DÍA DIEZ Y SEIS CONSAGRADO AL CULTO Y
VENERACIÓN DE LA GLORIOSA VIRGEN SANTA GERTRUDIS LA MAGNA
Compuesto
por el Rev. P. Fr. José Francisco Valdés
México
Impreso
por Mariano de Zúñiga y Ontiveros, 1801.
ACTO
DE CONTRICIÓN
Amorosísimo y misericordioso Dios Trino y Uno,
Criador y Señor mío: por ser vos quien sois, y por los méritos de vuestra
querida Hija, Madre y Esposa María santísima, en gracia concebida, y por los de
vuestra escogida sierva santa Gertrudis, os pido me deis un dolor verdadero de
todos mis pecados, los que aborrezco solo por ser quien sois, y propongo no
volver a cometerlos, para lo cual imploro vuestra divina gracia, y para vencer
mis desordenadas pasiones, que con este auxilio, espero amaros perfectamente en
esta vida, y gozaros eternamente en la otra. Amén.
ORACION
Esclarecida
virgen santa Gertrudis, fina amante de Jesús, abogada especialísima de los que
se hallaren el artículo de la muerte. Yo te escojo desde este día por mi
singular patrona, para lograr por tu intercesión, una feliz y dichosa muerte: y
prometo de todo, mi corazón no olvidarte en adelante: recíbeme bajo tu protección
por uno de tus esclavos: introdúceme en la de tu más querida procuradora María santísima,
y en el corazón deifico de Jesús: asísteme en todos mis pensamientos, palabras
y obras: alcánzame un eficaz auxilio, para que así en este día como en todos los
que me restan de vida, me emplee en servir a mi Dios, Trino y Uno, y a María santísima
mi Madre y tuya, guardando los mandamientos de Dios y de la Santa iglesia, las
obligaciones de mi estado y ejercicio, para que mediante tu patrocinio, merezca
conseguir las promesas que te concedió tu santísimo Esposo, y después
acompañarte en la eterna bienaventuranza. Amén.
-Cinco
Padre nuestros y Ave Marías.
ORACION
Gloriosísima, amantísima y benignísima patrona
mía santa Gertrudis, quo mereciste de Jesús que eligiera tu corazón para morada
y centro dichoso de sus amores, hermoseándote con aquella santidad y pureza que
imitaste de los ángeles y santos: por todos ellos, por el amor de tu dulcísimo Jesús,
y por la Concepción Inmaculada de María Virgen Purísima, imploro tu patrocinio,
para que el Señor adorne mi alma con aquellas virtudes que son propias de mi
estado: quiero con todas veras, corran de tu cuenta todas las obras de mi vi
da, dirigiéndolas al mayor agrado de Dios,
hasta lograr la feliz unión de mi voluntad con la suya, Asísteme a la hora de
mi muerte, y defiéndeme del enemigo, para que merezca oír del supremo juez
aquellas dulces palabras: Venid, benditos de mi Padre. Extiéndase el poder de
tu intercesión al alivio de las almas del purgatorio, al remedio de los que
están en pecado mortal, at socorro dc las necesidades de la santa iglesia, al
amparo de mis prójimos, y de los fieles cristianos constituidos bajo la potestad
de los sarracenos, los que te celebran
en este día, a mis encomendados, y todos los que se acogen a tu patrocinio: experimente
yo, piadosísima abogada mía, aquellas especiales gracias con que te prometió cl Señor premiar él cordial
afecto de tus devotos. Entraña en nuestros corazones un ardiente amor Dios, una
singular devoción á María santísima, y tal horror a la culpa, que aun su sombra
nos espante. Haz que considerando lo que vale la gracia, y lo que importa el
salvarnos, merezcamos por tu medio conseguir el favor que te pido en este día, si es para honra y gloria do Dios, de su santísima Madre, y bien de mi alma. Amén.
-Aquí
se hace la petición.
CARTA
ESCLAVITUD
Amabilísima,
agraciada esposa de Jesucristo, una de las más unidas (después de su santísima Madre)
á su Majestad, en cuyo corazón hallaba descanso contra las fatigas que le
causaban los pecados de los hombres, pues le tuviste tan continuadamente dentro
de él, y ahora le tienes más presente en la bienaventuranza. Ruego a su Majestad
divina, que sea yo uno de tus dichosos esclavos: y con deseo de obligarte,
digo, declaro y protesto, quo me doy, rindo y entrego voluntariamente por
esclavo tuyo, para emplearme en tu servicio, como escogida. Señora mía, te
prometo por jornal cotidiano, de rezar todos los días, cinco Ave Marías en acción
de gracias por los cinco beneficios que te concedió tu santísimo Esposo: por
paga de mes, los ejercicios del día diez y seis, por censo del año, tu novena,
y por los tres días de carnestolendas que tu celestial Esposo te entregó.
Suplícote, amorosísima santa mía, quieras admitirme en tu dichosa esclavitud,
por la cual goce de Jesús, María, José, Joaquín y Ana, mis muy amados Señores,
y me reciba la santísima Trinidad, después de una vida en gracia en su gloria.
Amén.
Fecha
en lo íntimo de mi corazón, a mayor gloria de Dios.
DEVOCION
CUOTIDIANA
Gracias
hago, y alabanzas espendo de todo mi corazón todas mis fuerzas, a tu amantísimo
Esposo, ¡o bienaventurada esposa de Cristo, Gertrudis! Lo primero, porque su
graciosa piedad te eligió desde ab eterno. saludablemente aeterno. Lo segundo porque
saludablemente á sí te trajo. Lo tercero, porque familiarmente á sí te unió. Lo
cuarto, porque se dignó habitar alegremente, y tener en tu alma sus deleites.
Lo quinto, porque quiso, que felizmente acabases, y con eterna gloria
premiarte. ¡O bienaventurada esposa dc Cristo santa Gertrudis! Por el suavísimo
Corazón de tu Esposo y su sacratísima muerte, alcánzame un corazón humilde y
divino amor, encendido, constante, casto, fiel, perseverante, y finalmente, una
sosegada y santa muerte, para alabanza y gloria de tu amantísimo Esposo. Amén.
A quien rezare esta oración con cinco Padre nuestros y cinco Ave Marías gloriados, prometió Dios oírle, y ayudarle en la hora de la muerte.
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