martes, 24 de diciembre de 2024

VISITA DOMICILIARIA DE SAN VICENTE FERRER

 


ORACIÓN A SAN VICENTE FERRER

EN LA VISITA DOMICILIARIA 

Oh glorioso taumaturgo San Vicente, elegido por Dios para avivar la fe en las almas, levantar hasta el cielo los vuelos de la esperanza e inflamar en los corazones el divino fuego de la caridad; te has dignado visitarnos. ¡Bien venido seas! Ven a este hogar cristiano, en donde tu amor y devoción tienen su trono; en donde se te alaba e invoca con frecuencia; en donde se confía en tu singular y poderosa protección. Ven y contempla el cuadro digno de lástima que te ofrece nuestro hogar. Ven, ¡oh glorioso San Vicente Ferrer!, y bendice como Padre a todos cuantos habitamos en él. Ven y remedia compasivo todas nuestras necesidades; aviva nuestra fe, aumenta nuestra esperanza, inflama en el divino fuego de la caridad nuestros corazones, santifica nuestras costumbres, aleja de nosotros todo pecado. Ven y establece entre nosotros una vida verdaderamente cristiana, en la cual la práctica de la divina ley y la imitación de tus virtudes sean todo nuestro empeño. Ven y consuélanos en nuestras tristezas, sánanos de nuestras enfermedades, así del alma como del cuerpo. Tú conoces los males que nos aquejan, las pasiones, que nos dominan, las amarguras sin cuento que nos devoran el corazón; ven, pues, ¡oh bondadoso San Vicente Ferrer!, endulza nuestras tribulaciones y alcanzanos la divina gracia para que santificados con ella imitemos tus preclaras virtudes, cumplamos con exactitud la ley divina y alcancemos la felicidad eterna por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.


Un Padre nuestro, nueve Aves Marías y Glorias.

lunes, 23 de diciembre de 2024

VISITA DOMICILIARIA DE MARÍA AUXILIADORA

 


VISITA DOMICILIARIA DE MARÍA AUXILIADORA

ORACIÓN DE RECIBIMIENTO

Oh Santísima e Inmaculada Virgen María, poderoso Auxilio de los cristianos. Al recibirte hoy nos sentimos llenos de alegría. Bienvenida seas, Madre Santísima. Estás en tu casa. Tuyos somos; concédenos las gracias necesarias para no ofender a Jesucristo, tu divino Hijo, y haz que reine siempre en nosotros la paz que vino a traer a la tierra y que nos ofrece desde tus maternales brazos.


María, Auxilio de los cristianos, Ruega por nosotros.


ORACIÓN DE DESPEDIDA

Ha pasado, oh Madre Auxiliadora, el corto tiempo de tu visita y es llegada la hora de la despedida. Antes que tu imagen querida salga de aquí, permítenos que nos consagremos enteramente a tu amor y a tu santo servicio. Te consagramos nuestros pensamientos y afectos, nuestras alegrías y sufrimientos, nuestros trabajos y preocupaciones. Bajo tu manto generoso ponemos a nuestros hijos. Defiéndelos de todos los peligros de alma y cuerpo para que crezcan sanos y buenos y conserven fielmente la fe hasta la muerte. Sigue siendo nuestro amparo en las tribulaciones y haz que podamos gozar a tu lado en el cielo.


María, Auxilio de los cristianos, Ruega por nosotros.


domingo, 22 de diciembre de 2024

VISITA DOMICILIARIA DE SAN ANTONIO DE PADUA


 VISITA MENSUAL DOMICILIARIA DE SAN ANTONIO DE PADUA

ORACION PARA RECIBIR LA IMAGEN DEL SANTO

¡Gloriosísimo San Antonio, que, lleno de inefable bondad, os dignáis visitar esta casa y familia! Postrados a vuestras plantas humildemente, reconocemos el inmerecido honor que nos dispensáis, porque vuestra visita será de paz y consuelo para todos vuestros devotos. Nos enseñareis lo que debemos hacer para mejor agradar a Dios, cumpliendo fielmente con nuestros respectivos deberes, y nosotros aprenderemos vuestras celestiales enseñanzas. Frecuentaremos más los santos sacramentos y despreciaremos el miedo al ridículo, que tantos daños espirituales nos acarrea, y seremos luz del mundo con nuestro comportamiento edificante. 

