NOVENA
AL GLORIOSO PRESBÍTERO Y MÁRTIR SAN CARALAMPIO
PRIMER
ABOGADO CONTRA LA PESTE Y AIRE CONTAGIOSO
SEÑALADO
POR EL MISMO JESUCRISTO NTRO. SR.
Librería
de la Vda. De Ch. Bouret
Año
de 1896
ADVERTENCIA
En todo tiempo es conveniente
encomendarse a Dios y sus Santos, porque surcando el mar ¿Quién dirigirá con
acierto nuestro pobrecito bajel, sino Aquél a quien obedecen las tempestades y
los truenos? Y ¿qué mejores pilotos que los mismos que han navegado tan dudosos
mares, habiendo arribado tan felizmente al punto deseado de la salvación? Dios
a cuya voz se humillan las potestades, ha de ser nuestro norte, y los Santos
que conocieron los escollos y sirtes de la vida, son los prácticos pilotos que
gobernando nuestras acciones con el ejemplo que nos dejaron e intercediendo con
el Todopoderoso; nos ha de conducir a la bienaventuranza. De aquí es que, en
cualquier tiempo, en cualquier hora en que nos encontremos afligidos, debemos
recurrir al Señor poniéndole por medianeros a los Santos, y así también que en
todo tiempo conviene hacer esta novena, pero habiendo sido el 10 de febrero el
día en que el glorioso mártir San Caralampio fue a gozar de la visión
beatifica, parece muy oportuno comenzarla el dos del mismo, para concluirla el
10 y se hará y con mucho más fruto confesando y comulgando el primer día, pues
sin la gracia no pueden hacerse obras meritorias.
ACTO DE CONTRICIÓN
Dios misericordioso, Dios de
infinita bondad, ¿Cómo sufres Señor, tanta iniquidad y malicia? Postrado yo
delante de Ti innumerables voces te he prometido con todas las veras de mi
corazón no volver a ofenderte jamás: y, ¿he cumplido mi palabra? ¡Ay de mí, que
infeliz y perverso; he multiplicado con mis pasos horrorosos crímenes! Toda mi
vida la he gastado en maldades; y ahora que ya pronto se debilitará mi
espíritu, se abreviaran mis días y sólo resta el sepulcro. ¿Aún usas conmigo de
misericordia? ¿Quién es el hombre para que así lo ensalces? ¿Por qué has hecho
el blanco de tu amor? ¡Oh, Dios mío! Yo he abusado de tanta bondad e
indulgencia; peque, peque muchísimas veces delante de Ti; y que haré yo para
desagraviar al protector de los hombres. Ya estará conmigo el castigo; no hay
sanidad en mi carne al considerar tu enojo: no hay paz entre mis huesos al
recordar la multitud de mis culpas; mis iniquidades se han elevado sobre mi
cabeza: se pudrieron y están corrompidas mis cicatrices: me he hecho miserable
a mí mismo, me hallo por todas partes atormentado y estoy afligido y humillado
hasta el extremo. Pero no es ¡Oh, Señor!, el miedo de estas penas el que me contrista:
es solo tu bondad agraviada la que atormenta mi corazón: quisiera padecer más y
más, desenojarte y lograr tu rostro risueño y satisfecho. ¡Oh! ¿Quién dará agua
a mí cabeza y una fuente perenne de lágrimas a mis ojos, para llorar día y
noche mí desgracia? Yo me arrepiento, Señor, de todas mis culpas, y mi alma
sedienta te desea a Ti, mi Dios, que eres la fuente viva como el siervo desea
el manantial de aguas. Perdón, perdón
imploro rendido y confío en tu misericordia que lo he de alcanzar de todos mis
pecados, para que así justificados, logre gozarte eternamente en el cielo. Amén
-Padre Nuestro y Ave María con
Gloria Patri.
DÍA
PRIMERO
ORACION
Esforzado predicador de la fe
de Jesucristo, San Caralampio, que despreciando los edictos del impío Severo,
que te mandaba sacrificar a los ídolos, enseñabas a los hombres el camino
seguro de la salvación, dándoles a conocer el Dios verdadero, único objetivo de
nuestro amor, reconocimiento, y sólo digno de todo sacrificio: nosotros te
suplicamos, que intercediendo con el todopoderoso nos alcances una fe viva para
confesar en todas partes los altos misterios de nuestra santa religión,
haciéndonos superiores con la gracia, a los dicterios y burlas de los impíos
que intentan ridiculizar los usos más sagrados de los cristianos. Te suplicamos
también que interpongas tus ruegos para que nos conceda el Señor lo que en esta
novena te pedimos, si es de su gusto y ha de aprovechar a nuestras almas, las
que por tu intercesión esperamos que libres de los lazos de la carne, gozarán
de la bienaventuranza en tu compañía en el cielo. Amén.
