido y propongo firmemente nunca más pecar asistido siempre por Tu Divina Gracia.

 


LOS TREINTA Y TRES PASOS

 

1.  VIERNES. Primeramente, has de considerar cuando Nuestro Redentor dio Su Santísimo Cuerpo a Sus discípulos.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

2. SÁBADO. La Agonía que tuvo en Huerto.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

3. DOMINGO. Cuando lo prendieron y llevaron a la casa de Anás, y las afrentas que allí padeció.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

4. LUNES. Cuando lo llevaron a las casas de Caifás y Pilatos.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

5. MARTES. Cuando lo desataron y lo llevaron arrastrando por las calles, y la Sangre que derramó.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

6. MIÉRCOLES. Cuando lo pusieron delante de los sayones y delante de los sacerdotes, Llagado, tratándolo con malas palabras.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

7. JUEVES. Cuando lo llevaron a casa de Pilatos y los malos tratamientos que allí le dieron.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

8. VIERNES. Cuando lo sacaron de la casa de Pilatos.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

9. SÁBADO. Cuando lo llevaron a la casa de Herodes y las mofas que en ella padeció.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

10. DOMINGO. Cuando le pusieron la vestidura blanca, haciendo escarnio de Él.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

11. LUNES. Cuando lo volvieron a la casa de Pilatos.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

12. MARTES. Cuando fue atormentado en la casa de Pilatos a la vista de Su Santísima Madre.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

13. MIÉRCOLES. Cuando lo sacaron delante de todos y lo amarraron a la columna.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

14. JUEVES. Cuando lo desataron y Él cayó en el suelo por no poderse tener de atormentado y buscando Su vestidura llegó un fariseo y le puso un pie en la garganta, en tanto que le azotaba con gran crueldad.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

15. VIERNES. Cuando le pusieron la corona de espinas.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

16. SÁBADO. Cuando le pusieron una caña en la mano y escarneciéndole le decían: “Dios te salve, rey de los judíos.”

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

17. DOMINGO. Cuando le pusieron una vestidura de escarnio.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

18. LUNES. Cuando le sacaron con la Santa Cruz a cuestas dando caídas en la tierra.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

19. MARTES. Cuando la Verónica le dio su toca y le limpió el Santísimo Rostro y Su Santísima Madre le veneró con Su reverencia.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

20. MIÉRCOLES. Cuando le llevaron a crucificar y Su Santísima Madre iba en Su seguimiento; y lo que sintió al verla tan afligida.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

21. JUEVES. Cuando cruelmente azotado lo llevaron al Calvario y lo desnudaron para clavarlo en la Cruz.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

22. VIERNES. Cuando cruelmente atado, tiraron las ataduras de Su Santísimo Cuerpo para que llegasen los brazos.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

23. SÁBADO. Cuando lo clavaron en la Cruz.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

24. DOMINGO. Cuando tuvo aquel dolor tan grande después de haberlo clavado en la Cruz y volviéndolo boca abajo, lo llevaron arrastrando hasta donde habían de clavar la Cruz; y el gran dolor de la Divina Majestad por las piedras que se entraban por las Heridas de Su Santísimo Cuerpo.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

25. LUNES. El gran dolor que sintió cuando lo levantaron en lo alto de la Cruz.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

26. MARTES. Cuando las burlas y los escarnios que de Su Santísima Madre hicieron los que estaban presentes, y la hiel y vinagre que le dieron a beber.

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

27. MIÉRCOLES. La primera Palabra que Su Majestad dirigió al Padre Eterno: “Perdónalos, Padre Mío, porque no saben lo que hacen.”

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

28. JUEVES. La segunda Palabra, cuando dijo al buen ladrón: “Hoy estarás Conmigo en el Paraíso.”

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

29. VIERNES. La tercera Palabra, cuando le dijo a Su Madre: “Mujer, he ahí a Tu hijo”; y a San Juan: “He ahí a tu Madre.”

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

30. SÁBADO. La cuarta Palabra que Nuestro Señor dijo: “Dios Mío, ¿por qué Me has abandonado?”

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

31. DOMINGO. La quinta Palabra que dijo: “Tengo sed.”

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

32. LUNES. La sexta Palabra que dijo: “Todo está consumado.”

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

33. MARTES. La séptima Palabra, cuando dijo al Padre Eterno: “En Tus Manos, Señor, encomiendo Mi Espíritu.”

 

Cinco Padre Nuestros, Avemarías y Glorias.