 Interceded con ese encantador Niño Dios que tenéis en vuestros brazos, con la Inmaculada Virgen María y el glorioso San José para que bendigan este hogar y derramen sobre él los tesoros del cielo, para que esta familia imite a aquella otra de Nazaret en la conformidad con la voluntad del Señor y en todas las demás virtudes que en ella resplandecieron. Así sea.


ORACIÓN PARA DESPEDIR LA SANTA IMAGEN.

 ¡Amadísimo Protector nuestro San Antonio! Nuevamente congregados a vuestras plantas os damos expresivas gracias por haberos dignado permanecer entre nosotros este día. Nunca olvidaremos las lecciones que nos habéis dado y los buenos propósitos que os hemos ofrecido. Y, antes de abandonar esta morada, os suplicamos fervorosamente que socorráis a todos los que os invocan, a todos los que sufren abandonos y desamparos, persecuciones y calumnias, a los que sufren en sus cuerpos y en sus espíritus, a los que tienen hambre y viven en noche perpetua, a causa de su rudo padecer. Os rogamos también que llaméis dulcemente a todos los que viven olvidados de su santificación y que nos alcancéis del Divino Niño el remedio de todas nuestras necesidades espirituales y temporales; que toda la tierra sea renovada y todos los corazones reconozcan el reinado absoluto de Cristo y todas las lenguas confiesen que no hay salvación fuera de sus doctrinas, enseñadas por su santa Iglesia y predicadas por sus ministros.

 Bendecidnos a todos y alcanzadnos el don inestimable de la paz. Así sea.


(Tomado del libro “Devociones antonianas” por Fray Antonio Corredor, O.F.M. Ediciones Cruzada Mariana, Cáceres, España, Año 1958)


Colaboración de Carlos Villaman

VISITA DOMICILIARIA DE NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA

 


VISITA MENSUAL DOMICILIARIA DE NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA


Con Licencia Eclesiástica 


CONSIDERACIÓN 

Un modo práctico de fomentar la devoción a la milagrosa Virgen de Fátima es su Visita Domiciliaria. Se lleva a cabo por coros de treinta familias que se comprometen a recibir en su domicilio, un día al mes, la Capilla de Nuestra Señora. Los fines que persigue esta obra mariana son: reanimar la fe, avivar la piedad y el espíritu de apostolado; estrechar los lazos de unión en la familia y reparar, por medio de oraciones y sacrificios, en particular y en común, las ofensas hechas contra el Inmaculado Corazón de María.


MODO

Recibida la imagen en casa, se encenderá una lámpara ante ella, rezarán el Santo Rosario, tan recomendado de la Santisima Virgen, depositarán alguna limosna en su cepillo y confesará y comulgará en ese día alguno de los miembros de la familia. Postrados delante de la sagrada imagen, rezarán también estas preces:


ORACIÓN PARA RECIBIR LA IMAGEN

¡Oh, María, Madre de Dios y de los hombres! Bienvenida seáis a esta nuestra casa, que también quiere ser vuestra y que os recibe con singular gozo y devoción. Cuando os aparecisteis a los tres afortunados niños en las montañas de Fátima, inundasteis sus inocentes almas de gracias sobrenaturales, que los animaron a soportar con admirable fortaleza las cruces y tribulaciones de la vida. Infundid igualmente en nosotros un amor grande a vuestro Inmaculado Corazón y un deseo vivísimo de practicar las virtudes cristianas. Proscribid de nuestro hogar los males y desgracias, pero haced que nos resignemos con la divina voluntad en los mismos dolores con que le pluguiere visitarnos. Concedednos, en fin, a todos, a los presentes y a los ausentes, así como a los socios de esta Visita Domiciliaria, vivir en perfecta armonía y caridad con el prójimo logrando de esta suerte cada uno de nosotros, con una santa vida, el consuelo de recibir vuestra ayuda y asistencia en la hora de la muerte. Amén.