HIMNO
Invicto
Caralampio; que siguiendo
Al único Hijo del
eterno Padre,
Verdecidos tus
contrarios del Empíreo
Victorioso
disfrutas y triunfante:
Alcánzanos por
fruto de tu ruego
De nuestras culpas
deshacer el reato
Líbranos del tedio
de la vida
Y de todo
mortífero contagio.
Ya de tu Santo
Cuerpo las prisiones
Se desataron en
feliz momento.
Rompe, pues, con
la gracia las cadenas
Con que el mundo
nos tiene prisioneros.
Sea la gloria a
Dios, Padre Omnipotente
Désele igual a su
Unigénito Hijo,
Del parasito
Espíritu en consorcio.
Ahora y también
por sempiternos
Siglos. Amén.
L/:
Ruega por nosotros San Caralampio
R/:
Para que seamos dignos de las promesas que te hizo Nuestro Señor Jesucristo
ORACIÓN FINAL
PARA TODOS LOS DIAS
Eterno Dios y Señor de todo lo creado que siempre fiel a tus
promesas has colmado a los hombres de beneficios por la intercesión de los
Santos; nosotros te suplicamos humildemente que, porque veneramos la memoria de
tu ínclito mártir San Caralampio, nos libre del hambre, de la peste y de todo
aire contagioso como se lo tienes prometido y dándome tu gracia para imitar sus
virtudes, logramos después de la muerte alabarte por eternos siglos en su
compañía en la gloria. Amen.
SEGUNDO
DIA
ORACION
Generoso
y pacientísimo héroe del cristianismo, San Caralampio, que después que los
verdugos Porfirio y Bapto por mandato del Presidente cebaron con garfios de
hierro su crueldad en tu inocente cuerpo, si nos es conveniente les diste las
gracias porque te lo habías renovado, convirtiéndoles tu mansedumbre a la fe de
Jesucristo, la que defendieron valerosos hasta conseguir la corona del martirio
nosotros te rogamos nos alcances del Señor lo que pedimos en esta novena, y de
su agrado: y arrepentimiento verdadero de nuestras culpas para que, imitando a
aquellos afortunados verdugos en su conversión, merezcamos alabar y gozar
eternamente en tu compañía Dios, que vive y reina por los siglos de los siglos.
Amen.
TERCER DIA
ORACION
Admirable y milagroso
Presbítero San Caralampio ¿Qué no demos esperar de tu protección cuando tienes
en tu mano
CUARTO DIA
ORACION
Humildísimo y esclarecido
Sacerdote San Caralampio, que habiéndote herido con agudos calvos todo tu
cuerpo y atado de tu venerable barba, te condujeron de Magnesia a Antioquia los
crueles soldados del Emperador severo, sin que abrieses tus labios para
quejarte o para defenderte de tan inicuo proceder, y por un prodigio singular
prorrumpió en elegíos un caballo un caballo con voz clara y perceptible:
rendidamente te rogamos eleves al Señor nuestras oraciones y alcances de su
bondad nos de paciencia para sufrir por tu amor las adversidades de este mundo
y gracia para desatar nuestra lengua en sus alabanzas y en actos fervorosos de
contrición; impétranos lo que pedimos en esta novena, si fuese de su
beneplácito, y la bienaventuranza de la gloria. Amén.
QUINTO DIA
ORACION
Ínclito Mártir de Jesucristo,
San Caralampio que sentenciado por el tirano a que te quemases a fuego lento,
se apagó está a tu presencia, quedando Tú más robusto y vigoroso suplícale a
nuestro Señor Dios y Señor, que probados con las adversidades tentaciones,
salgamos sin mancha como el oro acrisolado e el juego: que nos de tu santísima
gracia para resistirlas y nos conduzca al feliz puerto de la salvación.
Impetrados también, Santo mío, nos conceda lo que pedimos en esta novena, su
fuere así su voluntad, a la que gustosos nos sometemos en todo, púes somos sus
hijos y reconocidos esclavos; marcados con la sangre del Cordero Cristo Jesús,
por cuyos méritos esperamos gozar la vida eterna. Amén.