 

 

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Oh, amantísimo Jesús Mío, que por Tu inmenso Amor derramaste la Sangre siendo cincelado en la Cruz para lavar las manchas del pecado original y después, de Glorioso, quisiste esmaltar el Amor con tu Poder, sufriendo desprecios para que gozásemos nosotros tus Prodigios y Gracias sin fin; por tan innumerables beneficios, Señor, Te adoramos y Te damos los agradecimientos pidiéndote justamente el aumento de nuestra Fe Católica, la destrucción de las herejías, la conservación de nuestros frutos y cosechas, la salud de los enfermos, la seguridad de los navegantes, la paz entre los príncipes cristianos, la victoria contra los infieles, la redención de los pobres cautivos, y como soy yo uno de ellos, Te suplico me atiendas con Ojos de Misericordia para que penetrada mi alma con el poder de Tu auxilio pueda lograr al cabo de estos Treinta y Tres Pasos, los verdaderos favores y la gracia que Te vamos a pedir.  (Aquí se hace la petición…) Así lo harás y así lo espero, muy amoroso Crucificado mío, pues eres mi Padre y mi Dios de todo consuelo; y, sobre todo, no quiero sino lo que disponga Tu Santísima Voluntad con la cual humildemente me resigno, para que me des lo que más me conviene en este mundo, hasta la vista de Tu deseado Rostro.

 

 

GOZOS

En este momento pedimos

al Crucificado Dios…

Misericordia, Jesús.

Misericordia, Señor.


A Tus Pies, reverentes,

remedio pronto esperamos

y por eso, diligentes,

humildes perseveramos,

y a boca llena Te llamamos

Nuestro Padre y Protector.


A punta aguda de flechas

se rinde infiel osadía

de lo que hicieron Tu Imagen

por su ciega idolatría;

¿Quién así vencer podría

sino Virtud Superior?


A clavos, corona y lanza,

flechas judías de impiedad,

para inclinar la balanza

de Tu fina Verdad,

así trueca caridad

agravios del malhechor.


Al que llagado de culpas

mirase a Jesús, contrito,

en paz y salvo se queda

indultado del delito,

que de medio tan exquisito

ya Moisés fue mostrador.


De una multitud de enfermos

es del mundo la piscina.

El Ungido es para todos

el Médico y Medicina;

alto, el agua cristalina,

que anda en ella el Movedor.


Vamos subiendo las gradas

en el ánimo confiado

siguiendo bien las pisadas

de Cristo Crucificado;

pues ya nos ofrece, atado,

las Fuentes del Salvador.

 

Todos los males rescatan,

ya visibles o invisibles,

vence casos imposibles

cuando benigno nos trata;

con razón el alma grata

lo venera Redentor.


Refieren los navegantes

Sus Milagros a millares,

y los de tierra constante

los cuentan por centenares;

Ángeles, hombres y mares

alaban su Defensor.

 

Por Tu infinita Clemencia

huyen de nuestra ciudad

enemigos, pestilencia

y maligna hostilidad;

sólo Tú en realidad

eres el Divino Autor.

 

Por todos estos Pasos que Tú, oh Señor, padeciste en tu Sagrada Pasión y Muerte, te suplico me otorgues esto que te pido. Amén, Jesús.

 

 

L/: Te adoramos, oh Cristo, y Te bendecimos.

R/: Que por Tu Santa Muerte de Cruz redimiste al mundo. Amén.

 

 

ORACIÓN PARA OFRECER ESTE SANTO EJERCICIO

Penetrado de la mayor confianza en Tu Bondad infinita, me entrego a Ti, oh adorable Salvador mío. ¿Qué podre yo reservarme de cuanto tengo en esta vida cuando Te veo morir por mí? Sí, Dios mío. Me abandono enteramente a los designios de Tu Providencia, dispón de mí como soberano Dueño, colócame en la pobreza, en la prosperidad o en los trabajos, en los consuelos, en las aflicciones, en la enfermedad o en la salud, en la vida o en la muerte. Siendo que yo esté a los pies de tu Cruz, unido a Ti, todo lo demás me importa nada; tu Cruz y Tu Gracia me suplican en todas mis cosas, esperando me concedas un verdadero arrepentimiento para llorar mis innumerables culpas y la Gracia necesaria para perseverar en Tu santo servicio hasta el fin de mi vida. Amén.

 

Tres Credos y la Salve a la Virgen de los Dolores.

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