-Luego se reza el Santo Rosario, al finalizar las letanías, se reza lo siguiente:


ACTO DE CONSAGRACIÓN AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA 

¡Oh, María, Virgen poderosa y Madre de Misericordia, Reina del Cielo y Refugio de los pecadores! Nos consagramos a vuestro Inmaculado Corazón. Os consagramos nuestro ser y toda nuestra vida, todo lo que tenemos, lo que amamos, lo que somos. Vuestros sean nuestros cuerpos, nuestros corazones, nuestras almas, nuestros hogares, nuestra familia, nuestra Patria. Queremos que todo lo que hay en nosotros y en derredor nuestro os pertenezca y participe de vuestras maternales bendiciones. Y para que esta consagración sea verdaderamente eficaz y duradera, renovamos hoy a vuestros pies, joh, María!, las promesas del bautismo y de la primera Comunión. Nos obligamos a profesar siempre con valor las la fe, a vivir como verdaderos católicos, enteramente sumisos a todas las disposiciones del Papa y de los Obispos Unidos a él, Nos obligamos a observar los mandamientos de Dios y de la lglesia y señaladamente la santificación de las fiestas. Nos obligamos a Introducir en nuestra vida, en cuanto nos sea posible, las práctlcas consoladoras de la Religión cristiana, y sobre todo, la santa Comunión. Os prometemos, finalmente, ¡oh, gloriosa Madre de Dios y tierna Madre de los hombres!, consagrar todo nuestro corazón al servicio de vuestro culto bendito, a fin de apresurar y asegurar, mediante el reinado de vuestro Inmaculado Corazón, el reinado del Corazón adorable de vuestro Hijo en nuestras almas y en la de todos los hombres, en nuestra querida Patria y en todo el mundo. Amén.


-Procurará la familia llenar el día con actos piadosos, de ser posible, y rezar el Rosario antes de anochecer o al finalizar el día.


-Al día siguiente, antes de despedir la Imagen, se dirá lo siguiente:


ORACIÓN PARA DESPEDIR LA IMAGEN

¡Virgen Santísima de Fátima! Al llegar el momento en que vuestra imagen bendita va a ausentarse de nuestro hogar, vednos aquí postrados delante de Vos para protestaros una vez más que queremos vivir y morir en el santo amor y temor de Dios, ajustándonos, en la educación de los hijos, a las normas de la moral y decencia cristianas. cumpliendo con generosa fidelidad nuestras particulares obligaciones, fomentando el amor recíproco hasta el sacrificio de los gustos y comodidades propias, las prácticas religiosas en común, en especial el rezo del Santo Rosario. y la observancia de las leyes de Dios y de la iglesia, interceded por los pecadores, por los moribundos, por las benditas almas del Purgatorlo, por el Padre Santo, por los Obispos y por nuestros gobernantes. Descienda de vuestro Corazón Inmaculado la vida sobrenatural, única que puede hacernos gustar la paz en la tierra. Dignaos bendecir nuestros propósitos y deseos, nuestras alegrías y nuestros dolores, nuestros intereses espirituales y temporales. Haced, por fin, que esta casa, en el orar, en el padecer y en el obrar, sea una copia perfecta de la casa de Nazaret, y así podamos un dia, los miembros de esta familla, reunirnos todos en el Cielo para cantar perpetuamente vuestras alabanzas. Amén.

VISITA DOMICILIARIA DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN

 


VISITA DOMICILIARIA DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN 

PRECES PARA RECIBIR A LA VIRGEN DEL CARMEN

Por la señal, etc.
Acto de contrición....

ORACIÓN
¡Oh mi Virgen del Carmen, siempre amable, siempre misericordiosa y compasiva con tus hijos, que visten con amor tu santo Escapulario! ¿De dónde a nosotros tanta dicha, que venga a visitarnos la Madre de nuestro Dios y Señor? En tu presencia, oh Señora amabilísima, nos declaramos incapaces de poderte manifestar la alegria y el gozo que inunda nuestras almas al verte en nuestra casa, que desde ahora es tuya, y tuyos nuestros corazones y tuyo cuanto somos y tenemos. Tu eres nuestra Reina hermosa, y nosotros tus súbditos: Tú la Señora divina y omnipotente, y nosotros tus humildes esclavos: por eso te consagramos gustosamente nuestro corazón y toda nuestra vida. Reina Señora adorada, en esta casa y derrama en nuestras almas el fecundo rocío de tus gracias. Te ofrecemos los más puros afectos de nuestro corazón, y tú en cambio, Madre querida, haz que se cumplan en todos nosotros las admirables promesas de tu Santo Escapulario en la vida, y sobre todo en la angustiosa hora de nuestra muerte. Amén.