SEXTO DIA
ORACION
Ínclito atleta de la religión
cristiana, San Caralampio, que habiéndote mandado el César curases a un
endemoniado, luego que estuvo en tu presencia el espíritu de contradicción,
temiendo tu eximia santidad, te rogó no le castigases, prometiendo abandonar a
aquel hombre a quien por treinta y cinco años había atormentado, como lo
ejecutó luego que se lo ordenaste; nosotros te rogamos humildemente nos
alcances del Señor, que por tu intercesión seamos libres de los lazos que nos
tiende Satanás, quien nos rodea como león rabioso que quiere devorarnos;
guíanos Santo bendito por la estrecha senda de virtud, para que consigamos
después de la muerte entonar en tu compañía dulcísimos himnos al Supremo Autor
de la gracia, en los eternos palacios de la gloria. Amén
SEPTIMO DIA
ORACION
Ilustre defensor de la fe de
Jesucristo San Caralampio, que después de haber liberado del demonio a aquel
infeliz a quien había atormentado treinta y cinco años, para probar más, el
Emperador tu virtud y poder, hizo te presentasen un joven que llevaba tres días
de muerto, para que lo resucitaras, y orando a Dios le devolviste la vida, con
admiración de los circunstantes, Nosotros te pedimos interpongas tu valimiento
con el Todopoderoso para que nos resucite de la muerte del pecado, volviéndonos
a la venturosa vida de la gracia, ¡Ah, Santo mío, y cuanto necesitamos de toda
tu protección! Pero ¿Cómo hemos de dudar de tu favor, siendo tu anhelo cuando
vivías en el mundo la salvación de los hombres? Consíguenos, pues del Señor
así, que pedimos en esta novena, como también un auxilio eficaz para
arrepentirnos de todas nuestras culpas, y lavar nuestras almas en la saludable
fuente de la penitencia, para lograr de este modo acompañarte en la gloria. Amén.
OCTAVO DIA
ORACION
Poderoso San Caralampio, que
convirtiendo a los habitantes de Antioquia con la multitud de prestigios que
obrabas a su vista, te atraes con los hechos su veneración, al mismo tiempo que
la indignación del César, quien mandó apedreasen tus carrillos y pasasen cerca
de su rostro teas encendidas, pero respetándolo las llamas se apartaron de su
dirección natural, dirigiéndose a los circunstantes quemaron a sesenta
soldados. Por todos estos prodigios que obró el cielo en tu defensa,
rendidamente te suplicamos enciendas en nuestros corazones en fuego de la
caridad, para que consuma con sus llamas la impureza y mancha que encuentre en
nosotros, que purificados así logremos por tu mediación lo que pedimos en esta
novena y después de las delicias de la bienaventuranza. Amen
NOVENO DIA
ORACION
Gloriosísimo Mártir San
Caralampio, que al aguardar sobre tu cabeza el golpe decisivo de la espada que
había de consumar la ilustre carrera, a vista de toda concurrencia se abrieron
repentinamente los cielos y Jesucristo desde su Trono te llamo para premiarte
por lo q habías padecido por su nombre; y ordenándote le pidieses cuanto
quisieras, seguro de que te lo concedería, le rogaste que los que conservasen
la memoria de tu martirio fuesen libres de hambre, peste y aire contagioso.
Nosotros, desde luego, te elegimos por nuestro Patrón y abogado; y supuesto que
veneramos la memoria de tus heroicos hechos, haz que se cumpla en nosotros tan
liberal promesa, dándonos lo preciso para nuestra subsistencia: una salud
perfecta del alma y cuerpo; y lo que pedimos en esta novena, si es para gloria
de Dios, alcanzándonos también de Su Majestad una muerte dichosa, para que en
tu compañía le alabemos eternamente en el cielo. Amén.
INDULGENCIAS
CONCEDIDAS POR VARIOS SEÑORES ARZOBISPOS Y OBISPOS
El Ilmo. Sr.D.Fr. Joaquín
Campani, Arzobispo de Valencia. Caballero de
El Ilmo. Sr. D. Pedro José de
Fonte concede ochenta días de indulgencia a todas las personas que, antes de
rezar la oración que esta al fin, hicieren un acto de contrición. Consta por su
decreto de 4 de diciembre de 1820.
El Ilmo. Sr. D. José María
Luciaso Becerra y Jiménez, dignísimo Obispo de esta diócesis, concede
cuarentena días de indulgencia a todas las personas que devotamente rezaren la
oración del Santo Mártir San Caralampio.
San Cristóbal de
Chiapas,
Agosto 8 de 1850
-Colaboración de Miguel Morales
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