Récese ahora el «Bendita sea tu pureza», con tres Avemarias a la Virgen.
(A la hora más conveniente se procurará rezar en familia, ante la imagen de la Virgen, el santo Rosario y los siete Padrenuestros del Escapulario del Carmen)


PRECES PARA DESPEDIR A LA VIRGEN
Por la señal, etc.
Acto de contrición...

ORACIÓN
¡Oh Madre y decoro del Carmelo! ¡Oh esperanza de todos los Carmelitas! Ya se acerca el momento de tu partida. Que te volvamos pronto a ver, oh Madre siempre dulcísima y misericordiosa. Gracias, Señora y Reina nuestra, por los favores y gracias que, durante tu estancia con nosotros, nos has dispensado. No apartes un punto tu dulce mirada de nosotros, que nos perderemos para siempre. Estrechadnos fuertemente a tu corazón de madre con la riquísima brea de tu Escapulario Carmelitano. Y ahora, Madre Santisima, toma en las tuyas la manecita del Niño Jesús, que tienes en tus brazos, y con ella... Bendice especialmente a los niños de esta casa para que se conserven inocentes y puros, y caminen siempre por el sendero del bien. Y bendicenos a todos, a fin de que seamos verdaderos cristianos y fervorosos devotos tuyos y de tu singular y milagroso Escapulario del Carmen, que tantos privilegios y grandes promesas contiene, mientras que cada uno de los aquí presentes te decimos con toda el alma:

Quisiera, Virgen del Carmen.
Madre mía muy amada,
Tener el alma abrasada
En vuestro amor noche y día.
Oh, dulce Señora mía.
Quién tuviera tal fervor,
Que aventajara enamor
A los Serafines todos.
Amándoos por cuantos modos
Inventó el más fino amor.

Reina y hermosura del Carmelo.
Ruega por nosotros

Ave Maria Purísima.
Sin pecado concebida.

VISITA DOMICILIARIA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

 


VISITA DOMICILIARIA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD 

SALUDO

¡Oh Santísima Trinidad, Padre Hijo y Espíritu Santo, Dios infinitamente bueno y misericordioso, que no contento con habernos creado, redimido y santificado convirtiéndoos en dulce y amoroso Huésped de nuestras almas habéis querido venir a visitarnos y hacernos grata compañía durante este día! Henos aquí postrados ante vuestra devota Imagen deseosos de ofrecernos totalmente a vuestro servicio y de consagrarnos nuestras personas, nuestros afectos, nuestra casa, nuestros negocios, todo cuanto de alguna manera nos pertenece. Reinad, ¡oh Trinidad Santísima! en nuestras almas y reinad también en nuestro hogar, presidiendo nuestras reuniones bendiciendo nuestros trabajos, santificando nuestras alegrías y consolándonos en nuestras aflicciones. Y en estas horas venturosas en que de manera especial váis a estar con nosotros, dignáos iluminar nuestra inteligencia haciendo conocer a cada cual vuestra santísima voluntad, e inflamar nuestros corazones en vuestro santo amor, a fin de que en todos los momentos de nuestra vida cantemos el cántico eterno de glorificación que esperamos cantar sin fin en la eternidad, en compañía de Jesús y María y de los bienaventurados todos del cielo: 


Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria 

(300 días de indulgencia cada vez). 


Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo.

(El Santo y Gloria se repiten tres veces).


DESPEDIDA

¡Oh Trinidad Santísima, Padre bondadosísimo, Hijo Misericordiosísimo y Espíritu Santo Amantísimo! Aquí nos tenéis postrados de nuevo ante vuestra devota Imagen para ofreceros nuestra adoración, reverencia y amor, y daros graci. por los singulares beneficios con que ciertamente nos habéis favorecido en este día. Perdonad nuestras desatenciones, las cuales no provienen, bien lo sabéis de mala voluntad, sino de nuestra fragilidad y de nuestra ignorancia. Adiós ¡oh Trinidad Santísima! pero no os vayáis sin bendecirnos: bendecid a esta familia, que cifra en amaros su mayor gloria; bendecid a los niños para que se conserven puros e inocentes, bendecida los jóvenes para que sepan vencer los peligros y obstáculos que opongan a su virtud los enemigos del alma; bendecid a los padres para que acierten a cumplir los sagrados deberes que impone su estado; bendecidos a todos, para que andemos seguros por el camino de la rectitud y de la justicia que nos conduzca a la gloria, donde sin cesar os cantemos, en compañía de Jesús y María y de todos los bienaventurados: 


Santo, Santo, Santo, Señor Dios de los Ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria. 

(300 días de indulgencia cada vez) 


Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo. 

(El Santo y el Gloria se repiten tres veces).


Para toda clase de propaganda de la devoción a la SS. Trinidad, dirijose al R. P. Director del SECRETARIADO TRINITARIO Héroes de Brunete, 36. SALAMANCA


Con las licencias necesarias

VISITA DOMICILIARIA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 


VISITA DOMICILIARIA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


RECIBIMIENTO

Sagrado Corazón de Jesús, que habéis manifestado a Santa Margarita Maria el deseo de reinar en las familias cristianas, no sabemos como pagaros esta honra que nos haceis al venir hoy a visitarnos en nuestra casa. Os recibimos con el corazón lleno de agradecimiento a vuestra misericordia. Queremos vivir en adelante de vuestra vida, haciendo florecer en nuestro hogar las virtudes a las cuales habeis prometido la paz aquí en la tierra y desterrando lejos de nosotros el espíritu mundano que Vos maldijisteis. Os pedimos que reineis en nuestras inteligencias por la sencillez de nuestra fe, y en nuestros corazones por el amor sin limites en que arderán por Vos, y cuya llama alimentaremos con la recepción frecuente de la divina Eucaristía. Si alguno de nosotros tuviera la desgracia de afligiros, recordadle ¡oh Corazón de Jesús! que sois bueno y misericordioso para el pecador arrepentido. Sirvanos de aliento y consuelo el pensamiento de que gracias a vuestra Realeza sobre nuestras almas, llegará un dia en que toda la familia reunida en el cielo cantará para siempre vuestra gloria y vuestros beneficios.


¡Bienvenido seáis a esta casa!


¡Alabado sea el Corazón de Jesús, nuestro Rey y nuestro Padre!

¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío!

(Un Credo).


DESPEDIDA

¡Oh Jesús! Ha llegado el instante de despediros hasta vuestra próxima visita. Que vuestro recuerdo no se aparte de nosotros durante el mes de vuestra ausencia. Iluminad nuestra fé para que siempre esté firme en la confesión de nuestras más queridas creencias y calentad nuestro corazón con la llama de la caridad para que el amor a vuestro Sagrado Corazón no se enfríe jamás en nosotros. Dulcísimo Jesús: miradnos humildemente postrados delante de vuestra imagen: vuestros somos y vuestros queremos ser y a fin de poder vivir más estrechamente unidos con Vos, renovamos en este día nuestra consagración a vuestro Sacratísimo Corazón. Tened misericordia de todos, de los que jamás os han conocido y de los pródigos que os abandonaron; que acudan pronto a la casa paterna para que no perezcan de hambre y miseria. Amparad también a los que siempre os fueron fieles. Que seamos siempre vuestros ¡oh Jesús! y que al volver de nuevo el mes próximo, nos reconozcáis como los amigos que están impacientes por hospedaros otra vez.


Corazón Sacratísimo de Jesús, tened piedad de nosotros. (3 veces).

(Un Padre nuestro…)

sábado, 21 de diciembre de 2024

VISITA DOMICILIARIA DE NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO

 



VISITA DOMICILIARIA DE NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO 

Para HONRAR a Nuestra Señora, para ATRAERNOS SUS bendiciones y para ALIVIAR a las ánimos benditas


¿Qué es la Visita Domiciliaria de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro? Una manera particular de significar el afecto que las familias cristianas profesan a esta tierna Madre del género humano, cuya imagen tienen el honor de hospedar temporalmente en su casa.

¿Qué se propone? 1º. Honrar a la Santísima Virgen en su simpático título de Perpetuo Socorro y merecer su especial protección, como la mereció Santa Isabel y toda su familia por haber obsequiado a la Madre de Dios durante aquella memorable visita que precedió al nacimiento de San Juan y le obtuvo la santincación de su alma estando todavia en el seno de su madre.

2. Fomentar en los hogares cristianos la
práctica de orar en común, que tanto va descuidándose en nuestros días. ¿Quién no reza, al menos cuando su casa parece transformarse en templo y cuando, al doblar las rodillas antevla imagen del Perpetuo Socorro, como que le obliga el ejemplo de los demás miembros de la familia y aun de los vecinos y amigos que entran a ver a la Virgen?

¿Cómo se practica? Se convienen algunas familias devotas de esa santa imagen, generalmente treinta, y adquieren una Capilla, que es llevada sucesivamente a la casa de todos los que forman el coro por la persona puesta al frente del mismo con el cargo de celadora.

Al inaugurar el coro procúrese que el señor Cura u otro sacerdote autorizado bendiga la imagen, sea en la iglesia, sea en casa de la celadora, adonde deben ser invitadas las familias que han de recibir su visita.


Ordinariamente, tiene cada familia la imagen en su poder veinticuatro horas, colocada con honor en una de las mejores habitaciones de la casa y cuidando que arda ante Ella alguna vela o lamparilla de aceite.

Una vez recibida en casa la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, se reunirán, si es posible, todos los individuos de la familia, y puestos en su presencia de rodillas, empezarán diciendo:

RECEPCIÓN DE LA VIRGEN
Por la señal, etc.
(50 dias de indulgencia cada vez y 100 si se
hace con agua bendita.)

Ave Maria Purisima. Sin pecado concebida.
(50 dias de indulgencia cada vez.)

Alabados sean Jesús y Mar:a. Ahora y siempre.
(100 dias de perdón cada vez.)

ORACIÓN.- Ha llegado para nosotros, ¡Oh dulce y tierna Madre!, el momento feliz de veros en nuestra casa. Ya tenemos la suerte de contaros entre los miembros de nuestra familia. Nuestro corazón salta de regocijo al recibir vuestra visita, ¡oh Reina de los ángeles, oh Madre del Amor Hermoso y de la Santa Esperanza! ¿De dónde a nosotros tanto favor? ¿Quién os ha movido, celestial Señora, a conceder esta gracia a una familia tan pobre, tan miserable y pecadora como la nuestra? ¡Ah! Lo sabemos: vuestra gran bondad: el deseo que tenéis de bendecirnos y de caldear nuestros pechos con esos rayos de amor que brotan de vuestros ojos. Venis con los brazos abiertos para recibir en ellos a estos vuestros ingratos hijos. Venis para endulzar nuestros pesares, compartir nuestras tristezas. Venis para vivir entre nosotros, como en otro tiempo al lado de vuestra prima Isabel, y colmarnos de celestiales favores. Gracias, Virgen del Perpetuo Socorro; gracias por tanta bondad. Esta familia no acierta a manifestaros su agradecimiento; pero os da su bienvenida y Os recibe llena de filial cariño. Desde este momento Vos seréis la Señora de la casa, y todos nos juzgaremos dichosos a vuestro lado. Miradnos como cosa vuestra, y no permitáis que nos separemos de vuestra obediencia y de vuestro amor. ¡Oh María! Bendecíd esta casa, donde se bendice siempre vuestro nombre. Viva siempre María, la Inmaculada, la siempre Virgen, la bendita entre las mujeres, la Madre de Nuestro Señor Jesucristo, la Reina del Paraíso.
(300 días de perdón cada vez.)

CONSAGRACIÓN A MARIA, 
Reza el Avemaría, y a continuación:
¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía! Me ofrezco todo a Vos, y en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, joh Madre de bondad!, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra.
(100 dias de indulgencia.)

Seáis amada, seáis alabada, seáis invocada, seáis eternamente bendita, ¡oh Madre del Perpetuo Socorro!, mi esperanza, mi amor, mi Madre, mi refugio y mi vida. Amén.

¡Oh Madre del Perpetuo Socorro, rogad por nosotros!

¡Protector mío San Alfonso, haced que en todas mis necesidades recurra a María!
Reza una Salve.
(100 dias cada vez.)

VISITA A LA VIRGEN
Interrumpe unos momentos tus ocupaciones, cuando más te convenga, para acompañar a María, que está en tu casa.

Por la señal... (como arriba).
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oido decir que ninguno de cuantos han implorado vuestra protección y reclamado vuestro auxilio, haya sido de Vos abandonado. Animado con esta confianza, ¡oh Virgen de las vírgenes, oh Madre mía!, a Vos acudo, a vuestros pies me postro, gimiendo bajo el peso de mis pecados. No despreciéis mis súplicas, ¡oh Madre del Verbo!; antes bien, escuchadlas benigna y dignaos despacharlas favorablemente. Amén.

Si tienes tiempo, reza el santo Rosario (utilizando uno bendecido por los PP. Redentoristas, podrás ganar, por cada Padre nuestro y Ave María 2.525 días), las Letanías (300 días cada vez), y lee en el librito titulado "Súplica Perpetua a la Virgen del Perpetuo Socorro".

Después añadirás:

Jesus mío, misericordia.
(300 dias cada vez.)

¡Madre mía, esperanza mía!
(300 dias cada vez.)

Santa Maria, libradnos de las penas del infierno.
(100 dias cada vez.)

María, Madre de Dios y Madre de misericordia, rogad por nosotros y por los fieles difuntos. Amén.
(100 dias cada vez.)

Aquí puedes añadir otras oraciones, según tu devoción.

DESPEDIDA A LA VIRGEN
Reúnase toda la familia.

Por la señal... (como arriba).
¡Oh Santísima Virgen Maria, que para inspirarnos una confianza sin límites habéis querido tomar el dulcísimo nombre de "Madre del Perpetuo Socorro" Yo os suplico me socorráis en todo tiempo y en todo lugar: en mis tentaciones, después de mis caídas, en mis dificultades, en todas las miserias de la vida, y, sobre todo, en el trance de la muerte. Concededme, ¡oh amorosa Madre!, el pensamiento y la costumbre de recurrir siempre a Vos, por que estoy cierto de que, si soy fiel en invocaros, Vos seréis fiel en socorrerme. Obtenedme, pues, esta gracia de las gracias, la gracia de invocaros sin cesar con la confianza de un hijo, a fin de que, por la virtud de esta súplica constante, obtenga vuestro perpetuo Socorro y la perseverancia final. Bendecidme, ¡oh tierna y cuidadosa Madre!, y rogad por mí ahora y en la hora de mi muerte. Así sea.

JACULATORIA
¡Oh Madre del Perpetuo Socorro, concededme vuestro omnipotente auxilio y haced que yo os lo pida sin cesar! Así sea.
Tres Avemarias, y finalmente:

¡Oh Madre del Perpetuo Socorro! Proteged también a todos los que amo: al Padre Santo, a la Iglesia, a mi Patria, a mi familia, a mis amigos y enemigos, a todos los pecadores, y, en fin, a las almas del Purgatorio. Venid en su socorro. Así sea.
(100 dias.)

¡Oh María, Madre del Perpetuo Socorro, rogad por mí!
¡Protector mío San Alfonso, haced que en todas mis necesidades recurra a María!
(100 dias, tres veces al dia.)

Seáis amada, seáis alabada, seáis eternamente bendita, ¡oh Madre del Perpetuo Socorro! mi esperanza, mi amor, mi Madre, mi refugio y mi vida. Amén.

DESPEDIDA.-¡Oh cariñosa Madre! Ha llegado la hora de vuestra marcha, y nuestros corazones se ven precisados a daros la despedida llenos de pena y sentimiento. ¡Qué feliz día hemos pasado a vuestro lado! ¡Qué tristeza para nosotros veros salir de nuestra casa! ¡Qué vacío dejáis en esta pobre familia! Adiós, querida Madre; pero no os retiréis sin bendecirnos; no os olvidéis de que os amamos mucho y esperamos impacientes el momento de hospedaros otra vez. Mientras tanto, acompañarán nuestros corazones por doquiera que vayáis. Gracias por la dignación que habéis tenido en visitarnos y por los beneficios que inmerecidamente nos dispensa vuestro amor. Tended el velo de vuestra misericordia sobre las desatenciones que con Vos hemos tenido, las cuales no provienen, bien lo sabéis, de mala voluntad, sino de nuestra fragilidad y de nuestra ignorancia. Caiga de vuestros ojos una mirada de compasiva bondad sobre nuestras almas mientras los nuestros se alzan a Vos en actitud suplicante, implorando vuestro favor para amaros en el tiempo y veros en la eternidad. Así sea.

(Con licencia eclesiástica.)


ANOTACIONES

Al hablar sobre la piedad popular, es referirnos a aquellas devociones que antaño se hacían en nuestros pueblos y nuestras casas, cuando se...